El Cardenal Arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y el Abad de Montserrat, Josep Maria Soler, fariseos y sepulcros blanqueados

Después de décadas  al  servicio  del  catalanismo político como correas de transmisión de  sus consignas y  como miembros activos del Sanedrín o Consejo Nacional de Cataluña, estos dos fariseos y  pastores asalariados han conseguido su propósito: hacer callar a Federico Jiménez Losantos.

Miserables, miserables.

Para ello han tenido que poner a contribución sus peores armas y llevar su intriga hasta el mismísimo  Vaticano. Su actuación es tanto más repudiable en términos éticos y religiosos cuanto que  se inscribe en un proyecto político que tiene por  objeto eliminar el idioma español de las iglesias de Cataluña  y, por lo tanto, dejar sin servicios religiosos  en lengua materna a más de la mitad de su población, unos cuatro millones de personas.

Desde esta página, el Insomne, en su condición de católico, pide (¿exige?) que el Vaticano, situándose por encima de intereses espurios,  investigue el comportamiento de estos dos clérigos y de todo el clero catalán en relación con los partidos políticos y su colaboración en actividades no sólo ajenas al mensaje evangélico sino incluso contrarias a los derechos naturales de las personas.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿desoirá el Vaticano esta llamada y dejará a más de cuatro millones de ovejas en manos de pastores asalariados y desleales?

Rodríguez Zapatero: una fórmula política para una crisis económica

Es difícil imaginar que Zapatero pueda  elaborar un proyecto o un programa integral y sistémico para abordar una situación o un problema complejo de naturaleza económica. A él lo que le tira es  el gesto rápido,  la pirueta,  la declaración pública por sorpresa y mirando al tendido. Zapatero es ante todo un demagogo en la peor acepción de la palabra, o sea, un embaucador.

Esas cualidades y esa disposición le llevan no sólo a suplantar sin el mínimo rubor al ministro de Economía, haciendo declaraciones y dando explicaciones sobre temas que ni entiende ni conoce, sino incluso a formular propuestas para hacer frente a  los problemas económicos de los españoles;  no para solucionarlos sino para postergarlos y agravarlos.

De hecho, tan pronto como barrunta tormenta,  Zapatero  toma la palabra  y promete  solemnemente que «las personas  necesitadas no quedarán desatendidas».  No  se compromete a combatir el paro y la miseria con medidas  encaminadas  a promover la  actividad empresarial y laboral,  sino que garantiza medios de subsistencia a los más necesitados en forma de ayudas de carácter social. En realidad,  con ello lo que busca y consigue es  fidelizar el voto de algo así como cinco millones de personas.

Una nación es ante todo una unidad de producción, y lo que hace Zapatero es  aplicar  una solución  política o si se quiere  falsamente social y socialista a un problema económico que, dada la naturaleza de las cosas,   tradicionalmente se abordaba y se procuraba resolver esencialmente  en términos económicos, o sea, reactivando el sistema productivo  para que la energía en forma de  flujo dinerario irrigara de nuevo  todo el tejido social, empezando  arriba, en  la empresa, y terminando abajo, en  los trabajadores y los  más necesitados. Por triste y cruel que pueda parecer, la experiencia nos demuestra  que si das de comer a una persona te aseguras  su voto a perpetuidad, pero esa persona  difícilmente volverá a trabajar  Y, en opinión del Insomne,  eso también es corrupción.

A las personas hay que ayudarlas cuando lo necesitan,  pero la solución del problema no está ahí sino en incorporarlas al proceso de producción: en él se realizan a sí mismas y contribuyen activamente a mejorar las condiciones de vida de muchos  seres humanos y, en definitiva, de la sociedad en su conjunto. En las sociedades modernas, la  solución racional y civilizada de  los problemas —de todos los problemas, de casi todos los problemas— está en  el trabajo.  En él deben converger los esfuerzos de explotadores y explotados.

Con su plan social, Zapatero fideliza el voto de los necesitados y deja las crisis económicas para las empresas o, si se quiere, para el capital y los capitalistas.  En la práctica eso significa que  hasta ahora el socialismo  ganaba las elecciones en períodos de prosperidad y  las perdía tan pronto como afloraba la crisis,   pues en esa situación  hay que tomar medidas  que,  por austeras,  espantan a los votantes de izquierdas.

