UPyD y la ciénaga catalana

Para los beneficiarios del establishment bautizado por el autor de este  espacio virtual, sólo virtual, con el nombre de Rovell de l’ou, la Cataluña actual  es ya tierra de promisión, tanto por lo que ahora mismo  ofrece a sus sabras como, y en especial,  por lo que les reserva.  «Cada día nos falta menos para liberarnos de la servidumbre de los madrileños» dicen que dicen por lo bajini ellos y ellas en su dialecto. ¿He dicho dialecto? Sí. Es una atención/obsequio de esta docta casa que es la Industria de Pájaro bobo.

Quizas por eso o precisamente por eso los sabras no están dispuestos a consentir, ni por activa ni por pasiva,  que en su futura nación,  siempre oasis,   prendan de ahora en adelante semillas exóticas  y mucho menos españolas, empeñados como están en extirpar las que aún quedan a modo de herencia ominosa  de los tiempos de opresión.

De ahí, la guerra que, desde los tiempos de Vidal-Quadras, han mantenido y mantienen las formaciones políticas integrantes del Partido Único de Cataluña  con el Partido Popular a través de agentes como el fugado Piqué o esa cosa llamada Nebrera i González con sus respectivos comandos o escamots de información y apoyo.

De hecho, en Cataluña oficialmente no hay más que una  comunidad sociolingüística —la comunidad de lengua catalana, también conocida y reconocida oficialmente  como el  pueblo de Cataluña—, pues la otra,  la comunidad de lengua  y sentimiento españoles, no existe a efectos oficiales, a pesar de ser mayoritaria, habida cuenta  que,  con sus más de cuatro millones de integrantes/hablantes, representa en torno al 52-54 por ciento de toda la población del país/nación/Comunidad Autónoma, frente al 46-48 por ciento de sabras y aborígenes.

Aun así, la comunidad de lengua y sentimiento españoles  no tiene una presencia mínimamente aceptable en términos de representación democrática en las instituciones de Cataluña   en cuanto  Comunidad Autónoma integrada en el Estado español.  De hecho,  sus  instituciones  públicas, supuestamente democráticas,  están  dominadas, incluso monopolizadas,  por los representantes de la comunidad de lengua catalana y sentimiento independentista. Prueba y demostración de lo que decimos  es el llamado Parlamento de Cataluña, que ha redactado, elaborado y tramitado  su propio Estatuto de Independencia. En él no hay la mínima alusión o referencia a la comunidad de lengua española y los derechos de sus miembros.

La misma  situación puede observarse  en el ámbito específicamente político, donde los partidos de ideología catalanoseparatista no sólo copan la totalidad del espacio social e ideológico sino que además se cuidan de dinamitar, bien directamente, bien a través de agentes y colaboradores/saboteadores, los focos rebeldes que, de manera a la vez aleatoria y recurrente,  surgen  aquí y allá en el seno de la comunidad de lengua y sentimiento españoles, a pesar de una opresión y  una represión institucionales de cuño rotundamente dictatorial.

Eso es lo que han hecho con el Partido de los Ciudadanos,  en estos momentos  a punto de saltar por los aires reventado desde dentro por agentes de la burguesía local, y eso es también lo que sin duda desearían hacer  o, mejor dicho, piensan hacer con UPyD, tan pronto como, de acuerdo con sus planes,  llegue el momento.

Afortundamente,  UPyD tiene una gran ventaja sobre el Partido de los Ciudadanos por ser una formación con una clarísima vocación nacional y española. En la práctica eso significa, a los ojos de Pájaro bobo, que  UPyD  ha obrado correctamente  al distanciarse de  Ciudadanos  tan pronto como ha comprobado  que este partido iba a ser engullido por la ciénaga del separatismo catalán.

