Crisis: economía productiva versus economía especulativa

Pájaro bobo, administrador de su casa y, por lo tanto, economista, opina que, en principio, la economía productiva se desarrolla de abajo arriba, a lo largo de la historia y en el seno de las sociedades vinculadas en su última etapa al modo de producción capitalista. Opera con bienes poseedores de entidad y utilidad reales que determinan su valor de uso. Simultáneamente,  esos bienes con valor de uso delimitan el campo de la economía productiva y fijan su lugar en el ámbito de las actividades humanas. Y si es cierto, al menos para este hijo de un obrero socialista, testigo y mártir, que la economía productiva nace de un insano afán de lucro e implica, ¿necesariamente?, la explotación del ser humano por el ser humano, también lo es, al menos para él, que proporciona productos  y servicios (si se prefiere, subproductos y subservicios) que impulsan y favorecen la vivencia,  la convivencia y la supervivencia de los seres humanos. Todo lo que tenemos y todo lo que no tenemos se lo debemos a esa explotación.  Y, antes y después, todo lo que somos y todo lo que no somos. Georg  W.F. Hegel, padre intelectual de Karl Marx y su contradoctrina, dejó escrito: «Dios se sirve de las pasiones de los seres humanos para sus fines». Y aquí quien dice Dios puede decir perfectamente la naturaleza.

Pájaro bobo considera que, con la historia de la humanidad en las manos, no podemos afirmar que estamos ante una ecuación ajena al tiempo, siempre idéntica  a sí misma,  del tipo «explotación igual a explotación» sino ante una proposición, constantemente diferente a sí misma, que dice:  «explotación igual a menos explotación y algo más (progreso)». Esa misma idea le llevó a Pájaro bobo a blasfemar en cierta ocasión: «Para luchar contra la explotación, lo más inteligente es dejarse explotar». Lo descubrió  gracias a su experiencia como emigrante en la vieja Europa y, ya instalado como explotador, han venido a recordárselo los suramericanos y los africanos que han llamado a su puerta.

Desde su aparición/alumbramiento, la economía especulativa se ha situado socialmente por encima de la economía productiva y ha venido moviéndose en círculos horizontales de evolución  concéntrica y tendencia expansiva. Todo ello, gracias a que opera esencialmente  con un valor de cambio, el dinero, del que puede y acaso debe decirse que es un valor económico sin realidad física.

La ambición suprema, rara vez confesada,  de la economía especulativa es estrangular y engullir a la economía productiva, de la que, curiosamente, emana y a la que se debe. Al menos teóricamente, cabe pensar en una economía productiva sin economía especulativa, pero no cabe pensar, ni siquiera idealmente,  en una economía especulativa sin una economía productiva, de la misma manera que no cabe pensar en una actividad parasitaria sin un cuerpo/organismo parasitado. Y es sabido que, empezando por el instinto de supervivencia,  la vida en todas sus formas  se rige por leyes económicas de acuerdo con el esquema: debe y haber, activo y pasivo, catabolismo y anabolismo.

Por lo tanto, en lógica sanamente egoísta, la economía especulativa deberá procurar que la economía productiva ni languidezca ni se extinga, pues en esa joint venture también a ella le va la vida, que en definitiva es lo único que le importa.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué sería de los depredadores sin cuerpos/organismos a los que depredar una y mil veces?

Zapatero-Montilla: duelo de truhanes

Los dos truhanes y sicarios, cada uno por su cuenta y riesgo, vienen preparando el duelo desde hace meses, incluso años. Los dos, con la daga siempre a punto para asestar una única y mortal puñalada al contrincante, otrora aliado, siempre enemigo, a las primeras de cambio. Zapatero, asistido por un tal Rubalcaba, maestro en el manejo de la sica; Montilla, solo ante el peligro, pero mirando continuamente de reojo a Pujol ben Gurión, presidente del Sanedrín catalán, para recabar su vist-i-plau: « Molt bé, noi! Ahí, en la entrepierna. Collons, ahora no sé cómo se dice entrepierna en català».

