Artículos de agosto de 2007

Neologismo, idiotismo

En el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua figuran las palabras Mafia y mafioso. Mafia es definida como «organización criminal de origen siciliano» y, de acuerdo con una concepción más amplia, como «organización clandestina de criminales», mientras que, según la misma autorizada fuente, el adjetivo mafioso alude a todo cuanto guarda relación con mafia o mafias. En línea con las palabras, no voces, mafia y mafioso, Pájaro bobo ha ideado un verbo con dos variantes.
Mafiar, mafiarse. Verbo transitivo y/o reflexivo ideado por Pájaro bobo e incorporado a su idiolecto. Mafiar significa exactamente conferir carácter mafioso a una actividad concreta o en general a las actividades de una persona o una empresa. Se dice, por ejemplo, de una persona, que ha mafiado su trabajo; de una actividad, que está mafiada. Mafiarse es la forma reflexiva. Puede aplicarse igualmente a personas y/o actividades. Ejemplos: esa persona ha ido mafiándose poco a poco; ese sector comercial se ha mafiado. En definitiva, las mafias mafian y el que no mafia ni se mafia es porque no quiere o no se deja. Enunciado del verbo: mafiar, mafio, he mafiado, mafiado.

¿Dónde está el Tribunal Supremo?

En una situación como la actual, en la que los separatistas catalanes presionan ilícitamente al Tribunal Constitucional para forzar una decisión de éste sobre el Estatuto Catalán, Pájaro bobo se pregunta y pregunta a España y a los españoles: ¿no es hora de exigir que el Tribunal Supremo tome cartas en asunto y ponga coto a tanto abuso?
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Qué será del Poder Judicial español si les sale bien la jugada a los separatistas catalanes?
¿Qué harán los separatistas catalanes si consiguen lo que pretenden, cuando lo que pretenden es decididamente ilícito en sí y en sus medios?

Chapuzas veraniegas

Pájaro bobo tiene a punto su equipo de colaboradores y/o subalternos para la nueva tanda de chapuzas veraniegas. Pretende cambiar las tuberías de la casa vieja, edificio de tres plantas, con cinco arrendatarios, veinte inquilinos y cuarenta comensales. Toda una tribu con sus correspondientes adláteres, dependientes y subdependientes. Además de las tuberías, Pájaro bobo quiere arreglar la terraza, cubrirla de nuevo con mosaico para eliminar humedades y otros daños y perjuicios. El equipo humano se compone de cinco productores dirigidos por él, en calidad de ingeniero jefe y capo mastro. Patrono y promotor, Pájaro bobo pasa revista a diario y paga a diario. Siempre a toca teja y siempre en metálico, que ya no es metálico pero  sigue siendo lo más efectivo. Como en los viejos tiempos. Como en aquellos tiempos en los que, con menos años, tenía una recua de quince o veinte satélites del cono sur del otro hemisferio. Todos ellos eclipsados, todos ellos clandestinos, todos ellos con derecho a comer. Pájaro bobo, emigrante de por vida, evoca sus peores tiempos, también los más queridos, también los más humanos, también aquellos a los que ahora se aferra para mantener su fe en una utopía, la utopía del fin del mal. Mientras tanto piensa que cada ser humano es hijo de un montón de injusticias que a su vez hace de él padre de un montón de injusticias y de hijos nacidos en la injusticia y de la injusticia. Pájaro bobo pide perdón a aquellos a los que humilla, denigra y explota, máxime habida cuenta que, en tanto Dios no lo remedie, seguirá humillándolos, denigrándolos y explotándolos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué es peor: explotar y dar de comer a alguien o no explotarlo y no darle de comer?
Claro, claro, eso es una argucia al servicio de una falsa buena conciencia…

Suplemento cultural, catalanismo, endogamia, empobrecimiento, etc.

La Vanguardia de Barcelona continúa su proceso de catalanización, desespañolización y empobrecimiento. Todos sus colaboradores, de la A a la Z, exhiben el carné de catalanistas militantes. Escriben y, en la mayoría de casos, piensan en español, pero no mencionan palabras como España, español y similares. Para eso está el socorrido recurso semántico-político-literario «este país», que, además de dar mucho juego, permite un camuflaje múltiple e instantáneo. Simultáneamente, el suplemento Culturas, que el diario barcelonés lanza los miércoles, acusa una persistente eliminación de temas españoles, lo que le/lo está dejando con menos entidad que una hoja parroquial. Allá ellos. Naturalmente, eso siempre les dará pie para hablar de las conjuras madrileñas, del rechazo español a todo lo catalán, de la traición… ¿Qué he dicho? Los fenicios nunca mencionan palabras como traición, traidor, falsedad, falso, afines y similares.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cómo seguirá alimentándose la endogamia catalanista de La Vanguardia barcelonesa si necesita de los lectores españoles y en español?

Pujol ben Gurión pontifica

Pájaro bobo está convencido de que el gran sueño de Jordi Pujol es pasar a la historia, incluso antes de que empiece la historia, como padre de una Cataluña independiente. De ahí el sobrenombre de Pujol ben Gurión que le ha asignado y que, a buen seguro, le encantará tanto a él como a los Pujolets y a doña Marta, la Ferrusola. Hoy, La Vanguardia barcelonesa publica un escrito en el que lamentablemente el pequeño gran hombre de Estado sin nación ni Estado no está a la altura de las circunstancias, al menos a los ojos de Pájaro bobo en cuanto lector crítico e implicado. El escrito «Juicio severo», firmado por Jordi Pujol en la Vanguardia barcelonesa de hoy, miércoles, nos permite descubrir una persona con escasa formación humanística, con un grosero concepto ético y una poco menos que inexistente conciencia democrática. Puede decirse que Pujol no sabe lo que es el espíritu democrático, ni lo sabe ni le interesa. Eso se opone frontalmente, diabólicamente a su mesiánica tarea. No hay que hacer grandes esfuerzos para imaginar que sus preocupaciones actuales giran en torno a razonamientos como:«Eso va contra Cataluña, eso es algo que han inventado los enemigos de Cataluña. Yo soy Cataluña, y quien me ataca a mí ataca a Cataluña». En su escrito-elegía, Pujol se lamenta del trato que Cataluña recibe de España y habla de juego tramposo. Pujol escribe mal pero se le entiende. Un fenicio, padre de la perfidia y personificación de la traición y la falsedad en su expresión más auténtica y sincera, habla de juego tramposo. Miserable, miserable.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿sabe o sabrá algún día el nada honorable Jordi Pujol que en Cataluña hay dos comunidades sociolingüísticas y que la sociedad catalana en nombre de la que dice hablar está formada por una comunidad opresora y una comunidad oprimida?
Jordi Pujol i Solei, yo, Ramón Ibero, español de la meseta, te digo: «Eres un estafador y un delincuente, averguënzate de haber nacido».

Errores en el diario ABC

Pájaro bobo lee a diario el diario ABC y estudia su separata Cataluña. Aquí, concretamente en la sección de cartas al Director, descubre a menudo errores y erratas que le resultan poco o nada sospechosos. Dadas las fuerzas en liza, él está convencido, o casi convencido, de que esas manchas son intencionadas. No es que se escriban deliberadamente cartas al Director con faltas, sino que la dirección regional del periódico las consiente y/o las deja deliberadamente, no las corrige. Otra posibilidad es pensar que la persona o personas responsables desconocen su trabajo. Estamos en tierra de fenicios.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué no se indaga qué opina sobre el asunto Valentí Puig, quintacolumnista del periódico y agente al servicio de Pujol ben Gurión?

