Babelia, oh Babelia

Pájaro bobo se asoma a la ventana de su Búnker de pladur. Los gatitos superinos de su jardín entran y salen por la gatera. Ahí llega el Menesteroso, paso ligero de legionario, legionario en excedencia perteneciente al colectivo del tuberculoso pobre, trayendo/llevando comidita a las criaturas de Dios. Es sabido que los ejércitos de ayer son, en buena medida, ONGs de nuestro hoy. Distribuir ayuda humanitaria, en vez de disparar a troche y moche, ésa es la guerra, ésa es la lucha, ése es el combate cuerpo a cuerpo. El frente está ahi, en África, debajo de nosotros; allí, en el Altiplano del cono Sur, encima de nuestras cabezas. Ejército de Salvación, Heilsarmee, Salvation Army. A Pájaro bobo le vienen ganas de irse a vivir al descampao con los superinos, pero Margarita dice que todo eso es hojarasca, fullaraca, pose intelectualoide de un sonámbulo harto de sopa; acaso, ensoñaciones de un filántropo misántropo que ha perdido el seny que nunca tuvo, ni siquiera en cuenta.
Sí, sí, pero ya veremos el día en el que la grúa con su garfio de hierro aparezca encima de nuestras cabezas y un kapo (Kamerad-Polizist) polaco al servicio de la banca polaca empiece a impartir ordenes y distribuir sus hombres, ahora llamados recursos humanos, a lo largo y a lo ancho del campo de operaciones. Ahí llegan: saharianos, subsaharianos, rusos, ucranianos, rumanos, sudamericanos… Una Babelia de la ultima diáspora con el polaco como lengua común y universal.
Cuatro preguntas ingenuas e intempestivas
¿Alguien sabría decirnos si una grúa provista de su siniestro garfio de hierro es un artefacto de construcción en serie o un arma de destrucción masiva?
¿A dónde se asomará Pájaro bobo el día en el que ya no pueda asomarse a la ventana de su Búnker de pladur?
¿Hay acaso alguna ventana, ventanal o simple mirilla que dé a la eternidad?
¿Cuál será la lengua del futuro en ese futuro en el que los seres humanos se comuniquen sin hablar?

Sabiduría popular

Sólo Dios sabe.

¿Qué es el amianto político?

Hoy, martes y diez, el Golafre de las Pitiusas guarrea una página, la cinco, de nuestro ABC de cada día con un montón de despojos en forma de palabras bajo el título Lo que Zapatero lidera. Así que ha terminado de descifrarlo o, sin duda mejor dicho, de desencriptarlo, Pájaro bobo ha llegado a la conclusión de que, con toda probabilidad, su autor y creador piensa en polaco o alguno de sus dialectos y luego transcribe o se hace transcribir los textos en español con ayuda de un traductor enciclopédico politécnico automático informático cibernético. Por separado, cada una de las palabras tiene significado propio pero juntas carecen de sentido. Cosas de la traducción y sus duendes, Poltergeister!
Para terminar, el Golafre dice: «…ERC, en la contumacia arcaica; y grupúsculos del PP que se dirían prestos a contribuir al aislamiento a base de amianto de su partido, mientras Mariano Rajoy anda en busca de algún consenso factible. No es éste un momento para la ambigüedad o el silencio».
Después de leer y releer la oración subordinada, gramaticalmente blasfema e insubordinada, «contribuir al aislamiento a base de amianto de su partido», Pájaro bobo, en un arrebato, ha estado a punto de cometer un pequeño disparate, pero luego ha caído en la cuenta de que dicha oración subordinada podría/debería decir por ejemplo: «contribuir al aislamiento de su partido a base de amianto». No es que con ese pequeño apaño sea un dechado de corrección formal, pero al menos es legible e inteligible. Aun así, Pájaro bobo sigue sin saber qué pinta ahí el amianto. Y como no lo entiende y como el autor de la supercreación literaria comentada acaba declarando que «no es éste un momento para la ambigüedad o el silencio», Pájaro bobo aprovecha el envite para dirigirse a sus lectores y a los lectores de ABC por ver si entre todos consiguen, conseguimos, averiguar qué hace ahí el amianto y, si puede ser, de qué clase de amianto se trata.
Mientras tanto, Pájaro bobo se atreve a sugerir la posibilidad de que sea un material sintético conocido en la jerga de los encriptadores fenicios como amianto político (Amiantum politicum), material que ellos utilizan sigilosamente para cegar los siete orificios del cuerpo humano de seres humanos muy concretos, en situaciones muy concretas, con fines muy concretos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿para qué quieren cegar los encriptadores fenicios los siete orificios del cuerpo humano de seres humanos muy concretos?
No es que Pájaro bobo tenga ganas de pensar en Auschwitz y el Doctor Mengele, pero ciertamente éste no es momento ni para ambigüedades ni para silencios.