A primera vista, el duelo gira en torno al Estatuto de Cataluña y los Presupuestos Generales del Estado como  penyora y botín, pero detrás hay mucho más. Verbigracia: el relevo —léase muerte política– del bolchevique, con la consiguiente e inmediata  reorganización del PSC o Partido de los Separatistas Catalanes, que pasaría a ser el PCS o Partido de los Charnegos Socialistas y estaría dirigido por un Corbacho de vía estrecha y hasta ahora nunca desmentida lealtad. En realidad, el objetivo último responde a una razón de Estado: desmantelar y desmontar el frente catalanoseparatista, ese que dirige Pujol ben Gurión desde el Sanedrín, antes de que el fuego se propague y arrase los campos y las ciudades de España, pues entonces ya sería demasiado tarde.

El bolchevique quiere vender su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado para obtener dos talls o tajadas de mucho peso y sabroso contenido: la aprobación del llamado Estatut de Catalunya en su total y absoluta literalidad parlamentaria y un share de los mencionados Presupuestos fijado por Cataluña y pactado en régimen de bilateralidad, o sea, entre el Govern de Catalunya y el  Gobierno del Reino de España.

Zapatero, desde hace tiempo conocedor del veredicto del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, tiene clara ventaja en este enfrentamiento. Sabe que la jugada del catalanoide es puro farol. Además éste ha cometido dos errores tácticos gravísimos: traicionarle y, para colmo, actuar como cabecilla  y cerebro del frente nacional catalán contra España, contra el Gobierno de España y contra él y los suyos. Por todo ello, Pájaro bobo está convencido de que ahora Zapatero se ve obligado a dar una lección en toda regla al bolchevique y se la va a dar, con lo que, como este mismo vaticinó,«al final se sabrá quién iba de farol».

Desmontado el Estatuto y aprobados los Presupuestos Generales del Estado, no a pesar sino gracias a la traición de Montilla, Pujol ben Gurión podrá lamentarse y gritar: «Catalunya ha sido víctima de una vil traición por parte de Espanya. Los catalanes no lo olvidaremos y tomaremos medidas». Lo que quiere decir: Nos vengaremos.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿En qué consistirá la venganza del Sanedrín catalán en el caso, más que probable, de que quede desmontado su proyecto independentista?

El Idióticon de Pájaro bobo
Nicomedia, Cuchillerato.
Hervás, 1934. Dos madres hablan de sus hijos. Una de ellas insiste en que el suyo  es muy estudioso y le suelta a la vecina: «El de mi Lorenzo es Nicomedia». Lo que la buena señora quiere decir  es que su hijo ha superado el catón y ahora ya estudia con la enciclopedia, que es su libro de clase. La otra madre no quiere ser menos y le replica: «Pues mi Antoñito ya ha empezao el cuchillerato». Pájaro bobo ignora si en 1934 algún vecino de la villa extremeña cursaba estudios de Segunda Enseñanza, aunque fuera en esa variante local.

Los hijos de la red

Pájaro bobo llevaba tiempo buscando título para una idea suya y al fin lo encontró: Los hijos de la red. A él le gusta, cree que tiene gancho, hasta el punto de que le suena como el título de un libro o una película. También cree que, por elemental, es muy probable que ya se le haya ocurrido a alguien. Además, como estamos en la era de internet y el software libre, la autoría no cuenta, por más que cada ser humano se vea a sí mismo como autor y amo de su imaginario y con él de su mundo virtual y más íntimo. Miguel el informático dice que, en rigor, la autoría es una usurpación. La realidad, incluido todo eso  a lo que llamamos ideas, está ahí, no pertenece a nadie en particular, pero por eso mismo está a disposición de todos. Pájaro bobo entiende lo que dice el informático, aunque, por un egoísmo atávico, practica  la usurpación y defiende su derecho a usurpar.

Estos días se viene diciendo que los hijos de la red, llamados también navegantes y cosas parecidas,  pueden influir decisivamente en los resultados de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. En cualquier caso, no cabe duda de que ampliarán considerablemente, en los planos horizontal y vertical,  el espectro socio-político de interesados y votantes. Será una manera de romper, al menos parcialmente, el cerco de las minorías elitistas y su control de un régimen sólo putativamente democrático. Además favorecerá la culturización de los que, por falta de cultura, no están en condiciones de hacer valer sus derechos. A la democracia por la ilustración, hija natural y, por ende,  muy legítima de la Ilustración.

Es posible que si Zapatero hubiera tenido en su momento  buenos asesores políticos, en vez de cuatrocientos euros, habría regalado o, para ser exactos, habría  prometido regalar a todos los votantes un ordenador ya programado y conectado a la red. Tantos ordenadores, tantos votos para siempre o, al menos, para una temporadita.