Francesc de Carreras: el listo que hace de tonto útil

A los ciudadanos del Partido de los Ciudadanos

Pájaro bobo está convencido de que Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional y, al mismo tiempo, miembro de pleno derecho y beneficiario del rovell de l'ou de la Generalitat, sabe de qué va la película de la burguesía catalana e incluso participa de ella y en ella, pero hace ver que no lo sabe; por no saber, el muy ilustrado y muy cándido angelito no sabe siquiera que aquí, en Cataluña, hay una sociedad con dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad de lengua española, equivalente al cincuenta y dos por ciento de la población, y una comunidad de lengua catalana, equivalente al restante cuarenta y ocho por ciento. Tampoco sabe que la comunidad de lengua catalana acapara todos los cargos públicos de esta Autonomía y que, por ese y otros muchos motivos que él conoce y nunca dice ni dirá, es una comunidad opresora, mientras que la otra, la de lengua española, ha sido marginada y excluida —deliberadamente a perpetuidad— de la la vida política en cuanto colectivo con entidad propia y diferenciada, lo que hace de ella una comunidad oprimida; sus miembros tienen derecho de voto, pero, como han sido despojados de los medios democráticos para contar con una representación propia justa y proporcional, se ven obligados a entregar ese voto y todos los derechos inherentes a los miembros de la comunidad catalana. Así, los miembros de la comunidad catalana tienen la representación propia y la que en justicia corresponde a la comunidad de lengua española. Vieja y pérfida argucia e histórico fraude de ley en el que los hijos de Israel siempre han demostrado ser maestros consumados.
Como el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras conoce la situación y sabe que lo expuesto aquí es cierto, Pájaro bobo afirma que es cómplice de esa situación ilegítima, inmoral, delictiva y a duras penas formalmente legal. No sólo lo sabe sino que se ha atrevido a desembarcar en un movimiento cívico de inspiración vidal-quadrista, sí, de inspiración vidal-quadrista, que ahora intenta denunciar ese estado de cosas y luchar contra él. Basándose en lo que ha hecho y dicho hasta ahora en el seno de la joven formación y fuera de ella el distinguido catedrático, Pájaro bobo se atreve a afirmar que el subsodicho tiene por misión conducir/reconducir a los jóvenes y rebeldes demócratas al redil maragalleano-pujoleano, nacionalista, pseudonacionalista, frentenacionalista y pancatalanista promovido por la Generalitat y desde la Generalidat. Esa es su misión. ¿Su táctica?La mansedumbre. Estamos hablando del muy manso «Manso del Raval».
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuánto tiempo tardarán los ciudadanos del Partido de los Ciudadanos en enterarse de que el manso los lleva al matadero?

España como enigma: la paradoja del todo y sus partes

España ha entrado en una fase histórica o en una línea política en la que la vieja pregunta ¿qué es España? adquiere una expresión aún más triste, aún más aberrante, aún más sobrecogedora, que puede formularse con esta disyuntiva: ¿es España igual a la suma de todas sus partes o lo que queda después de restar de ella todas y cada una de sus partes?
Tan triste, aberrante y sobrecogedora situación lo es aún más si tenemos en cuenta el caso de Cataluña, que, después de restarse o sustraerse con respecto a España, pretende sumar por su cuenta y a su cuenta todo lo que, en su caso y en otros, se ha restado de España.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué quedará de España si sumamos todas sus partes y, acto seguido, las restamos?

¿Rencor, deseo de venganza o memoria histórica?

Siempre que se encuentra con alguno de ellos en la calle y se le ofrece la ocasión, Pájaro bobo le suelta a bocajarro: «Nos utilizasteis traidoramente para derrocar una dictadura española y luego nos impusisteis, aún más traidoramente, una dictadura antiespañola». Miserables, miserables.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es cierto que la historia se repite?
Nota
De acuerdo con lo que Pájaro bobo sabe de sí mismo, no les guarda rencor ni se siente movido por deseos de venganza, pero le va a resultar muy difícil olvidar que eso lo hicieron premeditada y deliberadamente para destruir España.

La guerra de las banderas y el Sanedrín catalán

A Francesc de Carreras, «el Enterao»

Mientras en el Norte los descendientes de los gudaris se preparan para la guerra contra la bandera española, ya desalojada de los edificios públicos, dentro de una campaña que combina el terror ciudadano con la ocupación física, en corto y en directo, de las instituciones oficiales, parece ser que aquí se ha reunido el Sanedrín catalán para estudiar el asunto y la táctica o tácticas a adoptar. El plan estratégico sigue siendo el mismo de siempre, con la independencia como meta última e irrenunciable, una independencia o supraindependencia financiada con dinero español por el gobierno español y protegida por los vascones como avanzadilla. En esta última reunión extraordinaria y urgente del Sanedrín catalán, Jordi Pujol ben Gurion,en su condición de máxima autoridad político-religiosa y patriarca de las cien familias de la Barcelona más burguesa y catalana, pontificó: «Aquí, en Cataluña, de momento no habrá guerra de las banderas. Que disparen y maten ellos. Ese no es nuestro estilo. Nosotros seguiremos haciendo la puta i la Ramoneta».
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿saben los españoles de aquende y allende el Ebro que en Cataluña hay un Sanedrín con sus familias y sus sectas, no partidos políticos?

La dictadura catalana y la España plural


Al Tribunal Supremo, al Tribunal Constitucional

Vidal-Quadras, con un criterio claro al servicio de una idea clara de España, estuvo a punto de romper la dictadura monocatalanista. Aún no conocemos el importe total del precio que Aznar tuvo que pagar a Pujol ben Gurion, traidor e intrigante de por vida, por su apoyo al gobierno, un apoyo que, a decir verdad, de poco le sirvió, pero sabemos que la partida más importante de la transacción fue sin duda  la cabeza política de Vidal-Quadras. Sabemos asimismo que, defenestrado Vidal-Quadras, se reinstauró en Cataluña la dictadura monocatalanista. Eso supuso la opresión de más de la mitad de su población — algo así como cuatro millones doscientas mil personas de lengua y sentimiento españoles—, que fue despojada de todos sus derechos constitucionales menos uno: el derecho de voto. Es posible que ahí se torciera para siempre y de forma fatal el curso de la futura historia de España.
Desde entonces, todo el que vota en Cataluña vota separatista, sólo separatista, necesariamente separatista. ¿Qué hace y dice el Tribunal Constitucional? ¿Qué hace y dice el Tribunal Supremo? Eso, señores magistrados, es, a todas luces, un delito, una cadena de delitos que invalida toda la actividad de las instituciones públicas catalanas. ¿Cabe mayor ignominia?
Sí, cabe mayor ignomina. Ahora esos mismos que han implantado una dictadura en Cataluña, eliminando de sus instituciones todo lo español y sometiendo a la comunidad española a una opresión inadmisible, piden, reclaman y hasta exigen una España plural y el reconocimiento de Cataluña como nación. Miserables, miserables.
Preguntas ingenuas e intempestivas: ¿dime, Joan Saura, a qué extremos puede llegar tu indignidad? ¿No basta con decirte: avergüénzate de haber nacido?

El Sanedrín catalán: dos momentos en la vida del ciudadano Albert Rivera

En un primer momento de su actividad política, el ciudadano Albert Rivera conoció el éxito. Acompañado de dos de sus conmilitones, entró como triunfador en el Parlamento de Cataluña, parqué hasta entonces reservado rigurosamente a los brokers (léase tahúres) de la llamada clase política. En ese mismo momento, la más alta instancia político-religiosa del país, conocida con el nombre de Sanedrín catalán y alojada en una estancia no muy distante de ese mismo Parlamento, firmó su sentencia de muerte. Inmeditamente, la casa del joven ciudadano fue invadida por ratas de todos los tamaños, todos los colores y todas las procedencias. Consigna: «Acabar con él a toda costa y cuanto antes. Argumento: «No podemos consentir que se repita la historia de Vidal-Quadras». Razón de Estado: «Es necesario que muera un hombre para que viva un pueblo».
Dos preguntas ingenuas e intempestivas: ¿conseguirá el Sanedrín catalán, con la preciada ayuda de las ratas de su clavegaram (alcantarillado) político, destrozar al joven ciudadano Albert Rivera y de ese modo aniquilar todo intento de libertad democrática en el suelo y el subsuelo de Cataluña, y, en caso afirmativo, hasta cuándo?

