Gianni Vattimo, pensamiento débil y transcendencia

Pájaro bobo entiende que Gianni Vattimo es más hijo que padre de un pensamiento débil. El pensamiento débil es a su vez hijo de la contingencia o, más bien, de la zozobra que genera lo contingente en todo ser apresado en la red de la contingencia. Según el pensamiento débil de este débil pensador, esa es nuestra realidad, nuestra única realidad. Y esa es la realidad en la que debemos vivir y la realidad que, en la medida de nuestras posibilidades, debemos respetar y salvar. En definitiva, tanto nuestras vidas como nuestros destinos están en manos de la contingencia.
No obstante, Pájaro bobo entiende que debilidad, zozobra y angustia o menefreguismo son estados de ánimo; caraterísticas del cristal o del ojo, no de la realidad. Gianni Vattimo cree en la existencia de una Voluntad superior. ¿Dónde la sitúa? ¿En el ámbito de nuestras limitaciones, que posiblemente son, con variantes, las limitaciones de todos los seres creados, o fuera de nuestras limitaciones y, en definitiva, fuera de las limitaciones de todos los seres creados? Si existe algo, no puede ser todo y sólo contingente. Para que exista lo contingente debe haber algo que no sea contingente. ¿O no? Eso es, al menos, lo que le dice a Pájaro bobo su cabeza.
Él entiende que el ser humano (junto con otros seres, acaso con todos los seres) sigue un camino que empieza en la animalidad con toda su ignorancia o falta de autoconsciencia, continúa a través de una consciencia-autoconsciencia alumbrada por el miedo y sigue adelante por la vía de la superstición y la religión; aquí se demora y luego da un salto hasta la espiritualidad, en la que la religión se libera de sus componentes alienantes y ayuda al ser humano a ver y controlar su alienación (lo que en cierto modo equivale a liberarse de ella) y acceder a la transcendencia. Diversas formas y diversos grados de espiritualidad se corresponden con diversas formas y diversos grados de transcendencia.
El pensamiento débil, con todos los relativismos, queda atrás, en el ámbito de la zozobra, la incertidumbre y la angustia, que es el ámbito de la consciencia de nuestra precariedad.
Pregunta ingenua e intempestiva: Si todo fuera contingente, ¿cómo podría imaginar el ser humano algo o alguien que no es contingente?

Esquerra Republicana y el mal del fenicio

Esquerra Republicana sigue adelante con su bronca, la intriga permanente, arropada desde atrás por quienes, llegado el momento, le arrebatarían/arrebatarán la batuta, el poder y la autoridad. La liebre hace su trabajo, abre camino, siempre a punto de ocultarse, siempre a punto de salir a campo abierto, nunca dispuesta a renunciar a lo que es. Los demás lo saben. Ella también. Los demás quieren utilizar a la liebre y la liebre quiere utilizar a los demás. Estamos, seguimos estando entre fenicios. Cada fenicio es una liebre y cada liebre es un lince. Liebre o lince, el fenicio es siempre fenicio.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿acaso alguien va a decirme que no existe ni solución ni curación para el mal del fenicio?

Lengua y nación

Leo en algún lugar que la nación necesita un corazón. Lo traduzco y digo que nuestra nación necesita urgentemente un corazón sano y fuerte. El corazón de una nación es su capital; el corazón de España es y debe seguir siendo Madrid. Que no nos la vacíen para crear otra capital con nuestro dinero, con nuestras instituciones, con nuestro aeropuerto, con toda nuestra historia. con nuestra lengua.
Si en Cataluña el español de los diarios y la inmensa mayoría de las publicaciones está en manos de adictos a la causa del catalanismo separatista para filtrar noticias y difundir consignas, de modo que en unas y otras no aparezcan, o aparezcan sólo rara vez y como algo ajeno y distante, referencias a España, en el Madrid de todos los españoles el lobby fenicio sigue maquinando y trabajando sin parar.
Hoy, martes 27, el Golafre de las Pitiusas llena su página periódica y falsamente periodística con evocaciones-divagaciones perpetradas y emparedadas, una vez más, a guisa de cortina o muro de humo para no tener que hablar de lo que debería (no debiera) hablar, para no tener que decir lo que debería (no debiera) decir. En una palabra, para no definirse. En dos palabras, para nadar y guardar la ropa. Él dice y escribe: «se supone que debiera decir» y «que hubiera podido extinguirse por completo» Pájaro bobo quiere suponer que el subsodicho golafre sabe lo que debería decir y habría podido decir, pero ni lo dice ni lo dirá. Él está ahí para hacer méritos sumando deméritos. Su sueño inmediato es que le nombren director de la casa de letra y papel en la que presta sus servicios de topo y desinformador, aunque su tarjeta de visita diga o dijera «Politólogo y comentarista de la actualidad cultural y política del país, de todos los países». A Pájaro bobo le hace pensar en alguien a quien en su día bautizó con el sonoro sobrenombre de Golafre del Maresme. El hombre empezó como falangista en Burgos y, por cosas del destino, terminó vaticinando la independencia de Cataluña aquí, en Sabadell, ya en las postrimerías del siglo XX.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué dejamos nuestra lengua en manos de los fenicios si sabemos que eso es como dejar en sus manos el destino de nuestra nación?