Pájaro bobo está convencido de que en nuestras  próximas elecciones alguno de los contendientes tendrá en cuenta la añagaza y tratará  de ponerla en práctica. Al decir esto pienso concretamente en el Partido de los Ciudadanos, si es que para entonces aún sigue vivo y en la brecha.

En cualquier caso es evidente que  avanzamos hacia la ciberdemocracia —concepto y título ya inventados y utilizados—, después de superar etapas más bien recientes pero mucho menos técnicas, como la del mitin de masas, el boca a boca y el buzoneo.
Entre otras muchas cosas, la ciberdemocracia nos permitirá votar desde casa y seguir las incidencias de las campañas políticas  y diversos happenings sociales en tiempo real desde casa. Eso, en un futuro inmediato, porque en un futuro mediato ya no será necesario votar. Entonces, los resultados, por conocidos, dejarán de ser resultados.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cuánto tiempo tendría que vivir Pájaro bobo para sobrevivir a la última forma de opresión por parte de los últimos representantes de la última ideología dominante?
¿Será la ciberdemocracia la era de una democracia casi auténtica o auténtica?

Estatuto de Cataluña, el próximo de la lista: una denuncia y dos preguntas

En el ABC nuestro de hoy y de cada día, Jiménez de Parga ha comentado, con una visible sensación de alivio, que en el horizonte de esta España atormentada por las fuerzas centrífugas empiezan  a aparecer signos de un futuro menos oscuro, menos caótico, menos destructivo y, por lo tanto, mejor para España y los españoles en términos relativos. Por fin, se aprecia en ciertas instancias estatales con poder y capacidad de decisión una toma de conciencia responsable y leal ante la gravedad de la situación generada por la conjura separatista con sus múltiples y continuas intrigas. ¿La próxima? Que el carallot Carod nombre un embajador de Catalunya en Madrid, capital del país vecino.

Eliminados el pretendido referéndum de Ibarretxe y ANV, partido abiertamente antidemocrático en su ideología y en su actividad práctica, ahora le toca el turno al Estatuto de Cataluña, documento doloso en su espíritu y en su letra, y, por lo tanto, abierta y rotundamente delictivo, al menos a los ojos de Pájaro bobo. Fraude de ley  aderezado y, en este caso, agravado con presiones de toda índole, siempre ilícitas, siempre ilegales.

Pájaro bobo entiende que el doloso y delictivo Estatuto de Cataluña no sólo acabaría con España como nación sino que incluso situaría sus restos en una situación de dependencia jurídica con respecto a Cataluña. Ese es el espíritu y esa es la intención última que animan el contenido y la  forma del aludido e innombrable documento estatutario.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿No está obligado en justicia el Tribunal Constitucional  a denunciar ese carácter doloso y  conspirativo del llamado Estatuto de Cataluña  y, obrando en consecuencia, a procesar tanto a sus autores intelectuales como a  sus valedores?
¿Cargos? Fraude de ley y conjura para destruir España constituida en Estado de derecho.

España: sentencias y relevos

En opinión de Pájaro bobo, el rechazo tajante del referéndum de Ibarretxe por el Tribunal Constitucional ha sido la primera medida de una serie que debe devolver la soberanía nacional al pueblo español. La segunda, no menos significativa y decisiva, ha de ser la condena del Estatuto de Cataluña en bloque, letra y espíritu, por la misma instancia judicial. Ciertos indicios parecen indicar que el leonino leonés está al corriente de lo que va a ocurrir y, obrando en consecuencia por adelantado, ha dejado a sus  desleales aliados actuales  para buscar apoyo a sus Presupuestos en otras formaciones políticas y otros territorios. Él sabe, por larga y amarga experiencia, lo arriesgado que es depender de políticos como Pujol, máxima autoridad del Sanedrín, y  Montilla, presidente de la Generalidad y secretario del PSC o Partido de los Separatistas Catalanes.

Parece ser asimismo que, un vez liquidado el Estatuto, Zapatero quiere meter mano en el  PSC, ese que Montilla controla a la manera bolchevique. Visto con ojos del socialista leonés, la operación  consistirá  en sustituir ese mensajero cien veces traidor por un colaborador y subalterno de su confianza, que podría ser un tal Corbacho, hombre de pocas luces y, por lo tanto, con pocas ambiciones secesionistas. Al menos en apariencia, al menos de momento.

