Artículos de mayo de 2007

Transición y memoria histórica

En opinión de Pájaro bobo, la última etapa de la historia de España, vista de acuerdo con un plano cartesiano, nos da las siguientes ecuaciones puras:
transición y memoria histórica=transacción y ajuste de cuentas; transacción y ajuste de cuentas=destrucción de España.
La transición=transacción responde a un plano espacial y, en este caso, territorial; y, en este caso, adopta la forma de un reparto del territorio por pacto entre el centro y los diferentes focos periféricos, mientras que la memoria histórica=ajuste de cuentas, propuganada por Zapatero, es una argucia diabólica para eliminar, en el plano vertical o temporal, todo lo que, como soporte histórico, se opone a su proyecto. Así, España, en cuanto realidad ontológica, queda reducida a un residuo histórico y territorial. Miserable, miserable.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿no hay modo de impedir que se consume semejante monstruosidad?

España residual, España infame

El diario La Razón decía ayer, 2 de mayo, que en los últimos quince años han abandonado las Vascongadas unas doscientas mil personas a causa del terrorismo y sus derivados. ¿Cuántas personas han abandonado Cataluña en ese mismo período de tiempo? Sabemos, porque se dijo en su momento, que más de diez mil maestros y profesores abandonaron esta Comunidad Autónoma en los primeros años de la Transición. Ésa fue una de las medidas previas a la inmersión en catalán y a la eliminación del español en todo el ámbito dominado por la Generalidad. Ahora, el partido de los Ciudadanos quiere dar la batalla en ese campo y reclamar el derecho de todo ciudadano español a hablar la lengua oficial de la nación en toda la nación, incluso en Cataluña, incluso en Vascongadas, incluso en Galicia. Pájaro bobo cree que los jóvenes rebeldes e ilustrados han planteado bien la batalla. Delante tienen un enemigo poderoso y sinuoso. Al lado, un Gobierno que ni se entera ni quiere enterarse y, por lo tanto, es cómplice del delito.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿puede consentirse que en ciertas partes de España todo lo español sea perseguido y penalizado y que esa persecución y esa penalización se hagan con la complicidad deliberada y activa del Gobierno español y el dinero de los españoles?

Escribir bien

Pájaro bobo considera que escribir bien requiere, entre otras condiciones, dos absolutamente esenciales e imprescindibles: pensar con orden y transcribir lo que se ha pensado tal como se ha pensado; en dos palabras: lógica y sinceridad.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cumple alguna de estas dos condiciones Valentí Puig, el Golafre de las Pitiusas?
Lean y opinen:
«La contención emotiva que era en el pasado un elemento del comportamiento público ha sido sustituida por el emocionalismo, el masaje emotivo de los lenguajes corporales y esa suerte de fusión comunitaria que usamos cada vez más para expresar en conjunto más sentimientos que ideas» (ABC, pág. 5, martes, 1-5-2007).

El carallot Carod miente pero no engaña

«Carod mintió al decir que ignoraba que paga la sede de la Plataforma pro selecciones». El Mundo, 4 de mayo. Pájaro bobo repite:
El carallot (botarate) Carod miente,
los españoles sabemos que miente,
él sabe que nosotros sabemos que miente
y, aun así, el carallot Carod miente.
Primera pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué, aun así, el carallot Carod miente?
Respuesta: pues porque sabe que, aun así, no les va a pasar nada, ni a él ni a los demás de su plataforma.
Segunda pregunta intempestiva: ¿qué infamia es mayor: la del carallot Carod y su plataforma o la de nosotros, los españoles?
Respuesta: la de nosotros, los españoles, por consentir esa y otras muchas infamias.

La lengua de los Ciudadanos

En Barcelona, el partido de los Ciudadanos convoca una concentración para defender el bilingüismo en las relaciones de la Administración Autonómica con la gente. Antes intenta organizar algo así como una rueda de prensa en la que Carmen García, candidata del partido a la alcaldía de Barcelona, se proponía informar del acto, previsto para mañana sábado. La notificación fue remitida a 28 medios de comunicación, pero sólo dos acudieron a la cita: la Cope y El Mundo. Pájaro bobo piensa en los tiempos, ya lejanos, en los que el diario ABC era el defensor, casi siempre el único, de los derechos de los españoles en Cataluña, empezando por su lengua.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿en qué manos está ahora la separata Cataluña del diario ABC?

Francia y España frente a frente

No es aventurado decir que estas elecciones francesas son seguidas por los españoles con más interés que otras. El probable resultado, con una victoria de Nicolas Sarkozy, tiene un elevado valor informativo para España en cuanto posible modelo en su futuro inmediato. En opinión de Pájaro bobo, la incógnita no está tanto en qué va a hacer el socialismo francés tras la presumible derrota de su representante, Ségolène Royal, como en cuál será la posición que adopte el partido de François Bayrou, por su condición de tercera fuerza en discordia, a partir del día después. En líneas generales, ese mismo modelo podría darse no sólo en el conjunto de España sino también en Cataluña, con dos grandes partidos tradicionales y un tercero, no tan importante en términos numéricos pero en la práctica decisivo en cuanto a la distribución de fuerzas y la consiguiente conquista del poder.
A medio plazo es muy posible que el partido de los Ciudadanos consiga afianzarse y hacerse con una parcela propia, hasta erigirse en árbitro de la situación como gran defensor de los derechos de los españoles en temas sociales, empezando por la lengua, y territoriales. Podemos pensar asimismo que, desde ese momento, a la nueva y joven formación política se le ofrecerán dos posibilidades: seguir adelante por su propia cuenta y riesgo, buscando la llamada tercera vía, o abanderar una refundación del socialismo español, empezando por la regeneración del socialismo catalán, tras la eliminación de sus enemigos internos más conspicuos y desleales.
En ambos casos parece que los jóvenes Ciudadanos están dispuestos a desarrollar una línea basada en una democracia no meramente representativa sino activamente participativa que iría de la Ilustración a la sociedad del conocimiento gracias a las posibilidades de comunicación que ofrece la red.
El hecho es que, por lo que se refiere a Cataluña, estamos ante un movimiento netamente social que nace, se organiza y se desarrolla desde abajo y, simultáneamente, sabe hacer frente al cerco organizado por los grandes partidos regionales, infinitamente menos democráticos, representativos y, por lo tanto, también menos cívicos. Si en su primera comparecencia electoral ese cerco no fue un handicap sino un acicate, es de esperar que en las próximas elecciones municipales lo sea aún en mayor medida y con mayor motivo. En cualquier caso, ellos han demostrado que puede romperse el cerco, con ribetes de dictadura, y acceder a una sociedad abierta, en la que todos los ciudadanos disfruten de los mismos derechos y desaparezcan tanto los privilegios que la ideología dominante otorga a sus adeptos como las penalizaciones, estigma social incluido, que impone a los elementos insumisos, a los que no duda en llamar indeseables, antisociales y anticatalanes.
Los franceses han elogiado abiertamente logros y aciertos de Zapatero como la salida de Irak, el auge económico y la desactivación, al menos parcial y temporal, del separatismo catalán con la eliminación de Maragall y la ruptura tanto de su cerco dictatorial sobre la población hispanohablante del Principado como su tenaza sobre el Gobierno de la nación.