España: tres situaciones distintas y amargas con una única y amarga realidad

La situación existente en Vascongadas, donde aproximadamente la mitad de la población quiere seguir siendo española y la otra mitad no quiere, está presidida por el estado de terror impuesto por ETA mediante acciones que van de la extorsión y el chantaje al asesinato con la amenaza persistente como persistente espada de Damocles. Esa situación, materializada en un enfrentamiento radical bajo la ley del trabuco y los trabucaires, es a la vez producto y reflejo del carácter de los vascos. «O te vas o te mato». «Pues no me voy aunque me mates». Representación: dos bandos separados y enfrentados de acuerdo con un eje vertical.
La situación existente en Cataluña, donde la comunidad de lengua catalana, equivalente al cuarenta y cinco por ciento de la población, no sólo copa literalmente todas las instancias de representación y poder de acuerdo con el modelo colonial europeo y, más concretamente, en línea con la línea del apartheid sudafricano e israelí, sino que además somete a la comunidad de lengua y sentimiento españoles, equivalente al cincuenta y cinco por ciento de la población, a una opresión unas veces encubierta, otras declarada/descarada y siempre calculada, es a su vez producto y reflejo del carácter catalán. Así, después de arrebatar a los integrantes de la comunidad hispanohablante el derecho a utilizar su lengua en todas sus actividades públicas y en muchas privadas e imponerles el catalán como lengua única, lo niegan. Sí, lo niegan, siguen haciéndolo y siguen negándolo. Política de la puta i la Ramoneta. He ahí una imagen fiel del carácter catalán. Representación: dos capas político-sociales de desarrollo horizontal con una superficie democrática y un fondo sometido a un régimen de opresión.
La situación existente en el resto de España, donde no se dan esos problemas, es más bien de indiferencia, indiferencia que en este caso es trágica irresponsabilidad. Se diría que, como en el pasado, a los españoles no les preocupan los problemas de España, sólo aquellos que les afectan directamente. En eso no hemos cambiado. Ahí sigue reflejándose nuestro carácter y, en opinión de Pájaro bobo, ahí está la causa de la angustia que martiriza a los heterodoxos españoles. La diferencia está en que ahora hay tres Españas y es fácil ver que las tres están empeñadas fatalmente en destruirse. Representaciones: el país de Jauja, las Batuecas, el limbo y/o el cuadro de Goya Dos forasteros.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿no es hora de arremeter contra todos nuestros fatalismos y acabar con tanta irracionalidad, con tanta perfidia, con tanta irresponsabilidad?

