Artículos de agosto de 2017

¿Estado de excepción o estado de sitio?

En mi condición de ciudadano español y en uso de mis derechos y obligaciones como tal considero que la situación política de Cataluña ha llegado a un punto en el que se impone con carácter  urgente y necesario la declaración del estado de excepción o, mejor aún, del estado de sitio en todo el territorio nacional.

Considero asimismo que dicha declaración debe ir acompañada de la destitución y el encarcelamiento preventivo del presidente de la Generalidad de Cataluña y sus Consejeros (Consellers), así como del jefe de los Mozos de Escuadra y cargos superiores de la administración autonómica.

Considero  ante todo que los cargos citados han cometido y están cometiendo, entre otros varios  delitos graves y muy graves,  un delito de sedición en grado de rebeldía contumaz que atenta directamente contra la Constitución vigente en todo el territorio español y contra la soberanía nacional, que reside en el pueblo español y a él  pertenece con carácter total y exclusivo.

Sabadell, España, 3 de agosto de 2017.

Cataluña solicitará (de nuevo) el amparo de Naciones Unidas

Estoy convencido de que el  gobierno secesionista de Cataluña va a solicitar nuevamente, de un momento a otro, y con toda probabilidad  antes del próximo primero de octubre, el amparo de Naciones Unidas.

El plan consiste en provocar al Gobierno español para que intervenga en Cataluña y, acto seguido, aprovechar cualquier abuso real o aparente para formalizar la petición de amparo.

A mi modo de ver, el Gobierno de Mariano Rajoy ha cometido el gravísimo error de dejar que los separatistas lleven la iniciativa en todo este asunto, y ahora la visión de Cataluña que se tiene en Naciones Unidas y en otros organismos internacionales  procede básicamente de la versión dada por ellos.

Y, mientras tanto, los miembros de nuestro Gobierno, empezando por su jefe, de vacaciones.

¿Qué puede hacer un huérfano de guerra, a sus 83 años, ante la destrucción inminente y fatal de España?

Los verdaderos asesinos de España

Considero que, si consintiéramos la muerte de España a manos de los separatistas, se podría decir, parafraseando a Kafka, que nosotros, los españoles, habíamos sido sus verdaderos asesinos.

Armar a los españoles de Cataluña

Considero que, en estos momentos, es necesario armar intelectualmente a todos los españoles de Cataluña para hacer frente a la conjura separatista.

Somos mayoría y defendemos la Ley y la democracia. Nos falta perfidia. En ese punto los separatistas nos ganan por goleada y un indigente intelectual como Puigdemont le da cien vueltas al pusilánime Rajoy.

Del abismo al caos y más allá

Entiendo que en estos momentos España está siendo arrastrada al abismo por la Cataluña más desleal e insolidaria de nuestra historia.

Si se consuma la caída, probablemente nos vamos a encontrar con una España, incluida Cataluña, sumida en un caos del que a nadie le va a resultar fácil salir.

Y, a buen seguro, los cerebros de la operación, listos ellos, no se saldrán con la suya.

¿Alguien ha oído hablar de irredentismo?

Pues, en este caso, el irredentismo va de la mano del instinto cainita.

17 Parlamentos autonómicos, 17 poderes legislativos, 17 naciones, 17 estados

Nada más instaurarse el Estado de las autonomías en España comprendí que la existencia de 17 Parlamentos autonómicos iba a constituir en el futuro uno de los problemas más graves, cuando el más grave, para la unidad nacional.

Sin ser abogado, le comenté a un abogado por entonces que un parlamento, en cuanto poder legislativo, promulga leyes y, por eso mismo, tiene la facultad de autolegitimarse.

En mi opinión, eso es justamente lo que ha venido haciendo el Parlamento de la comunidad autónoma de Cataluña durante toda su existencia.

Ahora, ese mismo Parlamento declara rotundamente que ni él ni el ordenamiento jurídico creado por él y a partir de él están sometidos a la jurisdicción del Estado Español.

17 Parlamentos, 17 poderes legislativos, 17 naciones, 17 estados y una España sumida en el caos y en fase de desintegración.

