Ciudadanos: la intriga casi perfecta. ¿Y después?
El Partido de los Ciudadanos ha saltado por los aires. Voladura preparada y preparida desde fuera. Dentro, todos contra todos. Intriga perfecta o casi perfecta.
¿Cuál será la próxima?
Toda vez que en Cataluña no hay espacio público, ni social ni político, para los no separatistas, y mucho menos si son españoles impermeables a la ideología dominante, el Partido de los Ciudadanos, como todas las formaciones y asociaciones cívicas que lo precedieron, tenía los días contados desde el momento mismo de su presentación en público e incluso desde antes.
Cabe pensar que ahora Albert Rivera podrá formalizar su alianza con el vidente de la ONCE y el multimillonario businessman irlandés, pero hay que tener en cuenta sobre todo que con ellos y detrás de ellos está Duran i Lleida, hombre de la Franja y, por eso mismo, enlace de CIU con España y los españoles. Habrá que ver en qué se sustancia el proyecto y qué va a ser del grumete Albert Rivera.
En cualquier caso, malas perspectivas para los ciudadanos españoles del Partido de los Ciudadanos.
Se calcula que entre un cuarenta y un sesenta por ciento de los afiliados de base se pasarán a UPyD, que gracias a la figura de Rosa Díez les promete lealtad a sus principios ideológicos. Pero hasta ahora, por lo que el Insomne sabe y en contra de lo que se ha dicho y escrito, UPyD ni ha realizado maniobras ni, mucho menos, intrigas para captar el voto de náufragos y disidentes. Más bien han sido éstos los que han llamado a sus puertas y, por lo visto, los responsables de la formación no están dispuestos a practicar medidas del tipo papeles para todos.
Aun así, es obligado pensar que con el tiempo UPyD Cataluña tendrá que hacer frente al mismo problema que Ciudadanos, el problema que está a punto de acabar con este partido o, al menos, de convertirlo en una caricatura o una contrafigura de lo que fue inicialmente.
En Cataluña, con una comunidad lingüística dominante convertida en clase dominante, es muy difícil sobrevivir sin tener en cuenta esa realidad. Lógicamente, aún más difícil y arriesgado es pretender sobrevivir enfrentándose a ella. De hecho, la dictadura catalanoseparatista ejerce un control sobre la sociedad civil que convierte a la comunidad de lengua española en una mayoría a la vez oprimida y marginada.
Los mismos que organizaron, coordinaron y dirigieron la pitada a los símbolos nacionales y al Rey en el estadio valenciano de Mestalla son los que han hecho abortar al Partido de los Ciudadanos y los que mantienen la opresión sobre la comunidad de lengua española de Cataluña.
En definitiva, lo que aquí está en juego es la supervivencia de esa comunidad, los derechos democráticos de sus miembros, empezando por la lengua.
Pregunta a los cuatro vientos: ¿cuándo se decidirán los españoles a defender sus derechos democráticos?