Vivir la muerte

La semana pasada viví mi muerte. Me vi muerto y me gustó. Ahora ya sé que morir es  como nacer, pero al revés y, en mi caso, en estado consciente.

De pronto, te ves ahí como una piltrafilla, a la vez propia y ajena, y, ya separado o casi separado del cuerpo, imaginas o intuyes que estás en trance de nacer o acceder a una vida nueva, sin límites, sin sensaciones ni sentimientos, sin pena ni dolor.

Sí, morir es nacer a una vida sin límites, morir es nacer al infinito.

Imagino que la antitesis del ser no es la nada sino el odio, el ser odioso.

Añadir comentario

Puedes usar los tags html <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong> . El nombre y el email son campos requeridos, el email no se publicará, solo es para controlar.