De acuerdo con esa misma experiencia, Pájaro bobo considera que  la dirección nacional de UPyD debe prestar su apoyo a  la  sección de Cataluña, pero para ello tiene que procurarse antes un sólido punto de anclaje y, sin soltarlo en ningún momento, tenderle  la mano, incluso el brazo. No obstante, si se produjera un fracaso coyuntural o momentáneo,  lo correcto sería soltarla y dejar que se hundiera ella sola en la ciénaga, no las dos: la sección de Cataluña  y la dirección nacional.

Eso es al menos lo que Pájaro bobo haría.  Lo aprendió leyendo a Ángel Ganivet,  pionero del patriotismo español de izquierdas, y a Anselm Grün, teólogo alemán de nuestro tiempo  descendiente de conversos  españoles.

El  Idióticon de  Pájaro bobo
Sabras.
Judíos  puros, nacidos en Israel.
That thing. En inglés, esa cosa y también esa criatura. Con un poco de imaginación, incluso ese monstruo. En una reciente película de ficción aparece un ser extraño. En la versión española se alude a él como la cosa, cuando posiblemente lo correcto habría sido designarlo como la criatura o el monstruo.

UPyD: ni en contra de unos ni a favor de otros, por la unión y la constitucionalidad

Como los partidos políticos son por definición ideológicos y por definición dividen la sociedad, los partidos políticos dividen necesariamente la sociedad  en términos ideológicos: izquierda – derecha, derecha – izquierda.

Ese esquema bipolar, convertido en un círculo vicioso (Teufelskreis) por la inercia de las estructuras políticas y politizadas del Estado y el  desleal e interesado comportamiento  de  la inmensa mayoría de los políticos, es lo que UPyD quiere combatir y, si le fuera dado, romper para proporcionar a la sociedad civil española un marco de convivencia  realmente democrático. En otras palabras:  no nos parece lícito que se ponga constantemente en entredicho  a   la nación,  sustrato  histórico y base de sustentación permanente  y necesaria de todo régimen político democrático y su  juego de relaciones.

Si la  democracia es fruto de la  unión,  el progreso es fruto de la  democracia y la unión. Y si es cierto que sin unión no hay democracia, también lo es que sin democracia y unión ni hay ni puede haber progreso real y verdadero.

En estos momentos, en los que España, con más de tres millones de personas en paro, tiene que hacer frente a una gravísima crisis económica de incierto alcance, incierta  intensidad e incierta duración,  a los ojos de Pájaro bobo  es un delito inadmisible que el Estado mantenga la gigantesca y gravosa  máquina burocrática de  las diecisiete Comunidades Autónomas y  un delito aún  mucho más inadmisible   que varias de esas Comunidades Autónomas malversen el dinero de los españoles en actividades como organizar campañas para eliminar el idioma español de sus espacios geográficos y sus actividades institucionales, financiar la creación y el mantenimiento de embajadas propias, selecciones deportivas propias, relaciones internacionales propias, etcétera.

El señor Rodrígiuez Zapatero debe saber, en su condición de  jefe de Gobierno, que esas actividades  y otras muchas de igual naturaleza  e idéntica finalidad  —tipificadas en primera instancia  como malversación de fondos públicos, infracción continuada de la Constitución y usurpación de competencias estatales—  son delictivas y que tarde o temprano tendrá que dar cuenta de su complicidad en ellas ante el  pueblo español, depositario  de la soberanía nacional  y sujeto de la Constitución vigente.

UPyD se lo va a exigir y también le va a exigir que proporcione  a la economía productiva, no especulativa,  los recursos necesarios para hacer frente a  la crisis actual y ofrecer condiciones de vida dignas, incluido   un trabajo igualmente digno,  a todos los ciudadanos  españoles, algo a lo que, según nuestra Carta Magna, tienen derecho.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué dirá nuestro jefe de Gobierno cuando una ciudadana española,  leal y responsable, le lleve ante los tribunales y le acuse de complicidad en la malversación de fondos públicos perpetrada de manera continua y/o reiterada por los dirigentes —¡gobernantes!—  de  ciertas Comunidades Autónomas caracterizadas por su beligerencia e insolidaridad?

