La democratización de Cataluña
Por el reconocimiento de las dos comunidades sociolingüísticas con los mismos derechos para sus miembros
A mi leal saber y entender, la democratización de Cataluña pasa necesariamente por el reconocimiento a todos los efectos de las dos comunidades sociolingüísticas existentes hoy en su espacio geográfico: una comunidad de lengua española, equivalente al 52 por ciento de la población, y una comunidad de lengua catalana, equivalente al 48 por ciento restante. De acuerdo con principios democráticos de carácter universal, los miembros de esas comunidades deben disfrutar de los mismos derechos y por lo tanto las dos comunidades como tales deben estar representadas, en condiciones de proporcionalidad y/o paridad, en todas las instituciones administrativas y legislativas de Cataluña, de manera especial en su Parlamento. Y como en la práctica eso no es así, toda vez que desde un principio los representantes de la comunidad de lengua catalana han venido ocupando en exclusiva o casi en exclusiva y por lo tanto indebidamente todas las instancias de poder y representación, negando la existencia de una comunidad de lengua española en Cataluña y, en consecuencia, privando a sus miembros de los derechos que les corresponden como ciudadanos españoles, de modo que hoy en esta región española hay una comunidad opresora y una comunidad oprimida, declaro asimismo que, a mi leal saber y entender, tanto dichas instituciones como sus actividades son ilegítimas, inmorales, delictivas y anticonstitucionales y pido su derogación, empezando por la derogación del Estatuto de Cataluña.
¿Será capaz el Estado español de desmontar el régimen dictatorial implantado en Cataluña por fuerzas contrarias a la democracia y a la libertad de sus ciudadanos?