Una Rosa que ara y arrasa

Un columnista acreditado, no quintacolumnista, de ABC comenta hoy, miércoles, la labor, más bien faena, de Rosa Regàs, directora de la Biblioteca Nacional. Pájaro bobo considera que, a estas alturas de la película democrático-constitucional, los españoles de la Meseta deberían (no debieran) saber que una separatista catalana está ahí, en los Madriles, para lo que está, no para lo que debería (no debiera). Y está ahí para realizar trabajos sucios/traiciones/sabotajes como, por ejemplo, suprimir nombres españoles y eliminar estatuas de españoles ilustres donde sea, cuando sea y como sea. Eso es lo mínimo que una separatista de tomo y lomo (de libro) puede/debe hacer para justificar su estancia/misión en la capital del Estado opresor. Y eso es lo que la subsodicha ha venido haciendo o, al menos, intentando hacer, aun a sabiendas de que estaba bajo sospecha y vigilancia permanentes. De todos modos, cuando le llegue la carta de despido, la interfecta podrá declarar ante el Sanedrín catalán: «Aré lo que pude».
Dos pregunta ingenuas e intempestivas
¿Qué ha arado y arrasado realmente la Rosa del país vecino en el curso de su misión con traiciones y sabotajes por encargo?
¿Se habrá hecho merecedora de la medalla de Sant Jordi?

Por qué no debe desaparecer el Partido de los Ciudadanos

Solución en la próxima entrada. Ahora me voy a dormir.

Por qué no debe desaparecer el Partido de los Ciudadanos (I)

A Joan García, joven, sensato e inteligente

Destejiendo
el capullo y/o pelando la cebolla
El problema en sí (das Problem an sich): crónica diacrónica sincrónica
Cataluña, línea divisoria y frontera
La guerra civil como referente ideológico, ahistórico
La astuta ignorancia de Rodríguez Zapatero o la sonrisa del raposo
Intelectuales: conciencia y autoconciencia; la personalidad como escoria y mariposeo
Vidal-Quadras, referente indestructible y kilómetro cero
La generación de la Constitución y la constitución de una generación
El Partido de los Ciudadanos: un partido para un problema y un problema para un partido
El separatismo: ¿problema insoluble? Ejemplos y sugerencias
El separatismo catalán: fraude semántico y fraude sociohistórico
Alma escindida, alma desdichada (en honor a Hegel)
El futuro como realidad virtual
Cómo curar la deslealtad
Revisión y prospección

Después de meditar largamente sobre el problema de España en los últimos meandros de su historia y consultar a su amigo Zara(tustra), visionario como él pero bastante más loco que él, Pájaro bobo, atormentado por frecuentes crisis de flujo hemático y fluido eléctrico, y precisamente por eso sabedor agradecido de que la luz no tardará en apagarse definitivamente, ha decidido elaborar algo parecido a un guión o copione para ir destejiendo el capullo o, si se prefiere, pelando la cebolla de nuestra vida colectiva con sus trifulcas, sus traiciones y sus estafas mientras tenga tiempo y voluntad. De momento, voluntad no le falta; por lo tanto, tiempo al tiempo.
Si vivir es necesariamente hacer, todo estudio es, también necesariamente, deshacer. Y quien dice deshacer dice asimismo destejer o pelar. Cambio obligado de perspectiva y, por eso mismo, estudio y conocimiento obligadamente deformados y deformes: se vive hacia adelante pero se estudia y se aprende hacia atrás, ¡por reflexión! Nevertheless, la historia es una vida hecha de infinitas vidas y, gracias al presente histórico, descrita como el hacer actual y real de un leviatán llamado Humanidad. No hay Humanidad sin historia y no hay historia sin Humanidad. Ahí estamos. Somos lo que fuimos y, de acuerdo con la misma ley, seremos lo que somos (naturalmente, a partir del momento en el que lo que somos pase a ser lo que fuimos). Siempre vagando, siempre divagando…
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es cierto que la lealtad se compra y la deslealtad se paga?

El diario ABC y el Estatuto de Cataluña

 
Después de leer y releer, ayer viernes, el artículo «Otro año perdido con el Estatuto» en la página 2 del diario ABC, Pájaro bobo se entristece meditando en ideas como «el Estatuto [catalán] no era necesario» y en formas gramaticales como «Zapatero no tiene ningún interés por hacer guiños hacia los nacionalistas», máxime habida cuenta que, por estar donde está y no llevar el nombre de su autor, le parece lícito pensar que se trata de un editorial. Pero si Pájaro bobo se entristece con la lectura de esa y otras ideas similares, de esas y otras formas gramaticales del mismo cuño, es sobre todo porque cree adivinar de qué cabeza ha salido tan eximia creación, creación que viene a inscribirse en la línea de toda una serie de escritos con el mismo marchamo. A él le parece impropio e incluso indigno de ABC decir en un texto capital que el mencionado Estatuto no era necesario, tanto más cuanto que a continuación se hace constar que el documento estatutario sometido a examen «apunta hacia una soberanía más o menos compartida». Sospechoso, muy sospechoso; triste, tristísimo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿quién es el autor y responsable de los artículos que definen la línea editorial de ABC, diario de todos los españoles?
Con la venia
Pájaro bobo considera que la acumulación de negaciones es más propia del catalán (y sus variantes) que del español. Al decir esto, no apunta hacia los nacionalistas sino a alguien con vocación de polígrafo; como siempre, ahora tiene interés en hacer guiños al tendido que exhibe la bandera española.

De agentes dobles

Preguntas ni ingenuas ni intempestivas sin esperanza de respuesta
¿Y si Valentí Puig, agente doble conocido en este minifundio virtual como el Golafre de las Pitiusas, decidiera cambiar de táctica y/o de estrategia y por una de esas cosas raras de la vida empezara a escribir lo que piensa tal como lo piensa y de manera que se le entienda?
¿Le dejaría en su parcela la dirección del diario ABC?
Mientras tanto,
¿por qué un separatista de tomo y lomo guarrea a diario, o casi a diario, las páginas del diario ABC y un español no puede escribir en La Vanguardia, «avantguarda» del separatismo catalán en todas sus formas?
¿Por qué lo suyo tiene que ser sólo de ellos y por qué lo nuestro tiene que ser sólo de todos?

Clavo y anclaje: la Regàs y el Coscubiela

Si la tal Rosa Regàs es, además de un cuerpo extraño, un clavo hundido en el corazón de España por su deshonrosa condición de contradirectora de la Biblioteca Nacional (¡de España!), Joan Coscubiela es un hondo y nefasto punto de anclaje del separatismo funcionarial en el ámbito de los sindicatos. Servil subalterno del Sanedrín catalán, Coscubiela ha conseguido desnaturalizar y por lo tanto desespañolizar todo el ámbito obrero que se extiende desde el Partido de los Pseudosocialistas de Cataluña e Izquierda Desunida hasta las casas regionales, pasando por las zonas controladas —sólo nominalmente y/o de cintura para abajo— por los Gorbachos, los Bustos y compañía y pertenecientes a las zonas suburbiales de la gran metrópoli barcelonesa. Eso es trabajo de zapa y lo demás son demagogias. Un colectivo en el que el noventa y nueve por ciento de los operantes es de lengua y sentimiento españoles controlado y dominado por un insecto con cabeza y boca de insectívoro. No es ni infundio ni calumnia pensar y decir que esa rosa que no es una rosa se alegra de que en España se lea cada vez menos. Se alegra y, afortunamente, lo dice. En algo debe notarse su paso por la Biblioteca Nacional del Estado opresor. También se nota, y mucho, el paso del tal Coscubiela por los sindicatos y el peso de su trabajo al servicio del Sanedrín catalán. En enhorabuena y, cuanto antes, buen viaje.
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Figurará un día en la biografía de Rosa Regàs elaborada y financiada por la Generalidad con dinero de los españoles un comentario que diga, por ejemplo, «desde su cargo al frente de la Biblioteca Nacional del país opresor consiguió que en él se leyera considerablemente menos»?
¿Es lícito, democrático y en definitiva justo que los obreros españoles de Cataluña, región española al fin y al cabo, tengan como jefe un funcionario, agente y confidente del Sanadrín catalán, ente antiobrero y antiespañol?
¿Qué criterios se siguen en el nombramiento de personas para ocupar cargos dependientes de la Administración del Estado?