Como ha manifestado recientemente el su(b)sodicho bolchevique, al final se verá quién va de farol. Eso quiere decir que estamos ante una intriga/conjura con desenlace en el aire, como mínimo a los ojos de uno de los contendientes, pues debemos suponer que el otro hace ya tiempo que tiene conocimiento fidedigno de lo que se ha maquinado/pactado  y se va a hacer. Otra cosa significaría que todos, separatistas y presuntos implicados, pueden intrigar, presionar y coaccionar, menos el jefe del Gobierno de la nación. La realidad nos dice que él también intriga y saca partido. En el caso presente,  deshacerse de la coraza del separatismo catalán, tanto más cuanto que, con ocasión de su última intervención  en el escenario estatal, éste se ha presentado como un frente nacional y ha amenazado con movilizaciones populares de ámbito «nacional», dicho sea en términos catalanes y para catalanes.
Pero como parece ser asimismo que nuestro intrigante y traidor jefe de Gobierno no gana para  disgustos y soponcios, a él también le tienen preparado el relevo (léase la mortaja política) los de su propio partido. Lo decía un comentarista en uno de esos periódicos digitales que se cuelan en los hogares como si quisieran demostrarnos  que para ellos no hay ni paredes ni  barreras que valgan. Lamentablemente, en este caso el remedio sería, a mis ojos,  peor que la enfermedad, que ya es decir, pues la sustituta de Zapatero sería, según la fuente aludida, Carme Xacó, fiera corrupia y menistra de Indefensa de mi patria.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿y si Pájaro bobo despierta un día y se encuentra con que todo ha sido una pesadilla o, dicho en catalán, un malson?

«La Vanguardia» y su «Culturas»

Desde hace años, La Vanguardia, de Barcelona, es el órgano del establishment catalanoseparatista que abarca desde la Generalidad con su Consejo Asesor o Sanedrín hasta el Rovell de l’ou y sus beneficiarios, pasando por los activistas y trabucaires del carallot Carod. Toda una caterva, toda  una plebe, nunca pueblo o nación, bendecida por los dos Sumos Sacerdotes de la provincia eclesiástica Tarraconense, Martínez Sistach, cardenal y arzobispo, y Josep Maria Soler, abad, amén de vigía de la Montaña Sagrada de Montserrat y custodio de la Moreneta.

En la actualidad, La Vanguardia rebosa separatismo a través de sus colaboradores y los nombres de estos: desde el incombustible Porcel con su pasado azul y su destino estelado hasta ideólogos y teóricos de la pizza catalana como Bru de Sala, Antoni Puigverd y el manso y remanso Carreras, sin contar escribanos y amanuenses de segunda y tercera fila.

Evidentemente,  el pastel también tiene sus guindas; en general, un intelectual o un político extranjero de prestigio y, a modo de contrapeso, un aborigen de la meseta castellana con pluma en plaza  llamado casualmente Ónega o Expósito.

Pero el periódico funciona. Podemos pensar que  gracias a  las ayudas a fondo perdido de la Generalidad y sus incontables partidas presupuestarias destinadas a la construcción nacional.

Quedan lejos los tiempos en los que los charnegos compraban La Vanguardia Española para estudiar y descifrar los anuncios en busca de trabajo y envolver el bocadillo de la mañana. Ahora, La Vanguardia es la gaceta de la Generalidad y sus beneficiarios,  subalternos y aconductats.Los tiempos cambian y las artes…

Así, con el dinero de los españoles se financia, entre otros muchos crímenes, un periódico separatista al servicio de los separatistas, en el que, para mayor ignominia, el idioma español es utilizado para denigrar a España y los españoles, y, como supremo sinsentido, perseguir el mismo idioma español.

Otro tanto ocurre en el suplemento de la Vanguardia, llamado  Culturas. Aquí, siguiendo el lema de la criba  socio-cultural, cada vez hay menos espacio dedicado al español y cada vez hay más espacio reservado al catalán; sólo reservado, porque, como con la producción catalana en catalán no se puede llenar cada semana un suplemento cultural de medio centenar o un centenar de páginas, muchas quedan vacías. Todo menos entregárselas al enemigo, su idioma y su cultura.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué en una parte de España se castiga a los españoles que defienden el español y se premia a los que utilizan el español para perseguir a los españoles y destruir España?

Miserables, miserables, malparits!

Nota aclaratoria
Malparit es la palabra que un malparit me dedicó a mí como extremeño.

