Espíritu democrático: democracia y patriotismo

Entiendo que el espíritu democrático cristaliza en una actitud intelectual –a la vez epistemológica y ética– de acuerdo con la cual todo lo que un ser humano piensa y expresa con palabras constituye una opinión.

En consecuencia, entiendo asimismo que una sociedad aceptablemente democrática es un universo de opiniones.

En el plano intelectual o cultural  me tengo por demócrata en cuanto que estoy dispuesto a aceptar y a respetar todas las ideas con valor de opiniones personales.

Simultáneamente me considero un patriota español y como tal me niego a aceptar y a respetar un régimen político asentado sobre la destrucción de España, sea como punto de partida o como meta y punto de llegada, aun en el supuesto de que pueda haber un régimen político que sea realmente democrático partiendo de esa premisa.

Pero, ¿es en verdad posible que una comunidad humana constituida en nación y estado con siglos de historia y hoy dotada de un régimen mínimamente democrático decida llevar a cabo su propia destrucción y la lleve a cabo efectivamente?

¿Se extingue o se sublima la democracia en el patriotismo?

Del PSC a Ciudadanos pasando por PSOE y UPyD

Quiero recordar que en un primer momento la formación-coalición  se llamó PSOE-PSC. Entonces, los socialistas catalanes eran, aparentemente,  aliados dóciles y sumisos. Pero poco a poco, el sector más separatista  se fue  haciendo con el control del partido en la Marca, sin renunciar a los votos de los trabajadores españoles.

Todo de acuerdo con el plan establecido  y en una de la muchas variantes prácticas de la política de la puta i la Ramoneta, versión autóctona de la Realpolitik bismarkiana.

A la postre, como es sabido o debería serlo, el PSC se erigió en un partido independiente e independentista con votos y votantes españoles.

Desde entonces, los delincuentes del PSC han venido formando parte  del frente separatista catalán –a todas luces un frente burgués y corrompido–  y, al mismo tiempo, han mantenido  relaciones de igual a igual con el PSOE, con la salvedad de que este partido no podía intervenir ni intervenía  en  los asuntos de Cataluña y los catalanes, mientras que los agentes del PSC no sólo intervenían en los asuntos del PSOE sino que incluso le dictaban e imponían lo que debía y lo que no debía hacer como formación política y también, llegado el caso,  como Gobierno de España.

He ahí un ejemplo práctico de cómo la parte puede llegar a ser más que el todo. Basta con mantener en exclusiva el control de la parte o parcela propia y, simultáneamente, seguir siendo parte activa y beligerante del todo, cosa que no ocurre con los elementos que se limitan a formar parte del todo.

Esa táctica la vienen aplicando las distintas formaciones  políticas catalanas,  integradas en un partido único y un frente único, para apoderarse  paso a paso de las instituciones del Estado hasta atenazarlo y desnaturalizarlo.

Caminamos hacia una España sin españoles.

A mi entender, en ese proyecto global se inscribe la  alianza con UPyD que propone ahora el ciudadano Rivera,  actor hábil e  inteligente de la escena política catalana. En su formación ha habido y hay españoles, no españoles y antiespañoles. Él juega con ellos y los utiliza como piezas de una partida de  ajedrez siguiendo siempre las instrucciones de sus mentores.

Y si en estos momentos  recurre a Nart y Girauta, en sintonía con Sosa Wagner, todos ellos elementos claramente españoles, tal vez sea bueno recordar que antes se sirvió  de los no menos españoles José Domingo y Antonio Robles hasta que maquinó y decretó su exclusión.

¿Ha decidido el ciudadano Rivera devorar a UPyD, encarnado en su núcleo duro, sirviéndose de hombres leales en funciones de  mensajeros y tontos útiles?

En cualquier caso, el hecho es que la Cataluña del ciudadano Rivera es hoy una dictadura burguesa y catalanoseparatista.

UPyD y Sosa Wagner

Considero que los dirigentes  de la formación magenta desaprovecharon  una buena oportunidad para refutar la acusación de autoritarismo formulada por Sosa Wagner.

En mi opinión, si esos dirigentes le hubieran dejado hablar tranquilamente, sin dar a entender que se sentían heridos o molestos, habrían demostrado por acción y omisión que, al menos en ese punto y en ese momento, no eran autoritarios.

La fórmula política podría ser: firmeza en los principios y  las convicciones nucleares, y flexibilidad en los contactos y las relaciones exteriores.

Entiendo que por la boca de Sosa Wagner habla la vanidad. Y, en definitiva, no es lo mismo un hombre para un partido que un partido para un hombre.

En este caso tenemos que el hombre es además mensajero de un partido de obediencia catalana, idea –un partido español y españolísimo dirigido desde allende el Ebro–  que me repugna y me hiere profundamente.

