Torra: España luchó con Hitler

Sí, España luchó con Hitler, pero es evidente que en esa España hay que incluir íntegra y totalmente a la burguesía catalana y al clero catalán (¿Iglesia catalana?).

Una y otro formaron parte de la estructura jerárquica del régimen franquista y se beneficiaron de él mientras estuvo vigente.

Por qué Podemos no debe ni gobernar ni formar parte de un Gobierno español

En mi opinión, Podemos no debe ni gobernar ni formar parte de un Gobierno español por las siguientes razones:

– Sus dirigentes carecen de visión de Estado y sentido de Estado.

– En consecuencia, esos dirigentes ni están dispuestos a respetar el Estado de derecho llamado Reino de España ni, mucho menos, a hacer lo necesario para que sea respetado.

– Su quincalla programática es un pobre subterfugio de cariz populista que, de una parte, elude una definición categórica y unívoca de España como realidad histórica, social y política asentada en un Estado de derecho consolidado y, de otra parte, oculta una inadmisible supeditación, ni pacto ni alianza, a las directrices de la corrupta y siempre desleal  burguesía secesionista de Cataluña.

– El Estado de derecho moderno no es sólo, ni prioritariamente, una construcción capitalista asentada  en la explotación del ser humano y sin otro fin que su perpetuación.

– El Estado  de derecho es hoy, ante todo, expresión suprema de la civilización occidental en el ámbito de la convivencia social y la organización política de sus comunidades.

¿Superior a la utopía socialista?

En teoría, no; pero, en la práctica, más viable y, por lo tanto, más racional, habida cuenta de que, como está escrito, sólo lo viable puede ser racional.

Programación y contraprogramación, pero mientras tanto la máquina político-civil de los separatistas sigue adelante

Cuando uno pensaba que los separatistas catalanes lo tenían todo preparado para ofrecernos un otoño caliente  mediante la acción combinada de sus formaciones parlamentarias y sus organizaciones civiles, el  Estado español va y pone sobre el tapiz  una batería de denuncias  gravísimas contra la familia Pujol en peso.

Corrupción organizada y al por mayor desde la Administración pública de  la Comunidad autónoma de Cataluña  o, si se prefiere, economía especulativa químicamente pura a rebufo del separatismo catalán institucionalizado.

Imagino que será un golpe duro, incluso durísimo,  para el maltrecho frente separatista catalán, pero nunca un golpe definitivo.

Me inclino a pensar más bien que el separatismo lo encajará y asimilará como ha venido haciendo hasta ahora, distanciándose de los presuntos delincuentes o, más exactamente, haciendo ver que se distancia de ellos, pero sólo haciéndolo ver y sólo durante algún tiempo.

En la práctica, únicamente durante el tiempo necesario para reparar los desperfectos  causados en la estructura del futuro Estado independiente de Cataluña.

Incluso me malicio que el patriarca se ofrecerá para actuar como mediador entre el Estado español y un Estat català a punto de ser reconocido internacionalmente, tras haber solicitado su ingreso en la ONU.

¿Pesadilla o realidad? No sabría decirlo. Lo único que sé es que mientras tanto los españoles vivimos en la incertidumbre y la zozobra alumbradas  por nuestra indignidad como pueblo, nación y Estado de derecho soberano y democrático.

¿Por qué el himno de España no tiene letra?

Me hiere profundamente que el himno de España no tenga letra. Me resulta fácil, y no menos hiriente, imaginar sus causas.

Chantaje de cuantos quieren acabar con España, incluido su nombre, y concesión a los separatistas más o menos declarados, siempre activos y siempre trabajando en su conjura.

¿Hay muchos ejemplos similares en el mundo?

En cualquier caso, pienso que los españoles que queremos seguir siéndolo deberíamos iniciar una campaña social  en defensa de nuestras señas de identidad.

Creo que el Himno nacional es una de ellas.

