UPyD Cataluña: lo que pudo ser y no fue
La situación en la que se encuentra actualmente UPyD Cataluña es un reflejo de su gestión, de la misma manera que su gestión es un reflejo de su dirección.
Alguien dijo que el ser humano es lo que piensa.
Para ser exactos tal vez deberíamos decir que el ser humano es lo que piensa y lo que hace. Ahí está el reflejo y el retrato de todo aquel que, provisto de una cabeza y un cuerpo, navega por este mundo, sea una parcela tan pequeña como la naciúncula (del latín natiuncula) catalana o un universo tan grande, tan irreal y tan caótico como el imaginario de un loco.
A la vista de lo que ve y de lo que lee, sobre todo de lo que lee, el Insomne lamenta tener que escribir que UPyD Cataluña se encuentra en la línea que lleva a la extinción.
Aunque le gustaría equivocarse, sabe que nadie puede dar lo que no tiene. Así consta en los libros.
En cualquier caso, la situación de UPyD Cataluña no permite abrigar grandes esperanzas, tampoco hacerse ilusiones, al menos a corto plazo.
A todos nos cuesta aceptar ciertas realidades, pero, como ese escenario se ha producido y reproducido tantas veces…,
tenemos derecho a hablar no sólo de una «fecha de caducidad», palabra de Rosa, sino también de una «muerte anunciada», palabra de novelista.
Muerte anunciada, no deseada, tampoco inevitable.
Indocumentados, analfabetos funcionales y niños de pecho parecen empeñados en que así sea.
La activa colonia de topos instalada en el seno de la formación y dirigida desde fuera por el Partido Único de Cataluña hará el resto: convertir UPyD Cataluña en lo contrario de lo que debió ser.
O, si se prefiere, de lo que pudo ser y no fue.
Aun así, estamos seguros de que alguien recogerá el testigo.
Pregunta a los cuatro vientos: ¿habrá una nueva oportunidad?
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