Prensa alemana: memoria de un superviviente

Der Spiegel, semanario de consulta obligada para pulsar la temperatura de Alemania, habla de islamización del país de los teutones. La opinión pública está preocupada. Hasta el punto de que ha empezado a hablarse de Kulturkampf, no de choque de civilizaciones o crash of civilizations. La lucha por la cultura es un leitmotiv de la historia alemana. De hecho, Alemania, sin fronteras naturales o geográficas, es barrida constantemente por muchos vientos, sobre todo por los vientos del este, los más temidos, los más temibles. El islamismo es un viento del sudeste. Ahí están los países árabo-musulmanes que enlazan al norte con todas las Rusias. En el plano geopolítico Israel, otrora portaviones de Estados Unidos frente a los desiertos de arena, es hoy un islote en el oceáno del petróleo, mientras que Alemania es, y ha sido siempre, la primera frontera europea para los que, como ayer, venían del este y para los que, como hoy, vienen del sudeste. El futuro es de los pobres, por la sencilla razón de que, siendo el pasado y el presente de los ricos, no van a ganar ayer, hoy y mañana, en este mundo y en el otro, los mismos.
Günter Grass, acosado por una memoria recuperada por otros a modo de venganza, se debate con su pasado nacionalsocialista, un pasado en el que todo alemán respetado y respetable tenía a gala ser nacionalsocialista.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Por qué, siendo la falsedad la principal característica del ser humano como criatura alienada, nunca se menciona la falsedad en la historia de la humanidad?
¿Será acaso porque su falsedad le impide denunciar su propia falsedad?

¿Qué puede esperarse de un fenicio?

La propuesta de entregar/regalar/vender la Generalidad a los burgueses de CIU formulada por el representante de los tenderos o botiguers del carallot (botarate) Carod ha sido retirada rápidamente de la mesa y de los papeles. Arropada por todos los suyos, la banda del Carallot ha vuelto a ocupar su sitio en el gobierno autonómico, en el parlamento autonómico, en el aquelarre antiautonómico y separatista. La banda es la liebre. Ellos dicen lo que se les dice que digan cuando, como y donde se les dice que digan. Sus deslealtades son otros tantos actos de lealtad y de exceso de celo. Comentaristas y comentarios de la Fenicia de Poniente hablan hoy, una vez más, de error de cálculo, error estratégico, error táctico, patinazo y ridículo. En el fondo, todos y todas están de acuerdo: desde Pujol ben Gurión hasta la Nebrera, que, adiestrada por Piqué, pica y muerde como una arpía. ¿Y Durán? El pobrecito aspira al papel de traidor de todos y cada uno de los traidores. Lo tiene crudo. A ese papel aspiran todos y cada uno de los farsantes de esta farsa, desde el hereu o heredero, que se llama Mas, no Hereu, hasta el apuntador, que no se llama de ningún modo puesto que es invisible y anónimo.
De momento, lo que hay que hacer es concentrarse en el Estatuto, el penúltimo de la serie. Y aquí y ahora concentrarse significa lógicamente intrigar, maquinar, acechar, amenazar, corromper, insultar, difamar, acusar, mentir, comprar, vender, trapichear, negociar, proponer, imponer, engañar y regañar. Y después: intrigar, maquinar, acechar, amenazar….
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿no son todos esos errores de cálculo otras tantas traiciones?

