UPyD: democracia externa y democracia interna; táctica y estrategia
El Insomne entiende que los partidos políticos de origen popular y democrático, quiere decir los que nacen en cierto modo por generación espontánea en las capas inferiores de la sociedad, sin contar previamente con una superestructura socio-política a modo de cúpula protectora y tampoco con un pool económico que los financie y les asegure a priori una determinada cuota de mercado (mercado electoral = mercado financiero), ni pueden ni deben adoptar en su funcionamiento interno patrones total y absolutamente democráticos por la sencilla razón de que, en ese supuesto —democracia externa más democracia interna —, no serán mínimamente operativos.
En tales situaciones parece racionalmente obligado sacrificar (¿parcial, temporalmente?) la táctica en aras de la estrategia, el método en función del objetivo final y capital.
Pero ese compromiso vehicular sólo será posible cuando en el seno del partido exista un acuerdo claramente mayoritario —sentido, no escrito—, sobre prioridades.
En sentido inverso, si se produce esa situación y no existe un consenso superior en la militancia, el partido corre peligro de entrar en crisis e incluso de llegar a la desintegración después de pasar por el calvario del caos.
Ahí está el amargo secreto de muchas de nuestras frustradas ilusiones.
Sin necesidad de enemigo exterior.
Pregunta a los cuatro vientos: ¿cuántas veces se ha producido esa conflictiva situación en los sindicatos, los movimientos populares y los partidos de izquierda a lo largo de la historia?