Razón ética del insulto y la blasfemia

En una situación aceptablemente democrática en la que todos y cada uno de los ciudadanos disponen de medios legales y mínimamente equitativos para expresar sus opiniones de manera racional no parece que sea ni necesario ni aceptable insultar y blasfemar. En cambio, en una situación de dictadura encubierta como, por ejemplo, la existente ahora en Cataluña, se explica e incluso puede llegar a justificarse en cierta medida que alguien decida hacer uso de esos recursos, habida cuenta que, en última instancia, éste viene determinado por un estado de indefensión e impotencia. Entre la actitud sumisa de callarse e ir acumulando rencor en el alma y la de vomitar insultos y blasfemias, Pájaro opta por la segunda, pues la considera menos mala y, en contra de las apariencias, más ética. En definitiva es una manera de romper la coartada de los sustentadores de la dictadura, que son quienes realmente están en pecado mortal incluso en términos puramente cismundanos, aunque se apresuren a señalar al pecador público para conseguir tanto su estigmatización social como la justificación y, a ser posible, la perpetuación de un régimen esencialmente injusto por deliberadamente malvado.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿No es la irracionalidad una forma racional de luchar, al menos en determinadas situaciones, contra la perfidia y la injusticia asentada en la perfidia?
¿Es justo conceder a los sustentadores de estados de injusticia la seguridad de que no hay modo de hacer saltar por los aires esos estados, habida cuenta que ellos controlan todos los medios formalmente lícitos y legales?

El camino de la independencia: caos y malversación de fondos

Desde los tiempos históricos de las grandes revoluciones sabemos que promover el caos es uno de los metodos preferidos por quienes aspiran a subvertir el orden político-social existente. La fórmula es: cuanto peor, mejor. El objetivo inmediato es sumir a la sociedad en el caos y culpar tanto de ese caos como de todos los demás males a los opresores. El mensaje es: «Cuando nosotros lleguemos al poder, esto será un paraíso». De paso, con ello se justificaban todas las malversaciones de fondos públicos y no públicos que cometían los presuntos salvadores de la sociedad. Justamente ahí estamos. Ahora, en Cataluña está en marcha un proyecto secesionista que utiliza con habilidad y perfidia esos y otros muchos métodos igualmente ilícitos. El Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, el gobierno de España y el conjunto de los españoles deben saber que la independencia de Cataluña se está financiando con el dinero de la nación y en contra de la nación.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿no es eso, entre otras muchas cosas no menos graves, una flagrante malversación de fondos?

La guerra secreta de Maragall

Respuesto del último soponcio, Pasqual Maragall ha empezado a merodear sospechosamente por el ringside político, y, a pesar de toda su pachorra y su modorra consuetudinarias, se diría que está a la que salta. El hombre tiene dos dèries u obsesiones/manías: acabar con Montilla, el homúnculo utilizado por el tal Zapatero para desposeerle del cargo de presidente de la Generalidad de los catalanes y luchar—léase intrigar— por la independencia de Cataluña de acuerdo con el proyecto confederal y la soberanía compartida, que después será partida y repartida. Como puede verse, el angelito está nuevamente en forma. ¿Y Zapatero? ¿No se la tiene jurada?  Pues claro que sí, pero eso va para largo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuál será la próxima gran traición de Maragall?

Las cerezas del enterrador popular

Tras la marcha de Piqué, el hombre picado por la lacra de la deslealtad, Sirera, irresponsable responsable del Partido Impopular de Cataluña, insiste ahora en que éste se desgaje del árbol español y siga los pasos, y la traición, de los pseudosocialistas maragalleanos. Para ese viaje no se necesitaban ni alforjas ni cerezas. El tal Sirera (por cirera = cereza) ha cogido el testigo con ilusión y todo parece indicar que está decidido a acabar con los restos de su formación política.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuando Piqué cedió el testigo a Sirera le cedió también el cargo/encargo de enterrador?

Primero la titularidad; la gestión que espere


A Valentí Puig, politólogo y corresponsal de Catalunya en los Madriles

El primer objetivo de las eminencias integrantes del Sanedrín catalán es apoderarse de la titularidad de las competencias transferidas y por transferir, no hacerse cargo de su gestión. La consigna es: hay que tener cuanto antes la titularidad total y exclusiva de todas las instancias, instituciones y actividades que corresponden a una nación-Estado y, a partir de ahí, ir asumiendo su gestión de acuerdo con un programa que permita dejar en manos del Estado partero/nodriza, mientras convenga y sea posible, la gestión de las competencias más gravosas y menos representativas en términos de soberanía. Todo eso lo aprendieron dichas eminencias en Israel, mucho antes de que el sonámbulo Pasqual Maragall, presidente de Catalunya, y el carallot Carod, ministro de Asuntos Exteriores, estuvieran allí en viaje de turismo pasionario. Pájaro bobo se malicia que, además, el mencionado Valentí Puig les habrá impartido alguna lección teórico-solipsista sobre abstracciones, transacciones y traiciones.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es cierto que los integrantes del Sanedrín catalán saben cómo se llaman y para qué sirven las competencias que reclaman, pero no cómo funcionan los servicios respectivos?

Asesinato político en dos tiempos

Sit tibi terra levis

A medida que va recogiendo datos y recomponiendo el crimen con una perspectiva más amplia en el tiempo y el espacio, Pájaro bobo aprecia con creciente nitidez que el tal Josep Piqué abandonó la escena política cuando consideró que había realizado su faena —dejar al Partido Popular de Cataluña en estado de coma irreversible—, de modo que no fuera él sino un subalterno suyo, confabulado y anónimo, quien certificara la defunción —por causas naturales— y, acto seguido, procediera al entierro. De acuerdo con las previsiones de asesinos, cómplices y albaceas, los restos mortales del extinto deberán descansar por siempre y para siempre en un nicho de la familia Convergent, miembro destacado del Sanedrín catalán.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿debemos pensar que con la operación Piqué y la ocupación del último reducto español en Cataluña van a imponerse fatalmente el frente nacionalista y la dictadura monocatalanista o que, para bien de opresores y oprimidos, habrá llegado la hora del Partido de los Ciudadanos?

O lo uno o lo otro: de Sören Kierkegaard a Francesc de Carreras

Al angustiado autor de El concepto de la angustia

El filósofo y teólogo Sören Kierkegaard es conocido sobre todo por su angustia existencial, tema de su obra capital, publicada bajo el seudónimo de Vigilius Aufniensis a mediados del siglo XIX en Copenhague. A esa misma preocupación responde una obra suya, mucho menos conocida, titulada en español O lo uno o lo otro (en alemán, Entweder oder). En ella, el ensimismado pensador danés, con minusvalías físicas similares a las de Immanuel Kant, distingue dos estados de un mismo ser y los contrapone en función de su experiencia vital: el ser estético y el ser ético. Ahí estamos.
Pájaro bobo acepta que Francesc de Cararreras sea catedrático de Derecho constitucional y escriba lo que escribe y como escribe. Y lo acepta, entre otras razones, porque el padre Hegel le enseñó, cuando él, pájaro bobo, aún penaba y purgaba en su edad estética, que lo real es racional y lo racional es real. Aun así…
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Se puede ser catedrático de Derecho constitucional y desconocer la lógica del lenguaje humano?
¿Se puede pertenecer a un establishment político (léase rovell de l'ou) inmoral, sí, inmoral, antidemocrático, opresor y por ende anticonstitucional, y, al mismo tiempo, militar en un partido político que denuncia y condena los vicios de ese establishment y los abusos de sus beneficiarios?
¿Y si el tal Carreras está ahí, en ese partido, precisamente para impedir que los Ciudadanos se subleven y se solivianten?

Aclaración: a cada uno lo suyo

Es lo que Pájaro bobo dice a sus opresores siempre que puede y le dejan: «Vosotros me oprimís, yo os pongo el nombre». ¡Qué menos!
«¿Es que acaso pretendéis que os llame como vosotros queréis? ¿Es que acaso debo llamaros lo que no sois para que sigáis siendo lo que sois?