Ahí están las amargas y duras experiencias del PSOE con los falsos socialistas de Cataluña (PSC) y del Gobierno de España (Felipe González y Aznar) con los seudoconvergentes  de Pujol.

La memoria histórica me dice y me enseña que para un separatista las negociaciones son siempre y sólo transacciones.

En estos momentos, varios partidos separatistas catalanes tienen en marcha proyectos para desembarcar en la Meseta con programas trampa de captación confiados a tontos útiles en calidad de mensajeros a sueldo.

A mi entender, uno de esos  mensajeros es Sosa Wagner, habida cuenta que lo que no tiene de tonto lo suple sobradamente con vanidad.

Jordi Pujol i Soley, ¿alguien da más?

Jordi Pujol i Soley miente,

los españoles sabemos que miente,

él sabe que los españoles sabemos que miente

y, aun así, Jordi Pujol i Soley miente

y además nos acusa de querer engañarlo 

y maquinar la destrucción de Cataluña y los catalanes

con trampas y mentiras.

¿Alguien da más?

En cualquier caso parece evidente que el que miente siempre no engaña nunca

y según un dicho poco conocido, lo que no deja se deja.

Entonces, ¿de qué le sirve ni no le sirve?

O lo que viene a ser igual: ¿y si al final resulta que no resulta?

 

 

En la Cataluña profunda

Margarita, alma de ángel en cuerpo de mujer, me vehicula y me transporta a un lugar, ni rural ni urbano, de la Cataluña profunda.

Contemplo el paisaje y el paisanaje. Montañas de silueta alpina que ya conocía y  una comunidad humana ensimismada.

La curiosidad queda saciada con tres caminatas y una visita de cumplido al museo histórico de la localidad que lo es de la comarca y sus ancestros.

En la plaza bailan sardanas. Cuento las parejas. Diez, doce, catorce, no más. El rito tiene su encanto. Lástima que se esté perdiendo.

Diviso una pequeña jarca de hombres jóvenes y más bien fornidos que cuchichean, siempre ojo avizor, en un extremo de la plaza.

Son pacíficos y silenciosos. Eso me dicen. Y también  que están subvencionados por la Gene…

Silencio.

Hay moros en la costa.

Margarita me recuerda que es hora de volver.

Pienso que la Cataluña profunda es poco profunda. No da para grandes ensoñaciones. Sinceramente, aquí no hay quórum ni siquiera para una naciúncula.

 

De semánticas y polisemias en UPyD y Ciudadanos

Entiendo que el referente semántico de Rosa y los suyos es España, mientras que el referente semántico de Albert Rivera, si lo tiene, es este país, añagaza polisémica del separatismo catalán en todas sus modalidades conocidas.

Entiendo que Sosa Wagner aporta un componente burgués y decorativo, no patriótico y esencial, a UPyD.

Entiendo que con su pajarita Sosa Wagner nos lleva a pensar en un miembro del «Tea party» fuera de tiempo y lugar.

Entiendo que  Albert Rivera y sus mentores ven ahora  en  la UPyD de Rosa Díez  la puerta que les permitirá  acceder a la Meseta y extenderse por toda España sin levantar sospechas antes de tiempo, mientras que, en mi opinión,  la humilde e ingenua formación magenta nunca, nunca, nunca logrará abrir  brecha en una sociedad –la catalana– dominada por una oligarquía burguesa con intereses propios y excluyentes.

Oligarquía burguesa siempre despótica e insolidaria.

Entiendo que eso es lo que nos dice y nos muestra la historia reciente de este atormentado país que para mí será y se llamará siempre y sólo España.

Entiendo que los separatistas catalanes nos han enseñado, entre otras muchas derrotas, que la parte puede ser más que el todo y cómo conseguirlo.

De hecho, esos  separatistas, actuando siempre desde la deslealtad, tienen su parte en exclusiva y además meten constantemente cuchara  en el  todo, Su objetivo último es dominarlo y ponerlo a su servicio.

Soberanía de un lado y dependencia de otro.

La madre que los parió.

UPD y Ciudadanos, Rosa Díez y Albert Rivera

UPD no ha cuajado en Cataluña, Ciudadanos no ha cuajado en la España profunda.

Hasta el día de hoy.

Me fío de Rosa Díez, no me fío de Albert Rivera.

¿Por catalán? También.

La experiencia me dice y me enseña que detrás de un Tarradellas que habla de los ciudadanos de Cataluña y pronuncia sin reservas el nombre de España se esconde un Jordi Pujol capaz de todas las deslealtades imaginables y no imaginables.

¿Siempre? Hasta ahora, sí.

No sé qué futuro espera a Rosa Díez y su partido. Sé que en Cataluña lo tienen muy difícil. Tanto que todavía hoy siguen sin abrir oficina de reclutamiento.

¿Planteamiento erróneo?  ¿Control de la dictadura impuesta por la burguesía separatista?

