Embajadas autonómicas
Parece ser que nuestras «nacionalidades» periféricas se gastaron el año 2008 un total aproximado de veinte millones de los actuales euros en crear y mantener sus propias embajadas.
Por lo visto, a las susodichas no sólo no les afecta la crisis económica sino que además están dispuestas a reírse de los españoles.
Pero como a Pájaro bobo se le antoja que cada una de esas embajadas es fruto de una serie de operaciones que constituyen otros tantos delitos múltiples, continuados y crecientes —malversación de fondos, infracción de la Constitución, invasión y usurpación de competencias estatales entre otros—, considera que ha llegado el momento de denunciarlo.
UPyD parece ser el partido indicado para presentar una denuncia en toda regla bajo un epígrafe como, por ejemplo: Malversación de fondos y deslealtad constitucional a cargo de Ibarretxe, Montilla y el touriño de turno.
En realidad, lo deseable sería que el paquete de denuncias incluyera también las delegaciones, las misiones políticas y seudocomerciales enviadas al extranjero (incluida España como país vecino) y las representaciones en organismos políticos, así como las selecciones deportivas autonómicas y su participación en competiciones internacionales.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿puede financiar el Gobierno de España la destrucción de la nación con el dinero de los españoles sin que nadie se conmueva?