Croniquilla histórica de Cataluña: el primer hombre, el segundo hombre, el tercer hombre

De acuerdo con la croniquilla histórica de Cataluña escrita por Pájaro bobo, el primer hombre fue Pasqual Maragall, que consiguió desgajar del árbol del PSOE la rama catalana y quedarse con los votos de los trabajadores españoles de esta Comunidad, más que autónoma, con dos comunidades sociopolíticas. Ahora el partido de los pseudosocialistas catalanes actúa por su cuenta y, cuando le conviene o viene en gana, mete en apuros e incluso chantajea a su padre político-biológico con el apoyo de la charnegada. Toda una proeza de perfidia y todo un modelo a imitar. Y así ha sido. El segundo hombre, de no menos nefasta e infausta memoria, responde al nombre de Josep Piqué. Siguiendo conceptualmente la línea táctico-estratégica maragalleana, el tal Piqué maquinó la disolución del Partido Popular de Cataluña, arrebatándole sus componentes y sus referentes hispánicos, para que, tan pronto como él abandonara la escena del crimen, un homúnculo de su confianza lo llevara, ya desnaturalizado y exangüe, al predio de la familia Convergente. Y en esas están asesinos, cómplices y albaceas. Según la mencionada croniquilla, el tercer hombre se llama Francesc de Carreras. Su misión consiste no sólo en acabar cuanto antes con los elementos más resistentes y cándidos del humilde y muy democrático Partido de los Ciudadanos sino también y sobre todo en extirpar de cuajo y para siempre todo atisbo —sea germen o cepa— de cuño vidal-quadrista en tierras catalanas. Así, gracias a la acción de estos tres prohombres —uno a la izquierda, otro a la derecha y otro en el centro— se cerrará de una vez el cerco de la dictadura monocalanista para un futuro inmediato y previsible. Al menos, eso es lo que pretende el Sanedrín catalán. Y así consta en sus actas.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿y qué es el Sanedrín catalán?

El Menesteroso, mano izquierda de la Providencia

Como mensajero del cielo, el Menesteroso —camisa a la remanguillé y paso ligero de legionario— acude cada día, incluidas las fiestas de guardar, al jardín de infancia donde viven y retozan los gatitos de la Casa misteriosa. Pájaro bobo /le/lo observa por el ojo de buey de su búnker de pladur, situado a cuatro tiros de piedra de la Barceloneta y a otros tantos del mar de la Sargantana, colonia que fue de fenicios y, antes, predio de iberos ilergetas. El Menesteroso llega con sus bolsas llenas de condumio, la comidilla del barrio, y lo prepara y distribuye para que los animalitos (también llamados superinos) lo disfruten en paz y armonía. Como en el cielo, aquí no hay broncas. El Menesteroso, algo así como la mano izquierda de la Providencia, les da de comer tres veces al día. Ahora incluso les ha puesto vajilla de acero inoxidable. Ciertamente el hombre vive su misión como un apostolado.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿y si Pájaro bobo hiciera caso a las llamadas de su alma animal y se fuera a pasar una temporada con los superinos para revivir su infancia y reaprender cómo son las noches cabe la pared de un descampao?

Autonomías y futuro de España

En un artículo publicado hoy, sábado, en ABC.es con el título «¿De qué sirven las autonomías?», su autor enumera algunas de las aportaciones más decisivas del sistema autonómico implantado en España contra España y contra los españoles. En realidad, las autonomías han servido, sirven y servirán para muchas cosas. Entre ellas y sobre todo, destruir España, fomentar el enfrentamiento entre españoles, dilapidar una parte considerable de sus recursos económicos y abocar a España, ahora llamada este país, a un futuro que sobrecoge por desolador. En opinión de Pájaro bobo, esos y otros muchos dones del sistema autonómico pueden resumirse en varias fórmulas. Él propone la siguiente: el sistema autonómico es un programa para destruir España y entregar el control de sus territorios y sus habitantes a quienes no se consideran españoles. Triste, tristísimo.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas:
¿Estamos condenados a asistir impotentes a la destrucción de España todos cuantos hemos decidido seguir siendo españoles más allá de regímenes, ideologías y ocultas conjuras oligárquicas?
Habida cuenta que la inmensa mayoría de los habitantes de España se sienten españoles, ¿es legítimo, lícito y democrático consentir y/o apoyar a un gobierno que consiente, apoya y fomenta la destrucción de España?

De la gauche divine al Partido de los Ciudadanos pasando por Bocaccio (II)

El hombre desnudo y el mimo enmascarado

Nombres aparte, esa misma izquierda reapareció años más tarde, cuando Pujol ben Gurión, secundado por la burguesía de Barcelona y sus conrades —desde monjes y feligreses montserratinos hasta vallesanos urdidores de la lana y el algodón, pasando por filisteos orgánicos en la línea de un Bartasal Porcel—, decidió implantar su «dictadura dels botigers» en la muy europeizada y europeizante Cataluña. Pronto, miembros destacados de la vieja/nueva izquierda, todos ellos librepensadores agnósticos y en su mayoría hispanopensantes e hispanoescribientes, se sintieron preteridos y pusieron el grito en las nubes. Reunidos en tertulias, asambleas y aquelarres a finis, decidieron, primero, crear un partido político y, después, apoyar a alguno ya existente, siempre que fuera realmente antisistema, antiburgués y antibotiger, pero sobre todo siempre que defendiera sus derechos y, muy concretamente, la libertad intelectual. Como el destino había previsto que en Cataluña ya existiera un partido, aún en fase embrionaria, susceptible de responder a esas premisas, los intelectuales contrarios al establishment conocido en estas tierras como el rovell de l'ou, optaron finalmente por la táctica del cangrejo ermitaño: se instalaron olímpicamente en él y lo presentaron en público con todos los honores que merecía el acontecimiento. Para ello eligieron, como token y símbolo, la figura de un muchacho en estado de naturaleza con proporciones físicas más proximas al paradigma de Durero o Leonardo que al de Miguel Ángel. Estamos hablando del joven y muy democrático Partido de los Ciudadanos y su lanzamiento de acuerdo con lo que Pájaro bobo ha bautizado con el seudónimo, ni infame ni infamante, de Happening Boadella.

De la gauche divine al Partido de los Ciudadanos pasando por Bocaccio (I)

Quatre Gats

En España, queremos decir en Madrid y Barcelona, el intelectual auténtico, el intelectual que quería ser conocido y reconocido como tal, no como fuerza de trabajo esclavizada y puesta al servicio del sistema de producción/explotación capitalista, tuvo siempre el bar-café de velador parisino, picassiano y cubista como fonda y caverna platónica; el bar-café le proporcionaba los recursos imprescindibles o mínimamente necesarios para vivir y sobrevivir en medio de una sociedad irremediable e impúdicamente sumisa e inculta: tertulia y partida de mus de las tres de la tarde a las tres de la mañana, hora de barrenderos y puticlistas de acera, pero sobre todo un escenario y un escaparate para sus actuaciones, amén de copistas, admiradores pasmaos y víctimas agradecidas de sus sablazos. El zaratustra de las Ramblas y el Barrio chino, lo mismo que el del Rastro y sus aledaños, era indefectiblemente de izquierdas. Gracias a su prosodia de rapsoda, siempre tieso y jalamío, declamaba, recitaba y pontificaba desde la distancia y la altura que sólo la autoridad intelectual y moral confiere. Enemigo irreductible del trabajo productivo y la disciplina esclavizante, amén de miembro vitalicio de la gloriosa Hermandad del Tuberculoso pobre, el hombre superhombre español vivía y moría aferrado a la ilusión de cambiar la sociedad mediante la palabra, no con la acción y el esfuerzo.
Cuando, coincidiendo con las primeras y más tenues luces de la Transición, entraron en decadencia los centenarios y otrora ilustres cafés situados Rambla abajo —estamos en la Barcelona de los primeros años setenta del muy historiado siglo XX—, unos cuantos intelectuales de pipa, yerba y cartapacio, arracimados en torno a un gurú tan dado al leisure creativo y tan poco severo como Carlos Barral, siempre con el mismo ejemplar de le Monde diplomatique desplegado y visible, decidieron buscar nuevo y mejor acomodo en algún local, fuera pub, puticlub o discothèque, de la parte alta de la ciudad para seguir escenificando allí sus tertulias al amor de la priba, el chute y el trago, el trago y el chute. Así fue como el prestigioso y lamentablemente interfecto poeta, escritor y editor de espiritualizado esqueleto y creativo cacumen fue a parar a Bocaccio. Había muerto la izquierda cutre o cutricélida y había nacido la gauche divine, a la que, desde entonces y sólo de Perpiñán y Andorra para abajo, Pájaro bobo prefiere llamar izquierda exquisita o izquierda de armiño.

