Impuestos andaluces, embajadas catalanas
El carallot (botarate) Puigcercós debe saber y sabe que con los impuestos que los andaluces pagan en Andalucía y en Cataluña se financian, entre otras trampas y traiciones, las más de doscientas -sí, doscientas- embajadas que la Generalidad tiene en capitales de todo el mundo, incluido Madrid, capital de España.
El carallot Puigcercós debe saber y sabe que el noventa por ciento de las personas que «trabajan» en la Generalidad y para la Generalidad son catalanes de lengua catalana, mientras que el noventa por ciento de las personas -catalanas y no catalanas- de esta Comunidad Autónoma que «trabajan» en servicios y en la construcción tienen el español como lengua materna y, en la mayoría de casos, única.
Efectivamente, el carallot Puigcercós debería hacer números. Entonces tal vez se enteraría de quién trabaja y quién produce, quién recauda y quién administra en España y, naturalmente, en Cataluña.
Díme, carallot: ¿es lo mismo recaudar y administrar que trabajar y producir?
(Naturalmente, sisas aparte).
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