Financiación: la hora de los fenicios
El hecho es que la financiación de las Autonomías, asunto económico en sí mismo por su naturaleza, se ha convertido en asunto criptopolítico gracias a la ingenua perfidia de un vil zapatero metido a mercader y dispuesto a mercadear con los mercaderes fenicios, representados por el carallot Puigcercós, los haberes de los españoles.
Ahí están los dos, maquinando trapisondas de tú a tú, de tahúr a tahúr. Omertà.
¿De Estado a Estado?
En cualquier caso, biilateralidad. España-Cataluña. Hoy en el cuarto oscuro del Parlamento; mañana, en el campo de fútbol. Naturalmente, el Camp Nou. Barcelona, Barcelona.
Las demás Comunidades Autónomas, en la plaza. Mirando al reloj, esperando la fumata.
Para ellas será la pedrea.
Esto es una lotería con la máquina trucada, los números marcados, los premios adjudicados. Sólo hay que cantarlos. Pantomima.
Miserables, miserables.
Preguntas a los cuatro vientos:
¿Hasta dónde llega la indignidad de nuestros gobiernantes y el aguante de los españoles, aguante que también es una forma de indignidad?
¿Es cierto, como dice el Insomne, que el verdadero precio del apoyo de los fenicios al vil zapatero es la aprobación literal del Estatuto de Cataluña?
Mañana, la independencia.
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