¿Tengo o no tengo derecho a hablar de conjura?

La independencia de Cataluña y su apisonadora social

En estos momentos de intrigas y traiciones no faltan quienes, llevados de un ingenuo e inoperante voluntarismo español, afirman con plena convicción (¡Whishfulthinking!) que Cataluña nunca será independiente.

¡Qué más querría yo!

Tal vez no lo será de jure, pero me temo que lo será  de facto y  de hecho ya hace tiempo que empezó a serlo. 

En cualquier caso bastará con que la apisonadora social catalana continúe su labor como hasta ahora y siga adelante con su hoja de ruta como hasta ahora, al margen  de toda la hojarasca política.

Fullaraca? Ya lo veréis y lo viviréis.

Sí, sí, pero ¿qué es la apisonadora social catalana?

La Cataluña imposible: del irredentismo al Untergang

A mi entender, la Cataluña de Prat de la Riba –ni pueblo ni nación, apenas nacionalidad (Nationalität!)— es una Cataluña dolida y doliente o, lo que a la postre podría ser igual, frustrada y frustrante.

Aunque parezca extraño, para mí existe una línea de contacto, incluso de comunicación,   entre la profunda y siempre atemperada melancolía de Prat, teorizador de una Cataluña presa de un irredentismo histórico a la vez  invencible e insalvable,   y el acerbo pesimismo de los miembros más caracterizados y caracterizadores de la generación del noventa y ocho español, coetáneos suyos.

Incluso me atrevería a afirmar, por mi cuenta y riesgo,  que el catalanismo burgués y rural de Prat de la  Riba es, en cierta medida, una manera de ser español y que la debacle española del noventa y ocho puede tener su correspondencia en el hundimiento  (Untergang!) de la burguesía catalana a manos de los modernos anarquistas, ahora llamados antisistema,  que hemos empezado a presenciar, vivir y padecer en estos momentos.

Dejemos, pues, por un momento a Marx y sus epígonos, aunque sólo sea para no repetir que la historia se repite, y aprendamos la lección. Sí, sí, Historia, magistra vitae!

¿El gol de Piqué, anticipo del referéndum?

Ayer domingo,  13 de agosto, el Barcelona jugó un interesante y disputado partido contra el Real Madrid. Cuando los dos equipos aún mantenían intactas sus posibilidades, el catalán Gerard Piqué marcó en  propia portería. Fue un gol psicológico que, aunque de distinta manera,  sin duda afectó  a los dos equipos y probablemente decidió el encuentro. Resultado final: 1 – 3  a favor del Madrid, equipo visitante.

A la vista de la situación social y política de Cataluña en estos momentos, con su deriva hacia el desorden y el caos o, si se prefiere, hacia la hegemonía de grupos y grupúsculos hoy llamados antisistema y ayer conocidos como anarquistas,  me permito la libertad de ver el gol de Piqué en propia portería como un posible anticipo de lo que ocurrirá con el referéndum catalán del 1 de octubre.

Todos sus responsables serán inhabilitados y puestos a disposición judicial inmediatamente

Existen precedentes en nuestra  historia y es sabido que en derecho las leyes estatales están siempre por encima de las leyes regionales con todas sus falsedades y falsificaciones.

Resumiendo, gol de los separatistas catalanes en propia portería de acuerdo con el modelo del capitán Gerard Piqué.

Sabadell: la Apisonadora Social Catalana en acción

El alcalde de Sabadell, un cupaire de cuyo nombre no quiero acordarme, ha iniciado una nueva campaña para eliminar del callejero urbano otra tanda de personajes pertenecientes a la cultura española.

Dit i fet!

Evidentemente, el muy demócrata cumple órdenes superiores, pues la medida se inscribe en el programa y la  hoja de ruta de la Apisonadora Social Catalana, dependiente de Òmnium Cultural, que lo es a su vez de la Consejería de Malestar Social.

¡Ay de aquellos que se empeñan en vender su deslealtad en nombre de la democracia!