Intrigas y complicidades: política de la puta i la Ramoneta

Despojado de su cargo con mando en plaza por Zapatero, Pasqual Maragall se ha ido a Europa a recabar apoyo para su proyecto. Se vestirá/disfrazará de lo que quiera y pueda, pero lo suyo es y será siempre la independencia de Cataluña. En ese punto coincide plenamente con su pequeño rival y gran aliado Pujol ben Gurión. Por eso, nada más reponerse del soponcio que le produjo la «traición» de su jefe en el socialismo, no fuera del socialismo, Don Pasquale ha dicho lo único que, de momento, podía decir: hay que volver a la línea pujoliana. O sea, en lenguaje de Pájaro bobo, a la política de la puta i la Ramoneta, línea política hecha de dos componentes básicos: intriga permanente y victimismo cíclico o permanentemente reciclado.
Ahora, Pujol ben Gurión deberá tender una mano a su rival y aliado para que se recupere, para que recobre su lugar y su dignidad, para que, entre los dos, puedan recomponer el gobierno de los hijos y nietos de las cien familias al servicio de los catalanes de vena y mena. Hay que atajar la jugada del Zapatero traidor de una Generalidad charnega con personajillos como el Montilla y la Manuela de Madre, pues detrás de ellos vendrían subalternos como Bustos y Corbacho. Inconcebible, inadmisible, imperdonable. Pero es necesario cambiar de táctica. Lo que no deja se deja.
En opinión de Pájaro bobo, mientras tanto tal vez no estaría de más que tanto Pasqual Maragall como Pujol ben Gurión aprendieran que muy posiblemente ellos no son los más listos de la clase (política) y que su juego está tan visto como desacreditado. Ellos mismos lo han dicho: vamos contra el artículo dos de la Constitución; o sea, contra la unidad de España. Primera y última declaración de principios del separatismo catalán. Ése no es el salto cualitativo de que habla Enric Juliana, el topo del parque del buen Retiro, en su croniquilla de hoy, domingo, en La Vanguardia, pero debería tenerlo en cuenta.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Conseguirá Maragall burlar a sus perseguidores y romper el aislamiento en el que se encuentra?
¿Ha pasado la gran hora del independentismo catalán?

De Francia a España pasando por Cataluña

En Francia, Sarkozy, al que llaman «Sarko», se impuso a Ségolène, a la que llaman «Sego», o, lo que es igual, la derecha se impuso a la izquierda. Una derecha civilizada, capaz de fagocitar buena parte de los votos de la ultraderecha y al mismo tiempo defender valores tradicionales como la familia, el trabajo y la autoridad sin ser víctima del desprestigio pseudoprogresista. O con recursos suficientes para sacudírselo de encima. En opinión de Pájaro bobo, «Sarko» (en inglés, Shark significa tiburón en sentido literal y figurado) es un pragmático y ha actuado con habilidad. Madera de político con su correspondiente «diócesis» de inteligencia y astucia. Puede llegar a ser un político en el buen y en el mal sentido de la palabra. Útil a la sociedad, pero, ante y sobre todo, a sí mismo. A «Sego» la ve más limitada. Ella no quiso o no supo o no pudo atraerse al centrista Bayrou y, a la postre, ha tenido que conformarse con una derrota digna, casi honrosa, en la que no ha perdido ni la figura ni la compostura. El partido socialista se mantiene y parece ser que no va a cambiar, lo que, según algún comentarista, favorece a Sarkozy en cuanto que da estabilidad a la situación y aleja el fantasma de la revolución. A «Sego» le quedan ahora las banlieues y con ellas el recuerdo de mayo del 68, un recuerdo que puede dar lugar a manifestaciones callejeras y amargar la vida a ese tiburón de agua dulce joven pero curtido.
Utilizando el símil futbolístico podríamos decir que en Francia hay dos grandes equipos que se disputan el título cada temporada y dos equipos ascensor que luchan constantemente por su permanencia en la división de honor.
En líneas generales ese mismo esquema es válido para España en su conjunto y, en cierta medida, para Cataluña. Al menos hasta la aparición del partido de los Ciudadanos. Que un personaje como Jordi Hereu diga que «la Feria de Abril de Cataluña es el corazón del Partido de los Socialistas Catalanes» es algo que enternece. Como enternece que un representante de Esquerra Republicana afirme que los socialistas y los populares del Principado están españolizando su discurso a causa del efecto Ciudadanos. No es mala noticia.
Así, mientras que en Francia la situación se mantiene dentro de los límites previstos, en España y concretamente en Cataluña podemos asistir a un cambio no brusco pero profundo y decisivo del panorama político con la aparición de un partido que obligue a otros a españolizarse.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirán nuestros jóvenes Ciudadanos que los representantes de los grandes partidos nacionales terminen sus actos con el himno nacional?

El embajador de Cataluña en Madrid

En la página 18 de La Vanguardia de hoy, martes, 8 de mayo se dice: «El «embajador» del Govern en Madrid pone en duda la salud mental de Maragall y luego rectifica». A los ojos de Pájaro bobo, la noticia contiene dos bombas: una grande y otra pequeña, tan pequeña que bien podría pasar por petardo. La bomba grande, y muy grande, está contenida en el sintagma «El embajador del Govern en Madrid». Su gravedad y peligrosidad aumentan si tenemos en cuenta que la noticia figura en el órgano oficioso pero real del catalanismo burgués y conservador próximo a Pujol ben Gurión. El hecho de que La Vanguardia, ayer servilmente española y hoy servilmente antiespañola, escriba siempre al dictado de la clase dominante en cada momento nos permite aventurar que la palabrita «embajador» se la han insuflado a sus plumillas los señores de la Generalidad, dentro de un proyecto que todos conocemos, aunque algunos se empeñen en negarlo y otros en no verlo. Y eso cuando todavía está en suspenso la entrada en vigor del Estatuto. Como de costumbre, los fenicios han actuado por vía de los hechos consumados, aunque también es verdad que, como de costumbre, han dejado la puerta abierta: a la palabra embajador le han puesto comillas; por eso mismo, Pájaro bobo se las quita ahora.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué hará el Gobierno de Zapatero cuando tenga conocimiento de la noticia?
En cualquier caso, eso es, ni más ni menos, la política de la puta i la Ramoneta.

