Rajoy y su nuevo gabinete
Tengo a Mariano Rajoy por un hombre fofo con alma de funcionario y subalterno. Un quídam le dice a la cara «Usted, señor Rajoy, no es decente», y él, con careto de interfecto, le replica, más o menos, «Es usted una persona vil», no rechaza la acusación por infundada y, en consecuencia, calumniosa.
Naturalmente, ni pide explicaciones ni exige responsabilidades.
Mariano Rajoy aguanta lo que le echen y al final se sale con la suya. El precio no cuenta. Ahí está de nuevo con su equipo titular centrado en esa muchacha todoterreno llamada Soraya, el europeo De Guindos y el contable Montoro. ¿Y el florero en el ministerio de Indefensa? Eso es una afrenta al Ejército de mi patria, que ya no es ejército y, de momento, sigue siendo mi patria.
Por lo que veo y entiendo, el nuevo gabinete carece de entidad individual y colectiva, naturalmente también de cohesión.
Habrá que esperar, no hay más remedio.
En cualquier caso, yo, en su lugar, habría distinguido y establecido como mínimo tres campos de gestión: Estado con interior y exterior, Sociedad y Economía.
Evidentemente, para rellenar esos campos debería estudiármelo mucho, pero ya ahora tengo tres ideas claras: en Interior pondría al catalán Javier García Albiol, junto con la mencionada muchacha todoterreno; en Sociedad daría juego a los hombres más leales del PSOE y Ciudadanos, y en Economía seguiría confiando en el contable Montoro, convencido de que con trabajo y dinero el capitalismo es menos abusivo y más llevadero.
A decir verdad, lo que me gustaría realmente en estos momentos es sumergirme en la locura y alimentarme de música. Como entrante elegiría un Concierto de Aranjuez para guitarra, sin acompañamiento, sólo música interior.
Imaginar otra España es posible.
Añadir comentario