Artículos del día 7 de marzo de 2009

Miguel en la red

En su camino hacia no sabemos dónde, Miguel  ha realizado su primer gran proyecto: una librería totalmente informatizada, desde el control, permanentemente actualizado,  de existencias hasta la consulta de títulos mediante un interfaz de pantallas táctiles con siete puntos de acceso  a disposición de los visitantes/clientes. La máquina es el cerebro integral;  el ser humano, que en definitiva es el que la ha creado,  un elemento auxiliar: vigila su funcionamiento y  el uso/usufructo de  su banco de datos.

La innovadora aportación de Miguel ha consistido en la aplicación de material ya existente a una librería de proporciones gigantescas. Tan gigantescas que la inauguración del establecimiento, situado en la barcelonesa Rambla de Cataluña, contó con la presencia del ministro de Cultura, el alcalde de Barcelona y  el escritor Juan Marsé,  así como de los directivos de la firma propietaria, la alemana Bertelsmann, y de la empresa, también  alemana,  para la que Miguel investiga, inventa e incluso trabaja.

Para él ha sido una oportunidad en la que ha podido poner de manifiesto sus dotes creadoras.
Miguel Ibero, barcelonés,  hijo de Ramón Ibero, extremeño,  hijo de Miguel Ibero, castellano, es un enigma.

Pregunta ingenua e intempestiva:  ¿qué nos reserva ese enigma?

Cataluña: ¿nace una naciúncula?

Gracias sobre todo al Estado de las Autonomías, hoy en el seno de España hay varias naciúnculas en proceso de gestación. De todas ellas, Cataluña es la que se halla en fase más avanzada. De hecho, esta nascitura tiene ya  más  de medio cuerpo fuera del útero materno.

Pájaro bobo entiende que el alumbramiento de una naciúncula por vía de la intriga-negociación requiere, además de tiempo,  tres grandes componentes, a saber:

1)  Marco legislativo.
2)  Dinero para la financiación del proyecto.
3)  Programa político, económico y social

En el caso de Cataluña,  el marco legislativo es el llamado Estatuto, que constituye de facto una Constitución. Su aprobación por parte del Tribunal Constitucional dejará al Parlamento de Cataluña vía libre para declarar la independencia de manera unilateral pero legalmente  válida. Además, pondrá  a España en una situación de inferioridad y dependencia con respecto a Cataluña.  Los catalanes podrán entrar y salir libremente de  España, y también ocupar  cargos de responsabilidad en su Administración, mientras que los españoles no pondrán entrar y salir libremente de Cataluña y,  mucho menos, ocupar cargos de responsabilidad en su Administración.

En opinión de Pájaro bobo, la aprobación de dicho texto jurídico y con él del término «nación» aplicado a Cataluña  constituirá, si llega a producirse,  una  vulneración consciente,  deliberada y dolosa del núcleo semántico de la Constitución vigente; quiere decirse de su concepto fundamental:   la nación española como sujeto único e inalienable de la soberanía nacional.

Acaso los miembros del Tribunal Constitucional deberían saber y respetar que en ningún texto sometido a la jurisdicción de la Constitución española de 1978, hoy vigente,  puede y/o debe aparecer la palabra nación si no es referida a España o, lo que es igual, de manera que menoscabe o ponga en entredicho su condición de sujeto de la soberanía nacional.

2) El dinero es absolutamente imprescindible para financiar este o cualquier otro  proyecto independentista. Ahora, dar dinero a los separatistas catalanes es una traición y una clara malversación de fondos pertenecientes al erario público  y a los españoles, y, por todo ello, un delito tanto más grave cuanto que el Gobierno sabe sobradamente  a dónde va a parar ese dinero y qué se hace con él. Por lo tanto,  el Gobierno es cómplice de esa traición y esa malversación de fondos   pertenecientes a los españoles. Traición reiterada y malversación de fondos igualmente reiterada.

3) Con ese dinero los separatistas catalanes están llevando a cabo un programa político, económico y social destinado a dotar a Cataluña de la estructura propia de un Estado soberano.  Y lo están haciendo a plena luz del día.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿habría que destituir y procesar al jefe del Gobierno  para poner fin a ese estado de cosas antes de que sea tarde?