De economía

En opinión de Pájaro bobo, cuando, como en Francia, gana la derecha gana el pragmatismo; y cuando, como en Francia, gana el pragmatismo gana la economía. En opinión de Pájaro bobo, cuando, como en España, gana la izquierda gana la ideología; y cuando, como en España, gana la ideología gana la demagogia. Economía o demagogia, ésa es, a su manera de ver y entender, la disyuntiva que nos acerca y nos separa. Y, por encima de todo ello, la conciencia nacional y el sentido de Estado. España será una nación cuando sus ciudadanos tengan conciencia nacional y cuando sus políticos tengan sentido de Estado.
Las unidades dinámicas se rigen por leyes económicas. En definitiva, pensar/actuar racionalmente es, a los ojos de Pájaro bobo, pensar/actuar en términos económicos. Discernir en cada momento cuál es el camino más corto, más directo, más económico: en eso consiste la inteligencia. Se lo enseñó, después de muchos años, su hijo Miguel, estudiante de Telecos en Berlín.
La falta de una visión realista de la realidad es lo que nos ha alejado durante siglos de la realidad. Y ahí seguimos.
A lo que parece, el Golafre de las Pitiusas no tiene esos problemas, pues sigue guarreando la quinta del diario ABC, en la que hoy, jueves, 10 de mayo, escribe: «Todo restaurante con buena bodega es una gloria nacional». Allá él con su andorga. Pero es evidente que el subsodicho está a las tajadas, a la copa y al puro. Para eso cobra. Y para eso escribe, si es que a lo suyo se le puede llamar escribir.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué puede decirse de alguien que como Valentí Puig describe toda situación, caótica o no caótica, de manera caótica?

El futuro está en la red

Pájaro bobo considera que hay unas ocasiones en las que el secreto del acierto y, por lo tanto, del éxito viene expresado por la fórmula inglesa «estar en el lugar justo en el momento justo», pero además de ésas hay otras ocasiones, y otras circunstancias, en las que el acierto y el éxito se basan en «tomar el camino justo en el momento justo». En el primer caso se trataría de una decisión instantanea; en el seguno, de una programación o un proyecto de futuro.
En las próximas elecciones, Pájaro bobo apuesta aquí, en Cataluña, a favor del partido de los Ciudadanos, pues están en la red, que es, a todas luces, el camino del futuro, un camino que lleva a la sociedad del conocimiento a través de una democracia más participativa y, por lo mismo, más representativa. Una vez más la juventud tiene la palabra.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirán los valedores del establishment político catalán cerrar el paso a la juventud en su camino hacia el futuro e impedir el triunfo democrático, sí, democrático, de los jóvenes Ciudadanos?
No parece probable, pero, aunque así fuera, Pájaro bobo seguiría pensando que el futuro está en la red.

La invasión de Irak y la nueva era

Con la invasión de Irak, los estrategas israelíes se equivocaron en su valoración no sólo de la situación sino también y sobre todo de sus consecuencias. Israel se equivocó y con su error hizo que se equivocara Estados Unidos. Estados Unidos se equivocó y con su error hizo que se equivocaran sus aliados. «Habrá dinero para todos». La guerra como negocio, el negocio de la guerra. Pero no lo hubo ni dinero ni negocio. La invasión se convirtió en una encerrona. Zapatero, en su ignorancia o en su antimilitarismo, hizo a Aznar el gran favor de sacar a España de la ciénaga irakí. En opinión de Pájaro bobo, eso es algo que los españoles, empezando por Aznar, deberíamos reconocer y agradecer a Zapatero. Muy sencillo. Hay que admitir abiertamente que la intervención española en Irak fue un error y que sacar las tropas de allí y traerlas a España fue un acierto, un acierto de consecuencias visibles pero difícilmente cuantificables. El hecho es que a partir de ese momento se invirtió la relación de fuerzas entre Occidente, con Estados Unidos e Israel, y el mundo árabo-musulmán. Aceptar la realidad y tratar de comprenderla, sobre todo en aquello que nos desagrada o/y nos molesta, es el punto de partida obligado de todo análisis racional. Nadie lo tiene todo: no hay nadie que no tenga algo; la supervivencia es siempre compromiso, y, así, la convivencia es la clave de la supervivencia. Al menos, entre seres racionales.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué habría sido del Gobierno de España y de los españoles si hubiéramos permanecido en Irak?

Lógica fenicia

A Enric Juliana, el topo del parque del buen Retiro (el talp del parc del bon Recés)
Los separatistas catalanes, después de imponer una dictadura abiertamente antiespañola en Cataluña, piden, reclaman y exigen una España plural. Miserables, miserables.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cabe mayor demostración de perfidia y cinismo?

La guitarra berlinesa de Miguel

Nada más llegar a la capital de todas las Alemanias, Miguel se compró una bicicleta de segunda, de tercera, de cuarta mano. A su padre le hizo pensar inmeditamente en la bicicleta de Picasso, que no era una bici sino una escultura. Luego le dijo a su padre que quería una guitarra. Su padre, un servidor de ustedes y de él, le dijo que sí, pero, que dado los tiempos que atravesamos, la operación debería hacerse por el procedimiento del tuberculoso pobre. Ahorrando y poco a poco. Como, por herencia paterna, Miguel tiene bastante de trapero, resulta que le gustan las cosas viejas. Si puede, se lo compra todo viejo. En cambio, su padre, pueda o no pueda, compra sólo cosas que pesen y a ser posible brillantes y a ser posible del color del oro. Atavismos, atavismos. A Miguel le gustan la música y las matemáticas, que es una buena combinación. Para su padre, un servidor de ustedes y de él, Miguel es demasiado inteligente, y, curiosamente, eso le preocupa. Aun así, es equilibrado y sensato, pero, para su padre, distante, muy distante, acaso demasiado distante. Por eso se ha ido a Berlín a estudiar aplicaciones prácticas de redes de sensores. Para su padre, un servidor, Miguel es ahora el que siente y piensa al otro lado del hilo. Estamos en la red, formamos parte de la realidad virtual, que es una forma de espiritualización.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿puede llegar a existir una realidad virtual en sí misma, por sí misma y para sí misma?

Proyecto separatista catalán

En el proyecto separatista catalán hay que distinguir, lógicamente, entre estrategia y táctica.
La estrategia abarca tres objetivos básicos, situados en el tiempo y en el espacio y desarrollados unas veces en paralelo, otras en cadena y siempre convergentes. 1) Independencia de Cataluña; 2) destrucción de España como nación y Estado; 3) colonización del territorio español.
La táctica abarca medidas de muy diversa naturaleza, tendentes en su totalidad a invertir la relación Cataluña-España, haciendo que España pase a depender de Cataluña y quede supeditada a ella en todas sus decisiones. Eso es, ni más ni menos, lo que se pretende con el último Estatuto. Un Estatuto blindado como una caja fuerte y una Constitución abierta como un coladero.
Continuará, continuará…
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Saben los españoles cuáles serán las consecuencias de la entrada en vigor del Estatuto catalán?
¿Saben los españoles que la entrada en vigor del Estatuto catalán hace prácticamente imposible una marcha atrás?
¿Saben los españoles que a partir de la entrada en vigor del Estatuto catalán España empezará a estar en una posición de inferioridad y de dependencia con respecto a Cataluña?

La zorra fenicia en el gallinero español

Los ciudadanos del partido de los Ciudadanos se quejan de que los separatistas no les dejan vivir: los amenazan en la calle, les rompen los carteles electorales, los persiguen, acosan e insultan en la red. Y eso que son la clase dominante y representan la ideología dominante. Y eso que tienen el poder, todo el poder; y eso que, cuando les conviene, hablan de persecución. Miserables, miserables, miserables.
Mal tienen que verlo los separatistas para recurrir a prácticas mafiosas con coartadas tan endebles como «se trata de individuos incontrolados sin identidad conocida; nosotros no hacemos eso». Claro, esas cosas se hacen solas: sin nadie que las ejecute, sin nadie que las dirija, sin nadie que las pague, sin nadie que pretenda beneficiarse. Miserables, miserables, miserables.
Por otra parte, eso me dice que el partido de los Ciudadanos es un peligro real para la dictadura separatista de Cataluña, en la que hay que incluir todos los partidos del «establishment» autonómico, lamentablemente también a los impopulares populares y a los pseudosocialistas de estas comarcas.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué pasará si, como es de desear y de prever, los ciudadanos de Ciudadanos consiguen romper la dictadura separatista en Cataluña?

