Política catalana = traición = conjura

De acuerdo con mi modo de  ver y entender, la política catalana es una traición hecha de innumerables traiciones o, si se prefiere, una conjura hecha de innumerables conjuras.

Si no es fácil prever el desenlace final y definitivo de esa traición = conjura, una cosa parece más que probable: la burguesía catalana estará siempre, siempre,  con el bando vencedor,  será siempre, siempre, parte destacada de la clase dominante  y hará suya la ideología dominante. Siempre, siempre.

La historia nos enseña que la identidad de la burguesía y con ella su ideología han estado y están  asentadas  siempre, siempre, en  sus intereses, intereses económicos e intereses de clase (dinero, poder y privilegios).

Para colmo,  en este caso la perfidia de los traidores y/o conjurados se manifiesta como inteligencia práctica   llevada a la excelencia.

¿Qué podemos oponer a eso los españoles, aparte de nuestro atávico  cazurrismo y nuestra incurable falta de conciencia patriótica?

Ideal del separatismo catalán

A mi modo de ver y prever, el ideal de los separatistas catalanes es estar fuera de España, pero, al mismo tiempo, controlar  y dirigir la política española  desde dentro.

Eso es exactamente  lo que el PSC está haciendo ahora  con el PSOE  a través de Chacón.

Y eso es exactamente lo que el separatismo catalán en bloque quiere hacer  con España tras controlar el PSOE.

¿Tenemos derecho a dejar, ya ahora,  que el destino de España esté en manos de una agente del separatismo catalán?

 

¿Tiene derecho alguien a financiar la destrucción de España y la independencia de Cataluña?

Para mí es evidente que el Gobierno de la Nación debe controlar en todo momento y al céntimo tanto  el dinero que entrega  a las Autonomías como el uso que éstas hacen de él. Control a priori, controles periódicos y control a posteriori  con rendición de cuentas final. Cantidades y destinos.

A mi modo de ver no hacerlo es delito gravísimo.  El Gobierno de la Nación  es responsable en primera y en última instancia  de todos los abusos perpetrados, en su inmensa mayoría de manera deliberada y reiterada, por  los entes autonómicos en materia económica.

¿Tiene derecho alguien  a financiar la destrucción de España y la independencia de Cataluña?

Pues en mi opinión eso es lo que ha estado haciendo durante ocho años Rodríguez Zapatero en alianza con los separatistas catalanes.

¿No hay ahí material suficiente y mucho más que suficiente para procesarlo.

Extremadura-Cataluña: 2011-2012

Días pasados,  Carme Chacón (ahora Carmen Chacón)  visitó a Guillermo Fernández Vara, líder de los socialistas extremeños, con la malsana y malsina intención de ganarlo para su causa. En realidad, más que causa es una conjura de largo alcance, pues se pretende poner a un agente del separatismo catalán (ella misma) al frente del PSOE y, llegado el momento, al frente del gobierno de España (ella misma o  un separatista catalán  sin máscara ni disfraz).

De momento, la  susodicha es a la vez miembro del PSOE y el PSC, además de ex ministra de indefensa.

Inaudito.

Poco después,  José Antonio Monago, actual presidente de la Junta de Extremadura,  aderezó su mensaje navideño  con  unas palabras en vascuence y catalán.

¿A quién iba dirigido el mensaje?

Como, más allá de toda ideología,  tengo a Fernández Vara y a Monago por españoles leales, me permito recomendarles que se informen de qué es en realidad el PSC, uno de los dos partidos a los que simultánea o alternativamente pertenece la visitante-postulante, y de qué trato reciben los integrantes de la comunidad de lengua española por parte de la Administración autonómica de Cataluña.

¿Han oído hablar Vara y Monago, por ejemplo, de la desnaturalización-comercialización del voto español del PSOE por parte de los gerifaltes del PSC o de la inmersión en lengua catalana impuesta con carácter obligatorio y excluyente en las escuelas de esta Autonomía?

En cualquier caso recomiendo a los dos pacenses que olviden las consignas que la Generalidad catalana  imparte/difunde  a través de  sus agentes y se dirijan a alguna de las  varias asociaciones cívico-culturales que actualmente  tratan de defender los derechos de los que   hablan español y se  sienten españoles en tierras de la Marca Hispánica.

Verbigratia: Ágora Socialista (agorasoc@hotmail.com) y Asociación por la Tolerancia (asociacion.tolerancia@gmail.com).

Y,  por favor, recuerden que en Cataluña hay dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad minoritaria y opresora (la catalana) y una comunidad mayoritaria y oprimida (la española). La primera cuenta  aproximadamente con  tres millones de miembros, mientras que la segunda supera  con creces los cuatro millones. De ellos, doscientos mil son extremeños. Los miembros de la primera  monopolizan  los resortes de poder y representación (¡democrática!), mientras que los miembros de  la segunda trabajan mayoritariamente  en el sector de los servicios y, hasta ahora, en la construcción.

Resumiendo: la muy burguesa comunidad de lengua catalana dirige la inmensa máquina burocrática  y, simultáneamente,  controla, administra, manipula y  comercializa el trabajo y los votos de los miembros de la comunidad de lengua española, en su gran mayoría asalariados de izquierdas.

Salvando  distancias de tiempo y espacio, eso es exactamente lo que, a medio plazo, quiere hacer la burguesía catalana  con España y los españoles .

La ignorancia culpable es un delito y un pecado. No es el caso de Fernández Vara y Monago. Tampoco debe serlo.

Mientras tanto, descubierto el fraude de una vez por todas, el PSC continúa  su descenso en caída libre. Dime, Chacón,   ¿a dónde van a parar los votos del PSOE en Cataluña?

