¿Hubiera o habría?

En la página 98 de la edición de hoy, viernes, de El País, diario independiente de la mañana, hay un titular que reza y por lo tanto en términos gramaticales blasfema:

«Seat hubiera ganado 88 millones sin cambiar de criterio contable»

En opinión de Pájaro bobo, para no blasfemar, el titular mencionado y citado debería (no debiera) rezar:

«Seat habría ganado 88 millones sin cambiar de criterio contable»

Pregunta ingenua y intempestiva: ¿puede pensar este ingrato lector/corrector que los redactores de dicho País han comprendido por qué eso es gramaticalmente así o habría sido (no hubiera sido) mejor que se lo explicara de manera razonada?

Niños

Esta mañana, con sol en la acera de enfrente, uno, dos, tres superinos han salido de su escondite y, después de esperar un rato con inpaciencia, han empezado a acercarse a los traunseúntes: un superino, un traunseúnte; un transeúnte, un superino. En el mismo momento, a la memoria de Pájaro bobo ha acudido, nítida e hiriente, la imagen de un niño que, después de perderse, se acercaba a cada una de las mujeres que veía en la calle y le preguntaba con cara de ángel: «¿Eres tú mi madre?».
Al fin ha aparecido el Menesteroso con condumio abundante y suculento.
Entonces, Pájaro bobo ha pensado de nuevo en el niño perdido y se le ha ocurrido que todo ser que busca a Dios es como un niño que busca a su madre.

Futura definición de espanya

De acuerdo con las pesquisas realizadas por Pájaro bobo, cada uno de los integrantes activos del activísimo y muy acreditado lobby fenicio en la capital de nuestro reino, del que pronto se desgajará el Reyno de Navarra, cumple una función específica dentro de un programa general. Así, el perillán de la perilla, bautizado aquí y ahora, en este soportal, con el sobrenombre de «Golafre mayor de las Pitiusas», cumple y realiza funciones periódicas y periodísticas de desinformación, perversión, desnaturalización y desmarque. Además de politólogo de postín, el comisionado es un virtuoso del sorites periodístico, como puede verse, apreciarse y admirarse en el paradigma siguiente:

«Nunca faltarán en nombre de la discrepancia crítica los republicanos de nueva planta, aunque sus razones de ser ostenten el deterioro conceptual de las inercias de vieja planta. Así se cimbrean, se ajan y finalmente caducan las palmeras exóticas hasta que la jardinería municipal procede al trasplante. En el empuje tan mayoritario del juancarlismo, añadido a la raigambre histórica, alcanza su sentido de efectividad histórica la monarquía hasta ir adquiriendo una consistencia que transfiere a la continuidad sus razones de pervivencia. No cuesta mucho entenderlo».

Después de pasar la mirada una y otra vez por el montón de letras y palabras que antecede, Pájaro bobo ha blasfemado a voz en grito. No tanto por verse incapaz de comprender dos sintagmas seguidos cuanto por saber que, con esa creación y otras no menos sublimes, su artífice cobra dinero y fama a diario en un diario capital de nuestra capital. Alguien, para soliviantarle aún más, le dice que, en realidad, eso es el abc de la politología de alta escuela, y él, Pájaro bobo de por vida, sigue blasfemando, hasta que decide pasarse una temporada sin leer periódicos de la Meseta para evitar males mayores, desde el crimen hasta la locura.
Pregunta ingenua e intempestiva
¿Y si, llegado el momento, el ex honorable ex español del año Jordi Pujol consigue con sus muchas artes, artimañas y argucias que su subalterno y aconductat ingrese como miembro de número en la muy Real Academia Española de la Lengua con el encargo de que ocupe el sillón correspondiente a la letra e mayúscula y desde allí maquine, negocie, proponga e imponga, blindaje incluido, una definición de nuestra patria, de modo que en adelante se llame y escriba siempre y sólo espanya, esto es, en minúscula y sin ñ?
¿Otra teoría conspiratoria? No, la conspiración de siempre.

De mi idiolecto: pensar y piensar

Pájaro bobo consulta el diccionario. Existe el verbo pensar, pero no el verbo piensar. Una lastima, máxime toda vez que existen palabras como pienso y piensador, que significan respectivamente «alimento de animales y hombre que da pienso a animales y cuida de ellos». Pájaro bobo ha introducido en su idiolecto el verbo piensar con el significado básico de «comer pienso o dar pienso». Si cunde el ejemplo, en español tendremos un verbo para el comer de las personas y otro para el comer de los animales como ocurre en varias lenguas. Según su artífice, piensar se conjuga como pensar, con el que coincide en muchos momentos, y se enuncia así: «pienso, piensas, piensar, he piensado». De todos modos, podemos distinguir entre seres piensantes y seres pensantes.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué hacemos con las personas piensantes y los animales pensantes?