Ley y democracia

Pájaro bobo considera que en el fondo todo es más fácil y, por lo tanto, también debería serlo en la realidad. Alguien acusa veladamente a alguien, y los dos se enzarzan en un enfrentamiento personal. Error. El primer alguien debería formular su denuncia de manera lícita y fundamentada. La vía de la insinuación no lo es. El segundo alguien, en lugar de contestarle a título personal: «No le consiento que se meta usted en mi vida privada», debería exigirle que formulara una acusación concreta y correcta en su contenido y en su forma. A partir de ahí, todo lo que el segundo alguien tiene que hacer es presentar una denuncia contra el primer alguien. Este primer alguien está fuera de la ley ya de entrada. El segundo alguien lo tiene muy fácil. Difamación, independientemente de la veracidad o no veracidad del contenido de  la difamación.
Pájaro bobo entiende que los españoles deberíamos aprender a colocar la ley en el centro de nuestros litigios y remitirnos siempre a ella. Para eso, acaso deberíamos empezar por aprender a hablar a título personal, exponiendo opiniones, no haciendo afirmaciones categóricas. Los juicios categóricos deben estar reservados a la ley y sus representantes (cuando la representan). En la práctica, las afirmaciones categóricas generan antagonismos, mientras que las opiniones, no; además, las opiniones, por su misma naturaleza, no se pueden rebatir. Cuando se expresan opiniones se asiente o se disiente. Los españoles, faltos de una formación democrática, ni hablamos ni nos comportamos democráticamente. Pájaro bobo opina que una actitud democrática es una actitud intelectual que abarca todas las manifestaciones sociales del ser humano. No se puede ser políticamente demócrata si no se es intelectualmente demócrata. Parece ser que los españoles aún no lo hemos aprendido.  El traje nos viene grande.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿sabemos los españoles que el espíritu democrático es una actitud intelectual ante la vida en sociedad?

Hacia la soberanía compartida a la catalana

Ya ahora puede verse tanto la táctica, el camino o los caminos, como la estrategia, el objetivo último, del separatismo catalán. La destrucción de España, dirigida por ellos y financiada con dinero español. Ya ahora puede ver quien tenga ojos para ver que un español lo tiene mal para vivir como tal en Cataluña y mucho peor aún, prácticamente imposible, para trabajar en esa Administración cuasi estatal que es la Generalidad, núcleo duro del proyecto independentista catalán. Otro tanto puede decirse de su sistema educativo, de su sistema sanitario, de sus medios de comunicación. Todo ello, blindado y reblindado. Basta con mirar los nombres. El que no tiene un nombre catalán, se lo catalaniza para pasar el filtro. Como en Israel, modelo ideal de cierto catalanismo con pretensiones de pueblo elegido. Sin embargo, en el resto de España no se sigue esa política y cada uno puede optar al puesto que quiera, donde quiera. Y los separatistas lo hacen. Y se aprovechan de ello. Así, lo suyo es para ellos, sólo para ellos, y lo de los otros es para todos, también para ellos. Ése es el camino que, si Dios no lo remedia, llevará a la destrucción de España. Es un plan táctico-estratégico que combina el abrazo del oso con el rancho aparte. Ahora ya sólo hay españoles en lo que va quedando de España, pero separatistas… Y los españoles sin enterarse. Y sin reaccionar.
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Quien dijo que la parte es menos que el todo?
¿Cuánto tiempo aguantará España esa sangría y ese saqueo?
¿Por qué los separatistas tienen mil proyectos para destruir España y los españoles no tenemos ni uno sólo para defenderla e impedirlo?

Israel, Israel

Todo o casi todo hace pensar que a Israel le esperan tiempos muy difíciles, de manera especial a medio y largo plazo. Crear un miniestado, a modo de oasis arrancado al desierto físico y a la desidia humana, es toda una proeza; mantenerlo indefinidamente en pie, una proeza acaso aún mayor. Y, a los ojos de Pájaro bobo, una proeza imposible. Si Israel no tiene fuerzas ni recursos para mantener una guerra permanente, menos aún las tiene para aguantar una paz indefinida. Agotada la aliya (el retorno de judíos a su patria), Isarael se quedará sin savia. Eso es lo más probable desde un punto de vista actual. Los judíos han enseñado a los árabes a organizarse, a luchar, a aprender del enemigo, a adaptar y adoptar otras formas de pensar y de vivir. Los árabes son, justamente en esa zona, más de mil millones. ¿Los judíos? Unos pocos millones, y cada vez menos.
En opinión de Pájaro bobo, Israel se encuentra en un círculo vicioso que, deliberada o no deliberadamente, alimenta, perpetúa y refuerza; un círculo vicioso del que, por eso mismo, no puede salir. Israel considera que, para subsistir, debe emplear la fuerza, pero esa fuerza refuerza el odio y ese odio fortalece a los árabes; los árabes son cada vez más fuertes; los judíos, cada vez más vulnerables. ¿Solución? En teoría, la solución podría consistir en romper la espiral de agresiones y desactivar el odio. Una vez desactivado el odio, podría pensarse en ampliar los programas de colaboración entre Israel y los países árabes. De hecho, ya existen algunos. ¿Utopía? Sí, pero, ¿hay alguna otra solución?
En cualquier caso,  Pájaro bobo recomienda  el texto  de Carlos Nadal en  La Vanguardia de hoy, domingo, 20 de mayo:  «Israel-Palestina, pozo amargo».
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿ha de oscilar eternamente la historia de Israel entre el mito del pueblo elegido y el mito del pueblo maldito?

Política de la puta i la Ramoneta y Realpolitik

Pájaro bobo desea aclarar que la expresión «política de la puta i la Ramoneta», como versión autóctona de la Realpolitik alemana, tomó forma hace ya bastante años en unas circunstancias que recuerda con cierta precisión y que, llegado el caso, podría concretar y presentar como prueba de paternidad y de autenticidad. En la década de los ochenta, cuando en varios municipios vascos se inició la llamada guerra de las banderas, a él se le ocurrieron estas declaraciones que puso en boca de un político catalán: «Aquí no habrá guerra de las banderas, seguiremos con nuestra política de la puta i la Ramoneta». Y, efectivamente, así fue. Todo lo que hizo Pájaro bobo fue tomar un dicho popular catalán y aplicarlo al ámbito de la vida pública, y ahí está, pues desde entonces lo ha venido utilizando por escrito, y escrito ha quedado.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿Resume «la política de la puta i la Ramoneta» el proyecto táctico-estratégico del separatismo catalán?

España, ¿nación de naciones?