Parcelación versus soberanía nacional

En opinión de Pájaro bobo, la parcelación de España llevada a cabo con la implantación de las Autonomías es intrínsecamente contraria al principio fundamental de nuestra Constitución, pues arrebata de facto la soberanía nacional al pueblo español, toda vez que, mediante dicha medida, éste deja de existir como sujeto único, absoluto e insustituible de la soberanía nacional. En otras palabras: como no hay nación, ni hay ni puede haber sujeto de la soberanía nacional. Si un día las diecisiete Comunidades Autónomas deciden declararse independientes —supuesto muchísimo más probable que su contrario—, nos encontraremos con que se ha producido la desintegración de España sin haberlo decidido el pueblo español.
De acuerdo con los principios de la soberanía nacional y de la democracia, tal como los entiende Pájaro bobo, una parte del territorio y de la población de la nación no puede decidir nunca por sí misma y por sí sola el destino de esa parte del territorio y de la población de la nación y, lógicamente, mucho menos el destino de todo el territorio y de toda la población de la nación. De acuerdo con el espíritu de nuestra Constitución, el destino de una parte del territorio y de la población de la nación es parte integrante, esencial e inseparable, del destino del territorio y de la población de toda la nación.
De acuerdo con Hegel, padre de todas las ideologías modernas de izquierdas y de derechas, una nación es una unidad de destino.
Cuatro preguntas ingenuas e intempestivas
¿De qué sirve que la Constitución diga que la soberanía nacional reside en el pueblo español si después se le hurta esa soberanía mediante un fraude o, más exactamente, mediante una cadena de fraudes?
¿Son constitucionales las elecciones que se celebran por separado en las diferentes Autonomías?
¿Pueden ser legítimas, democráticas y constitucionales las elecciones que afectan a todos los españoles y en las que no intervienen todos los españoles?
¿Pueden ser legítimas, democráticas y constitucionales las elecciones que afectan a todos los españoles y son manipuladas por quienes no se sienten españoles mediante la implantación de estados de terror (Vascongadas) y/o de situaciones de opresión y marginación (Cataluña)?

Leo, pregunto, sugiero

El martes, día 3 de abril, Valentí Puig, conocido por Pájaro bobo y sus lectores como el Golafre de las Pitiusas, firmó en ABC un artículo titulado Para fraccionar el PP que empezaba así:
Adaptar la capilaridad política del centro-derecha no pasaría por fraccionarlo entre centro y derecha dura, sino por sintonizar mucho mejor el PP.
Y, tras un tortuoso y azaroso vagar, divagar y marear sin brújula ni norte (al menos, eso parecía), el autor navegante ponía fin a su singladura ofreciendo a modo de regalo de llegada y despedida este rosario de perlas cultivadas en su preclaro y claro cacumen:
Si en la izquierda existe un lastre de determinismo histórico, en la derecha perdura cierto fatalismo. Una coagulación de ese fatalismo —sumada a personalismos de aprendiz de brujo— pudiera ser decisivo para el fraccionamiento del PP. Es algo que los electores, sabios y consecuentes, no perdonarían.
Después de intentar leer hasta cuatro veces el mencionado artículo, Pájaro bobo tuvo deseos de denunciar a su autor en la comisaría de papel, pero enseguida sintió lástima por la infortunada criatura, sin duda víctima de una extraña patología que él, Pájaro bobo y lector vitalicio, se atrevería a definir, por su cuenta y riesgo, como «sorites diogenésico-hegeliano, como «síndrome hegeliano-solipsista» y también, en forma abreviada, como «síndrome de Hegel».
En opinión de Pájaro bobo, lo más curioso del caso no es que este autor, navegante y constructor de mundos conceptuales y gramaticales irracionales e imposibles trate de presentar, regalar y/o vender sus teratologías como politologías alumbradas por un cerebro superior sino que lo consiga y, consecuentemente, sea tratado como tal.
Cuatro preguntas ingenuas e intempestivas
¿Entiende realmente Valentí Puig lo que escribe?
¿Estaría dispuesto a explicárselo de palabra y por escrito a sus lectores?
¿Y si se hiciera una encuesta entre sus lectores para saber qué entienden, qué no entienden, qué no entienden ni leen, qué no leen porque no lo entienden y qué leen aunque no lo entienden?
¿Y si, al margen de encuestas y mundos irracionales e imposibles, el subsodicho se decidiera de una vez por todas a decir y escribir lo que piensa y siente?