Para mí, el problema de UPD es de planteamiento, problema táctico; no de concepto, no estratégico.

En cambio, en el ciudadano Rivera veo con el tiempo una nueva y segunda Operación Roca.

Una Operación Roca corregida y actualizada con la misma finalidad.

Aunque él lo niegue, incluso aunque él ni lo sepa ni lo quiera saber.

Siempre es mejor que el mensajero no sepa lo que lleva en su valija.

Considero que un  partido implantado en toda España pero de obediencia catalana, con sede en esa Barcelona que pugna por arrebatar la capitalidad al Madrid de los Borbones,  siempre será un peligro.

Máxime toda vez que, como de costumbre, agentes  separatistas llevan tiempo tomando posiciones para hacerse con el control y la dirección del partido.

Trabajan a sueldo y responden a directrices y consignas. No se dejan ver y fotografiar, pero  tienen cara y nombre.

Esos mismos agentes son los que han impedido que en Cataluña cuaje UPD. Y volverán a impedirlo.

Y, como siempre, esperan su oportunidad.

La experiencia nos dice que no  será una fusión leal e integradora de igual a igual.

Será, una vez más, una fagocitación alevosa y fraudulenta, a la catalana manera.

A la corta o a la larga, tendremos un nuevo  partido de obediencia catalana. Como el PSC, que lleva décadas traficando con los votos de los trabajadores españoles de Cataluña. O, lo que viene a ser igual, engañando  al PSOE y haciendo política separatista con votos españoles.

¿Te enteras, Wagner?

Jordi Pujol: de una añagaza senil a un maquiavélico plan táctico-estratégico

En un primer momento me pudo la debilidad y vi a Jordi Pujol como un hombrecillo derrotado y, por lo tanto, digno de lástima. Pensé incluso que su confesión trampa era ante todo fruto de su abatimiento psíquico y su impericia  en el ordenamiento de las ideas y en  el uso de la palabra escrita.

¿Es que ese hombrecillo no tiene ya quien lo asesore y quien le escriba una declaración exculpatoria mínimamente aceptable y presentable?

Error.

Desde entonces he podido ver que  la confesión estaba  redactada deliberadamente en un lenguaje como de semianalfabeto funcional aderezado  con toques y ramalazos de picardía propios de un viejo y avezado trapisondista.

Y ahora podemos afirmarlo con toda rotundidad en honor a la verdad: Jordi Pujol i Soley ha sido un trapisondista durante toda su vida. Y sigue siéndolo.

Trapisondista irreductible y siempre peligroso.

Según  ABC, periódico que un día fue de todos los españoles, Jordi Pujol dispone en estos momentos de un plan táctico-estratégico, perfectamente estructurado y elaborado, para hacer frente a la situación en la que se encuentra y a los cargos a los que, presumiblemente, tendrá que responder. Y resulta evidente a todas luces que ese plan táctico-estratégico es idea y obra de  un equipo de expertos en derecho y economía especializados en fraudes legales y fiscales.

Plan estratégico de máximos y plan  táctico de mínimos.

De acuerdo con su plan estratégico, este homenot digno de un José Pla ambidiestro y bivalente asume en primera y única persona la responsabilidad de los actos presuntamente delictivos y, consiguientemente, deja fuera del caso y sobre todo fuera de la jurisdicción de la Justicia y la Hacienda españolas a los miembros de su familia con sus bienes.

Táctica de mínimos.

Ahí es donde, a buen seguro, el expresidente de la Generalidad de Cataluña  echará mano de las complicidades urdidas durante los cuarenta años de su satrapía, de modo que, a la postre, todo el proceso quede reducido  a cuatro faltas menores y a media docena de delitos ya prescritos, a punto de  prescribir o en lista de espera hasta que prescriban.

Lo dicho: como cosa nostra que es, el caso se resolverá a casa nostra.

¿Qué, coño, es eso de la UDEF?

Los niños y las madres de Gaza

Mi corazón y mi alma están con los niños y las madres de Gaza.

Ante ese dolor inmenso, injustificado e injustificable, pierden validez  todas las geostrategias globales de Estados Unidos y pierde validez incluso, al menos para mí, el derecho de Israel a vivir  y sobrevivir. 

Considero que no es lícito anteponer una política imperialista basada en la superioridad bélica –Estados Unidos– y una política selectiva  –la supervivencia de Israel– a las vidas de seres humanos indefensos. 

Ya con solo presenciarlo me considero cómplice y culpable.

Los Pujol y Montserrat

El abad montserratino, 

que es monje benedictino,

dice que Pujol no engaña,

todo son sólo patrañas,

por contra, con sus ahorrillos

engorda  nuestros cepillos

y la Marta, que es de misa, 

nos  dona siempre sus  sisas.

Mas, familia numerosa,

los hijos son otra cosa. 

Coche arriba, coche abajo

y el monasterio al carajo.