En opinión de Pájaro bobo no existe ni puede existir una nación de naciones. Él entiende que, en términos semánticos, la palabra que sirve para designar el todo –nación– no puede servir también para designar cada una de sus partes –naciones–, pues, al hacerlo, se incurre en un contrasentido o sinsentido. Formulado en términos matemáticos, se vería aún más claramente, pues tendríamos, por ejemplo: 1 = 1 + 1 +1 +1 + 1. Cataluña no es una nación, Vascongadas no es una nación, Galicia no es una nación. España es una nación histórica, cultural y lingüísticamente unitaria, pues todos sus habitantes (españoles) hablan una misma lengua, aunque hay minorías (menos del diez por ciento del total de la población) que hablan además una lengua regional. Cataluña es una región con dos comunidades sociolingüísticas: la comunidad de lengua española es mayoritaria y vive en condiciones de opresión; la comunidad catalana es minoritaria y dominante y opresora. Pájaro bobo entiende que lo que hay en Cataluña es un movimiento burgués, no nacionalismo. El movimiento burgués es horizontal, clasista y endogámico; el nacionalismo es un fenómeno social de desarrollo vertical (de abajo arriba y de arriba abajo), abierto e interclasista. Todos los políticos catalanes, casi sin excepción, proceden de la burguesía, las llamadas cien familias catalanas. Las clases bajas urbanas no participan en ese movimiento: ni quieren ni las quieren. Tanto en Cataluña como en Vascongadas si se quiere hablar de nación habrá que empezar por decir que sólo la mitad de la población está dispuesta a asumir esa conciencia. Y eso en las actuales condiciones de terror, opresión y marginación que sufre la otra mitad, la que se siente española y quiere seguir siéndolo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué el Gobierno de España ha consentido que los separatistas vascos y catalanes impongan su ley, la ley del terror, en esas dos regiones de España y luego digan que son naciones?

El saber es perjudicial para los tontos

Pájaro bobo entiende que Zapatero, llevado de esa mezcla extraña e incongruente de perfidia e ignorancia que le es propia, recurre a ideas socialistas o pseudosocialistas para dividir a la sociedad y hacer que ésta retroceda. Dicen que lo hace para conservar el poder. Repito: perfidia e ignorancia. Y traición. La izquierda se legitima en términos éticos cuando busca y promueve la unión de los seres humanos y la superación de barreras de toda índole. Entonces está en su sitio. En estos momentos, enfrentarse sistemáticamente a la derecha, descalificarla y decirle lo que tiene que hacer no parece ni acertado ni inteligente. El socialismo para ser socialista tiene que ser católico, esto es, universal. Seguir su camino y mostrarlo. En política, nadie está facultado para decir a otro lo que debe hacer («usted métase en sus asuntos», «no le consentiré que se meta en mi vida privada» «usted está equivado»). Todo lo que hay que hacer es invocar la ley y remitirse a ella. Uno mismo. El otro que haga lo que quiera. La cita tiene lugar ante los tribunales, con la ley en medio y por delante.
En Bolivia, Evo Morales, que al parecer sigue los pasos de Zapatero, está creando problemas donde no los había. O, al menos, agravándolos. En opinión de Pájaro bobo, un proyecto socialista tiene que ser necesariamente utópico, apuntar al futuro, partiendo de la situación actual y aprovechando como plataforma los logros existentes. Por definición, dividir va contra la sociedad y contra el socialismo. El progreso histórico es patrimonio de la humanidad y sus sociedades. A los ojos de Pájaro bobo, ése es el camino; no el mejor pero probablemente el menos malo. Mientras tanto habrá que reconocer que el saber es perjudicial para los tontos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿podría explicarnos algún día Zapatero su visión de España y de la sociedad española: cómo son y cómo quiere que sean?

¿Democracia en el reino del terror?

Vascongadas y Cataluña, dos regiones españolas convertidas en nacioncillas por sus respectivas minorías separatistas, son ya reinos del terror para muchos de los españoles que viven en ellas. En Vascongadas, los candidatos y las candidatas del PP son perseguidos, acosados y ultrajados por los trabucaires de ETA . En Cataluña, los ciudadanos integrados en el Partido de la Ciudadanía son igualmente perseguidos, acosados y amenazados en la red y fuera de la red por los agentes del carallot Carod. ¿Qué hacen los representantes de la ley? En muchos casos, proteger a los agresores.
Pájaro bobo, residente en Cataluña y víctima de esa misma persecución y esos mismos métodos, optó por bunkerizarse. Y así sobrevive. Una situación difícil, muy difícil, en la que apenas si hace otra cosa que dedicarse a su familia y mantenerla unida, anticipándose a las temibles y temidas intromisiones de los separatistas . Y, a lo que parece, ha acertado. Como procura no respirar y, cuando respira, procura que no lo vean, Pájaro bobo vive sin mayores problemas, pero ha tenido que renunciar a llevar una vida normal en libertad. Su situación podría definirse como propia de una muerte civil por acoso, marginación, persecución y usurpación de los derechos democráticos. Pero sigue vivo. Quizas algún día pueda escribir la historia de su vida, la historia de una supervivencia, la historia de alguien que quiso vivir y morir como español, con dignidad, sólo con dignidad.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Qué dirá la historia de los que planificaron la destrucción de España y de los que decidieron llevarla a cabo?
¿Y, si después de tantas intrigas y tantas traiciones, resulta que no resulta?

La mano visible de la Providencia

Son muchos los intelectuales —teólogos, filósofos, historiadores y pensadores— que han querido ver una mano invisible en la historia de la humanidad, una mano que ha guiado y ha protegido al ser humano en su vagar a través del tiempo y el espacio. Hay personas para las que eso y otras cosas por el estilo son paparruchas. Están en su derecho. Y, probablemente, en cierto sentido tienen razón, pues podemos pensar que ellas no perciben la presencia de nada que no les entre por los sentidos. No obstante, yo creo en la Providencia —¿privilegio o desgracia?—, pues he sentido claramente su presencia en varios momentos de mi vida, momentos en los que he estado al borde del abismo, al borde de la muerte. ¿Fe o superstición? En mi opinión, sólo agradecimiento.

La desintegración del PSOE y el encausamiento de Zapatero

A algunos españoles, sobre todo si viven en la España residual, les puede sorprender que sea en Cataluña y Vascongadas donde los militantes del PSOE afirmen con más convicción y energía, de una parte, su condición de españoles y, de otra, su voluntad de no someterse a la respectiva dictadura separatista, con la que Zapatero se empeña en flirtear y contemporizar. Aun así, a Pájaro bobo, residente en la Marca Hispánica, no le sorprende en absoluto. En su opinión, tanto el partido de los Ciudadanos como la nueva corriente auspiciada por Savater y Rosa Díez son movimientos transversales que nacen/han nacido esencialmente como escisiones del PSOE. Y, como cabe pensar que el tal Zapatero se aferrará una vez más a la cerrazón que, con la perfidia y la falsedad, le es propia, cabe pensar asimismo que las escisiones van a proliferar en el seno de un partido cuyo máxime dirigente sigue sin saber, oh vergüenza, qué es una nación y, por lo tanto, qué es España y, por lo tanto, que España es, entre otras muchas cosas, una nación multicentenaria. En opinión de Pájaro bobo, esa visión/falta de visión, con todas sus consecuencias, es causa más que suficiente para destituir y procesar a Zapatero. Y habría que hacerlo: por el bien del socialismo, por el bien de España, por el bien de todos los españoles.
Dos pregunta ingenuas e intempestivas
¿Qué se necesita para destituir y procesar a Zapatero? ¿Acaso no es suficiente que pacte secreta y no secretamente con criminales que tienen causas pendientes?