UPyD, única formación democrática y española en el Estado de las Autonomías

En la actualidad, tanto  el funcionamiento de  la Unión Europea en cuanto organización supraestatal  como  el funcionamiento interno de   España, más allá de su condición de Estado miembro,  se rigen  por dos principios  que corresponden a  sendos niveles de actuación:   el principio de solidaridad, que actúa de acuerdo con un  eje vertical, y el principio de subsidiaridad o, si se prefiere, subsidiareidad, que actúa de acuerdo  con  un plano horizontal.  Arrriba están las instancias comunitarias; abajo, los Estados miembro.

Las instancias comunitarias velan por el correcto funcionamiento de la  organización en su conjunto,  o sea, entendida como un organismo único, y las naciones o Estados miembro  se cuidan de sus respectivas parcelas.

Parece ser que, en su momento, los políticos españoles quisieron copiar el modelo biaxial europeo creando  el llamado Estado de las Autonomías (¿Estado autonómico?), pero el hecho es que se cargaron el invento.

Ahora, las Comunidades Autónomas, obra y hechura de la nación española, están a punto de devorarla.  La solidaridad estatal no es correspondida con una subsidiaridad leal por parte de ellas.   Varias, las más insolidarias y las más subsidiarias, no sólo  pretenden utilizar los recursos que reciben   para acceder a la condición de Estados soberanos sino que además  han contagiado a otras, si es que no les han dado y no  les dan  instrucciones expresas sobre el camino a seguir para acceder a la independencia.  En cualquier caso,  en esas están.

Ante este panorama,  UPyD es hoy la única formación política, no partido, que prima por encima de todo el principio de solidaridad; lo que nos une y, al unirnos, hace que seamos  a la vez un pueblo y una nación.

Tanto eso como el hecho de haber nacido abajo,  por generación espontánea, y estar creciendo de abajo arriba, sin una de esas superestructuras  a la vez políticas, burocráticas  y financieras que han convertido nuestros partidos políticos, grandes y pequeños,  en proyectos de ingeniería social,  hacen de UPyD la única formación política auténticamente democrática,  Aquí no hay más dinero que la calderilla que aportan sus miembros ni hay más estructura que la que estos van construyendo día a día.

Ante este panorama, con un Partido de los Ciudadanos a punto de morir reventado por los agentes del separatismo burgués  instalados en su seno,  UPyD queda como la única formación que, en estos momentos,  lucha abiertamente contra las  fuerzas centrífugas amparadas bajo el principio de subsidiaridad en un Estado de las Autonomías abiertamente  antidemocrático por insolidario.

Pregunta ungenua e intempestiva: ¿qué otra cosa puede y debe pensarse de un Estado que financia consciente y deliberadamente su propia destrucción entregando  dinero de España y de los españoles a quienes se han conjurado con ese único fin?

UPyD Cataluña a la conquista del espacio

El nombramiento de José  Manuel Opazo como jefe de Organización y Expansión de UPyD en Cataluña se ha traducido inmediatamente en una fuerte vitalización y  dinamización de nuestra formación en términos de actividad y eficacia.

La primera medida de Opazo, hombre perteneciente al mundo empresarial y residente en la siempre neutral y siempre activísima Suiza, fue inaugurar la sede de UPyD en Barcelona, medida que, vivida como una conquista,  le proporcionó  el apoyo unánime de  sus miembros.

Una vez inaugurada la sede en las barcelonísimas Ramblas, Opazo convocó una reunión de jóvenes voluntarios con objeto de crear una serie de equipos de trabajo llamados a difundir la presencia de UPyD en la sociedad catalana, colaborando con la Dirección  regional del Partido en parcelas que van desde  la creación y el desarrollo de proyectos relacionados con  los medios de comunicación escritos  hasta la organización de actos públicos de diversa naturaleza.