 

 

 

 

 

28 de enero: Pujol renuncia públicamente a la política de la puta i la Ramoneta

Hoy, 28 de enero, Jordi Pujol i Soley, líder supremo del Partido Único de Cataluña, ha jurado ante el abad de Montserrat que tanto él como su formación-coalición renuncian categóricamente  a la política de la puta i la Ramoneta con todas sus prácticas.

Evidentemente, el líder conservador no volverá a decir nunca más: Cataluña nos roba, Cataluña nos traiciona, España se resiste  a financiar nuestra independencia.

 

Cataluña nos traiciona

De acuerdo con mi modo de ver y sentir,  el estigma del separatista no es el separatismo en sí sino la falsedad.

El separatista catalán miente incluso cuando dice la verdad. ¿Por qué? Pues, sencillamente, porque  su intención es siempre engañar.

Y a propósito, ¿cómo se escribe y cómo se pronuncia «traición» en la lengua de Pasqual Maragall?

En cualquier caso, aquí la falsedad es una virtud, pues asegura la supervivencia de sus poseedores y practicantes.

En mi opinión, no hay separatismo sin traición ni hay traición sin separatismo. Al menos aquí.

Nuevo gobierno: Rajoy y su equipo

Tengo bastante confianza en el nuevo Gobierno. Creo que sus miembros son leales y en su mayor parte profesionalmente competentes. No veo entre ellos ningún traidor y/o agente del separatismo como Carme Chacón y tampoco ningún actor de zarzuela como José Bono, al que tengo por  rastrero y servil .

Evidentemente, Rajoy no es Zapatero, máscara sonriente y cabeza irreductible en su falsedad y su perfidia.

Mi única duda está en Jorge Fernández. Desearía equivocarme y que éste pusiera de manifiesto en el tratamiento del problemón catalán  cualidades de inteligencia y lealtad que nunca he visto en él: ni antes ni ahora.

Mis prioridades son:

Combatir el paro hasta reducirlo, como mínimo, a niveles socialmente aceptables.

Recuperar la soberanía nacional en Vascongadas y Cataluña.

Dejar de financiar la destrucción de España y la independencia de Cataluña.

Alentar la regeneración del socialismo español, a fin de que se libere  de una vez por todas de la trampa-cepo del PSC y  vuelva a ser  digno de dirigir la política española.

A mi modo de ver, no  hay socialismo catalán,  de la misma manera que  no hay ni puede haber lealtad separatista.

España nos roba

Separatista catalán: «Sí, sí, España nos roba».

Insomne: «¿Y cómo es eso?»

Separatista catalán:  «Pues, sencillamente,  que ya  no nos deja que le sigamos robando».

Insomne: «Lo lamento, pero dime, ¿estaríais dispuestos a ir a la cárcel por robar?»

Separatista catalán: «Eso es un ataque a Cataluña. Usted es un enemigo de nuestro país y su historia. ¿Es que nunca  ha oído hablar de la política de la puta i la Ramoneta

Insomne: «Sí, de acuerdo, pero entonces, ¿qué debemos hacer, además de no hacer nada?»

Separatista catalán: «Para empezar,  aprobar el pacto fiscal que los catalanes  elaboramos en su día y luego presentamos en Madrid».

Insomne: «¿Y después?»

Separatista catalán: «Esperar instrucciones de nuestro embajador».

Insomne: «¿Quiere decir eso que vamos a tener un embajador de Cataluña?»

Separatista catalán: «Naturalmente; pero, de momento, nuestro embajador en Mónaco  se cuidará también de las relaciones de Cataluña con el Reino de España,  el Principado de Liechtenstein y las Islas Vírgenes…»

Insomne: «No oigo nada. Parece ser  que la línea telefónica sufre una perturbación a causa de los parásitos».

Separatista catalán: «Es muy posible. En cualquier caso esa es sólo la primera…»

Insomne: «Capito, capìto!»

Las cuentas y trapisondas de la Generalidad de Cataluña

¿Se atreverá la Generalidad de Cataluña a pagar a sus embajadores y dejar sin paga de Navidad a sus trabajadores y sus pensionistas?

No lo sabemos.

Lo que sí sabemos es que, ocurra lo que ocurra, la culpa de todos los males de Cataluña la tiene Madrid.

Siempre y sólo Madrid.

Minisueldos y macrosueldos

El establecimiento de minisueldos de 400 euros  parece que viene a fijar por decreto la cantidad mínima  que una persona necesita para sobrevivir –¿vivir?– durante un mes en nuestros tiempos y en nuestras tierras.

Nada se dice de los macrosueldos que perciben (¡no ganan!) ciertos empresarios y ciertos políticos,  aunque parece evidente que antes de acosar a los que menos perciben habría que perseguir a aquellos que perciben infinitamente más de lo que necesitan y merecen.

Si 400 euros es el sueldo mínimo, ¿cuál debería ser el sueldo máximo permitido por ley?

Pienso que por una vez Marx –a mi modo de ver más menesteroso que utópico– acertó en su predicción: los pobres serán cada vez más pobres y los ricos serán cada vez más ricos.

En cualquier caso, no es necesario pertenecer al colectivo de los indignados para indignarse.

Y como estamos en Navidad, tenemos  razones de más para  pensar/recordar  que en el mundo hay millones de seres humanos –mayoritariamente niños y mujeres– que carecen de  lo necesario para vivir e incluso mueren de hambre, mientras nosotros –básicamente los beneficiarios del sedicente  mundo civilizado– despilfarramos alimentos y materias primas que no nos pertenecen.

¿Qué hacemos entonces con nuestra falsa buena conciencia y nuestra fatua autosuficiencia  a la vista de tanta miseria, tanto despilfarro y, en definitiva,  tanta injusticia?

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