Artículos del día 12 de noviembre de 2007

El Partido de los Ciudadanos y la democracia

Para ser real, la democracia tiene que ser, como mínimo, parcialmente formal

Parece lícito afirmar, aunque sea sólo en aras de la simplificación, que, históricamente, los partidos políticos burgueses nacen en las capas superiores de la sociedad y tratan de afirmarse mediante una acción doble: un movimiento horizontal de expansión y un movimiento vertical, de arriba abajo, de penetración. El primero es clasista, el segundo, lógicamente, interclasista. Los partidos de izquierda, nacidos necesariamente en las capas infereriores de esa misma sociedad, actúan de acuerdo con un esquema similar, pero en ellos el movimiento vertical o de penetración es, necesariamente, de abajo arriba. En opinión de Pájaro bobo, si eso es históricamanente cierto, también debe serlo que sólo los partidos de izquierda son democráticos en su origen.
Y hoy, en España, el Partido de los Ciudadanos es el único formado, sustentado e impulsado de abajo arriba, sin contar con una superestructura económica o un complejo de intereses económicos a modo de elemento sustentador.
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿No es lícito afirmar que el Partido de los Ciudadanos es hoy el único partido democrático de España en su origen, en su funcionamiento interno y en su actividad pública?
¿No radica ahí su inferioridad fáctica y política, pero también su superioridad ética y social?
¿No es cierto que en Cataluña el Partido de los Ciudadanos es el único que, libre de lastres e hipotecas, se enfrenta a la supraideología con manifiesta ambición totalitaria de los llamados nacionalistas, herederos de las muy burguesas cien familias de Barcelona?

De la sociedad de la precariedad

A los ojos de Pájaro bobo, la precariedad es un atributo de lo contingente

Alguien poseedor de una perspectiva suficientemente amplia en términos de tiempo y espacio acaso podría demostrar que en el tercer y último tercio del siglo XX el capitalismo, entendido aquí y ahora como modo de vida de la humanidad, entró en una nueva fase, una fase caracterizada por la precariedad. En cualquier caso, ahí estamos. Ahora, tan lícito parece afirmar que la sociedad de la precariedad es fruto desdichado de la economía de la precariedad como que la economía de la precariedad es fruto propio y necesario de la sociedad de la precariedad. Tal para cual. Y ahí seguimos. Pájaro bobo considera que, siendo la precariedad una característica necesaria de lo contingente y siendo la existencia del ser un humano necesariamente contingente, la situación actual, presidida por la precariedad, posiblemente sea, al menos desde esa perspectiva, más humana que otras etapas de su historia por dos razones: porque es efectivamente precaria y porque el ser humano es consciente de esa precariedad.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿hasta qué punto es el ser humano en verdad consciente de su precariedad?