Rosa de los vientos o rosa náutica
¿Aires de cambio sobre los campos de España?
Después de varias décadas de precaria democracia con dos partidos nacionales mayoritarios y dos partidos antinacionales minoritarios pero decisivos, parece que el panorama de la política española va a cambiar. En el espacio comprendido entre el centro teórico y el flanco izquierdo han surgido dos nuevas formaciones con clara vocación española y democrática. Una es la capitaneada por Rosa Díez y otra el Partido de los Ciudadanos. Aunque, de momento, no están unidas, las dos formaciones habitan el mismo espacio sociopolítico y apuntan en la misma dirección. Con su campaña de manifiesto tono personal, Rosa, una vasca con temple de Agustina de Aragón, puede abrir brecha en el costado del Partido Socialista que mira al PP y sobre todo a España. El mensaje de Rosa es unívocamente español y patriótico. Aunque, evidentemente, aún no se pueden determinar las dimensiones de esa brecha y, por lo tanto, tampoco cuantificar la pérdida-ganancia de votos, Pájaro bobo se atreve a situarla en torno al 15-20 por ciento del total conseguido por el PSOE en las últimas elecciones. La gran ventaja de Rosa es que tiene tirón, creo que mucho tirón, y posiblemente eso no lo ha sopesado debidamente el mendaz Zapatero, más dado a prometer/pactar/negociar/trapichear con terroristas y separatistas que a realizar actos de lealtad a España y a adoptar medidas que refuercen definitivamente su unidad. Ya veremos cómo lidia a sus antiguos subalternos y nuevos separatistas catalanes —Montillas y Chacones—. Hasta ahora, su ventaja radicaba en que, además de ser tan falso como ellos, pagaba siempre con promesas, pero no parece que, cuando llegue el momento, el florentino Duran esté dispuesto a aceptar una vez más esa forma de escamoteo. En cualquier caso, a juicio de Pájaro bobo son demasiados frentes externos y demasiados enemigos internos incluso para alguien con tan fuerte instinto de supevivencia como nuestro actual e indigno jefe de Gobierno.
Aparentemente, Albert Rivera no tiene tanto tirón como Rosa Díez, pero, a juicio de Pájaro bobo, el Partido de los Ciudadanos es más sólido que UPD no sólo por ser menos personalista sino también porque sus responsables le han dotado de una estructura organizativa decididamente modélica por su racionalidad y eficacia. Cabría decir, pues, que Rosa busca la aclamación, incluso la unanimidad, que corresponde a las diversas formas de populismo, mientras que el Partido de los Ciudadanos es una formación de personas maduras para personas maduras. Ahí puede radicar su limitación momentánea y su ventaja a medio y largo plazo. Pájaro bobo ha decidido votar a Ciudadanos, lo que no es óbice para que siga viendo en la brava y corajuda vasca la rosa náutica de nuestra singladura política, mientras que su imagen le lleva a recordar que hace ya algunos años escribió: «Una mujer hermosa es siempre eine Delikatesse».
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cabe la posibilidad de que la vasca y su basca acaben de un soplo con Zapatero y el zapaterismo?
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