Nota
Si se hiciera la encuesta, Pájaro bobo y la mayoría de sus seguidores deberían figurar en la casilla «leen aunque no lo entienden».

Lecciones de la historia

Fallida y burlada la fórmula «todo está atado y bien atado», ahora los separatistas de la cabecera del Ebro y del bajo Ebro, en su deseo de no incurrir en ciertos errores del pasado, han mejorado la idea acuñando el concepto de «blindaje», que, en forma de participio adjetivado con valor sustantivo, aplican a determinados artículos, esenciales para ellos y para nosotros por razones idénticas y aplicaciones/interpretaciones contrapuestas, de sus respectivos estatutos.
Siete preguntas ingenuas e intempestivas y una advertencia
¿Por qué los separatistas pueden blindar sus estatutos cuando la Constitutición española de 1978 no lo está y es la única que debe estarlo por definición como soporte de la estructura jurídica y política del Estado?
¿Por qué los separatistas aprenden de la historia, de nuestra historia, y nosotros no?
¿Por qué los separatistas se unen y trabajan coordinadamente para destruir España y nosotros ni nos unimos ni trabajamos para defenderla?
¿Por qué los españoles somos tan desgraciados que nos dejamos vencer/engañar con nuestras propias armas?
¿A qué se debe que estemos viendo cómo destruyen nuestra patria y no hagamos nada para impedirlo?
¿Por qué los separatistas tienen mil proyectos para destruir España y nosotros no tenemos ni uno solo para defenderla?
¿Por qué los separatistas han puesto en marcha muchos de sus proyectos para destruir España y nosotros aún no hemos puesto en marcha ni uno sólo para impedirlo?
Advertencia
Si consentimos que los separatistas destruyan España, nosotros, hijos suyos, habremos sido sus asesinos, pues a nosotros nos corresponde ahora defenderla e impedirlo y no lo hacemos.

¿Estamos aún a tiempo?

Leo con angustia, congoja y rabia en el ABC de todas las mañanas
El PNV asume las aspiraciones de ETA en la negociación con el Gobierno
y se me nublan los ojos y, casi en el mismo instante, se me encabritan cabeza y pecho, la capacidad de pensar y razonar, la capacidad de percibir y sentir.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué mensaje deseamos/esperamos oír los españoles para que se proceda a la inhabilitación fulminante de Rodríguez Zapatero?
El mío dice
Españoles, la patria está en peligro; acudamos a defenderla