Eso, hasta que llegó Zapatero, mago de las finanzas y del pensamiento mágico. Ahora, con la fórmula ideada por él las crisis sirven para reforzar la posición de la izquierda mediante subvenciones generosas a los parados,  lo que a su vez  lleva incluso  a  la promoción del paro como  medio  natural de éstos.

En opinión del Insomne, la idea, sea original o copia, merece un estudio a fondo y, si procede, una refutación en toda regla.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿no es cierto, como piensa el Insomne,  que la fórmula política de Zapatero para combatir la crisis económica conlleva, como mínimo,  el peligro de promover  la desnaturalización y el envilecimiento de la clase trabajadora caracterizada históricamente por su espíritu de lucha?

Cataluña: de Montilla a Guardans

Zapatero, tahúr de la Meseta, se buscó un cómplice —Montilla— para eliminar a Maragall, burgués catalán perteneciente al Sanedrín o Consejo Nacional de Cataluña, y se encontró con algo que nunca habría imaginado: el remedio era, como mínimo, tan malo como la enfermedad.  ¿Hay alguna diferencia entre Montilla y Maragall? Y si la hay, ¿a favor de quién? El Insomne se refiere, claro está,  al comportamiento de uno y otro en relación con España y los españoles.

Montilla es exponente de una perfidia difícilmente imaginable y, en la práctica,  sin parangón ni por abajo ni por arriba, ni por la izquierda ni por la derecha, mientras que Maragall se inscribe por genealogía y pertenencia social en una burguesía con sus normas de comportamiento y, por lo tanto, con su moral e incluso con su ética.  Claro, claro,  falsa buena conciencia y omertà.

Por eso, aunque en su momento asumiera la tarea de controlar a la charnegada y endosar sus votos al gobierno madrileño a cambio de competencias  y cotas de autogobierno (léase independencia),  es un prohombre burgués y un miembro destacado del Sanedrín o Consejo Nacional de Cataluña, algo que el Montilla nunca será. Para pertenecer a ese selectísimo club, lobby o círculo  político, económico, social y religioso  hay que ser sabra, catalán de mena, y Montilla, charnego descastado, ni lo es ni puede serlo.  Él pertenece por destino a la masa  anónima y amorfa de los prosélitos.

Sabra es, en cambio, el convergente-divergente Guardans, enemigo personal de Mas, que lo es a su vez de Oriol Pujol y toda la cigronada de los pujolines y los ferrusolos.

El insomne considera  que  Zapatero está a la altura de las circunstancias en mala fe, pero le falta conocimiento de la realidad catalana. Para comprender esa realidad y estar a la altura de sus transacciones-operaciones debería aprender primero a distinguir entre colaboración y complicidad.  Entonces sabría, por ejemplo, que, aunque aparente o formalmente Montilla colabore con el gobierno de Madrid, en el fondo mantiene una relación de complicidad-sumisión  con el clan catalán instalado en el complejo político-económico de la Generalidad.

En opinión del Insomne, ese vínculo de complicidad-sumisión establece la línea divisoria entre los catalanes que colaboran con el gobierno de España y los que colaboran  contra el Gobierno de España.  Al primer grupo pertenece, por ejemplo, el charnego Corbacho, aunque sólo sea por falta de luces; al segundo  pertenecen por  derecho y por méritos todos los demás, empezando por Narcís Serra, primer ministro de Indefensa de nuestra patria.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿de dónde le viene a Zapatero su afición a los chanchullos y su querencia a la ciénaga catalana?

Urkullu, del PNV, defensor y beneficiario de Eta y su dictadura del terror

Al Insomne no  le sorprende pero  le enoja que alguien diga que el actual Gobierno vasco, formado por el PSE y el PPE, es fruto de la trampa y el engaño. Y le enoja  tanto más cuanto que  quien lo dice es Urkullu, gerifalte del Partido Nacionalista Vasco, el mismo que ha gobernado por espacio de treinta años gracias a la dictadura del terror implantada por  Eta y, en definitiva, gracias a sus crímenes.

Miserable, miserable.