A partir de aquí, Pájaro bobo aboga por una dirección sólida integrada por el Coordinador General de Cataluña, el  responsable de Prensa y el responsable de Organización y Expansión, y asistida por un equipo de jóvenes distribuidos en secciones de  apoyo y acción coordinada.

De acuerdo con este esquema,  a su modo de ver  el ideal sería que todos los asociados y en especial los jóvenes estuvieran encuadrados en  alguna de esas secciones y expusieran en ellas  sus  inquietudes, sus iniciativas y sus sueños,  de modo que todos los  esfuerzos respondieran a una misma orientación y un mismo fin. Las aportaciones individuales son voluntarias pero, si se quiere alcanzar el fin perseguido,  todas ellas  deben ser ordenadas y encauzadas  racionalmente  de acuerdo con el doble eje de la solidaridad y la subsidiaridad

Ese es el proyecto organizativo que José Manuel Opazo ha traído a UPyD,  proyecto basado en criterios de operatividad  empresarial y que, correctamente ejecutado, puede y debe proporcionar el éxito a nuestra formación en su defensa  de  un colectivo social que, al margen de toda ideología,  reclama una  representación institucional  que no tiene y en justicia  le pertenece.

Estamos hablando de la comunidad de lengua española de Cataluña. O, lo que es igual, de cuatro millones de ciudadanos.

Magdalena Álvarez y esa cosa

Guiado por su olfato y su instinto como Menschenkenner, Pájaro bobo está convencido de que Magdalena Álvarez es una buena mujer, que es mucho. Pero ser una buena mujer —sin odio ni rencor en la mirada y sin retranca ni resabio  en el rabillo del ojo— la habilita para ser una honrada esposa y una madre solícita, pero no necesariamente para ser una buena política. Formación intelectual y conocimientos aparte.

De hecho, para ser una buena política es infinitamente mejor ser una mala, incluso una pésima  persona. Lo dijo alguien: la política exige tomar decisiones que una buena persona no puede ni asumir ni tomar. Ahí, «esa cosa» que responde al nombre de Montserrat Nebrera, nunca González, le saca, como mínimo,  dos cuellos de ventaja. I la torna.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué José Antich, director de La Vanguardia, en su alegato en defensa de la Nebrera como política políticamente interfecta, comenta el pecado venial de esta cosa  y silencia su pecado mortal?

Miserable, miserable.

Montserrat Nebrera: enroque de dama

De acuerdo con las reglas del ajedrez hay dos tipos de enroque: enroque de dama y enroque de rey. En la práctica consuetudinaria el primero se llama enroque largo y el segundo enroque corto. Ambos tienen por objeto proteger el rey desplazándolo del centro a uno u otro de los flancos.

En ajedrez, la ocupación y el dominio del centro suelen decidir el resultado final de la partida.  Como en las batallas de otras épocas o como en las campañas  políticas de nuestro tiempo. El centro decide.  Pero, curiosamente, en política el centro decide  no por  sólido sino porque es el espacio natural de los indecisos.

Sea como fuere, lo cierto es que la señora Montserrat Nebrera González se ha enrocado —enroque de dama, pues—,  y ha declarado rotundamente que no está dispuesta a moverse de donde se encuentra  política y públicamente.  Sus palabras no denuncian atisbo alguno de duda y, menos aún, de  culpa.

Acentos y dejes aparte,  sus declaraciones acerca de la ministra Magdalena Álvarez, a la que aludió con el sintagma nominal anominal «esa cosa»  (¿a quién se lo habría oído?), constituyen  a  los ojos de Pájaro bobo una falta moral grave o incluso muy grave, máxime en cabeza y boca de una jurista: reificación o cosificación  verbal de un ser humano.

Aun así, la señora Nebrera parece seguir aferrada a su falsa buena conciencia, enrocada en el flanco catalanista de su partido y convencida —-¿segura?— de que de ahí no va a moverla nadie.  Sólo le ha faltado decir que,  tanto en sus últimas y despectivas  declaraciones como en su constante entrar y salir de  fregao en fregao, cumplía y cumple  órdenes.