Viernes santo: sinécdoques del alma alienada

Para el topo del Retiro y el Golafre de las Pitiusas
Por regla general y particular, cuando un fenicio quiere algo de alguien no le dice abiertamente lo que quiere, todo lo que quiere, cómo lo quiere y cuándo lo quiere. Él tiene y retiene la idea apetecida en la cabeza, pero, como sabe y enseña Pájaro bobo, la va soltando lentamente, en fascículos y por estampas, de modo que su interlocutor, socio, víctima, pringao o simplemente panoli vaya tragando poco a poco o mucho a mucho y él pueda controlar la situación en todo momento y gobernarla, administrarla y dirigirla cómodamente desde una posición ventajosa. Ventajista nato, el fenicio supedita siempre la táctica, con sus amenazas y sus actos de sumisión, con sus promesas de lealtad y sus gestos de deslealtad, con sus plantes y sus desplantes, con sus incursiones y sus regresiones, a la estretegia. Principio básico: no hacer nunca declaraciones de principios, pero exigírselas siempre, y siempre por anticipado y por escrito (a ser posible blindaje incluido), a su interlocutor, socio, aliado, rival o enemigo. Para eso está la sinécdoque auxiliada, cuando procede y el caso lo requiere, por otros tropos de la lengua y por la semántica del discurso político.
Los trenes de cercanías son la sinécdoque de la Renfe y la Renfe es la sinécdoque de todas las vías de comunicación españolas, El Prat es la sinécdoque de los aeropuertos de Cataluña y de más allá del Ebro, el Partido Popular es la sinécdoque no sólo de los fascistas españoles sino incluso de todos los españoles, fascistas, no fascistas y antifascistas, Madrid, capital del Reino, es la sinécdoque de España, de toda España, de todas las Españas «que se hacen y se deshacen». Sensu contrario, la parroquia del Club de Fútbol Barcelona, con su presidente en la puerta, es la sinécdoque de todos los independentistas catalanes y los independentistas catalanes son la sinécdoque de todos los catalanes, de la misma manera que los catalanes son la sinécdoque de todos los habitantes de Cataluña, ciudadanos o no ciudadanos, y Cataluña es la sinécdoque de la Gran Cataluña o de los Países Catalanes. Gracias a la sinécdoque, todos los habitantes de Cataluña, nativos o no nativos, son independentistas, pues aquí sólo hay independentistas. A efectos de contabilidad democrática o, más exactamente, pseudodemocrática, los no independentistas no existen, toda vez que no tienen ni voz ni voto, y además son enemigos de Cataluña.
En definitiva, la sinécdoque es ante todo la base de un método de argumentación por oposición permanente de contrarios, sin síntesis posible pero con marcha adelante y marcha atrás, pues del mismo modo que, si conviene, se va avanzando sin parar, como hace, por ejemplo, el carallot Carod, si conviene, se da marcha atrás, como simulaba hacer pero nunca hizo en sus tiempos de honorable el ex honorable Pujol ben Gurión, y no sólo no queda ni rastro de lo que se ha dicho y se ha prometido/pactado sino que —oh prodigio de la sinécdoque— nada impide afirmar y demostrar, cuando la cosa se pone fea, que todo ha sido una sucia maniobra contra Cataluña y los catalanes montada por sus enemigos de siempre, como han afirmado y han demostrado una y mil veces, en el pasado y en el presente, sus políticos y los servidores de sus políticos.
Resumiendo: la sinécdoque permite modelar a voluntad hechos y realidades, incluso convertir conjuras, intrigas, aquelarres y fantasmadas en ataques a Cataluña. Y, si conviene, hacer desaparecer como por arte de magia fraudes y agresiones de cualquier índole y procedencia. Para eso está el nutrido y bien remunerado equipo de amanuenses que escribe y reescribe, prescribe y proscribe, inscribe y transcribe al dictado/servicio de la Generalidad.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es posible hacer comprender a un fenicio que tal vez, sólo tal vez, él podría ser, sólo podría ser, el causante por activa y por pasiva de sus agresiones, tanto de las que ejecuta como de las que sufre, tanto de las reales como de las imaginarias?

Nota
Con permiso del psicoanálisis y los psicoanalistas, Pájaro bobo diría que culpar a otro o a otros de todos los males de uno, a medida que van produciéndose, da derecho a hablar de patologías como complejo de inferioridad e incluso alienación. Dentro de esta línea quiere hacer constar como detalle significativo que en alemán el complejo de superioridad se llama «complejo de inferioridad sobrecompensado» y se escribe así: Überkompensierteminderwertigkeitsgefühl.

Psicoanálisis: la falsa buena conciencia de Zapatero

De acuerdo con mi manera de leer y entender, Ángel de Frutos, psicoanalista, sugiere hoy en el diario ABC que nuestro Zapatero reprime el concepto de «atentado», en este caso sinónimo de crimen masivo y por lo mismo vinculado necesariamente a la culpa y la mala conciencia de sus autores y valedores, e intenta sustituirlo ante su propia conciencia y las conciencias de sus conciudadanos por un concepto moralmente neutro como es el de «accidente». Si, como parece, el análisis del psicoanalista es correcto, la falsa buena conciencia del presunto inocente debería dejar el sitio a la mala conciencia, plenamente fundada y fundamentada, de  alguien que pretende engañar a los demás y para ello empieza por engañarse a sí mismo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿Y si enviáramos a Zapatero al psicoanalista?