Estigma y enigma de Pedro Sánchez

¿Volverá a decir Pedro Sánchez que nunca pactó con los separatistas catalanes? Evidentemente, yo no lo sé, pero si nos atenemos a su trayectoria podemos afirmar que no sólo pactó y lo negó sino  que probablemente volverá a pactar y probablemente volverá a negar que ha pactado.

Entiendo que, de acuerdo con su biografía política, Pedro Sánchez es amoral y cínico.

La eterna envolvente catalana

En una nueva y hasta ahora  última escenificación de la pantomima separatista, el traidor Miquel Iceta se ha ofrecido a actuar  y ha actuado como rehén de traidores por un acuerdo entre traidores y en aras de una traición conjunta de nuestros traidores. Para mí, esa es la aritmética de la traición: sumar restando.

¡La eterna envolvente catalana!

¿Pagar perfidias con perfidias?

A mis  85 años y llegado a este punto de mi derrota vital, pienso que tal vez sería más inteligente y eficaz cambiar de táctica o tácticas, no de estrategia, y   copiar inmediatamente  las perfidias de los separatistas catalanes para defender  con ellas a España  de esas mismas perfidias ejecutadas por nuestros odiosos, nunca odiados, compatriotas.

Dicen que en democracia no hay espacio para la épica y los gestos desgarrados,  sí para el diálogo democrático entendido  y practicado a la catalana manera.

Pero ¿puede alcanzar un celtibero de la Meseta la perfidia de un fenicio de la costa levantina, dicho sea democráticamente?

No lo sé; sé, en cambio, que, a  partir de sus orígenes, la convivencia humana se asienta en el miedo, no en la lealtad (1).

Homo homini lupus!

(1) Lealtad es una de las palabras que los separatistas catalanes eluden de manera sistemática.  En conjunto, éstas  forman un campo semántico, perfectamente reconocible y delimitado, que, en mi opinión,  gira en torno a lo que en español se entiende por lealtad y/o hidalguía con sus contrarios. Además están valentía y valiente, cobardía y cobarde, traición y traidor, similares y afines, hasta un total aproximado de quinientas voces según mi cómputo.

En contrapartida, nuestros queridos angelitos buscan sistemáticamente refugio en términos como diálogo y democracia, pero siempre sin concreciones y eludiendo con todos los medios dialécticos a su alcance conceptos como Constitución española y sobre todo Ley y Estado de derecho, auténtica bestia negra de las cabezas pensantes del separatismo catalán, desde la jerarquía de la provincia eclesiástica Tarraconense hasta los ideólogos y programadores del  Procés d’ independència de Catalunya. 

Ese Estado de derecho con todas sus instituciones es lo que nuestros desleales compatriotas quieren destruir y -¡lamentablemente!- están destruyendo con sus infinitas perfidias.

El futuro partido de los Ciudadanos

Uno de los fundadores del partido de los Ciudadanos ha dejado caer recientemente la idea de que su líder, Albert Rivera, podría tener los días contados.

Según el informante, Rivera fue un buen líder político mientras su formación actuó como bisagra de los  dos partidos hegemónicos en España,   pero ahora Ciudadanos tiene aspiraciones mucho más ambiciosas y está en condiciones de competir con ellos por el gobierno de la nación.

Nuevo escenario, nuevo horizonte y, por lo tanto, nuevo dirigente de un partido joven y en alza. En resumen, eso es lo que ha dicho el informante.

Wait and see.

Enric Juliana, corresponsal de guerra en los Madriles

Aunque oficialmente reside en Barcelona, siempre muy cerca  de la Generalidad y sus resortes de poder, Enric Juliana cumple en estos momentos  funciones de corresponsal de guerra apostado en los Madriles,   capital que fue  de todas las Espanyes según el nomenclátor elaborado por la Archidiócesis de la provincia eclesiástica Tarraconense.

Tarraco dixit!

Más que informar, el senyor Juliana transmite e intercambia mensajes bélicos,  situándose siempre por encima del común de los mortales, pues se tiene por politólogo avisé  y continuamente da a entender que dispone de información privilegiada. Su especialidad es la Realpolitik,  variante fenicia del Baix Ampurdà.

Cuando él lo dice…

A mi el tal Juliana me sirve, entre otras cosas, como liebre, pues siguiendo su rastro puedo saber  por dónde van a ir las intrigas y las  añagazas del procés catalán en los próximos meses, incluso en los próximos años.