Por muchísimo menos hay quien lleva décadas en situación de muerte civil. Pero, claro, el desgraciado  ni pertenecía al Rovell de l’ou ni estaba protegido por el Sanedrín. Por el contrario, había sido  fichado  como  enemigo irreductible  suyo.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿de quién o de quiénes parten las órdenes que, a juzgar por múltiples indicios, cumple la ambiciosa, intrigante  y despectiva  señora Nebrera i González?

La gran conjura del separatismo catalán

Ernest Benach, presidente del Parlament de menos de  la mitad de los catalanes y, por lo tanto, de  menos de la mitad de  Cataluña, ha lanzado una nueva, probablemente no última, amenaza al Tribunal Constitucional, anunciando  una «crisis de Estado sin precedentes»,  si dicho Tribunal osa  fallar en contra del Estatut, según él, «aprobado democráticamente por el pueblo de Cataluña».

Pájaro bobo está cansado de decir que ese Parlamento no es ni legítimo  ni representativo ni, por consiguiente,  democrático, ya que tanto los partidos políticos de Cataluña como su Parlamento están dominados  casi totalmente,  ab origine, por los representantes de la comunidad de lengua catalana, mientras que la comunidad de lengua española, aun siendo mayoritaria, ni tiene ni ha tenido nunca una presencia mínimamente aceptable en términos de representación democrática ni ha intervenido en momento alguno  en la redacción y tramitación del mencionado  Estatuto por la sencilla razón de que en él no se reconoce su existencia.

Por lo tanto, en opinión de Pájaro bobo, todas las leyes y disposiciones del Parlamento de Cataluña son inmorales, ilegítimas, ilegales y delictivas, en cuanto que responden a un fraude de ley con carácter de conjura, como es la usurpación planificada,  secreta  y, por definición, dolosa  de las instituciones de representación democrática existentes en  la Comunidad Autónoma de Cataluña.

Eso es algo que el Tribunal Constitucional debe tener necesariamente en cuenta o, si se prefiere, investigar desde su origen para valorar tanto el Estatuto como las restantes leyes y disposiciones emitidas por el Parlamento de Cataluña y, en definitiva, la legitimidad de las instancias  de decisión y representación existentes en la Comunidad Autónoma de Cataluña.

En cualquier caso, si Ernst Benach amenaza con una crisis de Estado, Pájaro bobo considera que tal amenaza es suficiente para que  en su momento, y siempre con carácter preventivo, la autoridad competente proceda a la suspensión temporal de la Autonomía catalana.

En opinión de Pájaro bobo, ahí hay una situación gravísima  a denunciar para el partido político que esté dispuesto a acabar con la conjura del separatismo catalán antes de que, avanzando  por vía de los hechos consumados, sea demasiado tarde.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿puede alcanzar la independencia Cataluña a partir de una conjura y utilizando impunemente una cadena de fraudes de ley?

Una Nebrera joven, belicosa y ambiciosa

Pájaro bobo está convencido de que si en el Sanedrín catalán se admitiera a las mujeres, la Nebrera sería una de las admitidas. Naturalmente, después y detrás de doña Marta, la florista.

Pero, como la dicha y redicha Nebrera  posee habilidades sumamente útiles para la causa catalanoseparatista, este pájaro se inclina a pensar que Pujol ben Gurión, autoridad suprema  de la mencionada instancia autonómica, ya  la habrá nombrado, como mínimo, adjunta a la Presidencia, que es un cargo que da mucho juego y no obliga a nada: ni a él, otorgador/otorgante, ni a ella, beneficiada y beneficiaria.