Pregunta a los cuatro vientos: si la apología del terrorismo es  delito, ¿por qué no lo es bneficiarse consciente y deliberadamente de los crímenes de una banda terrorista?

Lealtad y libertad

En los proyectos colectivos en los que el Insomne ha participado a lo largo de su vida ha procurado mantener siempre una actitud que conjugara la lealtad y la libertad.  Lealtad con el núcleo óntico y semántico  del ideario o la ideología y, a partir de ahí, libertad para pensar y actuar en asuntos concretos y en  situaciones concretas.

Lealtad, sí; vasallaje, no.

En esos proyectos ha buscado siempre una parcela en la que, por estar relacionada con su experiencia profesional, pudiera desarrollar una actividad constructiva, siempre orientada al fin perseguido o, si se prefiere, al bien general.

A pesar de eso o precisamente por eso, tan pronto como ha advertido un desequilibrio que consideraba ilícito o ingobernable  entre lo que de una manera u otra se predicaba  y lo que se mostraba a la vista,  ha abandonado  el proyecto  y ha continuado la busca/lucha por su cuenta, sin otras limitaciones que el respeto debido a las ideas, a las personas y a las instituciones.

Aun así, como le consta  que incluso  las realidades sociales asentadas sobre falsedades son realidades sociales, ha aprendido a soportar que le den lecciones de democracia, no solicitadas,  personas que, en su opinión,  a duras penas saben  en qué consiste la democracia.

En  definitiva, lo que realmente cuenta es el proyecto nacional, y eso, quiere creer,  pertenece ya a otro plano.

Semana Santa: milagro en el Vallés occidental

Un afiliado de UPyD,  profesor de un instituto de Segunda Enseñanza de Sabadell,  sostiene que en su centro las clases se imparten en español y catalán en régimen de igualdad  (fifty-fifty). Y añade que de los demás centros educativos de la ciudad ni quiere ni puede hablar porque no conoce ni su  situación ni su régimen interno.

Rodríguez Zapatero, mago de las finanzas y discípulo del Barón de Münchhausen

El Barón de Münchhausen

Karl Friedrich Hieronymus,  barón de Münchhausen (1720-1797), fue un soldado de fortuna que recorrió  Europa,  de  guerra en guerra, de batalla en batalla,  a mediados del siglo  XVIII. Ya en vida estuvo  envuelto en la aureola que le proporcionaron  sus incontables e increíbles hazañas,  en su inmensa mayoría fruto de su imaginación o de la imaginación de  sus coetáneos.

De él se cuenta, por ejemplo, que, después de precipitarse  en una ciénaga con su montura, consiguió salir de ella, sin descabalgar, simplemente tirando con fuerza, hacia arriba, de su propia coleta.

Al Insomne le ha venido a la memoria la singular hazaña del ingenioso e hidalgo guerrero teutón al conocer la estrategia ideada por nuestro no menos ingenioso jefe de Gobierno, Rodríguez Zapatero, para hacer frente  a la crisis económica de que  disfrutamos  actualmente  e incluso para superarla.

Después de la gloriosa experiencia del PER en  Andalucía y Extremadura,  nuestro  mago de las finanzas quiere fidelizar a perpetuidad  el voto de los menesterosos de todos los territorios autónomos utilizando como señuelo  y panacea  una generosa política social, naturalmente con cargo a las arcas del Estado.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿qué hará Rodríguez Zapatero, mago de las finanzas y discípulo del Barón de Münchhausen, cuando en las arcas del Estado  no quede ni calderilla para pagar a los ordenanzas del ministerio de Hacienda?

Fuego cruzado sobre UPyD

Domingo de Ramos.
M. Martín Ferrand, pluma sazonada de ABC, diario de la derecha ideológica  más rancia  y, curiosamente, también  de buena parte de los españoles sin ideología pero con bandera, ha valorado negativamente  la abstención de UPyD en la votación para elegir a la lindakara vasca y ha aprovechado la ocasión para decir o, al menos, dar a entender que, a su juicio, el colectivo de Rosa Díez ha empezado a perder terreno en su pretensión de erigirse  en la tercera fuerza política de España y así cerrar definitivamente  el paso  a  periféricos y  centrífugos empeñados en  controlar y dirigir la política nacional  desde las bandas.

