Financiación: la hora de los fenicios

El hecho es que la financiación de las Autonomías, asunto económico en sí mismo por su naturaleza, se ha convertido en asunto criptopolítico gracias a la ingenua perfidia de un vil zapatero metido a mercader y dispuesto a mercadear con  los mercaderes fenicios, representados por el carallot Puigcercós, los haberes de los españoles.

Ahí están los dos, maquinando trapisondas  de tú a tú, de tahúr a tahúr.  Omertà.

¿De Estado a Estado?

En cualquier caso, biilateralidad. España-Cataluña.  Hoy en el cuarto oscuro del Parlamento; mañana, en el campo de fútbol.  Naturalmente, el Camp Nou. Barcelona, Barcelona.

Las demás Comunidades Autónomas, en la plaza. Mirando al reloj, esperando la fumata.

Para ellas será  la pedrea.

Esto es una lotería con la máquina trucada,  los números marcados, los premios adjudicados. Sólo hay que cantarlos.  Pantomima.

Miserables, miserables.

Preguntas a los cuatro vientos:
¿Hasta dónde llega la indignidad de nuestros gobiernantes y el aguante de los españoles, aguante que también es una forma de indignidad?
¿Es cierto, como dice el Insomne, que el  verdadero precio del apoyo de los fenicios al vil zapatero es la aprobación literal del Estatuto de Cataluña?

Mañana, la independencia.

UPyD: ¿fecha de caducidad?

Rosa Díez ha afirmado literalmente  en varias ocasiones  que UPyD tiene «fecha de caducidad».  Una de esas ocasiones fue el primer aniversario de la fundación del partido:  octubre de 2008,  Circo Price, Madrid.

El Insomne considera que si hasta ahora  la dirigente de UPyD estaba obligada, por lealtad y coherencia, a dar una explicación sobre el  particular,  en estos momentos lo está aún más, pues es muy  posible  que muchos afiliados, seguidores y simpatizantes relacionen  esa fecha de caducidad con una muerte anunciada, concepto afín y, en este caso, tal vez complementario.

Y fatídico.

A nuestro entender, la Dirección del partido debería  ofrecer cuanto antes una  exposición razonada   de sus actividades en el espacio y en  el tiempo hasta llegar a esa fecha y las causas  de la  caducidad.

Y, de paso,  aprovechar la coyuntura como una   razón de  más para completar el desarrollo programático  que UPyD tiene pendiente.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿es lógico que se hable de fecha de caducidad e incluso de muerte anunciada con relación a un partido político,   sin que, con anterioridad,  éste haya  desarrollado plenamente    su programa de actividades ni  haya expuesto  públicamente las razones de tal  decisión?

UPyD: crisis fundacional, no crisis de crecimiento

Hay dirigentes sin partido político,  no partidos políticos sin dirigentes.  Hasta ahora.   Normalmente, el dirigente se incorpora a un partido político  en el momento de su fundación o en el curso de su desarrollo.  Rara vez cuando se halla en fase de extinción, nunca cuando ya se ha extinguido.

En cualquier caso, los dirigentes de un partido político democrático son función de éste, no a la inversa.

En democracia, el dirigente debe servir al partido, no el partido al dirigente. Y, siguiendo esa línea, que es una línea de retroalimentación o feed back, el partido debe servir al colectivo de sus militantes,  cuyas inquietudes sociales y políticas encarna, representa y, en el mejor de los casos,  impulsa y defiende.

En opinión del Insomne, en el caso de UPyD las cosas ni han sido ni son así.  Primero fue Rosa, después el partido.

Pero, además,  Rosa ni fue ni es una dirigente cualquiera  sino la encarnación del partido o, al menos,  de su ideología.  Desde el principio, y así sigue siendo.

Evidentemente, el núcleo duro del partido —bautizado en este minifundio virtual con el nombre de Consejo de los Gorriaranes— puede negarlo,  y con todo derecho.  Incluso cabe la posibilidad de que tenga razón.

Pero, como  el Insomne viene predicando desde hace tiempo,  «las realidades sociales asentadas sobre falsedades son realidades sociales».

Aquí lo que vale y cuenta es la percepción social, no la verdad  objetiva.

Por todo ello  parece que  UPyD debería completar su desarrollo hasta tener y consolidar  su propio  espacio ideológico, su programa socio-político  y su estructura organizativa y  constituirse en  un cuerpo  equilibrado, completo y maduro.

Eso significa en concreto  que  UPyD debería dejar de ser el Partido-predio  de Rosa Díez,  aunque sólo sea  en aras de su supervivencia, pues escrito está: «Objetivo visto, objetivo destruido».