El español de la Televisión

Inaki Gabilondo aparece en la pantalla y dice:
«... verles juntos»
El hombre se esfuma y aparece un colega suyo que nos informa de que
«dos líderes de Irlanda del Norte se sientan en la mesa
Sin mirar ni escuchar, Pájaro bobo ha oído dos cosas sorprendentes: una garrafal incorrección gramatical y una no menos garrafal falta de educación.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿En que escuela, colegio o universidad ha estudiado alguien que no distingue entre un complemento directo y un complemento indirecto?
¿Hay alguien, sea presentador de televisión o no lo sea, que se siente tranquilamente en la mesa?

La bitácora de Esquerra Republicana

Los separatistas catalanes siguen adelante con su programa de trabajo a destajo y de destrucción por derribo para una posterior reconstrucción de la parcela a su medida y bajo su dirección exclusiva, programa integral de los fenicios para los fenicios. Pájaro bobo lee con ojos de pasmao (ABC, lunes, 26 de marzo) que

«ERC ofrece a CIU la Generalitat a cambio de un referéndum de independencia»

noticia y titular que se repite, prácticamente con las mismas palabras, en la portada de La Vanguardia, cartelera y escaparate de todas las traiciones de cierto calado para abajo que se maquinan, se perpetran y se consuman en tierra de fenicios y en su enclave/avanzadilla matritense.
A través de la misma fuente, una fuente abisal con dos evacuadores de superficie, el subsodicho se entera de que Ibarretxe confirma que hay reuniones para otro proceso. No se dice que sea un proceso de paz a la usanza sucialista, pero se entiende y se sobreentiende. El proyecto sigue adelante con el timing programado. Sin quebrantos ni sobresaltos. Con acelerón tras acelerón. Quemando etapas a toda máquina.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿dónde están los crispadados por las crispaciones de los crispadores?

¿Norma o abuso del uso?

Pájaro considera que, esté o no esté de acuerdo con ello, en la inmensa mayoría de los litigios lingüísticos el uso termina imponiéndose a la norma por vía del abuso como hecho consumado y consumido. El eje sintagmático es democrático, responde al habla y, como tal, a la lengua entendida, percibida y empleada como medio de comunicación, mientras que el eje paradigmático es jerárquico y como tal autoritario y coercitivo. Pajaro bobo se somete a él de buen grado, pero entiende y acepta que otras personas no se sometan y no quieran someterse a él. La gramaticalidad es una variante de la agramaticalidad, no a la inversa. Por eso procura mantenerse fiel a sus convicciones y, al mismo tiempo, ser suficientemente flexible y democrático para aceptar una realidad, ajena a él, sobre la que no tiene ni poder ni autoridad. Fórmula química: firme en las convicciones, elástico en las relaciones.
Hoy, 25 de marzo, Pájaro bobo ha visto y ha leído en la página 17 de ABC, diario de rica tradición academicista y rigurosa redacción gramatical, la frase

«La expulsión hubiera transmitido una imagen de tensión y rebelión en el frente de los presos etarras»

Él considera que la forma verbal «hubiera» es incorrecta y, por lo tanto, que habría (no hubiera) sido mejor utilizar el condicional «habría», pero entiende y acepta que no posee otra autoridad que la que le conceden, de una parte, sus lectores, sus amigos y los amigos de sus amigos, y, de otra, sus no amigos y sus detractores.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es la lengua una mera convención o una manera de describir el mundo previamente elaborado por nuestra mente de acuerdo con los principios de la lógica humana?
Sea como fuere, Pájaro bobo opina que la pregunta es extensible a todas las estructuras jerárquicas y a todos los sistemas de valores creados por el ser humano para el ser humano.

