Acción política en Cataluña: más allá de Ciudadanos y UPyD
Una vez digerida y asimilada la experiencia de Ciudadanos y UPyD Cataluña, parece obligado, tras un período de reflexión, recuperación y reorganización, montar nuevas estrategias y fijar nuevos objetivos.
En realidad, el objetivo capital es siempre el mismo: defender los derechos de los miembros de la comunidad de lengua española de Cataluña y quebrar la opresión ejercida por la minoría catalanoseparatista, hoy dueña absoluta de las instancias de representación ciudadana de esta Autonomía.
Lo hemos dicho mil veces y lo repetimos ahora. En Cataluña hay dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad minoritaria y opresora, la catalanohablante, y una comunidad mayoritaria y oprimida, la castellanohablante.
Toda ley estatal y/o autonómica referida a Cataluña debe respetar esa realidad —la existencia de dos comunidades sociolingüísticas— y defender en condiciones de igualdad los derechos de las dos comunidades y sus miembros respectivos.
El Tribunal Constitucional debe saber que todas las leyes promulgadas por el Parlamento de Cataluña desde su creación son ilegítimas, pues ese Parlamento representa exclusivamente a la comunidad de lengua catalana y en definitiva defiende únicamente los derechos de dicha comunidad, en detrimento de la comunidad de lengua española, que para colmo de injusticias y aberraciones, es mayoritaria.
De hecho, la comunidad de lengua española de Cataluña no tiene representación en ninguna de las instituciones autonómicas por la sencilla razón de que no se reconoce su existencia a pesar de ser mayoritaria.
Acciones como la montada ahora por un total de quince asociaciones cívicas de Cataluña contra la LEC pueden marcar la nueva línea de combate para hacer frente al persistente empeño del Partido Único de Cataluña en destruir todo foco que se oponga a su opresión y a su proceso de catalanización forzada de la población de esta Comunidad Autónoma.
Tales acciones conjuntas, convocadas periódicamente a ser posible por dirigentes anónimos, pueden constituir el principio de una nueva estrategia contra el opresor establishment catalanista tras la experiencia, parcialmente alentadora y parcialmente fallida, de Ciudadanos y UPyD Cataluña.
Pregunta a los cuatro vientos: ¿conseguirá el establishment catalanista mantener indefinidamente su opresión, en nombre de la ley y la democracia, sobre más de la mitad de la población de esta Comunidad Autónoma?
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