La penúltima dimisión de Esperanza Aguirre

Pienso que, como a la buena mujer le van los plantes y desplantes, también las «espantás», lo de ayer domingo, 14 de febrero, pudo ser perfectamente una escenificación  por anticipado, nunca en diferido, en honor de san Valentín.

El eterno femenino.

Y como a mí las mujeres de buen ver y soñar siempre me levantaron el ánimo y me inspiraron ternura, no tengo reparo en prescindir de razones ocultas y contemplar su gesto como expresión sincera y real de lo que piensa y dice que piensa.

¿A qué hombre no le gusta  escuchar de vez en cuando las historias para no dormir de una mujer?

Con sus mohines de coquetería y sus insinuantes reclamos de sex appeal, la madrileña Esperanza no es, ni mucho menos, una fiera corrupia.

Esperanza Aguirre ha dimitido de su cargo como máxima autoridad  del PP de Madrid por razones que atañen a su responsabilidad política.

Parece que ahora lo pertinente  es estar atentos a los acontecimientos que, más que probablemente, van a ensombrecer el panorama de esta España envilecida en su camino hacia la destrucción.

Añadir comentario

Puedes usar los tags html <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong> . El nombre y el email son campos requeridos, el email no se publicará, solo es para controlar.