Relación contra natura

En la página 10 del diario ABC, en su edición del domingo, 18 de febrero de 2007, Carmen Iglesias, historiadora y académica, dice textualmente:

«No comprendo la relación de la izquierda con los nacionalismos»

A Pájaro bobo se le ocurren varias ideas que ofrece a modo de sugerencias sin ánimo de lucro.
Primero. Entender es entender, estar de acuerdo es estar de acuerdo, aceptar es aceptar. En su opinión, la realidad en cuanto tal debe aceptarse, se entienda o no se entienda, se esté de acuerdo con ella o no se esté de acuerdo con ella. Al menos, en un primer momento, al menos hasta cierto punto, al menos como punto de partida.
Segundo. De la misma manera que hay parejas de hecho hay relaciones de hecho. Y, siempre en su opinión, si la relación sexual de un ser humano y un animal es una relación contra natura (al menos para algunas personas), también lo es, al menos para algunos españoles, la relación ideológica, política y/o social de un partido de izquiedas con un partido de derechas y, más aún, si ese segundo partido es en realidad un movimiento burgués separatista y, como tal, se opone tanto a la izquierda española como al conjunto de España. Aquí tenemos, pues, una relación contra natura y, en suma, doblemente desleal.
Cuarto. Como ya ha dicho Pájaro bobo en varias ocasiones, la relación de la izquierda española con los separatismos es, de acuerdo con su manera de ver y entender todo lo relacionado con España, una relación contra natura de cintura para arriba y de cintura para abajo. Y, como tal, esa relación sólo puede alumbrar monstruos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuántos meses habrá que esperar para verlo, comprobarlo y lamentarlo?

Pájaro bobo se acuerda nuevamente del sargento de Plasencia. (Véase «Profesor Blawinsky. El Mago de Plasencia»).

Llamada

Pájaro bobo falta a su promesa. Lee, relee periódicos de la Meseta y de la capital. Sua culpa, mea culpa. Quiere seguir creyendo que todos los españoles tenemos una sola Meseta y una sola capital. Contra la deslealtad y la perfidia de los fenicios de Poniente, la lealtad y la fidelidad, nunca desmentidas, del carpetovetón iluso.
Felipe González, que algo debe de retener de lo que le enseñaron, habla de «clima prebélico». Se refiere a nuestro entorno y nuestro momento. Pájaro bobo, con una visión trágica y atormentada de España y su historia, dice que ese clima prebélico inició su andadura o su cuenta atrás el día mismo en el que terminó nuestra guerra civil. ¿Por qué?, pues porque, siempre de acuerdo con su manera de ver y entender personas y cosas, dicha guerra se cerró en falso: el enemigo se pasó al enemigo. Obreros y oligarcas de todas las oligarquías estuvieron cuarenta años cantando el Cara al sol y a los cuarenta años y un día salieron a la calle para celebrar la muerte del dictador. Victoriosamente, sí victoriosamente. Y los fenicios volvieron a ser fenicios. Fenicios y mercaderes de toda la vida, de siempre.
Pájaro bobo se pregunta: ¿me es ajeno algo humanamente inhumano?

Enric Juliana, el topo del Retiro, escribe hoy, 25, una crónica casi antológica en La Vanguardia, periódico de su amo y señor. Después de dos párrafos de la mejor literatura, el mensajero y corresponsal de la avanzadilla fenicia en la capital del Reino se pone a lanzar metralla y no para hasta que, ya en las líneas finales, anuncia la entrada en acción de Accio Catalana. Pájaro bobo confiesa que no sabe qué es Acció Catalana. Ya se lo explicarán a la fenicia los fenicios. Como dice el topo Juliana, «con inteligencia», con mucha inteligencia. Y cuando un topo fenicio habla de inteligencia, hay que pensar en perfidia, mucha perfidia, que, en definitiva, es la forma suprema de la inteligencia práctica, esa que ignora los principios de la ética o los somete a los principios, siempre supremos y siempre inquebrantables, del interés económico. Es sabido que el fenicio ha nacido para comprar y vender; a ser posible, con un pie en tierra y otro en su barco, por encima del agua, de todas las aguas, de todas las mareas, de todos los sunamis, de todos los diluvios. En definitiva, por encima y más allá de todas las guerras y todos los cataclismos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué los carpetones ilusos no aprendemos de los fenicios?

Nota
A punto de cerrar página, Pájaro bobo piensa en voz alta y dice: Si al menos aprendiéramos del sargento de Plasencia… (Véase la entrada «Profesor Blawinsky, el mago de Plasencia»).