En un partido político democrático y bien constituido todos son útiles;  nadie,  imprescindible.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿aprovechará UPyD el apoyo de la disidencia para superar la etapa uterina o fundacional y transformar la crisis actual en un impulso que le permita alcanzar la  plena madurez orgánica y democrática?

UPyD: Rosa y el Consejo de los Gorriaranes

De acuerdo con el modo de ver y pensar del Insomne,  ha sido el Consejo de los Gorriaranes el que ha impuesto a Rosa, no Rosa la que se ha impuesto al Consejo de los Gorriaranes.

¿Y por qué ha apoyado e impuesto a Rosa el Consejo de lo Gorriaranes?

En primer lugar —siempre en opinión de este Insomne—,  porque respondía a su ideario político. UPyD es una formación española de cuño vasco.  Además, Rosa era/es un icono político ya fabricado, a punto para ser beneficiado.

El   Consejo de los Gorriaranes beneficia la imagen de Rosa, y ésta  ocupa su sitial, no trono, sin apartarse de la  línea ni desvariar.

Que es mucho en la España de las Pajines y las Chaconas.

La auctoritas le ha sido concedida graciosamente, pero la buena señora hace honor a ella con su lealtad y su coherencia.

¿Dirigida, teledirigida? En cualquier caso, coherencia ideológica, coherencia lógica.

Preguntas a los cuatro vientos: ¿qué sería de Rosa sin UPyD? ¿Qué sería de UPyD sin Rosa?

UPyD: democracia externa y democracia interna; táctica y estrategia

El Insomne entiende que los partidos políticos  de origen popular y  democrático,    quiere decir  los que nacen en cierto modo por generación espontánea en las capas inferiores de la sociedad, sin contar previamente con una superestructura socio-política a modo de cúpula protectora y tampoco con un pool económico que los financie y les  asegure a priori una determinada cuota de mercado (mercado electoral =  mercado financiero), ni  pueden  ni deben adoptar en su funcionamiento interno patrones total y absolutamente democráticos  por la sencilla razón de que, en ese supuesto —democracia externa más democracia interna —,  no serán mínimamente operativos.

En tales  situaciones parece racionalmente obligado sacrificar (¿parcial, temporalmente?)  la táctica en aras de la estrategia,  el método en función del objetivo  final y capital.

Pero ese compromiso vehicular sólo será posible cuando en el seno del partido exista un acuerdo claramente mayoritario —sentido, no escrito—,  sobre prioridades.

En sentido inverso, si se produce esa situación y  no existe un  consenso superior en la militancia,   el partido corre peligro de entrar en crisis e incluso de llegar a la desintegración después de pasar por el calvario del caos.

Ahí está el amargo  secreto  de muchas de nuestras frustradas ilusiones.

Sin necesidad de enemigo exterior.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿cuántas veces se ha producido esa conflictiva situación en los  sindicatos, los movimientos populares y los  partidos de izquierda a lo largo de la historia?

UPyD: Gorriarán y los disidentes

El filósofo Aristóteles, el mejor en su fin, nos enseñó hace siglos  que el ser humano es social por naturaleza.

Ahora, el filósofo Carlos Martínez Gorriarán, valedor de la ortodoxia en UPyD, nos dice, más o menos, que, en las sociedades modernas y concretamente en sus organizaciones políticas, ese mismo ser humano tiende inexorablemente  a la conflictividad.

Conflictividad social, conflictividad permanente. Sísifo y Procusto.

El Insomne, aprendiz de filósofo,  considera  que los dos tienen razón, pero sólo en parte o, si se quiere, con matizaciones.

A su entender, el ser humano antes que social fue gregario:  primero fue un animal gregario;  después fue un ser racional y  social. Y, si es cierto que, ahora, una vez integrado en un grupo,  tiende a la conflictividad, también lo es que, como demuestra su misma supervivencia, rara vez rompe la baraja.

La supervivencia es compromiso.

El socialdarwinista Martin Heidegger dejó escrito: «Al ser humano le va el ser en el ser».

Y él lo sabe.

Aquí, el punto de partida y de llegada a tener siempre en cuenta es, a todas luces, que un organismo vivo requiere siempre una determinada tensión interna. Pero esa tensión debe mantenerse en todo momento dentro de ciertos límites para que, de una parte, haya vida y actividad y, de otra, el exceso de tensión no  haga saltar por los aires el organismo.

