Vascongadas: ¿hacia el fin de la dictadura del terror?
Pájaro bobo entiende que, como en Vascongadas no hay libertad, tampoco hay democracia; y, como no hay democracia, ni hay ni puede haber elecciones libres y democráticas.
Estamos en la Nistria del Nervión, extraña y anacrónica naciúncula sometida desde hace más de tres décadas a un régimen de terror, con una comunidad opresora y una comunidad oprimida. El régimen de terror lo impuso y lo mantiene vigente Eta, organización criminal bendecida por el obispo Uriarte. Beneficiaria suya es la comunidad de sentimiento separatista/independentista equivalente, en las condiciones actuales, a algo más de la mitad de la atemorizada población del pequeño país.
Corte vertical.
Frente a Eta, sus valedores y sus beneficiarios está la comunidad de lengua y sentimiento españoles, que sobrevive en condiciones de opresión, persecución y marginación social. Como en Cataluña, en Vascongadas ser español y declararlo públicamente es un delito que puede traerte muchas penas, entre ellas la pena capital. En Cataluña, la muerte civil, esa forma de subsistencia en la que el ser humano, despojado de sus derechos cívicos y sus señas de identidad, vaga por espacios cerrados como alma en pena.
Si lo sabrá Pájaro bobo, morador del búnker de pladur…
En Vascongadas, Nistria del Nervión, ha habido recientemente elecciones y, cómo no, las ha ganado el PNV, partido de la burguesía financiero-clerical protegido por los trabucaires de Eta y su organización.
No obstante, Pájaro bobo entiende que, de acuerdo con la aritmética electoral, el PNV debe tener prioridad a la hora del formar gobierno, un gobierno que, curiosamente, no sería realmente democrático, por la sencilla razón de que ese partido, el PNV, es el principal beneficiario de una situación irregular en términos de justicia social y política.
Con la ley en la mano, y ateniéndonos exclusivamente a su letra, Pájaro bobo entiende que el PNV tendría derecho no sólo a formar gobierno sino incluso a gobernar en minoría. Sólo si el tal Ibarretxe renunciara expresamente a ese derecho en primera o segunda instancia, el testigo debería pasar a la formación siguiente en número de votos. O sea, al PSE de Patxi López.
Rosa Díez, atenta a la jugada, se ha apresurado a decir que no quiere trampantojos y añagazas tipo Montilla. Pájaro bobo se permitiría corregirla y declarar: «Queremos una solución tipo Vidal-Quadras». Aunque, bien mirado, ¿hay algún Vidal-Quadras en Vascongadas?
En esta situación cabe pensar que Eta podría llevar a cabo unas cuantas acciones criminales para recuperar el control de la población vasca y sus caseríos, pero también es lícito imaginar que la banda ha perdido definitivamente la larga guerra y poco a poco se irá abriendo paso la razón, precursora de la democracia.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿existe la posibilidad de que los líderes del PNV, sabedores de que han sido beneficiarios de un régimen de terror por espacio de treinta años, renuncien libremente ahora a su derecho/prerrogativa de formar gobierno?
Nota aclaratoria
Nistria del Nervión no figura aún en los mapas, pero ya ha sido reconocida como Estado soberano por naciúnculas como la República de Cataluña, Gibraltar, Islas Caimán y Andorra.