Sabadell: sin misas en español

Pájaro bobo platica con una señora mexicana llamada Guadalupe, devota de su patrona. La buena señora le confiesa apenada que en todo Sabadell ni ha encontrado ni encuentra  una sola iglesia en la que pueda oír misa en español los domingos. Luego añade que, para cumplir con el mandamiento de la Iglesia, tiene que ir a Barcelona, pues allí conoce una iglesita  donde el cura platica y oficia en español.Toda una bendición.

La señora Inés, que es de Bienvenida, Badajoz, tiene mejor suerte. Vive en el barrio conocido con el nombre de Pueblo Nuevo. Situado extra muros de Sabadell, junto al cementerio de la Salud, Pueblo Nuevo tiene vida propia, vida a la manera de una comunidad urbanizada de Extremadura o Andalucía, de donde procede la inmensa mayoría de sus vecinos. Las mujeres de Pueblo Nuevo van a misa y la misa se dice y se canta siempre en español, salvo alguna cuña en aborigen. Ellas, que son las feligresas, se lo han exigido al señor cura, mossèn Ramon, que, según esta cofradía de santas mujeres,  es persona de buenos sentimientos,  caritativo y nada pesetero. La señora Inés comenta que al hombre de Dios le tira mucho lo catalán y continuamente intenta darles gato por liebre (en vernáculo, fer passar bou per bèstia grossa), pero ellas no le dan tregua y él se esfuerza y se esmerila.

Aclaremos que mossèn Ramon sólo tiene feligresas, pues los hombres son parroquianos del Extremeño, viejo bolchevique territorial de Malpartida de Plasencia que tiene su bar-tasca-ventorrillo junto a la carretera de Canpuigjaner a Sabadell, justo a la salida del cementerio de la Salud.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas: ¿por qué el arzobispo y cardenal de Barcelona, máxima autoridad eclesiástica de la Tarraconense, escribe artículos en español para los grandes  periódicos de lo que él llama Estado español  y luego niega a sus feligreses el derecho a rezar y ser rezados en esa misma lengua?
¿Sabe que eso es un pecado mortal y que si muere en pecado mortal se condenará?

Consejo
Al menos, que aprenda de mossèn Ramon, de Pueblo Nuevo de la Salud, Sabadell.

Georgia—Afganistán: ataques en los flancos

Pájaro bobo no dudaría en afirmar que Putin, actual hombre fuerte de Rusia, es infinitamente mejor jugador de ajedrez (léase estratega) que el figurante Bush junior, a pesar de todos los think tanks, lobbies y equipos de asesores que el Departamento de Defensa ha puesto a su servicio. Afganistán es, incluso a medio plazo, una causa tan perdida como Vietnam; tal vez, incluso más desastrosa por la situación del país con respecto a Europa y por las consecuencias que una derrota occidental puede tener. Nicolas Sarkozy,  perspicaz analista político, ya ha declarado que allí, en aquellas cumbres borrascosas e inhóspitas, se juega una parte de la libertad del mundo, quiere decirse, de nuestro mundo, que no es precisamente el mejor de los mundos posibles.

Justamente en los últimos días se ha agravado la situación de las fuerzas aliadas encargadas de imponer la paz a los talibanes. Ese ha sido el momento elegido por el estratega ruso para atacar Georgia utilizando como cebo y pretexto las disensiones de este pequeño país con otro, aún más pequeño,  llamado Osetia e integrado por dos comarcas, Osetia del Norte y Osetia del Sur.

El mensaje del ruso es: George, no me busques las cosquillas ni a través de un subalterno como Saakashswili ni a través de Ucrania ni a través de Israel, porque tu situación en Afganistán es realmente comprometida y vas a necesitar mi ayuda.

Y, colorín colorado, esta guerra se ha acabado. Al menos sobre el tablero; al menos, en lo que se refiere a sus prolegómenos y primeras escaramuzas, pues, evidentemente, las armas seguirán disparando para que siga corriendo la sangre y, con la sangre, el dinero, que es la sangre de la economía.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es concebible que Estados Unidos renuncie algún día, por las buenas o por las malas, a su economía de guerra y, en definitiva, a su política imperialista  como Rusia renunció en su día, a fortiori a la dictadura burocrática y, con ella, al imperialismo ideológico?