El insomne se atreve a decir que el responsable de organización de un partido político  no sólo debe estar atento a que se mantega la ortodoxia sino también, y en la misma medida,  tratar de  encauzar las fuerzas  generadoras de tensiones para que éstas estén sometidas a la tensión adecuada al organismo y de ese modo se mantenga el indirizzo entendido como orientación al fin perseguido.

Sin tensión no hay vida o, si se prefiere,  no hay vida sin tesión.

En ese sentido, el Insomne considera que UPyD necesita, antes que pragmáticas y llamadas al orden,  una declaración de principios en la que se exponga claramente, en positivo,  el objetivo social que se persigue y los medios con los que se pretende alcanzar ese objetivo.

Nos referimos, claro está, a su estructura funcional u operativa.

En principio, ahí, en esa estructura,   debe haber sitio para todos, porque, además de tratarse de un partido pequeño falto de brazos y cerebros,   a todos sus miembros les va  el ser en el proyecto.

Palabra de Heidegger.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿no es cierto que en la era de la globalización el que no se integra no se adapta y que los  que ni se integran ni se adaptan no tienen posibilidad de sobrevivir?

UPyD: pelando la cebolla

Hace algún tiempo, Günter Grass escribió el texto autobiográfico  Beim Häuten der Zwiebel, título que en español quedó en Pelando la cebolla

En sentido figurado, pelar la cebolla abarca, al menos a los ojos del Insomne, diversas formas de deconstrucción, deconstrucción que debe realizarse —-necesariamente— de fuera adentro y, a ser posible, en capas sucesivas y, por lo tanto, con un claro orden formal.

Una cosa es deconstrucción y otra cosa es destrucción.

Anyhow, pelando la cebolla sin parar, aunque sea con lágrimas en los ojos,  y deconstruyendo con orden y método  se llega siempre  al núcleo o corazón de la cebolla real o figurada.

En el caso de Günter Grass, a  la infancia, que es el punto de partida natural  de todo relato biográfico; en el caso del Insomne, al núcleo humano de UPyD, que  es la cebolla que le lleva de cabeza y le hace derramar lágrimas como si fuera un pinche de cocina.

El  núcleo humano de UPyD es Rosa Díez, conocida en este minifundio virtual con el amable sobrenombre de la  Santa pecadora.

Como el Insomne, siempre respetuoso con las mujeres,  no puede imaginar   una UPyD sin Rosa, considera que una posible —¿deseable, necesaria?—   deconstrucción-limpieza-saneamiento  de esta formación debe respetar en todos los supuestos la persona y la presencia de  la Santa pecadora, y no sólo por su aura  de icono taumatúrgico en nuestra descreída democracia  sino también y sobre todo por su condición de madre: ella alumbró la criatura.

De hecho, la criatura lleva su sangre y, en cierto modo, también su nombre.

Él considera que la deconstrucción-limpieza-saneamiento  de UPyD  debe afectar básicamente  a las capas estructurales y, como vive y sobrevive  en Cataluña,  periféricas.

Precisamente, la capa catalana de UPyD  está en manos no de un político  full time sino de un ángel de la guarda con alma y maneras de samaritano.  Dados los tiempos que atravesamos, eso hace que  su parroquia esté  bastante desorientada, circunstancia que el llamado Partido Único de Cataluña viene aprovechando desde hace meses  para introducir  agentes y colocarlos en puestos con alto valor estratégico.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿qué quedará del mensaje de la Santa pecadora en Cataluña si aquí ese mensaje, ya sin halo ni aura,  es transmitido-retransmitido por agentes de Pujol, Montilla y Carod-Rovira?

Evidentemente, para eso no hace falta pelar la cebolla; basta con dejar que se pudra.

UPyD: más allá de los ritos

UPyD es por muchos conceptos un partido sui generis. Como no podía ser por menos, fue alumbrado por una mujer, pero, a diferencia de otras mujeres,  ésta, de nombre Rosa,  nunca quiso desprenderse de su criatura.  Hoy, a los dos años del alumbramiento, madre y  criatura son una  misma cosa:  UPyD.

Colaboradores, ayudantes y comadrones están ahí, pendientes de los  deseos (¿antojos?) de la buena señora.

Por lo que se ve y se sabe, aquí, más que un programa ideológico y un proyecto político, lo que  se ha creado es un repertorio de  medidas rituales. Cada dos o tres meses, sobre todo en tiempo de elecciones,  un equipo de costaleros saca en procesión a la buena  señora y con ella a hombros recorre los pueblos mayores de España y algunas de sus autonomías más hostiles.

Si la/le  dejan.

Bueno, cuando no le dejan montar el numerito, envía a un subalterno de pajarita y sombrero.

