Impresiones de un postimpresionista
La pluma cede la mano al pincel, el pincel cede la mano al pendrive y el pendrive, punta seca virtual, graba en la superficie opaca de mi memoria contornos de figuras y objetos.
Aquí no hay ni aliento humano ni color local. Sólo bits y memes.
Desde mi ventana, la calle es una aguada de tonos otoñales. La lluvia, cortina translúcida, permite adivinar siluetas estáticas y siluetas en movimiento.
Sí, además de ser cita de un entorno ausente y acaso nota a pie de página en el libro de una vida, esa calle plasma y traduce el estado de ánimo que una impresión nostálgica e indeleble dejó en un postimpresionista .
Artículo sobre general escrito por el 30 de noviembre de 2014 y sin comentarios de momento.
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