Híbridos políticos
A mi modo de ver, el socialismo español de cuño histórico se extingue (¿definitivamente?) con los varones capitaneados por Felipe González que, al jubilarse, optan por una vida aburguesada tan plácida como acomodaticia. Esa vida deja sin efecto la retórica combativa y populista del socialismo e incluso de toda nuestra izquierda, pues, para colmo, Pablo Iglesias ha seguido en su última etapa una deriva que le ha dejado sin ideología confesada y conocida.
En estos momentos, Pedro Sánchez es un ejecutivo con poco o nada de socialista, ya que normalmente actúa por vía expeditiva con el inequívoco y persistente propósito de mantener a raya tanto a sus aliados como a sus opositores.
De hecho, Pedro Sánchez tiene agenda, no ideología, mientras que Pablo Iglesias, falto de agenda e ideología, tiene egolatría.
De acuerdo con mi visión e interpretación, en España la derecha llega hasta Fraga Iribarne, que personifica la anacrónica y vacua prepotencia del Régimen de Franco, por entonces ya extinguido.
José María Aznar me parece intelectualmente romo y carente de luces, como corresponde a nuestra derecha más carpetovetónica, más clerical y menos ilustrada. Hablo de ilustración europea y universal.
Para bien o para mal, a Pablo Casado lo veo como un subalterno en período de prueba.
¿O acaso será lo suyo un cursillo de aprendizaje acelerado?
Lo dicho, híbridos políticos sin descendencia natural conocida y reconocida.
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