En cualquier caso, Pájaro bobo está seguro  de que la tal Nebrera hará carrera en el ámbito de la Generalidad. Para empezar, la colocaron en el Partido Impopular de Cataluña con el encargo de continuar y rematar la labor de Josep Piqué,  el fugado de Exteriores, hasta convertir su parcela en un erial y transferir los  restos o despojos humanos a Convergencia. El encargo llevaba implícita la tarea de amargar la vida a la Camacho, presidenta de la formación, pero más como premio y gratificación que como trabajo ingrato. A día de hoy, la dama ha cumplido  am excreix!

Protegida por el Sanedrín, la Nebrera no sólo domina de facto el espacio socio-político del  más impopular de los partidos catalanes, sino que  además es capaz de poner en fuga con sus alaridos  a cualquier figura de bulto redondo que se le  acerque.

Al amparo del Sanedrín,  a la Nebrera,  joven,  belicosa y ambiciosa, le espera un futuro prometedor,  no exento de percances, trifulcas  y revolcones.

Pregunta ingenua e intempestiva:  ¿y si la tal Nebrera fuera llamada a sustituir, en fecha no lejana,  a la tal Chacón como ministra de indefensa del Reino de España?

El idióticon de Pájaro bobo
Sanedrín catalán.
Existe un Consejo Asesor de Cataluña. Como este Consejo, máxima  autoridad moral  del país para los catalanes de mena, está formado por prohombres de la política, las finanzas, la cultura y el clero  pertenecientes, casi en su totalidad, a las grandes familias de la burguesía barcelonesa,  Pájaro bobo lo bautizó, por su cuenta y riesgo, con el nombre de Sanedrín catalán, ya que a su modo de ver está inspirado en la institución bíblica.

De la economía a la meteorología pasando por el Amazonas

Llámese como se llame, la crisis económica es cada vez más  grave o, como se dice ahora, más importante. Zapatero, nuestro jefe de Desgobierno, negó su existencia mientras supo y pudo.  Solbes,  administrador del reino,   ha venido eludiendo sistemáticamente la palabra y, en rigor, también  la cosa. «Se llama recesión, incultos, más que incultos».

Pero, hombres y nombres omisos, la crisis sigue su curso en forma de  descenso  de la actividad productiva y, en consecuencia, también  de la riqueza obtenida y acumulada.  Los españoles somos cada día menos ricos o, si se quiere,  más pobres  porque cada día  son menos los que trabajan y producen. Brokers de los diferentes parqués aparte,  que esos tienen su propio catecismo.

Pero nuestro jefe de Desgobierno lo niega y, probablemente, lo seguirá negando, pues, a juzgar por todo un cúmulo de eso que ahora se llaman evidencias y antes eran simplemente pruebas, el pobre padece ignorancia contumaz, incluso  invencible,  pecado contra el Espíritu Santo  que, como pocos saben todavía,   ni se perdona ni puede perdonarse (al menos en el ámbito de la fe).

Algo parecido  debe ocurrirle  a su subalterno y colaborador Solbes,   aunque el hombre, incapaz de seguir luchando por más tiempo con sus juegos numéricos y arritmias aritméticas, ha pedido la excedencia o, más exactamente,  la baja al frente del ministerio de deudas perdidas, créditos hipotecarios de larga duración  y morosos  anónimos e irrecuperables.

Por lo visto, una noche de invierno el caballero  del frac  se presentó en su casa, llamó a la puerta y le conminó «O arreglas las cuentas o te quito la llave del tesoro público. Eso no es más difícil que un sudoku».

A oírlo, el hombre abrió un ojo, cerró el otro y  comentó consigo mismo: «Este no sabe lo que dice». Acto seguido pidió la excedencia. Y en esas está.

Mientras tanto, el tal Zapatero, embaucador y masturbador con práctica, oficio y mano izquierda, sigue levantando la ceja angular de uno de sus ojos por ver si por fin ve  el fin de la crisis que se han inventado los antipatriotas. Él, que no sabe qué es una nación.

¿Ha dicho crisis? Sí, y es verdad, la hay,  pero el granuja  miente, porque dice lo contrario de lo que piensa.

