Amores y madres
Confieso que siempre me ha tirado la metafísica del deforme chino de Königsberg y aún más el filosofar con el martillo de su hermano, el loco y bárbaro teutón,
pero nunca como la España paupérrima y desgarrada de mi niñez de ángel,
el aliento de la loba que tuve por madre y el amor sin estigma de la catalana que ha sido y es mi esposa, madre de nuestros dos hijos.
Artículo sobre Sin categoría escrito por el 5 de mayo de 2019 y sin comentarios de momento.
Añadir comentario