Israelíes y musulmanes

Israel sigue adelante con su política de castigo y represión. Las amenazas que se ciernen sobre el pequeño y vulnerable país son tantas y tan graves que no parece haber otra salida. Y, sin embargo, debe de haberla. Israel debe buscarla y encontrarla, pues el camino que lleva y ha llevado hasta ahora conduce, con toda seguridad, a su destrucción, pasando, claro está, por la bomba atómica de Irán.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Qué pasará cuando los dos bandos —judíos y musulmanes— tengan armas nucleares?
¿Y si los musulmanes se anticipan al plan de Israel para acabar con el programa nuclear iraní?

¿Tercera vía o regeneración nacional?

De acuerdo con la visión de España que tiene Pájaro bobo, los partidos que, en forma de disidencias, han empezado a aflorar en el bando socialista constituyen otras tantas respuestas ciudadanas al gran problema que viene pesando, desde el inicio de la llamada Transición, sobre nuestra patria: su supervivencia como nación. Desoída y desatendida la llamada a una gran alianza de los dos partidos nacionales como cúpula integradora y vertebradora, continuó el proceso destructor y separatista desde los diversos focos periféricos, con algunas llamadas de alarma por parte de ciudadanos acongojados por el cariz que iba tomando el panorama. El Gobierno de Zapatero, fiel a un programa basado en la infidelidad y la traición, ha venido colaborando de buen grado en ese proceso, ahora ya más que visible. Las disidencias dentro del socialismo pueden ser un aviso para sus dirigentes, pero no son una solución para el problema de España en estos momentos; si acaso, un punto de partida. En opinión de Pájaro bobo, la solución es la integración de todos los españoles leales a España en un programa colectivo y unitario de regeneración nacional. Hay que evitar a toda costa el fracaso de la democracia y la destrucción de España —que, a diferencia de 1936, en este caso son una misma y sola cosa—a manos de las fuerzas destructoras y desintegradoras, y, por lo tanto, antidemocráticas. Pájaro bobo entiende que es un derecho y una obligación.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Por qué en España, patria de los españoles, mandan los que no se sienten españoles, siendo como son una minoría?
¿Por qué en España los que no se sienten españoles mandan en ellos y en los que se sienten españoles?

Tres claves para un futuro inmediato

Llevado de su afición a observar y contemplar los acontecimientos humanos desde lo alto de su montaña, Pájaro bobo se aventura a declarar, a cuatro días de las elecciones, que en el horizonte nacional se dibujan, entre otras varias, estas tres novedades:
1) Presencia de la red en la política como factor vertebrador de la propaganda, las campañas electorales y los programas de los partidos políticos.
2) Presencia de la juventud, que vuelve a la actividad pública como fuerza con entidad propia y muy probablemente como protagonista.
3) Presencia de la democracia participativa y directa, en detrimento de la democracia representativa de carácter ideológico y clientelar.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Qué les pasará a los partidos políticos que están fuera de la red?
¿Saben los partidos políticos que están fuera de la red que no es posible una actualización programática sin dar paso a la juventud?

¿Nacionalismo catalán?

Siempre me he resistido a definir como nacionalismo el fenómeno sociopolítico surgido o resurgido en Cataluña a partir de la Transición, pues para mí ha sido y sigue siendo, en esencia, un movimiento burgués. Para entenderlo, verlo y comprobarlo bastaría con prestar atención a su genealogía sociohistórica o, lo que es igual, al origen y la pertenencia de sus líderes, sus notables y sus feligreses. Para esos ciudadanos unidos por el culto al dinero, la ideología es pura tramoya. Y de hecho, en su inmensa mayoría ayer eran franquistas, hoy son nacionalistas catalanes y mañana serán lo que convenga. Su norma es: lo que no deja se deja; y en sentido inverso: lo que deja no se deja mientras deja. En definitiva se trata de las cien familias que han protagonizado la historia de Cataluña desde la Revolución industrial hasta nuestros días, pasando por el franquismo como etapa de consolidación de su poder y su influencia tanto en el Principado como en el conjunto de España.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿puede construirse una nación independiente con semejante tropa?

¿Europa en apoyo de Israel?

Cabe la posibilidad de que gracias a Sarkozy Israel vaya despegándose poco a poco de Estados Unidos o, más concretamente, de su economía de guerra y busque el apoyo de Europa. A partir de aquí, podría pensarse en un cambio de orientación de la táctica israelí, basada en la represión inmediata y contundente de los actos de terrorismo perpetrados por los árabes-musulmanes, hasta llegar a una situación de no agresión para las dos partes. Estados Unidos está ligada a su economía de guerra. ¿Israel?
¿Pregunta ingenua e intempestiva: ¿Ha acertado a ver Sarkozy que Israel es la frontera oriental de Occidente y la primera y la única barrera contra la expansión musulmana?

¿Fin de una dictadura en suelo español?

A Manuel Jiménez de Parga

Hace algo así como veinticinco años, Pájaro bobo acertó a ver en toda su extensión y profundidad la conjura urdida por los separatistas catalanes para hacerse con el poder o, lo que es igual, para copar todas las instituciones de esta Autonomía y excluir de ella, de entrada y para siempre, a los representantes de la comunidad de lengua y sentimientos españoles y, al mismo tiempo, impedir por todos los medios disponibles que ésta tuviera entidad y presencia propias. Los líderes de todos los partidos de Cataluña, con sus respectivos equipos, tenían que ser catalanes y catalanistas. A partir de ahí, los dirigentes de los partidos de izquierda, en el especial los del Partido Socialista, se cuidarían de eliminar todo lo que oliera a español, de modo que en Cataluña la política la hicieran sólo los catalanes, sólo para los catalanes y sólo en catalán. Cerrar el paso a la charnegada era una condición imprescindible para ello. De eso se encargaron directamente personajes como Narcís Serra, Raimon Obiols, Raventós, Ernest Lluc y Maragall. Mientras tanto, la derecha de Pujol ben Gurión se centraría en la tarea de llevar adelante el proyecto independentista. Y así fue. En Cataluña se instauró una dictadura monocatalanista a través de una conjura. Ya entonces, Pájaro bobo se atrevió a escribir lo que había visto como en sueños, y alguien le comunicó que, si lo publicaba, tendría que abandonar el país (Cataluña). Pájaro bobo lo publicó y no abandonó el país, pero fue condenado a muerte civil. Y así ha vivido desde entonces: veinticinco años; siempre en Cataluña.
Es muy probable que en las elecciones municipales del domingo, 27, los representantes del partido de los Ciudadanos, en estos momentos el único partido democrático existente en Cataluña, accedan a los ayuntamientos y, al menos simbólicamente, pongan fin a la dictadura catalanista. Después habrá que desmontarla. Y después habrá que establecer la democracia. Una democracia en la que ningún español se sienta extranjero en ninguna parte de España, una democracia en la que ningún español sea condenado a muerte civil por denunciar una conjura contra su patria, una democracia que restablezca la soberanía nacional en todo el territorio español.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Entenderán por fin los españoles que la dictadura catalanoseparatista constituye de hecho un secuestro de las instituciones democráticas y, a través de él, de la democracia misma?
¿Entenderán por fin los españoles que la conjura catalonaseparatista se propone acabar con la democracia española y con España como nación?