En opinión del Insomne, que lleva meses sin dormir a causa de UPyD y su futuro,  eso es hacer el ridi.

Pero si en los Madriles  los miembros del núcleo duro de UPyD se dedican a masturbarse el cacumen y montar inocuos e inicuos debates verbales, no seminales, aquí, en Cataluña, la situación es infinitamente más grave, pues, por no haber, no hay ni debate.

Nada de masturbaciones cacuménicas. Tampoco trifulcas. A lo sumo, algún golpe de daga a la fenicia.

Pero, como  la buena señora  Rosa no viene por aquí y su aura taumatúrgica no consigue traspasar el río de los iberos,  UPyD Cataluña es algo así como un inválido.

O un menesteroso.

Para colmo, parece  ser que,  llegado el verano, sus teóricos responsables han optado por dejarlo todo en reposo hasta que pasen los calores.

Uno, entre escéptico y esperanzado,  se pregunta   si para entonces la sede barcelonesa de UPyD seguirá en su sitio.

Confiemos en que la cosa —madre y criatura— aguante hasta el Congreso Nacional,  que,  contando con el permiso de la autoridad competente  y  si el tiempo no lo impide, se celebrará en el próximo otoño.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿qué puede hacer por UPyD alguien que, ironías aparte, está seriamente preocupado por su futuro inmediato?

Baltasar Porcel

En pago de sus servicios, Baltasar Porcel recibió en vida todos los premios literarios, paraliterarios y político-literarios que aquí, en las Tierras de Poniente, es fan i es desfan.

I la torna!

Como el hombre tenía dos lenguas, mascullaba el catalán y el español, y, consecuentemente, comía con dos cucharas y a dos carrillos.

Amanuense siempre  al servicio de la clase dominante, el Destino quiso que Baltasar Porcel pasara de los círculos próximos a la Falange al rovell de l’ou catalán/catalanista y que pronto  Pujol ben Gurión, presidente del Sanedrín y sus cien familias, le designara escriba particular y le asignara un estipendio vitalicio con cargo a la cuenta de la familia de los Ferrusolos, conocida en este minifundio virtual como la Cigronada.

Desde su columna diaria — columna blindada, of course! —  en La Vanguardia, el amanuense y escriba Porcel, nunca escritor y nunca periodista, cantaba las glorias de su protector con devoción y entrega.

Lealtad al servicio de la deslealtad, fórmula en la que, por supuesto, al susodicho nunca le faltaron las dosis pertinentes de colaboracionismo y complicidad.

Colaboracionismo con el enemigo madrileño, entre bourbon y bourbon; complicidad, hecha de elipsis y sobreentendidos.  Tu ja m’entens!

Farmacopea suprema, eterna e infalible  de los hijos de estas tierras y estas islas desde la arribada  de los fenicios.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿qué no habría conseguido el tal Baltasar Porcel si, además de tener una pluma ágil, siempre dispuesta a la felonía leal por encargo, hubiera sabido escribir de algo o  alguien con coherencia lógica y   gramatical?

Cataluña: comunidad dominante, ideología dominante, lengua dominante; comunidad dominada, ideología dominada, lengua dominada

La situación  de Cataluña está entrando en el ámbito de lo irracional y, por irracional, inadmisible: la lengua oficial de España y los españoles, que ya ha sido  expulsada de las instancias político-administrativas  de esta Comunidad Autónoma, es expulsada ahora oficialmente  de sus  centros de enseñanza  gracias a la nueva Ley de Educación promulgada por su Parlamento.

Eso significa que se ha utilizado y se está utilizando la estructura del Estado para desmontar el Estado. Sin disparar un solo tiro; conculcando la ley, sólo conculcando la ley. Y, claro está, la Constitución oficial y teóricamente vigente.

En Cataluña, el español, lengua oficial de toda España y, por lo tanto, también de esta región, además de lengua materna de más de la mitad de sus ciudadanos,   está siendo barrido de toda la vida pública por una minoría desleal  que empezó pidiendo un estatuto de autonomía y ahora, basándose en ese estatuto, pide la independencia, una extraña forma de independencia, de acuerdo con la cual los catalanes podrán entrar y salir libremente de España, mientras que  los españoles no podrán entrar en Cataluña y, muchísimo menos,  ocupar cargos de cierta relevancia en su administración.

Para el Insomne lo más indignante de este proyecto es que los separatistas catalanes lo niegan todo cada día y cada día dan uno o varios pasos adelante.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿hasta dónde llega el cinismo de unos y  la cobardía de otros?