Maragall, siempre fiel a la traición

Días pasados, en esta pagina, Pájaro bobo, español irreductible e irredento en tierra de fenicios, se preguntaba en voz alta cuál sería la próxima traición de Maragall. Ahí está. Los pseudosocialistas de Cataluña, cumpliendo órdenes superiores, han decidido plantar cara y jeta a Zapatero. Éste, que no se queda corto en asuntos de traiciones, seguro que les va a endilgar una de padre y muy señor nuestro. En este caso tiene a su favor, además de los Ibarras y los Bonos, a buena parte de los españoles. Mientras tanto…
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Y si la charnegada del Baix Llobregat se solivianta y el sonámbulo y funámbulo Maragall, políticamente interfecto, se queda finalmente solo, con sus muchas miserias al descubierto?
¿Cuál será la decisión del Sanedrín catalán si tiene que decidir sobre el destino último de este siempre imprevisible y siempre incómodo hijo de la burguesía barcelonesa?

El abc: lógica, lenguaje y lengua

A Pájaro bobo se le antoja que, antes de ponernos a escribir, los españoles deberíamos estudiar y aprender lógica general, lógica del lenguaje y lógica de la lengua. Entonces, cuando, por ejemplo, un catedrático de historia escribiera sobre historia no separaría el sujeto del verbo, que, salvando las distancias, es como separar al guerrero del acto y/o acción de guerrerar. Aun así, él está convencido de que un politólogo tan ducho y bregado como Valentí Puig seguiría amontonando palabras en sus puzzles idióticos, pues el suyo es un caso, decididamente patológico, de perfidia contumaz: su pretendida y maliciosamente administrada erudición le permite elaborar camuflajes y más camuflajes para sus pensamientos y, al mismo tiempo, comparecer ante los lectores de ABC como un pájaro de rico plumaje y muy alto vuelto.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿descubrirán algún día el fraude los lectores del diario ABC?

De la gauche divine al Partido de los Ciudadanos pasando por Bocaccio (lll)

Los sirgadores de Sant Gervasi y la derrota de la nave de los ciudadanos

Tras la presentación de la nueva formación política con múltiples escritos y actos de adhesión integrados en el Happening Boadella, muchos de los intelectuales comprometidos con la causa decidieron volver a sus clases, sus conferencias y sus colaboraciones periódicas y periodísticas; y, claro está, también a sus tertulias, intrigas e incruentas conjuras. Posiblemente el último acto colectivo de tan grises eminencias consistió en arrastrar la nave de los Ciudadanos, a golpe de sirga, desde la parte alta y más burguesa de la ciudad de los Condes —proeza por la que Pájaro bobo les regaló el sobrenombre de sirgadores de Sant Gervasi— hasta la Barceloneta, viejo barrio de pescadores, donde, una vez botada y rebotada, iba a iniciar su azarosa y a la vez prometedora derrota en aguas de lo que lo que hoy es una ciénaga y ayer fue mar y piélago de la Sargantana.
A juicio de Pájaro bobo, siempre atento a la fauna de la jungla de asfalto y su constante atisbar, hurtar y merodear, uno de los más atípicos y, por eso mismo, más representivos especímenes del colectivo conocido como los sirgadores de Sant Gervasi es Iván Tubau. Toda vez que él gusta de comparecer ante colegas y acólitos como periodista, escritor y profesor universitario, sin olvidar su vis de animador cultural, Pájaro bobo, nada más verlo y observarlo, oírlo y escucharlo, se dijo a sí mismo: he ahí un ácrata solipsista, narcisista y exhibicionista. Para Iván Tubau sólo existe Ivan Tubau; lo demás (¿los demás?) son sombras. Pero ahora considera obligado añadir que su patología, si es que lo suyo constituye propiamente una patología en nuestra jungla, no es peligrosa para el ser humano, pues al subsodicho no le va la guerra, tanto menos cuanto que en ella hay que matar y, para colmo, no hay espectadores. En cualquier caso, IvánTubau tiene chispa, chispa e ingenio, al menos con la pluma. ¿Sólo con la pluma?
A decir verdad, algunos intelectuales decidieron permanecer a bordo para colaborar en la gobernabilidad o ingobernabilidad de la nave y su tripulación. Quien se situó a la izquierda, de donde provenía, quien a la derecha, adonde no quería volver, quien en el centro, que siempre fue plaza de todos y feudo de nadie. En apariencia, colaboradores y saboteadores convivieron civilizadamente durante algún tiempo, hasta que, como no podía ser por menos, surgieron las disensiones, los zarandeos y los enfrentamientos. En el curso de una noche de Walpurgis sin historia, la nave de los Ciudadanos se vio sumida en el caos como por arte de magia negra, mientras las baterías de los pancatalanistas, apostadas en la costa, la sometían a un implacable fuego cruzado con metralla de toda índole y variado calibre. Afortunadamente, el joven capitán y moderno Ulises, de nombre Albert Rivera, aferrado al palo mayor y protegido por el núcleo más fiel y responsable de la tripulación, resistió ataques y traiciones e hizo oídos sordos a los cantos de sirena difundidos por la megafonía enemiga. Y ahí sigue. El hecho de que tenga como asesor y presunto ideólogo a un catedrático que se declara hijo de la izquierda, siendo como es miembro y beneficiario del establishment local y localista conocido como el rovell de l'ou, probablemente pasará a la historia como un malson (pesadilla) o como una anécdota, pues el referente más perdurable, noble y leal de todos los ciudadanos de Cataluña que, a izquierda y derecha, abogan por una sociedad abierta y se oponen a la dictadura dels botigers y sus prácticas es Vidal-Quadras, bestia negra por excelencia, sí, por su excelencia, en el imaginario de Pujol ben Gurión.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirá el Sanedrín catalán torcer el curso de la historia y evitar lo inevitable sólo con tergiversar la realidad y cambiar a su capricho el nombre de las personas y las cosas?

ABC, mi casa

Cuando leer es llorar

Pájaro bobo entra a diario en ABC, que, según él, es su casa/mi casa. Instintivamente busca la Tercera, que es la primera y, en ocasiones, la única. Escaparate ideológico, nunca ideal, del matutino madrileño y diario de todos los españoles, la Tercera recoge y reproduce a su manera la línea política, social y cultural de la derecha española, meseta arriba, meseta abajo. Escaparate y, por lo tanto, espejo y retrato, la Tercera de ABC permite saber, ver y comprobar cómo son y cómo piensan no sólo los lectores tradicionales y tradicionalistas del diario sino también, al menos en cierto modo, los españoles en general. Pájaro bobo llora y lamenta: los españoles siguen aferrados a una cultura anacrónicamente endogámica y, lo que es más lacerante, siguen sin conocer su lengua.
En opinión de Pájaro bobo, una coma mal puesta puede ser una blasfemia merecedora de un suspenso en secundaria, dicho sea a modo de pista.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué puede hacerse para que los españoles, empezando por algunos invitados del diario ABC, aprendan a escribir correctamente su lengua?

