Me angustia España
Un día conocí una Europa de humanos con voluntad de ser y poder y desde entonces vivo conscientemente mi condición de español como desgracia.
La desgracia de ser español.
A partir de ahí –lugar y momento–, lo español me angustia y me ha angustiado de por vida.
Me enfrenté y me enfrento a mi condición para superarla, no para dejar de ser español.
Nunca conseguí ser europeo –¿pensar en alemán?– y nunca acerté a dejar de ser español.
Tampoco ahora, cuando España y los españoles se disponen a vivir su pasado más triste e ingrato como futuro necesariamente incierto.
No aprendemos.
Dice y escribe Sánchez Dragó: «VIVIR en el FUTURO, como nos enseñan, crea ANSIEDAD y, en el PASADO, crea DEPRESIÓN».
En mi opinión, el autor de Gárgoris y Habidis es, al margen de su querencia a la quincalla vanidosa, una mente tan lúcida como rica en hallazgos geniales y, por todo ello, una de las manifestaciones más auténticas y profundas del Genio español.
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