El Insomne, por su parte,  considera que la abstención de UPyD en la votación para elegir a la presidenta del Parlamento vasco es plenamente coherente con la línea ideológica de esta formación siempre y cuando dicha  decisión  responda a razones propias, no a maniobras tácticas basadas en la equidistancia o  el rechazo preventivo de una eventual asimilación o  fagocitación.  Eso significa que, a los ojos de este observador, UPyD debería explicar las razones de su postura en ese punto y en el contexto de una estrategia general, no coyuntural.

Lo realmente grave en este caso es que  UPyD no consiga erigirse en la tercera columna de la arquitectura constitucional de España, como parece insinuar o desear  el colaborador de ABC, pues entonces deberíamos empezar a pensar, una vez más, que los separatistas  son más influyentes de lo que veníamos temiendo y sospechando.

La sospecha/temor  adquiere tanta más fuerza cuanto que  ese mismo  día, casi  a la misma hora,   Toni Soler, escriba a sueldo del Sanedrín catalán, arremetía  en La Vanguardia contra Juan Perán, portavoz de UPyD en Cataluña, que había osado utilizar  el término nazi para calificar la inmersión lingüística practicada en estas tierras  y el comportamiento de los líderes del PSC.

En su calidad de amanuense  del Sanedrín o Consejo Asesor de Cataluña, el tal Toni Soler tiene carta blanca y patente de corso. Su tarea consiste en denunciar, a cara de bulldog,  todos  y cada uno de los conatos de rebelión contra la dictadura de inspiración israelí, no nazi, implantada en Cataluña.

Repito: dictadura de inspiración israelí, no nazi. La primera actúa de manera encubierta, siempre encubierta; la segunda, por militarista, busca siempre el choque frontal,  el alarde de fuerza,  la ostentación.  Ese no es el caso ni de la Cataluña del Senedrín ni del Sanedrín de la Cataluña que padecemos.

A Juan Perán se le ocurrió sacar la cabeza y el susodicho escriba se apresuró a cepillarle la coronilla. Primer aviso. Precisamente la idea de dotar a UPyD Cataluña de una dirección colegiada tenía, entre otras finalidades,  la de  dificultar en la  medida de lo posible la localización y la  identificación del cerebro de la formación en estos tiempos en los que  tal vez es más válido que en  cualesquiera otros  el viejo principio de  estrategia militar:  objetivo visto, objetivo destruido.

De todos modos, Juan Perán posiblemente haría bien en recordar, o aprender, la advertencia que figuraba en los viejos trenes de viajeros  de  nuestra querida Renfe: «Es peligroso asomarse al exterior».

En opinión del Insomne,  lo más conveniente  sería que UPyD  Cataluña tuviera en cuenta  la lección de las formaciones que en estas tierras han pretendido seguir una línea ajena o contraria al separatismo. Todas ellas —desde  el primer  PSOE-PSC hasta el partido de los Ciudadanos pasando por el último PPC—  han sido colonizadas y fagocitadas o  reventadas por agentes catalanistas infiltrados e instalados en su interior.

La colonización de UPyD  Cataluña  ya ha empezado, y hoy en sus filas hay  agentes y topos, además de feligreses y bona gent,  que afirman que Cataluña es un democracia cuasi perfecta  con una enseñanza pública en catalán y español al cincuenta por ciento.   Aquí no hay, pues, ni dictadura de cuño israelí,  mucho menos fascista,    mediante la  monopolización dolosa y subrepticia  de las instancias de representación democrática, así como de  los   resortes de poder,  por parte de los catalanistas y  tampoco  persecución de la lengua de Cervantes,  pues cada ciudadano  puede optar libremente, en condiciones de igualdad,  al cargo que desee  en cualquiera de las innumerables dependencias de la Generalidad y elegir a voluntad la lengua en la que quiere escolarizar  a sus hijos.

Eso es lo que el Insomne pudo oír y tuvo que escuchar días pasados de los labios y los ojos —sí,  los ojos— de un  presunto afiliado de UPyD.   Y si entonces el Insomne montó en cólera,  hoy, transcurridos diez días, vive todavía en ese estado de confusión  que provocan en su corazón de viejo luchador las acciones de  la perfidia cuando se alía   con el cinismo.