La mestressa se va a los Madriles

Margarita, ama y mestresssa de Blacky, caniche con alma de niño, y señora esposa de Pájaro bobo, alquimista con aficiones de Poltergeist, ha viajado  a los Madriles, capital del Reino de España. Ha ido a ver a su/nuestra hija Ana, que estudia y trabaja o, para ser exactos, acaba de terminar su segunda carrera y se ha puesto a hacer prácticas de paparazza en un periódico de deportes. Ana es una buena hija. Si tiene un problema es la indecisión. Toda vez que Miguel, una vez terminados sus estudios, residió un año en Berlín, ella puede elegir ahora entre hacer algo parecido al Gran Tour de los ingleses (siglos XVIII y XIX) y  pasarse un período similar en la ciudad extranjera de sus preferencias. La idea de sus progenitores es que mejore y/o perfeccione sus conocimientos lingüísticos y se conceda un tiempo para madurar psicológicamente, antes de empezar a trabajar profesionalmente.

A decir verdad, si un hijo es un misterio, una hija es una misteria.

Espa: Juegos Olímpicos de China

Tres preguntas ni ingenuas ni intempestivas y una imprecación pertinente:

¿Quién decidió mutilar y consiguió mutilar el nombre de España que debían lucir nuestros  representes en los Juegos Olímpicos de China?
¿Quién debió impedirlo y no lo impidió?
¿En qué consistirá la próxima mutilación?
Miserables, miserables.

Frente catalanista: ¿dónde está la omertà de los conjurados?

«… Zapatero se va a hundir con todos nosotros». Joan Ridao, portavoz de ERC

El nombre oficial del Sanedrín catalán es Consejo Asesor de Cataluña. Si Pájaro bobo lo  llama Sanedrín no es tanto por mor de una  caprichosa  licencia idioléctica cuanto por el convencimiento racional de que la institución catalana está inspirada en el modelo bíblico. De hecho, tiene sus Sumos Sacerdotes y su cuerpo social está integrado  por representantes de las cien familias burguesas de Barcelona. Siglo XIX, siglo de la burguesía industrial.

Digamos de paso que, a nuestro leal saber y entender,  en Cataluña ni ha habido ni hay nacionalismo, que es un movimiento social bidireccional —de abajo arriba y de arriba abajo—  y, por lo tanto, de  evolución interclasista. Lo que ha habido y hay aquí es un movimiento burgués y, como tal, clasista y endogámico. Y los intelectuales cispireniacos empeñados en no enterarse.

El hecho es que cuando  los partidos catalanistas tenían a punto su frente antinacional, llega Zapatero, pacta con el más insignificante de sus representantes y les destroza el invento.  ¿Dónde está la omertà de nuestros conjurados?

Ellos  saben por experiencia que en manos de Zapatero tres meses son tres siglos. Tres siglos i la torna. Concluida la moratoria, el su(b)sodicho les soltará, verbigracia:   «Eso os obliga a vosotros, no al Gobierno».

Y no es que Zapatero sea más listo o más cínico que un Pujol ben Gurión, un Montilla o un Maragall, sino simplemente que juega con ventaja. Él sabe que la estrategia de los conjurados es es puro farol, un triste muro de cartón piedra. Por eso, aunque una oscura eminencia gris del catalanismo independentista como Ridao amenace ahora con hundir el templo con todos los feligreses dentro, nadie se conmueve, pues todo el mundo sabe que eso no ocurrirá, por la sencilla razón de que en la historia de Cataluña no hay precedentes de actos de esa naturaleza (síndrome de Sansón) ni de visceralidad numantina. Ridao, te has pasao.

También pasa que ahora los separatistas tienen delante de ellos a alguien que los supera en medios, no en perfidia. A la postre, lo más probable es que ese alguien los deje encerrados en una de las mazmorras del castillo de  Montjüic o del palacio situado en el parque de la Ciudadela de Barcelona y, acto seguido, escape con el dinero de los Presupuestos del Estado y la financiación autonómica, junto con las llaves del Gobierno llamadas de la gobernabilidad. Si les deja algo serán los cuatrocientos euros. Tiempo al tiempo.

