La destrucción de España: directores y ejecutores
Imagino que los separatistas catalanes, en concreto sus futurólogos, ideólogos, economistas y políticos empezaron a planear la destrucción de España
–desintegración por disgregación, nihilización, fagocitación y suplantación–
en tiempos del tardofranquismo. Furtivamente, desde dentro del Régimen. En sus catedrales, iglesias y conventos. pero no sólo. De momento, en dosis y fascículos. O, como decía mi madre, por estampas.
El gran salto cualitativo fue el Estado de las autonomías, traición criminal a España, el pueblo español y su historia. Ahora, la destrucción de nuestra Patria está en marcha. Incluso en fase avanzada. Estamos en plena suplantación de España, una nación que ya no existe, por una Cataluña con ambiciones imperiales por inventar.
Y, después, ¿qué?
De momento, ellos mandan y dirigen, nosotros ejecutamos sus órdenes.
Mi vergüenza es infinita, pero no sé hasta dónde alcanza mi responsabilidad.
Sé que, entre separatistas, la deslealtad es seña de identidad y, como proclamación del sentimiento de pertenencia, acto de reconocimiento y lealtad.