CATALUÑA: LEGALIDAD Y LEALTAD CONSTITUCIONALES

En mi opinión, la toma de posesión del cargo de Presidente de la Generalidad de Cataluña –en realidad, la toma de posesión del cargo de Presidente de todas y cada una de las Comunidades  Autónomas– debería estar presidida siempre, de manera inexcusable, por el Rey en persona como autoridad suprema del Estado Español, acompañado por mandos de los tres Ejércitos, y contener una declaración explícita en forma de juramento por parte del nuevo Presidente de que se compromete a respetar y hacer respetar en el ámbito de su competencia la Constitución actualmente vigente en todo el territorio español.

Entiendo que es deber del Estado exigir lealtad a todas y cada una de sus instituciones y, por lo tanto, a quienes las representan.

 

Felices Navidades a los separatistas catalanes

A pesar de que llevo algo así como treinta años en situación de muerte civil a manos de los separatistas catalanes, les deseo  de corazón  felices fiestas de Navidad a todos ellos, empezando por su guía espiritual.

No quiero que el rencor y el deseo de venganza marquen los últimos años de mi vida.

Para mí, todas las regiones de España son tierras españolas y todos sus moradores, incluidos los que no se sienten españoles, son españoles.

Inmersión lingüística: Sistach, ¿tú también, padre mío?

Como buen separatista y mal pastor católico, Martínez-Sistach oculta –deliberada y, por lo tanto, dolosamente– que la inmersión lingüística practicada en los centros de enseñanza de Cataluña ha sido impuesta con carácter obligatorio y excluyente.

Pregunta: ¿cómo puede defender un pastor de la Iglesia una medida de carácter social manifiestamente injusta y, además, asentar esa defensa en una tergiversación deliberada y dolosa de la realidad?

En mi opinión, la jerarquía eclesiástica debería investigar el asunto y pronunciarse sobre él.

 

 

Después de Bustos y más allá de Sabadell

En mi opinión, Manuel Bustos, hombre de pocas luces, tiene escasas posibilidades de escapar con vida del acoso de CIU y su corrupta/corruptora burguesía.

En definitiva se trata, al menos a mi entender, de terminar de catalanizar de una vez por todas el PSC o, lo que es igual, de arrancar de cuajo  su rama charnega española o filoespañola eliminando al mismo tiempo posibles efectos negativos.  Por ejemplo, que los eliminados pasen a engrosar las filas del PP o, lo que es mucho más probable, de Ciudadanos.

Lo ideal para los separatistas catalanes sería que esos eliminados se reciclaran socialmente, pero también les vendría bien que abandonaran para siempre su relación con la política y, sobre todo, dejaran de votar en las elecciones autonómicas, lo que, lógicamente, aumentaría la ventaja relativa del PUC (Partido Único de Cataluña). En democracia, y máxime en una democracia formal y fraudulenta como la que tenemos en Cataluña, el que no vota no existe: muerte civil para él y ventaja para el opresor.

Quiero creer que aquí el opresor tiene la batalla perdida, al menos a medio plazo, pero la historia nos enseña que la burguesía siempre ha terminado estando en el bando ganador y es más que probable que así sea en el próximo capítulo de la historia de nuestra atormentada y desgraciada España.

Cataluña: cultura y lengua

El sentido común y, sobre todo, la experiencia me dicen que pertenecer a una cultura minoritaria con una lengua minoritaria es una forma de pobreza.

Al escribirlo, pienso concretamente en Cataluña y en ciertos catalanes. Si lo desean, ellos tienen derecho a quedarse con su cultura y su lengua, no a imponerlas a los demás, tanto menos cuanto que en Cataluña más de la mitad de la población es de lengua española.

La experiencia me dice que una lengua minoritaria alumbra en el ser humano una mentalidad minoritaria y estrecha.

Reespañolizar a los niños de Cataluña

En mi opinión, no se trata de españolizar sino de reespañolizar a los niños de Cataluña, catalanes y no catalanes. Ellos y sus padres ya eran españoles en cuanto que hablaban español y se sentían españoles. Los separatistas de la Generalidad les arrebataron –a la fuerza y por vía de los hechos consumados– la lengua y con ella el sentimiento de pertenencia.

Perfidia y desidia.

Es  derecho y obligación del Gobierno de la Nación devolverles por vía legal lo que, por ser suyo, les perteneció y les pertenece.

