El Govern abre expediente a la Iglesia (catalana)
Parece evidente que lo que quiere y persigue el separatismo politico catalán es que la Iglesia en su conjunto o, si se quiere, católica cumpla sus órdenes y actúe como correa de transmisión social de su causa y sus consignas.
Y con mucha más razón la Iglesia (nacional) de Cataluña, ni cristiana ni católica, o sea, universal.
Sencillamente, para los separatistas catalanes, la Iglesia tiene que estar al servicio del separatismo, no el separatismo al servicio de la Iglesia.
Por desgracia para nuestros queridos y siempre desleales compatriotas, los representantes de la Iglesia católica en Cataluña saben que la población de lengua y sentimiento españoles de esta región, claramente mayoritaria, está sometida desde hace décadas a una dictadura encubierta de estirpe burguesa y prácticas poco o nada democráticas.
El arzobispo de Barcelona y cardenal Josep Omella no sólo lo sabe sino que además parece decidido a no incurrir en un delito/pecado (mortal) de claudicación y prevaricación.
Que el Espíritu Santo le guíe y le ilumine.