¿Del gobierno Frankenstein al estado Frankenstein?
Tomo de Rubalcaba la fórmula gobierno Frankenstein y la amplío con la fórmula estado Frankenstein, de mi invención, que vendría a ser su continuación o consecuencia a la vez obligada e indeseable.
Entiendo que, como obedeciendo a una maldición fatal, nuestras izquierdas se enfrentan entre sí, se atomizan y, para colmo de la irracionalidad y la deslealtad, se ponen gustosamente al servicio de la facción más reaccionaria e insolidaria de la burguesía catalana gracias a la mediación de agentes de ésta disfrazados de socialistas y/o activistas antisistema.
Mediadores desleales y agentes leales de esa burguesía son, por encima de todos, Miquel Iceta y Ada Colau.
La situación actual y previsible a corto plazo me obliga a recordar una vez más cuatros conceptos capitales:
— El socialismo nace de la unión y busca la unión a través de la unión.
— El que predica y practica la división de la sociedad y, por lo tanto, la división de la clase trabajadora no es socialista.
— En la práctica, toda división ideológica conlleva una división social y toda división social conlleva una regresión histórica.
— El que para alcanzar el poder sacrifica ideas e ideales, lo alcance o no lo alcance, habrá traicionado a sus seguidores.