De momento, Zapatero ha conseguido que, una vez más, los conjurados se amansen y, tan pronto como han quedado amansados,  se sienten de nuevo  a la mesa de las promesas. Lo que venga después ya está escrito, pues estamos ante una curiosa variante del eterno retorno. ¿Zapatero filósofo? No, Zapatero sinvergüenza contumaz e incorregible.

Pregunta ingenua e intempestiva con tres variantes: ¿acabará Zapatero con el frente separatista catalán, acabará el frente separatista catalán con Zapatero o acabará él con ellos y ellos acabarán con él?

Los inventos de Miguel

Miguel se ha ido a Alemania. En la Feria de Leipzig presentará uno de sus inventos.  Se trata de una aplicación, en software libre, de las pantallas táctiles. Miguel Ibero, hijo de Ramón Ibero, hijo de Miguel Ibero, tiene alma de inventor. Ha estudiado Telecomunicaciones, pero sus intereses no tienen límite, ni límite ni descanso. Lo suyo es el vuelo en solitario y en caída libre. ¿Suerte? ¿Desgracia?

¿La última trapisonda de Zapatero?

A Pájaro bobo no le ha sorprendido en absoluto la última trapisonda de Zapatero. Pactar a escondidas, en un rincón del Parlamento instantes  antes de que suene la campana del presidente, es algo que, por así decir, este sujeto  lleva en la sangre. Y si es difícil prever cómo va a terminar su jugada con una fracción, la más pequeña, del frente separatista catalán, no lo es tanto  imaginar que, a la postre, los va a engañar a todos: a ellos y a sus aliados naturales en la conjura urdida para destruir España. De eso podemos estar seguros,  y,  también, de  que no va a cumplir sus promesas. Saura, Herrera y sus correligionarios las airearán cuando llegue el momento, pero,  para entonces, Zapatero ya habrá conjurado el peligro y, en consecuencia,  se limitará a negarlo todo. Eso es lo que ha hecho constantemente hasta ahora, por activa y por pasiva. Y siempre se ha salido con la suya. Enhorabuena, Rubalcaba.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cómo puede aceptar Pájaro bobo  que esos dos sinvergüenzas pertenezcan al partido por cuyos ideales Miguel Ibero, español sin tacha y padre de Ramón Ibero, dio su vida?

Sabadell: dictadura lingüística en un hospital de la Seguridad Social

Un lector-escritor del ABC denuncia algunas de las muchas estratagemas que utilizan los autodenominados nacionalistas  catalanes. Son tantas ellas y tan pocos ellos… El buen hombre viene a decir que lo que estos hacen carece de sentido. Claro, claro, para nosotros, pero no para ellos. Y, en cualquier caso,  lo hacen, que es lo que cuenta.

Así, en un hospital de Sabadell adscrito a la Seguridad Social, todos, todos, absolutamente todos los letreros están escritos en catalán, lo mismo que las recetas y la inmensa mayoría de las instrucciones dirigidas a los pacientes y sus familiares o acompañantes. En catalán, básicamente sólo en catalán. Algunos letreros, sabiamente seleccionados y estratégicamente colocados, están escritos, también,  en español o, como ellos dicen, en castellano. Junto a la puerta de entrada al hospital hay (o, al menos, había)  uno de quita y pon. Hecha la trampa, hecha la añagaza.

En este establecimiento sanitario hay médicos que se niegan rotundamente a hablar español. Cuando un enfermo dice que no entiende el catalán, estos médicos se dirigen a los familiares y preguntan si entre ellos hay alguien que lo entiende. En caso  afirmativo, hablan con  él y le piden que traduzca su mensaje al desvalido paciente. Evidentemente, quien quiera puede negar lo que digo, pero da la casualidad que he visto y he vivido  con mis propios ojos y mis propios oídos varias situaciones de esta índole. También he vivido situaciones en las que el médico ha estado hablando en catalán con el paciente, sin mirarle a la cara, y luego se ha marchado sin despedirse de él, sí,  sin despedirse. Claro, todo esto son infundios y ataques a Cataluña y a los catalanes. Lo que no es un infundio es que, en general, el personal del establecimiento sanitario es amable y servicial. Ello no es óbice para que los comisarios lingüísticos realicen concienzudamente su trabajo e impongan su ley.