La conjura separatista sigue adelante

Considero que la última etapa histórica de la conjura catalanoseparatista puede durar  algo así como sesenta años; concretamente, desde mediados de la década de los sesenta de siglo XX  hasta pasado mañana, ya a  finales de la segunda década del siglo XXI, cuando nuestros desleales compatriotas culminen la fagocitación de España con las instituciones del Estado de derecho y, simultánemanente,  proclamen el Estat Català, Estado soberano e inviolable unido unilateralmente a lo que un día fue España.

Así, Cataluña estará a la vez fuera y dentro de España, mientras que España quedará para siempre fuera de Cataluña y a su merced, cosa que ya ha empezado a ocurrir delante de nuestras narices sin otras reacciones por parte de España y los españoles que un par de declaraciones meramente retóricas.

Entiendo que los descarados ataques a la Monarquía perpetrados recientemente por los separatistas se inscriben en esa conjura que tiene por objeto despojar a España de sus señas de identidad sociohistóricas y sus pilares políticos.

A mi entender, después de la Monarquía,  le tocará el turno al Ejército.

Con un poco de suerte entonces veremos si España tiene realmente Ejército y quién es su jefe supremo y real.

Próximo arreón de la Envolvente catalana

Múltiples indicios y pruebas, que ahora se llaman evidencias, nos dicen que los separatistas catalanes preparan una operación multisectorial para dar un nuevo impulso (vulgo, arreón) a su proceso secesionista, centrado, a mi entender, en la desintegración de España como realidad política y su suplantación inmediata por el Estat Català.

De acuerdo con su calendario o, si prefiere, su hoja de ruta, todo ello empezará con  la rehabilitación pública, y por lo tanto también social y política, del clan de los Pujols, naturalmente con su patriarca a la cabeza.

Habrá que esperar a ver qué papel se les asigna en esta fase del proceso tanto a él como a sus hijos y subalternos, aunque, en mi opinión, se tratará de una rehabilitación más simbólica que efectiva, pues lo que prima en estos momentos  es el  proyecto global y ahí la familia ya no tiene mucho que decir o hacer.

En cualquier caso, me inclino a pensar que, en lo sucesivo, el peso de la acción política va a recaer en la sociedad civil y sus organizaciones, que actuarán de manera coordinada con los partidos políticos para  potenciar y dar un nuevo impulso a la Envolvente catalana,  el gran invento del secesionismo catalán en el campo de las ideas  políticas y la acción subversiva.

¿Está dispuesto el Estado Español a hacer frente al próximo desafío separatista?

Se sabe que el separatismo catalán tiene previsto llevar a cabo una operación de gran envergadura coincidiendo con el próximo 11 de septiembre y, probablemente, la publicación  o, más exactamente, la filtración de la sentencia por los hechos del 1 de octubre de 2017 protagonizados por los independentistas.

La pregunta es: ¿está dispuesto el  Estado Español a hacer frente al desafío del separatismo catalán y a hacer valer las leyes del Estado de derecho llamado Reino de España?

Albert Rivera responde a la Operación Carreras

Entiendo que con su maniobra Francesc de Carreras no pretendía, ni mucho menos, provocar un giro a la izquierda de Ciudadanos sino acercar esta formación  a la órbita del catalanismo burgués más desleal e insolidario.

Para ello, el muy caradura utilizó una fórmula que hablaba de los intereses generales de España.

Precisamente en eso consiste la Envolvente catalana, ¿te enteras?

Dicho en román paladino: el separatismo catalán ha utilizado siempre a la  izquierda española más desleal en sus maniobras de fagocitación de España, parcela a parcela.

Albert Rivera lo sabía y lo vio.

Esa es para la mí la razón de su última intervención en el organigrama de su partido.

España inerme

He estado en los Madriles, capital de todas las Españas que se hacen y se deshacen desde su nacimiento hasta su extinción, y llego a una de las conclusiones más tristes de mi vida.

España no tiene pulso, los españoles carecen de sentimiento patriótico.

¿Cómo aguanto yo los minutos de vida que me quedan y por qué he de hacerlo?

¿Es mi impotencia confesa una forma de cobardía?

Das Ding an sich?

Das Ding an sich?

Nein.

Die Tat allein.

Das ist die Tatsache.

¿La cosa en sí?

No.

El acto solo, sólo el acto.

Eso es el hecho.