Entre Madrid y Berlín: de inventos y sisas

Miguel sigue en Berlín, Weltstadt y cosmópolis. No tiene problemas, ni de comunicación ni de integración. Eso dice. Además ya ha encontrado alojamiento. De modo que pronto voy a imaginármelo entregado a sus inventos y su música. De hecho, Berlín fue siempre hogar y refugio de inventores y músicos, músicos de cámara y músicos callejeros, inventores de artefactos inútiles y, lo que es infinitamente peor, inventores de artefactos bélicos y mortíferos. Lo que no es ni fácil ni probable es que se cumpla, al menos en esta generación, el deseo paterno de que él o ella estudie filosofía pura en Königsberg (hoy Kaliningrad), Göttingen o Heidelberg. Ni siquiera en la provinciana Basel, tierra de helvéticos y refugio accidental del padre espiritual de Zaratustra. Tendré que esperar. Guardaré y conservaré los libros. Y, mientras tanto, seguiré cuidándome de la intendencia y los suministros de casa a Berlín y de casa a Madrid. Miguel acaba de telefonear. Está muy contento. Gracias, hijo, por estar muy contento.
Miguel tiene ahora 25 años. Los mismos que su padre cuando, hace como medio siglo, fue a buscar fortuna a la Alemania milagrosa de la segunda posguerra. Historia extraña hecha de historias no menos extrañas, con dejà vues, coincidencias y reincidencias para todos los gustos y todas las interpretaciones. Evidentemente, argucias arcanas del sempiterno eterno retorno.
Ana ha llamado hace unos minutos. Sigue en los Madriles con sus estudios de periodismo y sus trabajos de traducción. En ocasiones, traducir puede ser una manera honrada y honrosa de vivir otra vida, pero de incógnito, como negro al servicio de un negrero. Y, a propósito, ¿qué es peor, ser negro o ser negrero? Naturalmente todo depende de la valoración o de la minusvaloración. En cualquier caso, esas cancamurrias pertenecen al pasado, y, como yo digo, pretender resolver problemas que ya están resueltos es crear nuevos problemas.
Ana es ordenada en sus cosas, empezando por el dinero. Pero tiene cierta afición a la sisa de menudeo. Pellizcos y picotazos. Vidilla. Nada grave. A excepción de una vez en la que, en lugar de pellizco o picotazo, le dio una dentellada a la cuenta del banco. Utilizó la tarjeta como ganzúa para abrir y esquilmar la caja llamada cajero automático. Al responsable de la contabilidad familiar le cogió un soponcio que le dejó patidifuso por espacio de dos semanas, hasta que llegaron nuevos suministros a principios de mes. Pero, como él dice, nunca más, nunca más. Por el bien de todos.
Ana no es malgastadora, verschwenderisch, pero, insisto, tiene una afición, acaso atávica, a la sisa menuda. Un peligro y una preocupación que, con la debida mesura, dan aliciente a la vida, sus sinsabores y sus sinsentidos.
Margarita dice que, por ahora, las cosas van bien. ¿Fórmula mágica?  Que cada integrante del equipo familiar cumpla y haga cumplidamente su parte.

Lendakari, Lendakari, ¿de qué lado estás?

El Lendakari ha dicho textualmente refiriéndose a ETA: «La lucha armada es un error».
Y Pájaro bobo comenta:
Primero. Eso a lo que el Lendakari llama «lucha armada» no es lucha armada, es terrorismo.
Segundo. El terrorismo no es un error; es un delito o, más exactamente, una cadena de delitos en la que abundan los crímenes.
Tercero. Los eufemismos del Lendakari son fraudes semánticos y en este caso los fraudes semánticos son fraudes de ley. Un violento es un violento, sea o no sea criminal, y un criminal es un criminal, sea o no sea violento.
Cuarto. Al definir delitos de sangre como errores, el Lendakari pretende legitimar no sólo las acciones de ETA y los etarras sino también su propio comportamiento como amigo, encubridor y valedor de ETA y los etarras, ya que, mediante esa argucia, pasa a ser amigo, encubridor y valedor de personas erradas pero honradas, no de delincuentes y criminales.
Quinto. Como el cumplimiento de la ley empieza por llamar a las cosas por su nombre, debemos empezar por decir que los amigos, encubridores y valedores de ETA y los etarras son cómplices de sus delitos, incluidos extorsiones y crímenes.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿no hay que llevar también ante los tribunales al actual Lendakari por su comportamiento de palabra y obra?
Nota
Como Zapatero llamó «accidente» al último atentado mortal de ETA y el Lendakari define como «error» los crímenes de ETA y los etarras, ahora ya sólo falta que uno y otro nos digan que accidente y error no fueron intencionados.

Religión: ¿cultura o adoctrinamiento?

En opinión de Pájaro bobo, a la hora de debatir el tema de religión sí o religión no en la enseñanza pública, debería distinguirse previamente entre la religión como manifestación de nuestra cultura y la religión como adoctrinamiento y vehículo transmisor de una moral o una manera de pensar y vivir.
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Puede entender y aceptar el no creyente que la religión, en este caso la religión católica, es parte integrante de la cultura occidental y, por lo tanto, su enseñanza debe figurar como asignatura en los planes de estudio de nuestra Instrucción pública?
¿Puede entender y aceptar el creyente que la enseñanza de la religión, en este caso la religión católica, como adoctrinamiento no pertenece al ámbito de la Instrucción pública?
¿Pueden entender y aceptar el no creyente y el creyente que, aunque no sea posible un adoctrinamiento sin enseñanza, es posible una enseñanza sin adoctrinamiento?

