La negación de un Estado democrático de derecho llamado España
Los escribas en nómina de La Vanguardia y al servicio de la burguesía catalana no sólo niegan la existencia de un Estado democrático de derecho llamado España sino que incluso han adoptado e impuesto la norma, dentro de su parcela, de no pronunciar nunca su nombre y, a ser posible, ninguna palabra relacionada con él.
España ni existe ni tiene nombre. A partir de ahí, todo se puede negociar, naturalmente en condiciones de igualdad.
Dentro de esta línea, el subalterno Lluís Foix, va aún más lejos, puesto que en su entrega de hoy en La Vanguardia exige una relación de igual a igual, como sujetos soberanos, entre Cataluña y España.
En definitiva, cuando un separatista catalán se desdice de una de sus muchas mentiras, lo hace con una mentira aún más cínica y más ofensiva.
¡Y yo que los conocí -a ellos, a sus padres y a sus abuelos- cantando el Cara al sol, brazo en alto, y luciendo la camisa azul de falange!
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