 

 

Cataluña: fagocitación = fabes contades

En Cataluña, el separatismo burgués baja; el separatismo de izquierdas sube en la misma proporción.

Conclusiones posibles:

— En Cataluña, la izquierda está a la derecha de la burguesía o, lo que es igual, a la derecha de la derecha en lo ideológico por catalanista y en lo social por separatista.

–El separatismo político ha tocado techo; a la burguesía empresarial no le gustan ni las divisiones ni los enfrentamientos o, lo que es igual, ni las divisiones del mercado ni los enfrentamientos callejeros a cara de perro.

–¿Nueva, última y definitiva derrota de Pujol y el pujolismo? ¿Cuántas van?

–¿Aprovechará la oportunidad el Estado español para decapitar al separatismo catalán personificado en Pujol y su clan?

–Aunque se decapite al separatismo pujolista, es improbable que se consiga extirpar  definitivamente el catalanismo, pues este tiene fuertes y profundas raíces ciudadanas (clase media baja y payesía).

–La burguesía empresarial catalana no comulga con las tesis rupturistas del pujolismo, siempre basculando entre el irredentismo victimista y el mesianismo mosaico.

–A buen seguro tenemos política de la puta i la Ramoneta para rato o, lo que es igual, para otros cuarenta años i la torna.

–¿Se desmontará ahora la trama político-económica del pujolismo?

–¿Quiénes serán procesados y quiénes irán a la cárcel?

–¿Qué será del abuelo de los pitufos (Pujol)?

–¿Qué será de los pitufos (el nostre Oriol  e i suoi fratelli)?

–¿Qué será de las sisas del abuelo?

–¿Qué será del abuelo de las sisas?

–Y, sobre todo, ¿quién pagará ahora las deudas de la Generalidad de los sabras catalanes?

Contesta, Juliana, hijo de Juliana. Y, por favor, no te olvides de decir cuántos telediarios le quedan al Estado de las Autonomías.

 

El Estado Español contra Jordi Pujol i Soley

Ante la situación política creada en España y muy concretamente en Cataluña por el separatismo catalán, dirigido desde la sombra por Jordi Pujol, me pregunto:

¿Tiene el Estado Español razones jurídicas y medios legales idóneos y suficientes para proceder judicialmente contra Jordi Pujol i Soley y acabar con sus maquinaciones políticas y económicas?

Si, efectivamente, el Estado Español tiene razones jurídicas y medios legales idóneos y suficientes para proceder judicialmente contra Jordi Pujol i Soley, ¿por qué no procede contra él?

¿Cómo consiente el Estado Español que ese delincuente –Jordi Pujol i Soley– se pase la vida maquinando estafas financieras e intrigas políticas que atentan abiertamente contra la persistencia y la seguridad del Estado Español y no procede contra él como es su derecho y su obligación?

¿Acaso el Estado Español tiene dudas sobre naturaleza delictiva de las maquinaciones políticas y financieras de Jordi Pujol i Soley?

¿Acaso se puede desmontar un Estado desde dentro del Estado sin infringir la Ley?

Por lo que sé, toda ley y, por supuesto, toda Constitución en cuanto ley de leyes se asientan en un pacto de lealtad.

¿Ha cumplido alguna vez ese requisito inexcusable un separatista tan desleal como Jordi Pujol i Soley?

 

 

De una oda a España

En este aciago avatar de tu historia

herida por hijos tuyos con alma de hiena

siento un hervor de sangre en las venas

que me quita la razón y devuelve la memoria.

 

Siempre supe de su carácter felón,

siempre supe de sus querencias cainitas,

siempre supe de su perfidia infinita,

siempre supe que tramaban la traición.

 

Siempre supe que, tras prender fuego a España,

buscarían refugio allende una frontera

que sólo existe como paupérrima quimera

de gentes sin historia, sin gloria y sin hazañas.

 

Siempre soñé con una patria siempre unida,

libre siempre de atávicos rencores,

en busca siempre de sus  tiempos mejores,

lejos siempre de guerras fratricidas.

 

La independencia de Cataluña, crónica de una traición anunciada

A mi entender, la independencia de Cataluña daría para varias crónicas de una traición anunciada y siempre, siempre, frustrada. En todas ellas, el protagonista sería Jordi Pujol i Soley, español por un año y personificación de la falsedad de estirpe fenicia, y todas ellas terminarían con la derrota de los traidores, no con su castigo.

¿Y después? Después, después,  vuelta a empezar.

¿Eterno retorno? No, estigma y destino.