Eso como mínimo.

Y como el buen hombre emplea preferentemente un lenguaje críptico en sus  partes y comunicados, no se equivoca nunca, y, por supuesto, tampoco yo, palurdo extremeño, que sigo su rastro.

Ahora ha empezado a hablar de la unión ibérica (léase unión peninsular), que según mis informaciones constituye el núcleo de una fase prevista por los programadores de nuestro futuro para dentro de un lustro o más y que gira en torno a la creación de una confederación formada  o, más exactamente, dirigida por Catalunya, Portugal y una Espanya residual todavía sin nombre.

¿Vale Castella la Vella?

continuará…

Perfidias

Desde hace años sé que también yo, criatura alienada, soy presa, con mi magro e intestato patrimonio,  de algunas de  las infinitas perfidias que conforman  la envolvente catalana.

Mientras tanto, a vivir con mi rencor y mi conciencia culpable a cuestas.

Crisis del PP, crisis de la derecha

Se veía claramente que el PP llegaba muy enfermo a la elecciones del pasado 28 de abril. Enfermedad endémica y sistémica. De hecho, ésta afectaba  profundamente no sólo al partido sino incluso a toda la derecha española en forma de crisis de ideas y personas.

Como no podía ser por menos, el debilitamiento del PP ha traído consigo el fortalecimiento de un partido hasta ahora aliado suyo (Ciudadanos) y la aparición ex nihilo de otro dispuesto a desbordarlo por la derecha y, si puede, incluso a devorarlo (VOX).

Y como parece que de momento las cabezas pensantes de la formación madre no han dado con la fórmula para sanearla a fondo y enderezar su curso, cabe imaginar que el mal seguirá avanzando.

Mariano Rajoy, que nunca se distinguió por su osadía, ha manifestado que, en estos momentos y en esta situación, el PP necesita un Rubalcaba.

Yo me conformaba con que encontrara al menos un Pedro Sánchez, aun a sabiendas de que a la larga puede ser peor el remedio que la enfermedad,  pues los separatistas catalanes siguen escalando posiciones y ahora ya con todo descaro.

Nuevo gol de los separatistas catalanes al Espíritu Santo

En mi opinión, con el nombramiento de Joan Planellas i Barnosell como arzobispo metropolitano de Tarragona y primado de las Espanyes los separatistas catalanes han vuelto a meter un gol  al mismísimo Espíritu Santo.

La envolvente catalana en la Iglesia

Leo en un texto con membrete de Església Arxidiocesana de Barcelona y fecha del 6 de mayo de 2019:

«[GIE] Al mediodía del día 4 de mayo de 2019, la Santa Sede ha hecho público el nombramiento del nuevo arzobispo metropolitano de Tarragona y primado de las Espanyes, Mons. Joan Planellas i Barnosell. Sustituye al arzobispo Jaume Pujol Balcells que ha sido nombrado Administrador Apostólico de la archidiócesis  hasta la ordenación episcopal y toma de posesión del nuevo arzobispo».

Aunque, hasta donde he podido leer y he leído, el texto está escrito español, en él hay una palabra que aparece en catalán y en plural: Espanyes.

Me malicio que el infame y pobre  subterfugio de eludir la palabra Españas, nunca candoroso lapsus mentis, constituye la muestra de una  ¿nueva? variante de la envolvente catalana.

Entiendo, pues, que continúa el proceso que tiene por objeto  la destrucción de España y, acto seguido, su total catalanización. Y ahora ya sabemos con  certeza que ese proceso cuenta con la «bendición» del primado de (todas) las Espanyes.

¿Quién dijo que la Iglesia (católica) de Cataluña era una iglesia cismática?

Obervación

El alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel afirma que la racionalidad consiste en obrar de acuerdo con una finalidad. En este caso, eso significa para mí que el arzobispo Planellas, primado de las Espanyes, tiene la suya  y obra en consecuencia.

Qué significa indultar a los golpistas catalanes

Para mí, indultar a los responsables del golpe de Estado del 1 de octubre de 2017 es un delito gravísimo ante todo  porque comportará la aceleración  del proceso de destrucción de España.

¿Será capaz Pedro Sánchez de asumir esa responsabilidad mediante un subterfugio?

Considero que la última palabra la tiene el pueblo español, no un Pedro Sánchez.