Alcaldes okupas (Com Sabadell no hi ha res)

Se me ha ocurrido la idea de que, en cierto modo, los separatistas que, cumpliendo órdenes superiores, se instalan en las instituciones públicas, nacionales, autonómicas o municipales, y, al poco tiempo, se apoderan de ellas por la vía del engaño o la amenaza, cuando no por la vía  combinada o compuesta, sin tener en cuenta para nada los preceptos constitucionales, actúan como esos okupas que se cuelan furtivamente en una vivienda y se la apropian,  hasta el punto de obligar a abandonarla a su legítimo ocupante –propietario o arrendatario–, si es que no le impiden  la entrada por la democrática vía del leñazo.

A mi modo de ver, en la actual comunidad autónoma de Cataluña hay muchos de tales seres. Todos o casi todos ellos poseen uno de esos carnés de demócrata —carta blanca— que la Comisaría de Control Social, dependiente de la Generalidad, entrega gratis et amore a los ciudadanos más adictos y más activos en la defensa-imposición del credo catalanista-independentista de su futuro Estado.

Y,  también a  mi modo de ver, el batlle de Sabadell, al que, evidentemente, no tengo por mi alcalde, es uno de esos desgraciados afortunados. Ocupa su cargo como okupa y cobra por no cumplir la ley y hacer que no se cumpla.

Consigna: el día de la victoria –¿o será el día de la derrota?– no debe haber ni un solo nombre español en todo el país.

Pantomimas y mojigangas pseudodemocráticas  aparte.

Independencia de Cataluña, dependencia de España

Considero que los españoles deberemos luchar para evitar simultáneamente la independencia de Cataluña respecto de España y la dependencia de España respecto de Cataluña.

Para lo uno y lo otro hace falta una conciencia patriótica y un espíritu de lucha que, lamentablemente, los españoles no tenemos.

A mi entender, los separatistas son los únicos que saben lo que quieren y la manera de conseguirlo.

Con políticos como Mariano Rajoy España tiene la batalla perdida.

Resumen: tendremos una España en ruinas y una Cataluña que se apoderará de sus despojos.

Y los españoles, sin enterarse ni interesarse.

La ingenuidad de Rajoy

A mi modo de ver, Mariano Rajoy está empeñado en perdonar la vida a la burguesía catalana para que los antisistema catalanes no entreguen el poder a Sánchez e Iglesias.

Entiendo que en ese plan la ingenuidad y la ignorancia de nuestro jefe de Gobierno se conjugan con la perversidad y la deslealtad  de sus asesores en asuntos catalanes (¿Moragas y Millo entre ellos?).

Entiendo asimismo que a nuestros políticos de la Meseta les convendría saber que los separatistas catalanes actúan como un partido único o, más exactamente, como  un frente nacional y que en él las tareas políticas se distribuyen de acuerdo con un plan táctico-estratégico elaborado y decidido por una instancia superior cuyos componentes nos son desconocidos.

Entiendo por último que entre los separatistas catalanes no hay diferencias fundamentales entre la izquierda y la derecha, en el bien entendido de que, en su caso, la extrema derecha está constituida por elementos  adscritos en teoría a la izquierda y pertenecientes al ámbito de la enseñanza, con elementos residuales de un clero otrora rural y hoy  aún más residual pero siempre activo.

Cataluña: crónica de una conjura anunciada

Cincuenta años i la torna han bastado a los irredentos e irreductibles secesionistas catalanes para urdir su última conjura de una Cataluña independiente dentro y por encima de  una España envilecida y desvertebrada.

No es probable que les salga bien la jugada, pero ellos están convencidos de que ni habrá represalias ni soltarán  lo conseguido a lo largo de esa conjura que es la historia reciente de esta comunidad humana, ni pueblo ni nación, condenada a la frustración colectiva de un irredentismo insalvable.

Curiosamente, ese irredentismo les ha asegurado una especie de supervivencia basada en la conjura permanente, de acuerdo con la cual sólo está permitido decir lo que se piensa cuando con ello se puede engañar al enemigo.

De hecho, la mentira y la deslealtad constituyen la superación democrática de la violencia, al menos para ellos.