El virus en los mataderos alemanes y en los territorios españoles

La acumulación de infecciones por coronavirus en los mataderos alemanes ha hecho que las autoridades fijen la atención en las condiciones laborales de todo el sector industrial, al tiempo que Hubertus Heil, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, ha anunciado la inmediata adopción de medidas aún más severas para poner fin a la situación.

Mientras tanto, los españoles, siempre a nuestro aire, seguimos discutiendo qué territorios (¿provincias y comarcas?) podrán pasar la semana próxima de la fase 0 a la fase 1.

Si alguien pensaba que nuestro Gobierno con su Gabinete de crisis estaba gestionando razonablemente bien -con orden y coordinación- la crisis generada por la pandemia, me permito decirle que, a juzgar por lo que publica la prensa nacional  a diario,  hay muchos ciudadanos en este país a los que disgusta abiertamente esa manera de tratarla, pues,  por lo visto, echan en falta el desorden y la descoordinación entre los que dirigen y mandan.

¿Estamos condenados a vivir eternamente presos de nuestros atavismos más irracionales?

 

Sobre la pandemia que nos castiga

Sabemos, más  o menos, cuándo, dónde y cómo empezó la pandemia de  coronavirus, pero a estas alturas parece lícito afirmar que no sabemos cuándo, dónde y cómo va a terminar, entre otras razones, porque el mal no está todavía debidamente identificado, diagnosticado y, en consecuencia, tampoco debidamente tratado.

Sumidos en la incertidumbre, sumada a la eterna precariedad de lo humano, podemos y acaso debemos pensar que la cosa va para largo.

Bueno, eso es lo que yo me temo. Ahora ya ni siquiera creemos en los milagros.

Gabinete de crisis

Entiendo que en la actual situación política, social y económica de España, el  auténtico Gabinete de crisis es el formado por los ministros Salvador Illa, Sanidad, Margarita Robles, Defensa, Fernando Grande-Marlaska, Interior, y José Luis Ávalos, Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con nuestro jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, a la cabeza.

Entiendo asimismo que la acción de éste, desde seleccionar las personas que habrían de formar el equipo hasta dirigirlo con pulso firme y prudente, ha sido hasta ahora tan acertada como meritoria.

En mi opinión, Pedro Sánchez está gobernando con sumo tacto y prudencia, eludiendo preventivamente las continuas añagazas de una oposición pocas veces cooperadora y por lo general dada al lenguaje de doble filo. Hablo en concreto de nuestros desleales y queridos compatriotas de la Marca Hispánica.

El  miembro del Gabinete de crisis que más me llama la atención, después de Pedro Sánchez, es sin duda Salvador Illa, ministro de Sanidad, con sus intervenciones televisivas. Voz autorizada y responsable, circunscrita a lo que es de su competencia.

A mi  modo de ver y entender, un ejemplo a seguir en lealtad, trabajo y entrega.

A todos ellos, como ciudadanos y como equipo de gobierno les deseo acierto en su cometido, por el bien de los españoles y, en definitiva, por el bien de esta atormentada patria llamada España.

 

Asesores del Gobierno

Considero que el Gobierno tiene derecho a mantener en secreto no sólo los nombres de  determinados asesores suyos sino también el hecho mismo de que tiene asesores en determinados asuntos y en determinados momentos.

Considero que en determinados asuntos y en determinados momentos deben  prevalecer la seguridad del Estado y el bienestar de los ciudadanos.

Esa es mi opinión.

La primera invención de Henry Kamen

Entiendo que Henry Kamen, hijo del imperio de la Gran Bretaña, predica y enseña que los españoles somos hijos de una invención llamada España. Entiendo, pues, que los españoles somos invención de una invención.

¡La madre que me parió!

Lealtades

Considero que Pedro Sánchez, nuestro actual jefe de Gobierno, está llevando a cabo una gestión política y social, pandemia incluida, más que aceptable.

Considero incluso que tanto su línea de actuación como sus decisiones más comprometidas están siendo acertadas, siempre presididas por criterios basados en el bien de todos los españoles, no de un sector ideológico de la sociedad.

Considero asimismo que, en todo ello, nuestro jefe de Gobierno está poniendo de manifiesto una inteligencia y una habilidad para la cosa pública que no recuerdo haber visto en otro político desde el arranque de la democracia.

Lealtad a España, sentido de Estado y habilidad gestora son virtudes que ahora mismo veo en Pedro Sánchez y me han llevado a ofrecerle mi apoyo leal.

Creo asimismo que, en la actual situación, el pueblo español, además de prescindir de las ideologías, debe ofrecer a Pedro Sánchez, como jefe de Gobierno, la misma lealtad  que éste debe ofrecer a España en la pandemia, antes de la pandemia y después de la pandemia.

La Envolvente catalana (2). Jordi Pujol y su dictadura burguesa

La operación PSC terminó con un rotundo éxito para los separatistas catalanes, que no sólo consiguieron consolidar e imponer su formación dentro y fuera del PSOE sino incluso convencer al conjunto de los españoles y en concreto a influyentes barones del PSOE como Felipe González y Alfonso Guerra de que el engendro/invento era bueno para toda la izquierda y también para España en su conjunto, pues los dirigente del PSC les vendieron la especie de que iban a actuar en defensa de los intereses de España y los españoles ante los burgueses, que constituían, según ellos mismos, el núcleo más duro e intransigente del separatismo catalán.

Eso fue, al menos, lo que se predicó, se vendió y se creyó entonces.