Enigmas del eterno retorno

Noche de locos

Pájaro bobo dice que se lo soltó a voz en grito Zaratustra una noche que pasaron juntos en vigilia, hace ya algunos años, en el Harz, cuando el macizo montañoso aún constituía el corazón de la Teutonia más sólida y más profunda.
De pronto, Zara, el más loco y también el más clarividente de los dos, se puso en pie, se elevó en el aire y declamó mirando a la estrella en la que decía residir y residía:
«No es fácil vivir a perpetuidad íntegra y exclusivamente cabeza adentro o, al menos, de cintura para arriba y renunciar a lo que uno debe renunciar para no renunciar a lo que uno quiere no renunciar. En otras palabras: no es fácil renunciar total o parcialmente a la animalidad en cuanto que esa animalidad es la acémila de nuestra no animalidad. Sí, el cuerpo es acémila o animal de carga y descarga de nuestra mente y nuestro espíritu. Lo han dicho insistentemente, con resignada convicción, los santos más pecadores y más santos».
Acto seguido se volvió a su comensal, discípulo y oyente y, tras un súbito cambio de voz y entonación, le confió a modo de secreto y profecía: «Llegará un día en el que el Ser superser ideado, concebido y alumbrado por el ser humano será capaz de imaginar (einbilden, sich einbilden) y modelar (gestalten) con su mente fractales y clones virtuales-reales (mummies-dummies) y así ver y comprobar, además del que es en su vida actual, el que fue en sus vidas anteriores y el que será en sus vidas posteriores. Sí, llegará un día en el que Zaratustra podrá contemplar a un mismo tiempo y en el orden correcto todos los Zaratustra que ha sido, el Zaratustra que es y todos los Zaratustra que será, en el bien entendido que el ser, todo ser, por ser el que es y ser necesariamente único y siempre y sólo el mismo, ni tiene ni puede tener plural. Sólo la vida es plural, necesariamente plural, siempre y sólo plural. En realidad, toda vida está hecha de incontables vidas, mientras que el ser, en cuanto tal, permanece idéntico en sí mismo y a sí mismo. Ahí radica tanto la singularidad del ser como la pluralidad de sus vidas».
Cuando Zaratustra terminó de formular su doctrina y hasta entonces secreta profecía, Pájaro bobo le pidió respetuosamente la palabra para preguntarle: «Dime, meritísimo maestro, nunca emérito, de este atormentado, insumiso y leal demente, ¿es cierto que la nada constituye el punto de partida y el punto de llegada de cada uno de los ciclos que conforman el curso-recurso del eterno retorno y es igualmente cierto que la nada es ese agujero negro —a decir verdad, el único agujero negro posible y existente— en el que no se puede entrar y del que no se puede salir con los medios de la mente humana?»
Se hizo silencio y Zaratustra no contestó. Aún hoy, Pájaro bobo está convencido de que el maestro sigue dando vueltas en su cabeza a tan insondable enigma, incapaz de hallarle respuesta o salida.

Historias de la puta guerra

Vanguardia, retaguardia y rovell de l'ou

En La Vanguardia de hoy, viernes de dolores y atentados, Alfredo Abián, su director adjunto y por lo tanto subalterno, comenta la actitud de los vascos, de algunos vascos, en la guerra civil. A Pájaro bobo, su texto, un gazpacho a duras penas comestible, digerible y aprovechable, le ha provocado vómitos. En cualquier caso, no parece ni inteligente ni leal tratar ese hecho, gozne de la historia de todos los españoles en el siglo XX, en el espacio de unas pocas líneas y aprovechar la ocasión para dejar caer furtivamente, en este caso a la manera púnica, unas cuantas granadas de mano. Todo un alarde de irresponsabilidad y mala fe. Después de leerlo y estudiarlo, Pájaro bobo ha llegado a la conclusión de que el mencionado subalterno y ahora quintacolumnista ha venido a decir que tanto los separatistas de allí arriba como los de aquí, a orillas del mar o ciénaga de la Sargantana, estaban entonces y están ahora en contra de España. Para eso no necesitaba tamaño camuflaje. Acaso le convenga saber que, como en las Vascongadas, aquí todos nos conocemos. Y de la misma manera que unos saben quiénes son los enemigos de Cataluña a los que hay que marginar y, en caso necesario, eliminar, marginados y eliminandos saben quiénes son los beneficiarios del rico y sabroso rovell de l'ou, sea como miembros o como voceros.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿a qué se debe que los opresores sigan teniendo miedo de los oprimidos?

El Sanedrín catalán

Israel, pueblo elegido, como referente y modelo

Mientras prepara un texto sobre el Sanedrín catalán y sus relaciones con el establishment burgués, oligárquico-plutocrático, conocido como el rovell de l'ou en las tierras bañadas a levante-poniente por el mar-ciénaga de la Sargantana, Pájaro bobo lanza la pregunta: ¿qué es el Sanedrín catalán?

Cataluña: independencia a la carta

Habla el carallot Carod

En La Vanguardia barcelonesa, órgano oficial/oficioso del Sanedrín catalán, además de cartelera y tablón de anuncios del separatismo en todas sus formas, el carallot o botarate Carod, en funciones de vocero, ha dado a conocer hoy, domingo, el timing de la carrera del país de la Sargantana en pos de la independencia; se trata de una independencia a la carta, pues, según el mencionado vocero, los catalanes podrán elegir entre un país confederado con España o una nación-Estado totalmente independiente. Evidentemente, la elección vendrá determinada siempre por la economía: los independentistas programados y servidos a la carta eligirán la variante más barata, habida cuenta de que siempre podrán empalmar una con otra. Eso es, al menos, lo que piensan ellos. El truco está en que, de todos modos, España financie tanto el tren de cercanías —la confederación— como el tren de alta velocidad y larga distancia —la independencia total—, con el consiguiente si te vi no me acuerdo. Fórmula púnico-fenicia: tú pagas y yo mando.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es el carallot Carod miembro del Sanedrín catalán o sólo su liebre y su vocero?

Memoria de un hijo de la guerra

Ni falsa buena conciencia ni falsa mala conciencia

Con dos años perdí a mi padre, Miguel Ibero Alonso, obrero socialista asesinado, con tres compañeros suyos, en la madrugada del 13 de septiembre de 1936, junto a la ermita de Santa Bárbara del Puerto de Béjar, Salamanca. Cuarenta años más tarde tuve que ver cómo los separatistas catalanes utilizaban a los españoles residentes en Cataluña, entre los que me contaba y me cuento, para derrocar la dictadura de Franco, al fin y al cabo una dictadura española, y luego les imponían una dictadura catalanoseparatista y, por lo tanto, antiespañola. Concretamente en Sabadell, elementos catalanistas como Toni Farrés, presuntamente de izquierdas, actuaron como líderes de los obreros de las barriadas que protagonizaron las huelgas, las manifestaciones y, a la postre, el levantamiento general contra el régimen de Franco y, acto seguido, entregaron el poder a la burguesía catalana, a la que de hecho pertenecían, de acuerdo con un plan elaborado previamente. Una vez instaurada la dictadura catalanista, sus beneficiarios trataron de infundir a los disidentes, entre los que me contaba y me cuento, una falsa mala conciencia que debía constituir la base de sustentación y la coartada de su falsa buena conciencia. Y ahí siguen. Imagino que no debe ser fácil encontrar en la historia de España un caso de perfidia colectiva comparable. Miserables, miserables.
Confieso que no me gustaría morir con odio y rencor en el alma, pero aún menos con esa falsa mala conciencia que tratan de inculcarme. No creo que estén ahí mis pecados. En todo caso, mi gran pecado será mantenerme fiel a mis convicciones y gritar ahora y siempre ¡Viva España!

Miguel, berliner Konzertist

Nuestro hijo Miguel, que ya no es nuestro, sigue con sus industrias en Berlín, capital histórica de todas las Alemanias y de aquella ya legendaria Mitteleuropa que en sus mejores tiempos se extendía de aquende el Rhin a alllende el Volga. Hoy esa Mitteleuropa es, gracias a sus ciudades, un palimpsesto inmenso. He aquí las industrias de Miguel.
Primera industria. Trabajo fin de carrera (Telecos) en la Technische Universität. Tema: sensores y encriptadores. El tutor o Betreuer se llama Bernd Agern. La presentación del trabajo está prevista para diciembre. Miguel obtendrá/tendrá una titulación hispano-alemana.
Segunda industria. Conciertos en café-bares y gasolineras. Entrada y pase, gratis. Miguel toca la guitarra y canta en alemán, inglés y/o español. Su nombre artístico es Mani Rodríguez, que, según dice, suena a sudamericano. Al menos, da el pego. Su colega toca la batería y al parecer le pone brío a la cosa. El pasado fin de semana dieron un concierto —así lo llaman ellas y ellos— en un bar del antiguo y viejo Berlín oriental con capacidad para unas cincuenta personas. Pienso en Josef Roth, en sus espeluncas y en sus santos bebedores. El concierto de Miguel y su colega fue todo un éxito. Él no ha estudiado ni solfeo ni música, pero quienes lo conocen y le han oído hablar y musicar dicen que entiende.
Tercera industria. Según nos ha contado —la criatura ya tiene 25 años—, unos cazadores disfrazados de ejecutivos fueron y le contrataron allí, en Alemania. Empezará a trabajar en enero. En lo suyo, que es lo suyo.
Miguel, que estudió informática por su cuenta y riesgo, ha superado con nota las pruebas de programación y ha programado su vida de manera metódica y equilibrada. Es un buen hijo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿continuará Miguel la industria paterna?