13 de septiembre, día de recuerdo, día de silencio

Con Hervás en el alma

Ayer, 13 de septiembre, se cumplieron 72 años de la muerte (asesinato) de mi padre, Miguel Ibero. Día de recuerdo,  día de silencio. Con el recuerdo estuve en Hervás, en silencio recorrí  la empinada y estrecha calleja de la ermita de Santa Bárbara, en el término municipal de Puerto de Béjar. Allí murió él. Allí nací yo por segunda vez. Tenía entonces dos años. Desde aquella mañana vago por las callejas  del mundo y con frecuencia me veo en los ojos de ese niño con síndrome de Down que va por la calle y, cada vez que ve una mujer, se acerca a ella y le pregunta: «¿Eres tú mi mamá?»

Para mí, si hay algo que no tiene sentido es que todo tenga sentido. ¿Hay ahí  una prueba de que Dios existe o una prueba de que Dios no existe? ¿Se puede llegar a conocer, al menos vislumbrar,  desde lo contingente (el ser humano)  lo supracontingente (Dios)? Acaso la clave y la respuesta estén en el dolor. ¿Permitirá el dolor a la mente humana transcender los límites de lo contingente?

13 de septiembre, día de recuerdo, día de dolor. El dolor puede y acaso debe purificar el recuerdo hasta dejarlo libre de odio y de rencor. ¿No son el odio y el rencor el agujero negro del alma?

Pucherazo en el Vallès de los ciudadanos

Cargado con su puchero

llegó el ministrable y dijo

que en aquel puchero d’aram

con su sabroso refrito

sólo él metería cuchara

porque ese era su oficio.

Un viejo le miró con sorna

y comentó compungido

que entonces qué hacían allí

diez feligreses reunidos.

Que si algo hería su alma

no era aquel artificio,

sino la intelectual indigencia

del timador y su timo.

Moraleja

Si preparas un pucherazo

busca antes un buen cazo

En clase de física

Durante los últimos días, Miguel el inventor ha estado, y sigue estando,  muy atareado con el acelerador de partículas de Ginebra y misterios como los campos gravitatorios, la mecánica cuántica, el principio de incertidumbre y la teoría de la relatividad general. A propósito, ¿qué es el bosón de Higgs?

Pájaro bobo aprovecha las  infrecuentes desconexiones del muchacho para formularle algunas preguntas.  De entrada, éste afirma que en la ciencia no hay espacio para un Dios personal o un Diseñador inteligente, pues en ella se parte de una situación concreta y se procede por vía empírica,  y que, por lo tanto, la ciencia en cuanto tal no entiende de metafísicas. Lo que existe actúa de cuerdo con leyes que le son propias.

Pájaro bobo insiste y le pregunta si acaso no deberíamos dejar a un lado cuestiones como  el Dios personal o el Diseñador inteligente y  hablar de una Autoconsciencia condicionante, no condicionada, y Miguel le contesta que, a su modo de ver y pensar, el problema radica en que eso no añade nada a la situación sometida a examen, toda vez que no incide en  el acontecer y su desarrollo. El acontecer se explica a sí mismo y en sí mismo. Eso es todo, y eso es la ciencia. El ser humano tiene que atreverse  a ser él mismo, a estar siempre solo. Esse te ipsum aude!

Tras escuchar y tratar de entender tales explicaciones, Pájaro bobo llega a la conclusión de que la situación es incomprensible para el ser humano, entre otras razones, porque, en última instancia,  su lenguaje no es adecuado para describirla. Acto seguido, Miguel insiste en que Dios, su existencia, es un pobre recurso dialéctico adoptado a posteriorii, no una realidad dada.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Qué hace ahora Pájaro bobo con su principio de causalidad?
Si según el Libro «En el principio fue la Palabra», ¿qué fue primero la Palabra o el big Bang?

Cuatro millones de españoles en busca de una patria

Una consideración ni anacrónica ni intempestiva

Si Cataluña es una nación y además una nación opresora, ¿a qué nación pertenecen los miembros de la comunidad de idioma y sentimientos españoles de Cataluña?

¿Están dentro de Cataluña y forman una nación oprimida dentro de una nación opresora o están fuera de Cataluña y forman parte directamente de España?
En cualquier caso, somos españoles en busca de una patria que nos conceda el derecho de ser lo que siempre hemos sido y siempre hemos querido ser: españoles.