Mañana, la libertad

En Cataluña, las elecciones de mañana, 27, pueden constituir el punto de inflexión que marque el fin de una época y el comienzo de otra: el fin de la dictadura catalanoseparatista como secuestro de la libertad y la democracia; el comienzo de una vía abierta a la esperanza democrática. Dicen que los integrantes del establishment político-autonómico tienen miedo a la abstención. Pájaro bobo entiende que deberían tener más miedo a la participación, pues no parece probable que quienes dejen de ser abstecionistas vayan a votar a un partido al que deliberadamente no votaron hasta ahora. Aquí, en la margen izquierda del Ebro, el secreto de las elecciones está en la Red, y la Red es el lugar de encuentro de la juventud. Pájarobo bobo hace suyo el mensaje que ha recibido a través de la Red y grita: «¡Mañana, la libertad!»

¿Por el buen camino?

Para Pájaro bobo el buen camino es aquel que lleva a la unión de España y de los españoles. Para ello hacen falta condiciones que, lamentablemente, entre nosotros todavía no se dan de una manera plena e inequívoca. La desunión y la insolidaridad se venden como libertad y democracia. Y tienen su cota de mercado. Ahí está la abstención en las elecciones, medida en negativo de nuestro sistema democrático, de cualquier sistema democrático. En sus predicciones para estas elecciones Pájaro bobo se ha equivocado en parte y ha acertado en parte. Se ha equivocado en cuanto a los resultados del partido de los Ciudadanos; ha acertado en cuanto a los resultados del PP, al que ve en el buen camino para acceder nuevamente al poder, tras el descalabro provocado por el atentado de 2004. En ese sentido, él considera que el PSOE y el PP no han registrado un empate técnico, pues uno va hacia abajo y otro va hacia arriba. El fracaso del partido de los Ciudadanos en Cataluña le ha afectado profundamente por motivos personales. Él participa en la batalla y una derrota de este joven partido es una derrota de su causa. Pájaro bobo estaba convencido de que sus dirigentes habían organizado bien la campaña e iban a obtener muy buenos resultados. Ahora tendrán que revisar tanto la táctica como la estrategia. Quizás la clave del fracaso radica en que no han sabido motivar a los abstencionistas con su programa. Los abstencionistas siguen siendo la primera fuerza política de Cataluña con una gran ventaja sobre las demás, pues incluso las supera a todas ellas juntas. Un dato en el que habría que meditar a la hora de hablar de democracia.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es democrático hablar de democracia cuando más de la mitad del censo electoral decide no votar en unas elecciones municipales, que son precisamente aquellas en las que se debaten los asuntos de interés directo y personal de los ciudadanos?

Objetivo visto, objetivo destruido

En el curso de su servicio militar, la tradicional mili, Pájaro bobo aprendió algunas cosas interesantes, entre ellas una fórmula que no olvidaría jamás. Aplicable a diferentes tipos de guerra, la fórmula decía y dice: «Objetivo visto, objetivo destruido». Eso significa, verbigracia, que las armas ofensivas son siempre más eficaces que las armas defensivas. De hecho, la acción instantánea, por sorpresa, es la clave del Blitzkrieg o guerra relámpago. (El alemán Krieg, como el griego polemós, es gramaticalmente masculino y significa guerra.) Pájaro bobo, además de tener presente la fórmula, la ha aplicado en cuantas ocasiones ha podido. Y siempre con resultados positivos.
Ahora, los dirigentes del partido de los Ciudadanos se lamentan de sus pobres resultados en las elecciones municipales del pasado día 27 y culpan de ellos a la acción subversiva de las formaciones que, arracimadas en torno a la Generalidad, forman el establishment político-económico de Cataluña. ¿Qué esperaban?
Pájaro bobo sigue pensando que, por lo que sabe, la campaña estuvo bien planificada y fue llevada a cabo con método y coherencia. En el primer envite, funcionó el efecto sorpresa; en el segundo, no. ¿Por qué?
Eso es lo que hay que analizar, estudiar y averiguar. Pájaro bobo dice siempre que para cambiar hay que reconocer el error y para reconocer el error es necesario que uno mismo asuma la responsabilidad; uno mismo es el que se ha equivocado y, por lo tanto, uno mismo es el que tiene que cambiar. Aún recuerda que Julio Anguita, tras su último y definitivo fracaso como político, declaró: «No han comprendido mi mensaje». Entonces y ahora, el maestro cordobés debería saber que, para que sus seguidores comprendan su mensaje, él debe comprender primero cómo piensan y cómo sienten esos posibles seguidores suyos. El que se equivoca es el tendero, no los clientes. O, en este caso, el político, no los votantes. Los clientes eligen la tienda; el tendero no elige a sus clientes. En una democracia, mínimamenrte aceptable, los votantes eligen a sus representantes; no viceversa. Claro, aquí podríamos y acaso deberíamos hablar de dictaduras con apariencia de democracia. Tiempo habrá.
En opinión de Pájaro bobo, el partido de los Ciudadanos ha recogido en un último momento el poso que ha ido formándose en Cataluña a lo largo de treinta años en sectores ilustrados, sobre todo de la enseñanza, descontentos con la política de la Generalidad monopolizada por elementos de un catalanismo abiertamente separatista y totalitario. Esos sectores han venido organizándose en asociaciones «semiclandestinas» que sufrían el acoso constante de los radicales catalanistas, empeñados en cortar de cuajo todo brote de disidencia sociopolítica. El partido de los Ciudadanos es hijo natural, y por lo tanto legítimo, de esos sectores. El hecho de que en un momento dado un grupo de intelectuales del ámbito académico decidiera sumarse al cortejo y asumir la representación de la nueva formación fue sin duda un acierto en términos de dignificación y difusión. El nuevo partido político fue presentado en público con el respeto y los honores que corresponden a quienes se declaran hijos de la Ilustración.
Pero también es posible que ahí aparezca uno de los puntos más vulnerables de la nueva formación, de la que siempre se podrá decir, y de hecho ya se ha dicho, que nació en una tertulia de intelectuales con ganas de mariposear en el ámbito de la política. En ellos está demostrar que no fue, no es y no será así. Pájaro bobo se permite recordarles que un colectivo sin cabezas pensantes es una masa amorfa y, como tal, presa fácil y segura de la clase dominante y opresora. Eso es, al menos, lo que nos enseña la historia.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿están dispuestos los intelectuales del partido de los Ciudadanos a asumir una postura ética y socialmente responsable?

