Carme Chacón: el secreto de una carrera política
Carme Chacón formó parte del grupo de prosélitos charnegos designados/seleccionados para actuar como materia de amortiguación y enlace entre el PSOE y el PSC cuando, de acuerdo con el programa de la construcción nacional, la dirección burguesa y separatista decidió poner fin a la pantomima y catalanizar abierta y radicalmente el partido.
Un partido en el que más del ochenta y cinco por ciento de sus miembros y militantes eran españoles de lengua española; básicamente, obreros y docentes.
Ellos eran también los que habían protagonizado, poco menos que en solitario, la lucha contra el franquismo en las barriadas de la Ciudad Condal y en las poblaciones de su cinturón industrial, mientras los representantes de su burguesía intrigaban contra el régimen desde el régimen y, a lo sumo, organizaban alguna velada conventual con visos de adoración nocturna, siempre bajo el manto protector de la Moreneta.
Lo de siempre. Los obreros, partiéndose el pecho en las barricadas; la burguesía, intrigando y preparando la toma del poder.
Terminada la revuelta y a la vista del resultado, el ala pseudoizquierdosa de esa misma burguesía –los Maragalls, los Obiols, los Salas y los Raventós– recluyeron a los luchadores –obreros y docentes– en los sótanos del Partido Único de Cataluña, donde los ha mantenido y, salvo excepciones, sigue manteniendo aherrojados para hacer valer e imponer así una de las consignas capitales del separatismo catalán: en Cataluña, la política deben hacerla exclusivamente los catalanes para los catalanes. Y aquí y ahora, aparte de nosotros, sólo es catalán de pleno derecho (sabra según el modelo hebreo) aquel que nosotros decimos y decidimos que es catalán de pleno derecho.
Carme Chacón –la de puta España– pertenece al grupo de los agraciados y agraciadas. Tanto es así que, llegado el momento, fue promovida al cargo de ministra de Defensa e impuesta a Rodríguez Zapatero por la burguesía catalana por ayudas y favores prestados y aún pendientes de pago y cobro.
Como ministra de Defensa, la susodicha, siempre apoyada y dirigida desde la sombra, ha iniciado su carrera hacia la jefatura del PSOE y, a partir de ahí, hacia la jefatura de un futuro gobierno socialista.
Detrás de ella vendrá un jefe de Gobierno abiertamente catalanista y separatista que quienes saben de esto dan por seguro gracias a la pinza que en su momento urdirán y montarán socialistas y comunistas con los burgueses vascos y catalanes.
Así está escrito y así está planificado. Enric Juliana –voz y portavoz de la conjura– ha declarado abiertamente que el follón de las autonomías durará, a lo sumo, diez años.
¿Han oído hablar ustedes de Jaume Roures?