UPyD y Rosa, la rosa de los vientos
Como el Insomne ya tomó su decisión, desea mucha suerte y muchos éxitos a UPyD y, concretamente, a Rosa Díez, rosa de los vientos, a la que considera una buena mujer y una buena española. Imagina que la pobre va a necesitar de lo uno y de lo otro. Como él vive no lejos del mar de la Sargantana, donde ahora lo español no está precisamente bien visto, se permite recomendarle que tenga cuidado con el fuego enemigo, pero también, y acaso más, con el fuego amigo.
En el ámbito de la traducción existe la figura de los falsos amigos, palabras fonética y/o gráficamente idénticas en dos o más idiomas pero con significados propios y diferenciados en cada uno de ellos. Ejemplo, canalla, que en español significa, más o menos, sinvergüenza o maleante y en catalán es sinónimo de chiquillería.
Y de la misma manera que en el ámbito de la traducción existen los falsos amigos, en el de la política existen los falsos aliados y los falsos afiliados.
Lo dicho: «¡Suerte, Rosa, rosa de los vientos!»
Margarita, que soporta la compañía del Insomne y se beneficia de ella, dice a menudo que éste tiene un problema capital: ve lo que los demás no ven y, como consecuencia de ello, no respeta las convenciones sociales que los demás respetan y, según él, se empeñan en obligarle a respetar.
Hace tiempo el Insomne se apropió el lema «los héroes han nacido para ser libres», formulado por un loco ilustre. Por entonces ya había leído a Ortega y Gasset y su diagnóstico: «Todo ser poseído de una idea es un loco a los ojos de los demás».
En esas condiciones asiste ahora, horrorizado, a la destrucción de España. Islas e islotes a la deriva en el mar de la Sargantana, ¿verdad, Juliana?
Mientras tanto, el versificador, acaso poeta, declama y blasfema de nuevo:
«Truéquese en risa mi dolor profundo,
que haya un cadáver más ¿qué importa al mundo?»
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