taifas, taifas, taifas

Después de leer a Francesc de Carreras

A Enric Juliana,conocido en esta página como el topo del parque del buen Retiro, se le escapa la risa y escribe en La Vanguardia, otrora nuestro periódico de cada día:«España se instala en las taifas». Risa con amargura, pues el avispado corresponsal de la Fenicia de Poniente, nuestro país vecino,ve alejarse en el horizonte político el sueño imperial de los Países Catalanes.De momento tendrá que contentarse con el pacto del Tinell, que es, en términos comparativos, una miniconjura o, más explícitamente, una alianza, entre la omertà y el frente nacional, de todos los separatistas catalanes contra todo lo español. Ël seguirá espiando desde su madriguera madrileña y, previsiblemente, sus hijas seguirán sin tener clases de catalán en horas lectivas. Madrid fue siempre mucho Madrid. Y ahora, gracias a tanta conjura, tanta intriga y tanta traición, es además un baluarte inexpugnable.
Mientras tanto, los subalternos de Pujol ben Gurión continuarán trajinando de cintura para arriba e intrigando en torno al Estatuto catalán, que, como confesó en sueños, entre melopea y melopea, el incombustible e irrecuperable Maragall, es una Constitución en toda regla y, por lo tanto, con mayúscula. A él también se le escapó la risa. Y, probablemente, antes de tiempo. ¿Es posible que la balanza de la justicia consume la traición que lleve a la destrucción de España? A Pájaro bobo está a punto de escapársele la rabia.
En la misma Vanguardia, pero ya en un rincón, Francesc de Carreras señala el brutal aumento de la abstención en las elecciones catalanas y concreta que dicho aumento «comenzó cuando los partidos formalizaron pactos contra natura: CIU con el PP y el PSC con ERC».Tres consideraciones.
Primera consideración. En opinión de Pájaro bobo, ni los pactos de CIU con el PP ni los pactos del PSC con ERC son pactos contra natura. Los primeros se basan en intereses económicos y, por lo tanto, en intereses de clase; los segundos responden a coincidencias ideológicas tan profundas como visibles y previsibles. A su entender, en ambos casos son pactos secundum naturam.
Segunda consideración. Al igual que en los cuerpos orgánicos, en los cuerpos sociales hay que distinguir entre el momento en el que surge una patología y el momento en el que esa patología aflora y, con un poco de suerte, se detecta. En Cataluña la abstención, justamente del cincuenta y uno por ciento del censo electoral, es inherente al sistema, toda vez que nace con el sistema y se mantiene gracias al sistema, que de hecho la fomenta con medidas de clara intención abstencionista y la utiliza en beneficio propio. Consigna: que voten sólo los nuestros.
Tercera consideración. En Cataluña hay dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad de lengua española y una comunidad de lengua catalana. Como la comunidad de lengua catalana, minoritaria en términos absolutos, copa la casi totalidad de las instituciones y los cargos de la Administración autonómica, además de los medios de comunicación, la enseñanza y la sanidad, Pájaro bobo se considera en el derecho y la obligación de hablar de una situación manifiesta y flagrante de opresión y marginación. La abstención en las elecciones municipales es, en líneas generales y reales, la respuesta de la comunidad de lengua española, que se siente marginada y expresa así su rechazo de un montaje en el que ella no puede participar en condiciones de igualdad, Justamente ahí es donde está llamado a actuar el partido de los Ciudadanos, único partido que ha denunciado el fraude y, por lo tanto, único partido auténticamente democrático de Cataluña en estos momentos.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cómo es que en esta parte de España que es Cataluña se ha implantado una dictadura que priva de sus derechos constitucionales a los miembros de la comunidad de lengua y sentimientos españoles y además los utiliza para acrecentar y reforzar partidos separatistas?
¿Cómo es que la comunidad de lengua española de Cataluña no tiene una representación proporcional y por lo tanto democrática en las instituciones autonómicas, desde la Generalidad hasta los medios de comunicación, siendo como es mayoritaria?

Partido de los Ciudadanos: tres ramas para un árbol

El día después fue amargo para la joven formación. Más de lo previsto. En su seno surgen ahora los problemas que, por instinto de supervivencia, todos dejaron momentamente a un lado. Tensión tripolar. Un primer grupo próximo al socialismo del PSOE, un segundo grupo, reducido en número pero influyente, cercano al PP y abiertamente alejado de Piqué, y, por último, un tercer grupo de intelectuales que en su momento actuó como cabeza visible y dignificadora de la formación. En opinión de Pájaro bobo, entre esos intelectuales predominan las posturas filosóficas caras al escepticismo y el agnosticismo. Librepensadores e hijos de la Ilustración, todos ellos se declaran rotundamente partidarios de la sociedad abierta poppereana y, por lo mismo, contrarios tanto a la opresión social como a la cercenación de la libertades individuales, que evidentemente es lo que más les afecta. En un momento u otro decidieron no integrarse en la intelectualidad adicta al catalanismo oficial y desde entonces han intentado sobrevivir en alguna de las pocas parcelas que aún escapan al control dictatorial del régimen imperante en Cataluña.
Esos tres grupos, más propios de un movimiento cívico de desarrollo transversal que de un partido político sustentador de una ideología, deben llegar a una integración orgánica y funcional si quieren sobrevivir y desempeñar un papel éticamente digno y socialmente útil en la política catalana y, más tarde, en la política española. Pájaro bobo considera que, toda vez que hasta ahora la parte organizativa del partido ha sido un auténtico modelo de planificación y eficacia, hay que conservarla y reforzarla, prestando apoyo a José Domingo como cerebro en asuntos de gestión y organización. En cuanto al indirizzo ideológico y programático, él entiende que son los afiliados quienes deben decidirlo, siempre teniendo en cuenta la realidad y las posibilidades que esa realidad ofrece.Lo más práctico y racional sería que a partir de ahí se elaboraran tanto la táctica o las tácticas como la estrategia.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es lógico que en una democracia los oprimidos no consigan unirse para acabar con su opresión?

Jaimito tiene la palabra

Jaimito va a ver a su abuelo con un amigo. El abuelo está muy enfermo, pero todavía se mantiene lúcido. Jaimito le pregunta: «Abuelito, ¿es verdad que los niños vienen de París?» El abuelo contesta: «Sí, hijito, los niños siempre vienen de París». Jaimito se vuelve a su amigo y le cuchichea: «¿Se lo chivamos o le dejamos que muera tonto?».
Después de leer el artículo «La abstención: ricos y pobres», de Francesc de Carreras, en La Vanguardia de hoy, 31 de mayo, a Pájaro bobo casi le han venido ganas de llorar.
Vaya por delante la cita marxiana «la condición social determina la conciencia», que, una vez revisada, corregida y actualizada, podría quedar así: «La situación socioeconómica del ser humano contribuye, en mayor o menor medida, a conformar su conciencia política».
En cuanto a la abstención, referida a las últimas elecciones municipales de Cataluña, a Pájaro bobo le resulta a duras penas comprensible que el profesor De Carreras haga el análisis que hace militando donde milita. Ése y no otro.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿le explicamos al ilustre prefesor la historia de las dos comunidades politicolingüísticas de Cataluña y, de paso, de dónde viene la abstención o le dejamos en paz para que le permitan seguir escribiendo en La Vanguardia?