El Sanedrín catalán

Lección de historia e historia de una lección

Sabemos concretamente que en tiempos de Jesucristo el Sanedrín era una instancia de carácter político y religioso formada por miembros/representantes de las familias más poderosas y las sectas más influyentes de Israel en los diferentes planos de la vida pública. Situado entre el Imperio romano, potencia ocupante, y el pueblo elegido, el Sanedrín rendía tributo de pleitesía al opresor, al que en el fondo odiaba, y protegía al pueblo hebreo, del que formaba parte y al que a su vez mantenía sojuzgado.
Puede decirse que, como en el Israel bíblico, en la Cataluña actual hay un Sanedrín dominado por miembros de las familias más poderosas y las sectas más influyentes, no una democracia auténtica de corte occidental con partidos políticos que recogen las aspiraciones sociopolíticas de los diferentes sectores de la sociedad. En opinión de Pájaro bobo, acaso la principal diferencia radica en que, mientras el pueblo hebreo constituía una comunidad única, en el caso de Cataluña la sociedad está formada por una comunidad de lengua catalana y una comunidad de lengua española. Y, así, el Sanedrín catalán, que en el fondo sólo representa a todos los efectos a la comunidad de lengua catalana, tiene que defenderla no sólo contra la potencia ocupante y opresora sino también contra la comunidad de lengua y sentimientos españoles, que no comparte sus sentimientos independentistas y, para colmo de las desgracias, es mayoritaria. En lógica democrática, en Cataluña nunca deberían mandar, y mucho menos en exclusiva, los partidos catalanes catalanistas y separatistas.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es imposible terminar con la dictadura y el apartheid a la catalana e instaurar un régimen aceptablemente representativo de la realidad social de esta Comunidad Autónoma y por lo tanto exigiblemente democrático?

El dinero de unos y el trabajo de otros

Reescribamos nuestra realidad

Es fama que los catalanes son trabajadores y que, como Autonomía, Cataluña aporta más de lo que recibe. Lo que no se dice es que en Cataluña hay una comunidad de lengua española, que representa aproximadamente el cincuenta y dos por ciento de la población, y una comunidad de lengua catalana, que equivale al cuarenta y ocho por ciento restante. Tampoco se dice que, siendo minoritaria, la comunidad de lengua catalana copa la totalidad o casi la totalidad de los puestos directivos de la Generalidad y sus incontables delegaciones y subdelgaciones, así como de las grandes entidades financieras y de las grandes empresas, mientras que la presencia de la comunidad de lengua española va de un cinco por ciento escaso en la Administración autonómica, siempre en puestos de cintura para abajo, a un noventa y cinco por ciento en sectores como servicios y construcción. Eso ni se dice ni se hace constar, pero es cierto y por lo tanto debería saberse. Así tal vez terminaríamos con el mito de los que trabajan y los que viven a sus expensas. La realidad es justamente lo contrario.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuándo estarán las dos comunidades sociolingüísticas de Cataluña en plano de igualdad en cuanto a derechos y obligaciones?

Francisco Umbral: el fenómeno Umbral


De la realidad al mito pasando por el café Gijón

Sin apenas saberes, apercibido únicamente con la leve pátina de cultura cafeteril de alguien a quien le van los pasatiempos de leer y escribir, Francisco Umbral ha vivido y ha pernoctado en los cafés madrileños durante cincuenta años como figura singular de la literatura y el periodismo. Puro parasitismo español del siglo XX, trasunto del siglo XIX. Como ni sabía ni entendía de nada, Francisco Umbral podía escribir de todo. En realidad, el tema era para él un pretexto. En realidad, en sus páginas no hay tema o, si se prefiere, el tema es siempre el mismo. Y ese tema es mero pretexto, necesariamente inocuo y superficial, para sus figuras literarias, para sus metáforas. Pájaro bobo está convencido de que Umbral pasará a la historia como el fenómeno Umbral y el fenómeno Umbral se estudiará como un caso sorprendente y decidamente único en la historia de nuestra literatura. El fenómeno Umbral atesora para siempre todo un cúmulo de las metáforas más bellas, audaces y poéticas (creativas) de nuestra lengua escrita. Francisco Umbral ha muerto, nos queda el fenómeno Umbral.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿alguien puede odiar realmente a un creador-portador de belleza?

Rosa Díez como ejemplo

Dignidad y coherencia frente a indignidad e incoherencia

Como ha dicho en varias ocasiones Pájaro bobo, el Partido de los falsos socialistas de Cataluña es uno de los grandes modelos de las traiciones colectivas que se han llevado a cabo en el ámbito de la política española desde antes de la Transición. Y han sido muchas. Lamentablemente, también han sido muchas las que han tenido éxito en su propósito. Eso explica, entre otras cosas, que se haya puesto constantemente en entredicho el ser de España: su esencia y existencia. Estamos ante un partido en el que más del ochenta y cinco por ciento de los miembros son y se sienten españoles y, no obstante, arrastrado por una dirección desleal, forma parte del frente catalanoseparatista y utiliza el voto de sus miembros españoles para hacer política contra ellos como ciudadanos de la Comunidad Autónoma de Cataluña, contra el Partido Socialista en su conjunto y en definitiva contra España misma. Todo un alarde de perfidia difícilmente superable y difícilmente concebible. Pero ahí está. Ahora Rosa Díez tiene que abandonar el Partido Socialista Español porque éste no es ni socialista ni español, sólo partido. Vergüenza para todos, menos para ella. Una española tiene que fundar su propio partido para defender lo que todos los españoles deberíamos defender con dignidad y orgullo. La realidad, racional o irracional, es cruel.
Antes que ella, aquí, en Cataluña, Vidal-Quadras inició una operación para españolizar el Partido Popular. Su llamada cristalizó pronto en un movimiento ciudadano que, traspasando falsas fronteras ideológicas, puso en peligro la dictadura catalanista y la autoridad de su Sanedrín, dirigido entonces y ahora por Pujol ben Gurión. Eliminado Vidal-Quadras, el Partido Popular de Cataluña sufrió la acción destructiva y desleal de Joseph Piqué, que lo dejó al borde de la extinción y la desnaturalización. En el fondo, el Partido de los Ciudadanos es continuador de la obra de Vidal-Quadras. Por eso y por razones de coherencia y lealtad, a juicio de Pájaro bobo la joven formación tendrá que desprenderse, antes o después, de quienes están ahí por encargo del Sanedrín catalán precisamente para que el partido no levante el vuelo y, sobre todo, no tome un rumbo que ponga al descubierto las maldades de la dictadura de los partidos catalanistas. Esa es precisamente la tarea de Francesc de Carreras: una tarea de encubrimiento y defensa del status quo, por un lado, y de freno y desvío, por otro. Al final, todos convergentes. Eso es, al menos, lo que se pretende. Afortunadamente, el Partido de los Ciudadanos es un partido joven formado por gente joven. En cualquier caso hay que tener presente que en estos momentos la defensa de la españolidad de la sociedad catalana adquiere la forma de la defensa de la democracia y de una sociedad abierta.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirán los separatistas catalanes mantener indefinidamente su dictadura minando y destruyendo desde dentro y por dentro todo movimiento ciudadadano y todo partido político que intente denunciar sus delictivas acciones?