A decir verdad, buena parte de la responsabilidad de su salvaje  comportamiento  corresponde al maestro Hegel, que le enseñó: «Esclavo es aquel que lo supedita todo a la supervivencia».

Pregunta a la cuatro vientos: ¿correrá UPyD Cataluña la suerte que han corrido hasta ahora cuantos colectivos han intentado rebelarse contra la dictadura catalanista?

UPyD y Rosa, la rosa de los vientos

Como el Insomne  ya tomó su decisión,  desea mucha suerte y muchos éxitos a UPyD y, concretamente,  a Rosa Díez,  rosa de los vientos, a la que considera una buena mujer y una buena española. Imagina que la pobre  va a necesitar de lo uno y  de  lo otro.  Como él vive no lejos del mar de la Sargantana, donde ahora lo español no está precisamente  bien visto, se permite recomendarle que tenga cuidado con el fuego enemigo, pero también, y acaso más, con el fuego amigo.

En el ámbito de la traducción existe la figura de los falsos amigos, palabras fonética y/o gráficamente idénticas en dos o más idiomas pero con significados propios y diferenciados  en cada uno de ellos. Ejemplo, canalla, que en español significa, más o menos, sinvergüenza o maleante y en catalán es sinónimo de chiquillería.

Y de la misma manera que en el ámbito de la traducción existen los  falsos amigos, en el de la política existen los  falsos aliados y los falsos afiliados.

Lo dicho: «¡Suerte,  Rosa, rosa de los vientos!»

Margarita,  que soporta la  compañía  del Insomne y se beneficia de ella,  dice a menudo que éste  tiene un problema capital:  ve lo que los demás no ven y, como consecuencia de ello,  no respeta las convenciones sociales que los demás respetan y, según él, se empeñan en  obligarle a respetar.

Hace tiempo el Insomne se apropió  el lema «los héroes han nacido para ser libres», formulado por un loco ilustre. Por entonces ya había leído a Ortega y Gasset y su diagnóstico: «Todo ser poseído de una idea es un loco a los ojos de los demás».

En esas condiciones  asiste ahora, horrorizado,  a la destrucción de España. Islas e islotes a la deriva en el mar de la Sargantana, ¿verdad, Juliana?

Mientras tanto, el versificador, acaso poeta, declama y blasfema de nuevo:

«Truéquese en risa mi dolor profundo,
que haya un cadáver más  ¿qué importa al mundo?»

Despedida sin despedida

Pájaro bobo decide cerrar su industria con dos textos:  El muro de papel Con el ojo en el ojo de buey. De ellos puede decirse  que,  en cuanto terminus a quo terminus ad quem respectivamente, delimitan el espacio en el que ha vivido, ha pensado y se ha movido el propietario/gerente  de la industria  y morador/recluso del búnker durante algo así como dos años i la torna.

Un pequeño universo construido con la imaginación y utópicamente racional. Contemplado en la distancia,  naturalmente a vista de pájaro, y ya enajenado para siempre, permite a su ingeniero y arquitecto decir y escribir:  los límites  de mi mundo son los límites de mi imaginario, los límites de mi imaginario son los límites de mi mundo.

Y de la misma manera que un día Pájaro bobo se insurpó la idea/visión/construcción del atormentado ingeniero, maestro de escuela y recluta austríaco Ludwig Wittgenstein para darle la vuelta y traducirla  a su lógica y a  su lengua, ahora, con esta despedida sin despedida, se  apropia también una idea de Friedrich Nietzsche, viejo conmilitón suyo, según el cual la historia con sus comparsas existe en función de los genios en cuanto que está  a su servicio.

Como parece evidente que en ese caso el pobre Nietzsche, helenista metido a teólogo y filósofo, no pensaba en los genios de la historia sino en sí mismo, Pájaro bobo puede hacer otro tanto ahora  y pensar y decir que la historia existe por él y para él, que en definitiva es lo que piensa y dice,  o desearía decir,  todo bicho viviente, pensante y hablante.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿acaso  no es todo ser humano creador de un universo propio con sus genios y sus comparsas?