Artículos de diciembre de 2012

Reespañolizar a los niños de Cataluña

En mi opinión, no se trata de españolizar sino de reespañolizar a los niños de Cataluña, catalanes y no catalanes. Ellos y sus padres ya eran españoles en cuanto que hablaban español y se sentían españoles. Los separatistas de la Generalidad les arrebataron –a la fuerza y por vía de los hechos consumados– la lengua y con ella el sentimiento de pertenencia.

Perfidia y desidia.

Es  derecho y obligación del Gobierno de la Nación devolverles por vía legal lo que, por ser suyo, les perteneció y les pertenece.

 

 

Cataluña: cultura y lengua

El sentido común y, sobre todo, la experiencia me dicen que pertenecer a una cultura minoritaria con una lengua minoritaria es una forma de pobreza.

Al escribirlo, pienso concretamente en Cataluña y en ciertos catalanes. Si lo desean, ellos tienen derecho a quedarse con su cultura y su lengua, no a imponerlas a los demás, tanto menos cuanto que en Cataluña más de la mitad de la población es de lengua española.

La experiencia me dice que una lengua minoritaria alumbra en el ser humano una mentalidad minoritaria y estrecha.

Después de Bustos y más allá de Sabadell

En mi opinión, Manuel Bustos, hombre de pocas luces, tiene escasas posibilidades de escapar con vida del acoso de CIU y su corrupta/corruptora burguesía.

En definitiva se trata, al menos a mi entender, de terminar de catalanizar de una vez por todas el PSC o, lo que es igual, de arrancar de cuajo  su rama charnega española o filoespañola eliminando al mismo tiempo posibles efectos negativos.  Por ejemplo, que los eliminados pasen a engrosar las filas del PP o, lo que es mucho más probable, de Ciudadanos.

Lo ideal para los separatistas catalanes sería que esos eliminados se reciclaran socialmente, pero también les vendría bien que abandonaran para siempre su relación con la política y, sobre todo, dejaran de votar en las elecciones autonómicas, lo que, lógicamente, aumentaría la ventaja relativa del PUC (Partido Único de Cataluña). En democracia, y máxime en una democracia formal y fraudulenta como la que tenemos en Cataluña, el que no vota no existe: muerte civil para él y ventaja para el opresor.

Quiero creer que aquí el opresor tiene la batalla perdida, al menos a medio plazo, pero la historia nos enseña que la burguesía siempre ha terminado estando en el bando ganador y es más que probable que así sea en el próximo capítulo de la historia de nuestra atormentada y desgraciada España.

Inmersión lingüística: Sistach, ¿tú también, padre mío?

Como buen separatista y mal pastor católico, Martínez-Sistach oculta –deliberada y, por lo tanto, dolosamente– que la inmersión lingüística practicada en los centros de enseñanza de Cataluña ha sido impuesta con carácter obligatorio y excluyente.

Pregunta: ¿cómo puede defender un pastor de la Iglesia una medida de carácter social manifiestamente injusta y, además, asentar esa defensa en una tergiversación deliberada y dolosa de la realidad?

En mi opinión, la jerarquía eclesiástica debería investigar el asunto y pronunciarse sobre él.

 

 

Felices Navidades a los separatistas catalanes

A pesar de que llevo algo así como treinta años en situación de muerte civil a manos de los separatistas catalanes, les deseo  de corazón  felices fiestas de Navidad a todos ellos, empezando por su guía espiritual.

No quiero que el rencor y el deseo de venganza marquen los últimos años de mi vida.

Para mí, todas las regiones de España son tierras españolas y todos sus moradores, incluidos los que no se sienten españoles, son españoles.

CATALUÑA: LEGALIDAD Y LEALTAD CONSTITUCIONALES

En mi opinión, la toma de posesión del cargo de Presidente de la Generalidad de Cataluña –en realidad, la toma de posesión del cargo de Presidente de todas y cada una de las Comunidades  Autónomas– debería estar presidida siempre, de manera inexcusable, por el Rey en persona como autoridad suprema del Estado Español, acompañado por mandos de los tres Ejércitos, y contener una declaración explícita en forma de juramento por parte del nuevo Presidente de que se compromete a respetar y hacer respetar en el ámbito de su competencia la Constitución actualmente vigente en todo el territorio español.

Entiendo que es deber del Estado exigir lealtad a todas y cada una de sus instituciones y, por lo tanto, a quienes las representan.

 

El drama existencial de los catalanes

Con permiso de Américo Castro, yo diría que el gran drama existencial  de los catalanes con identidad no española consiste en que históricamente su nacionalismo ha sido y sigue siendo una forma de irredentismo.

Y –siempre en mi opinión– ese irredentismo aparece, primero, como fruto y, acto seguido, como causa de un carácter o tarannà que en los momentos difíciles elude sistemáticamente la lucha abierta y opta por alguna de las formas de posibilismo que con el menor riesgo posible conduce a la supervivencia.

Esto me lleva a recordar, primero,  que Hegel define al esclavo como alguien que lo supedita todo a la supervivencia y, segundo, que en este momento histórico los catalanes están catalanizando a los españoles.