Y es lo que dice este pájaro con más picardía que el Kun Agüero:  «Si el pobre no sabe lo que es una nación, no puede saber que España es una nación.  Y, si no sabe que España es una nación, no puede saber que  la nación española está en crisis».

Mientras el tal Zapatero cavila y maquina una batería de kindersorpresas para salir de la ciénaga de los presupuestos autonómicos, suena el teléfono.

Soy Maleni. Sí, Magdalena Álvarez. ¿La cultísima ministra de Incultura? No, sólo de Fomento. ¿Qué ocurre? Una nevada: la ciudad de Madrid está paralizada.  Eso no es nada. Que  Corbacho, el del paro, te envíe unos cuantos productores y productoras del subsilio, y todo arreglado. No, porque dice que parados tiene a manta pero le falta presupuesto. Está en números rojos. Me lo imaginaba. Bueno, pues entonces llama a la Chacón. ¿Cómo? Que llames a la Chacón, sí, hombre, quiero decir sí,  mujer,  la ministra catalana de indefensa. Que te envíe una división de infantes de Marina y otra de zapadores de montaña. Sí, José Luis, lo que ocurre es que las carreteras están colapsadas y no se puede circular. Pues, entonces, que te envíe una brigada de paracaidistas y otra de hombres-rana.  Entendido, jefe.  Y la próxima vez, Maleni, a ver si te organizas y tomas algunas medidas cautelares.

¿Medidas cautelares ha dicho? ¿Será caradura el Zapatero ese?  Con tres  millones de parados como tiene,  el andoba aún no se ha enterado de que esto es una crisi mu impontante y ahora  viene  y  me pide que barrunte una tormenta de nieve con veinticuatro horas de antelación   como si yo fuera una esquimal del Amazonas o del Ecuador.

El idióticon de Pájaro bobo
Subsilio
. Voz oída, no escuchada, en televisión. Pájaro bobo quiere pensar que es una combinación-contracción de subsidio y ausilio (por auxilio).  En cualquier caso, la incorpora a su idióticon en calidad de préstamo.

Proyecto nacional, ni partido ni dividido

Ahora, la prensa extranjera denuncia a diario  los gravísimos errores cometidos por el Gobierno Zapatero, durante los últimos tiempos,  en el ámbito de la economía,   así como las desgracias  que inexorablemente   se abatirán sobre España y los españoles en los próximos años. Los comentaristas le acusan en concreto de actuar sin una planificación realista e integral o, en otras palabras,  de volar en alas de una mentalidad a la vez ingenua y malintencionada, según la cual basta con negar algo para hacer que no exista, al menos durante una temporada.

Todos sabemos que precisamente esa ha sido la fórmula mágica utilizada sistemáticamente tanto por Zapatero,  gran embaucador y masturbador,   como por su inepto y lealmente  desleal subalterno y  ministro de la pasta gansa. Es posible, acaso probable, que Solbes, el aludido y futuro interfecto, pase a la historia no sólo como el crack que vapuleó sin compasión a un Pizarro acomplejado y  televisivamente inexperto sino también como el gran bluff del boom y el crash de nuestra economía.

Con esas negras perspectivas económicas en una España a merced de las nacionalidades periféricas,  generadoras insaciables de cargos burocráticos, embajadas, delegaciones y selecciones deportivas, Pájaro bobo considera que ha llegado la hora de que una formación nacional, no partido político, levante la voz y ofrezca a los españoles un proyecto realmente democrático o, lo que es igual, nacional, integrador y constructivo. Tal formación debería superar los planteamientos ideológicos de izquierdas y derechas, con sus divisiones y antagonismos, y poner el juego político y sus actores al servicio de la ciudadanía española, no al revés como ocurre ahora.

Pregunta ingenua e intempestiva:  ¿hay en el actual panorama político español alguna formación capaz de llevar a cabo ese proyecto?