¿Inducción o deducción? No, arquitectura

Pájaro bobo considera que, efectivamente, hay dos modos de razonar. Uno es la inducción-deducción y otro es la deducción-inducción. Pero entiende que inducción y deducción son partes de un razonamiento, no sendos razonamientos. Juntas, induccción y deducción son complementarias en el plano operativo e intercambiables en el plano metodológico. ¿Por qué? Pues porque, siempre en opinión de Pájaro bobo, el razonamiento humano es un recorrido discursivo de ida y vuelta. Se induce y se deduce o se deduce y se induce.
A guisa de ejemplo, prueba, demostración y comprobación podemos decir que tradicionalmente los edificios han venido construyéndose siempre y sólo de abajo arriba. Se empezaba por los cimientos y se terminaba por el tejado. Una capa, dos capas, tres capas, todas las que hacían falta. Sin embargo, gracias a los adelantos técnicos, desde hace bastante tiempo los edificios pueden construirse, y de hecho se construyen, de acuerdo con un método/recorrido de ida y vuelta. Se empieza por los cimientos y, cuando se ha construido el tejado, se sigue desde allí hacia abajo con la ejecución de la última o las últimas capas de la construcción, hasta llegar a los cimientos. En este caso, se empieza abajo y se termina abajo.
La construcción arquitectónica, al igual que el conocimiento y el razonamiento del ser humano en cuanto recorrido discursivo, es de hecho un bucle, no el resultado de una yuxtaposición de capas o elementos conceptualmente distintos, segmentados y dispuestos o superpuestos de acuerdo con un plano vertical u horizontal.
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Hay conocimiento/razonamiento humano sin recorrido discursivo de ida y vuelta?
¿Por qué en todas sus construcciones, sí en todas, el ser humano busca la simetría?
¿No será el eterno retorno (die ewige Wiederkehr) gozne (Angel) de una concepción cíclica y simétrica de un universo siempre igual en sí mismo y a sí mismo?
Aviso
Te espero aquí, a la misma hora, dentro de un millón de años, dos millones de años, tres millones de años, cuatro…

De la ilustración a la Ilustración

En opinión de Pájaro bobo, la ilustración laica nace con la Reforma; o sea, en la cabeza de un clérigo rebelde impenitente e iconoclasta. Interpretar personalmente la Biblia requiere leerla y leerla requiere saber leer. Una vez fuera de los conventos, la ilustración laica impulsa un movimiento social bifronte que dará lugar, de una parte, a los regímenes burgueses democráticos y, de otra, a la Ilustración (Aufklärung) como actitud intelectual, como ideología y, en definitiva, como Weltanschauung o cosmovisión del ser humano para el ser humano. Gracias a ella, éste deja de ser una criatura incapaz de decidir y de valerse por sí misma (unmündig) para convertirse en un ser maduro y adulto, dueño de su vida y de su destino. El letrado se transforma a la postre en ilustrado.
A partir de ese momento, la Iglesia católica ve cómo su corpus de dogmas, otrora inamovible e imprescindible no sólo para alcanzar la salvación eterna sino también, en primera instancia, para vivir dignamente, es dañado gravísimamente por las ciencias especulativas y, en especial, por las ciencias empíricas, mientras que ella misma, en cuanto institución a la vez divina y humana, pierde progresivamente su autoridad moral y social a manos de regímenes políticos cada vez menos teocráticos y cada vez más humanos, mundanos y laicos. Y si es cierto que la moral cristiana, en cuanto síntesis religiosa, se salvará de la limpieza con cierto decoro, también lo es que ese milagro de supervivencia va a producirse porque la clase emergente y. en cierta medida, la sociedad civil en su conjunto sabrán amoldarla y acomodarla a sus intereses hasta convertirla en elemento integrante y sustentador de toda una ideología y una manera de vivir: la moral, más o menos exigente o puritana, de la burguesía instalada en las capas medias y superiores de la nueva sociedad. Lamentablemente, la religión se ha entregado a la ideología y se ha alejado de la espiritualidad. En otras palabras, la dimensión alienante se ha impuesto a la dimensión desalienante. De momento…
En opinión de Pájaro bobo, con ello la religión ha conseguido mejorar sus expectativas de vida, pero ha firmado su sentencia de muerte, pues a la larga será fagocitada por la ideología burguesa y pasará a formar parte de su liturgia.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Tiene capacidad el ser humano para afrontar su destino por sí mismo y en solitario? ¿Es cierto que, tenga o no tenga capacidad, ése es su destino?

La mano visible de la Providenc¡a

¡Ramón, Ramón! Asómate, el Menesteroso está en la acera de enfrente rodeado de superinos…
—¿Han vuelto?
—Sí, han vuelto todos. Ya tienen con qué llenar la andorga.
—¿Y el Menesteroso?
—Les ha dejado el condumio y ha salido trotando con paso ligero.