Políticas aparte, no parece lícito que se utilice a los ciudadanos de lengua española para llevar adelante un proyecto que atenta contra sus derechos y tampoco que se ponga en peligro la salud y la vida de los pacientes imponiendo y aplicando criterios contrarios a la función sanitaria por la que el personal del centro cobra y a la que éste se debe.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿a qué extremos puede llegar la indignidad de las personas?

Putin: Georgia como aviso

Putin es un político, más que serio, hermético. En él, y por lo tanto en la política exterior rusa, no hay ni declaraciones retóricas ni gesticulaciones ni aspavientos. Pájaro bobo considera que Estados Unidos debe estar muy atento a las pisadas: a las suyas y a las de Rusia. Es posible que Rusia no sea ahora una superpotencia como Estados Unidos, pero es una gran nación. Rica, inmensamente rica, y poderosa, muy poderosa.

El Cáucaso es una de sus fronteras naturales. Frontera de Rusia y puerta de acceso al mundo islámico. Desde el Cáucaso hasta el Cuerno de África, desde Estambul hasta Mongolia, hay muchos pueblos, muchas naciones, muchas riquezas naturales, muchas zonas en conflicto, muchos intereses en litigio. Ahí, Estados Unidos se juega su imperio de ultramar; Rusia, su supervivencia. Que no se equivoquen los asesores de Bush. Rusia sería tajante. ¿Sería o será?

Probablemente, la situación se agravará en un par de años, cuando Irán, llamada a ser la cabeza visible del bloque islámico, posea armas nucleares y trate de imponer su ley en el espacio que va de Estambul a más allá de Kabul. Para Estados Unidos, Afganistán puede ser una nueva trampa mortal. Lo mismo que Irak, lo mismo que el mítico y fatídico Vietnam. ¿Y, mientras tanto, qué será de Israel, el pueblo elegido?

De momento, Putin avisa: Rusia  no consentirá ni exhibiciones de juegos balístico-pirotécnicos  ni acciones de kale barroka caucásica a las puertas de su casa. Chechenia es un recuerdo tan vivo como lacerante. Se supone que en veinte, a lo sumo en treinta años, habrá acabado la hegemonía absoluta, incluso relativa, de Estados Unidos. Se supone asimismo que para entonces Rusia habrá incrementado la suya. Siberia es con mucho la mayor reserva natural de nuestro ya pequeño mundo, acaso la única. Mientras tanto, Rusia irá aguantando, defendiendo sus fronteras naturales, defendiendo su independencia, defendiendo su supervivencia y, con ella, su futuro.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuánto tiempo podrá mantener Estados Unidos su política de expansión, ocupación y control geoestratégico?

Los españoles y la otra realidad catalana

Dos datos reales para una política realista y democrática

1) Actualmente, en Cataluña hay dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad de lengua española o castellana, equivalente al 60% de la población total (4 millones), y una comunidad de lengua catalana, equivalente al 40% restante (3 millones).
2) La comunidad de lengua catalana acapara en torno al noventa por ciento del espectro sociopolítico y sus formaciones, distribuidas a izquierda y derecha, forman en realidad un partido único que copa toda la vida pública y suplanta a la comunidad de lengua y sensibilidad españolas, que carece prácticamente de representación en las instituciones públicas y casi totalmente en el Parlamento de Cataluña.

De hecho, en Cataluña no se reconoce la existencia de una comunidad de lengua y sensibilidad españolas, siendo como es claramente mayoritaria.

Esta es una realidad que hay que dar a conocer  para desmontar fraudes como el llamado Estatuto de Cataluña, documento elaborado, presentado y aprobado exclusivamente por los representantes (¡ilegítimos!) de la comunidad de lengua catalana.  En rigor,  todas las instituciones públicas de Cataluña carecen de legitimidad democrática, ya que no son representativas, de la misma manera que toda la actividad de su Parlamento es fraudulenta y delictiva desde sus mismos orígenes por la sencilla razón de que su creación responde a una conjura de los políticos catalanistas.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿serán capaces los españoles de desmontar ese fraude, con todos los derivados de él, antes de que pase a ser un hecho consumado e inamovible?