Artículos del día 12 de julio de 2009

UPyD: crisis fundacional, no crisis de crecimiento

Hay dirigentes sin partido político,  no partidos políticos sin dirigentes.  Hasta ahora.   Normalmente, el dirigente se incorpora a un partido político  en el momento de su fundación o en el curso de su desarrollo.  Rara vez cuando se halla en fase de extinción, nunca cuando ya se ha extinguido.

En cualquier caso, los dirigentes de un partido político democrático son función de éste, no a la inversa.

En democracia, el dirigente debe servir al partido, no el partido al dirigente. Y, siguiendo esa línea, que es una línea de retroalimentación o feed back, el partido debe servir al colectivo de sus militantes,  cuyas inquietudes sociales y políticas encarna, representa y, en el mejor de los casos,  impulsa y defiende.

En opinión del Insomne, en el caso de UPyD las cosas ni han sido ni son así.  Primero fue Rosa, después el partido.

Pero, además,  Rosa ni fue ni es una dirigente cualquiera  sino la encarnación del partido o, al menos,  de su ideología.  Desde el principio, y así sigue siendo.

Evidentemente, el núcleo duro del partido —bautizado en este minifundio virtual con el nombre de Consejo de los Gorriaranes— puede negarlo,  y con todo derecho.  Incluso cabe la posibilidad de que tenga razón.

Pero, como  el Insomne viene predicando desde hace tiempo,  «las realidades sociales asentadas sobre falsedades son realidades sociales».

Aquí lo que vale y cuenta es la percepción social, no la verdad  objetiva.

Por todo ello  parece que  UPyD debería completar su desarrollo hasta tener y consolidar  su propio  espacio ideológico, su programa socio-político  y su estructura organizativa y  constituirse en  un cuerpo  equilibrado, completo y maduro.

Eso significa en concreto  que  UPyD debería dejar de ser el Partido-predio  de Rosa Díez,  aunque sólo sea  en aras de su supervivencia, pues escrito está: «Objetivo visto, objetivo destruido».

En un partido político democrático y bien constituido todos son útiles;  nadie,  imprescindible.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿aprovechará UPyD el apoyo de la disidencia para superar la etapa uterina o fundacional y transformar la crisis actual en un impulso que le permita alcanzar la  plena madurez orgánica y democrática?