Embajadas catalanas
Según diversas fuentes consultadas, en junio de 2009 nuestras Comunidades Autónomas tenían más de doscientas representaciones en el extranjero.
De ellas, más de setenta correspondían a la Generalidad de Cataluña.
Estuvieran registradas como delegaciones comerciales o turísticas, para los españoles de pie en la calle eran embajadas y embajaditas o, si se quiere, criptoembajadas y criptoembajaditas.
Naturalmente, ese número debía sumarse a los de embajadas y consulados de España en el mundo: aprox. cien y quinientos, respectivamente. Cámaras de comercio, aparte.
Ahora se sabe y se dice que un «delegado» de Cataluña en el extranjero se mete anualmente en la butxaca (léase faltriquera) unos cien mil euros alemanes (sisas aparte), mientras que el presupuesto destinado por la Generalidad a su presencia en el mundo gira en torno a los veinticinco millones.
¿Crisis sistémica y/o estructural?