Formas de alienación: falsa conciencia
A Zapatero sin acrimonia
Cuando la ignorancia contumaz está al servicio de la buena conciencia, se dice que ésta es una falsa buena conciencia. Dicha buena conciencia se viene abajo tan pronto como la persona conoce y acepta aquello que, por negativo y repudiable, trataba de ocultarse a sí misma. En cambio, cuando la persona se aferra obstinadamente a su criterio y se niega a aprender y a saber, hablamos de ignorancia invencible. Lógicamente, en ese caso la ignorancia es además culpable.
Falsa mala conciencia es, verbigracia, aquella que el opresor se empeña en infundir al oprimido con el argumento de que todo lo que le ocurre a éste se debe a su mal comportamiento. Evidentemente, la falsa mala conciencia del oprimido se corresponde con la falsa buena conciencia del opresor. El opresor acapara siempre el poder, el bien y la justicia.
Pájaro bobo opina que cuando, como en la historia de la humanidad, la falsa buena conciencia y la falsa mala conciencia se perpetúan, se altera no sólo la percepción de la realidad por parte de opresores y oprimidos sino incluso la realidad misma.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿se liberará el ser humano de esas formas de alienación algún día?
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