Poco después, concretamente en 1980, Jordi Pujol gana las elecciones autonómicas de la región al frente de Convergencia Democrática de Cataluña, formación creada por él mismo para su uso y disfrute.

Inicialmente, su plan al frente de la Generalitat consistió en copar, uno tras otro, todos o casi todos los centros de decisión y representación de Cataluña con hombres y nombres de su obediencia para, acto seguido, implantar en ella una dictadura burguesa, en principio encubierta pero progresivamente visible, hasta llegar al descaro y la provocación en su etapa última y más próxima.

Estamos ante una segunda edición de la Envolvente catalana: la dictadura burguesa de Cataluña, implantada por Jordi Pujol en 1980 y que hoy, mayo de 2020, sigue vigente con el nombre de Procés.

En mi opinión, esa dictadura burguesa se basa en un principio definitivo e inamovible, sin duda compartido por todos los separatistas: En Cataluña, la política deben hacerla los catalanes y  sólo los catalanes, tanto para ellos como para los no catalanes, en el bien entendido de que catalanes somos nosotros y los que nosotros decimos y decidimos que son catalanes.

Dicho principio, impuesto en la práctica de manera tajante y reforzado después con el llamado Procés, ha significado privar a muchos ciudadanos de Cataluña (4,8 millones de un total aprox. de 6,5 millones, equivalentes a tres cuartas partes de la población) de sus derechos democráticos y constitucionales, y, en definitiva, de la representación proporcional y equitativa en las instituciones públicas de esta comunidad autónoma que les corresponde como individuos y como colectivo social y político.

Conclusión

A mi leal saber y entender como español, todas las instituciones autonómicas de Cataluña creadas al amparo de la Constitución española de 1978 son ilegítimas y stricto sensu  ilegales  por manifiesto fraude de ley.

La Reconquista, proyecto nacional

Si, como sostiene Hegel, la racionalidad consiste en obrar de acuerdo con un fin,  me arrogo el derecho a declarar y declaro que, a mi entender, la Reconquista es un proyecto que responde a un fin unitario compartido por todos cuantos participan en él.

Para mí, España como nación es culminación y fruto de ese proyecto multisecular.

¿O no?

La envolvente catalana. Primera escenificación

De acuerdo con mis indagaciones, la primera escenificación en vivo y en directo de la Envolvente catalana tuvo lugar en torno a 1978, en el seno del PSC, al que, dicho sea de paso,  siempre he procurado llamar Partido de los Falsos Socialistas de Cataluña.

En 1978, año en el que se promulgó la Constitución hoy vigente en toda España y se inició la llamada  Transición democrática, burgueses catalanes como Raimon Obiols y Joan Raventós, secundados por ideólogos de la cuerda de Jordi Solé Tura, traductor de Gramsci en ese preciso momento,  se apoderaron de la cabecera de la formación y, siguiendo instrucciones superiores, se dedicaron de inmediato a comercializar los votos de sus bases, formadas esencialmente por obreros de lengua española y por lo tanto de sentimiento español, como votos catalanes, catalanistas y en definitiva separatistas.

Había nacido la Envolvente catalana. Que yo sepa, esa fue su primera escenificación en tiempo real.

El término  se me ocurrió, hace ahora entre treinta y   veinte años, cuando estaba pensando en las maniobras de los separatistas catalanes para burlar las leyes de la democracia y quedarse exclusivamente con el nombre.

Por lo tanto, para mí, que soy su padre, el término Envolvente catalana  abarca el conjunto de intrigas ideadas, programadas y, hasta el día de hoy, ejecutadas por los separatistas catalanes para destruir la esencia de la  democracia española  y subvertir su  ordenamiento constitucional respetando o haciendo ver que respeta su apariencia y sus aspectos meramente formales para utilizarlos luego como coartada omnímoda y siempre válida.

Llegados a este punto, considero que la pregunta es: ¿estamos ante un fraude de ley  entendido globalmente o ante una larga cadena de fraudes de ley?

El hecho cierto es que, una vez consolidada la escenificación del PSC en la Barcelona suburbial y los municipios industriales contiguos, con moradores básicamente de lengua y sentimiento españoles, llegó la prueba de fuego y la gran oportunidad histórica para el catalanismo y su Envolvente: la dictadura burguesa de Jordi Pujol.

continuará…

 

Lo último de Henry Kamen

Portada, Henry Kamen: La invención de España  Leyendas e ilusiones que han construido la realidad española

Último párrafo (pág. 482): Al fin y al cabo, cuesta avanzar hacia la realidad sin llevar encima, al mismo tiempo, nuestras aspiraciones y nuestras leyendas, antiguas y  a menudo ficticias.

Comentario:  Entiendo que Henry Kamen es un estudioso, acaso aplicado y erudito, de una ficción llamada tangencialmente España y construida básicamente, cuando no sólo y por entero,  con leyendas, antiguas y a menudo ficticias. ¿Hay acaso leyendas que no sean en (gran ) parte ficticias?

Por mi cuenta y riesgo  niego a Henry Kamen los títulos de hispanista e hispanófilo pero, ante todo, de historiador.

¿Dónde están los hechos (históricos)?

Apostillas: (1)  Considero que, normalmente, en español no se dice «llevar encima» (página y párrafo citados) sino «cargar con». (2) «Leyendas e ilusiones que han construido la realidad española».  Considero que una forma correcta y usual de decirlo sería: «Leyendas e ilusiones sobre las que se ha construido la realidad española», formulación que, siempre en mi opinión, también sería incorrecta por categórica y abusiva. ¿Eso es todo? ¿No hay nada más que eso?