Artículos de noviembre de 2018

Vuelvo a Margarita

Vuelvo a Margarita

y, de su mano,

al río amigo de una infancia aterida.

Soy niño con ángel,

pero condenado a muerte

de por vida.

Gabriel Rufián y la catalanidad

Pienso que, aunque Joan Tardà, peso semipesado del independentismo catalán, hizo de él su subalterno, en términos de catalanidad/judeidad Gabriel Rufián (Santa Coloma de Gramanet, 1982) será siempre un prosélito, nunca un sabra.

España: tantos funcionarios, tantos sueldos

Me indigna leer en los periódicos que España no sabe cuántos funcionarios tiene, habida cuenta de que, a mi entender, eso equivale a decir que España no sabe cuántos sueldos paga.

¿Puede imaginar alguien cuál será la situación, en cuanto a funcionarios y sueldos, cuando España se convierta oficial y fácticamente en un estado plurinacional?

¿Y dónde ponemos a la República catalana con su táctica de ahora dentro, ahora fuera de España, según convenga?

¿Es imaginable una empresa privada en esas condiciones?

En el fondo, la fórmula es bien sencilla, al menos para mí: tantos sueldos pagados, tantos funcionarios contratados.

A lo mejor se les ocurre contratarme.

Hervás: entre el pasado y el futuro

Leo que la alcaldesa de Hervás ha pedido (¿exigido?) a los miembros de la comunidad musulmana local, empezando por los niños,  que adopten los usos y las costumbres de los nativos, incluso en su dieta alimentaria.

Precisamente la historia de Hervás está marcada por la presencia de una comunidad étnico-religiosa que, debatiéndose durante siglos entre la resistencia y la asimilación, terminó extinguiéndose. Mi madre me contó que, cuando ella era joven, «los antiguos aún se acordaban del rabino».

Hoy rabino, sinagoga y comunidad hebrea son elementos de la historia mitologizada de un Hervás acunado por el eterno vientecillo que sopla con pausada intermitencia entre las sierras y las dehesas de la Alta Extremadura.

Aun así, Hervás, como parte de España, puede ver ahora, sin necesidad de padecerlo en primera persona,  a dónde puede llegar una comunidad, en un  principio minoritaria, que decide no integrarse y no se integra.

Sinceramente, en estos tiempos no parece sensato alimentar separatismos.

El eterno femenino, once again

Para mí, criatura alienada entre criaturas alienadas, mi madre, mi mujer y mi hija son el eterno femenino, acaso único instinto vital necesario y a la vez sujeto y objeto de ese instinto.

No soy capaz de pensarme en femenino, pero tampoco soy capaz de pensar sin lo femenino como referente.

Sólo me propongo terminar de vivir y morir como criatura alienada entre criaturas alienadas; todo lo demás lo dejo en manos del eterno femenino.

Que siga la rueda…

Margarita nochmals

Muerta la libido,

la libido muerta,

su figura no enciende 

viriles apetencias,

pero,  ángel con aura,

colma la existencia

de la criatura alienada

que en pasmo la contempla

                                                                                    

                                                                                                                                       

Muerte civil y más allá

Como tantos españoles residentes en Cataluña (miles y miles), me hallo en situación de muerte civil. Según mis cálculos  llevo así unos treinta años i la torna,  aunque imagino que el muerto tarda en enterarse de que está muerto.

A eso se suma el hecho de que, gracias a una serie de argucias legales, mi nombre ha sido eliminado deliberadamente de importantes documentos  que afectan a mis derechos civiles.

Así, a la marginación socio-política inherente a la muerte civil en vida se sumará, probablemente,  la usurpación post mortem  del fruto de mi trabajo, que pasará, por supuesto con un nombre que no será el mío, a manos de separatistas catalanes. Jugada perfecta.

¿Consuelo?

Con nada vine y con nada me voy, lo cual no es precisamente una mala manera de morir en términos de intranscendencia  y transcendencia.