Montilla: ni sabra ni hereu, prosélito

En opinión de Pájaro bobo, para ser hereu de Pujol hay que ser sabra, para ser sabra hay que pertenecer a la burguesía de casa nostra, para pertenecer a la burguesía de casa nostra hay que ser hijo natural y reconocido de, al menos, una de las cien familias de la Barcelona industrial, la misma que ha venido cardando y tejiendo la lana en estos sus lares  desde antes de la Revolución industrial.

Si no se es sabra no se puede pertenecer al Sanedrín, Consejo Asesor de Cataluña. Se puede ser, a lo sumo, presidente accidental de la Generalidad. Evidentemente,  Montilla no es un sabra. A pesar de toda su perfidia, Montilla será siempre y sólo un prosélito, tanto en la Generalidad como en el Colegio Alemán. Y, desde los tiempos bíblicos, el prosélito —traidor por partida doble— es un ser despreciable y despreciado.  Eso se aprende en la escuela, de niño.

Pájaro bobo se inclina a pensar que el tal Montilla tiene un deplorable oído musical. Y, sin oído musical, es muy difícil aprender bien una lengua extranjera. Quiere decirse, su entonación. Y es sabido que el tono hace la música. En la lengua del Colegio Alemán: Der Ton macht die Musik.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué la izquierda española, incluida la de casa nostra, sigue empeñada en ignorar que el fenómeno catalán es esencialmente, en su origen, en su composición, en sus medios y en sus fines, un movimiento burgués?

Arte: de Bacon a Goya pasando por Tàpies

A los ojos de Pájaro bobo el retrato de Francis Bacon ideado y ejecutado por Lucien Freud, su amigo de enfrente, tiene mérito. Cuatro rasgos que son otras tantas facciones como cita y sinécdoque del rostro, el rostro como cita y sinécdoque del alma, un alma atormentada por los demonios del espíritu y de la carne. Freud, el retratista, gusta de ensañarse con las mujeres, mujeres jóvenes a ser posible. A Francis Bacon le gustaba que los hombres, preferentemente  toscos y rudos, se ensañaran en su cuerpo y con su cuerpo.

El dublinés poseía un ego dominado por una soberbia inmensa.  Como Richard Wagner,  como Herbert von  Karajan, dioses de la música teatral; cada uno de ellos a su manera, en su escenario.

A juicio de Pájaro bobo, Francis Bacon no era precisamente un maestro ni del dibujo ni de la pintura ni del grabado. Aun así, su obra tiene fuerza,  mucha fuerza, fuerza agresiva, fuerza destructiva, fuerza vengativa. Francis Bacon vierte su fiebre sadomasoquista en lo que hace y deshace: retratos que no son retratos, cuerpos que no son cuerpos, arte que nunca fue arte.

No sabemos si Francis Bacon pasará a la historia del gran arte. Goya ya está en ella. Con todo merecimiento. A  diferencia del irlandés, él sí  sabía dibujar y pintar y grabar. Además tenía pulso y temple.  A Pájaro bobo, Goya, genio español por antonomasia, lugareño grosero y hosco,  le recuerda Beethoven. Físicamente. También sordo.

Antoni Tàpies tiene algo que le acerca, acaso esporádica o tangencialmente,   a  Francis Bacon, al menos para este observador. Lo suyo no es ni dibujo ni pintura ni escultura.  Y, aunque el alma del catalán está dominada por una soberbia equiparable a la del irlandés, sus obras están presididas por una extraña mesura y una no menos extraña austeridad. Tàpies no destroza la naturaleza, ni los cuerpos, ni esos orificios por los que se asoma el alma. Lamentablemente,  lo suyo tiene muy poco de arte, arte para la historia. Lo que hace Tàpies es quincalla o, si se prefiere, bricolaje del tipo do it yourself.

Ágora Socialista

El colectivo Ágora socialista surge en torno al año 2005 como una corriente crítica con la política oficial del PSC (Partido de los Socialistas de Cataluña), integrado de hecho en el frente separatista que con el tiempo recibirá el nombre oficioso de Partido Unificado de Cataluña, único existente en esta Comunidad Autónoma desde los años de la Transición. Ese partido o suma de partidos copa de hecho todos los resortes de poder y representación democrática, que otorga a la comunidad de lengua catalana, a la vez que oprime a la comunidad de lengua española, la cual,  a pesar de ser mayoritaria, oficialmente no existe y, en consecuencia, carece de representación en las instituciones autonómicas hasta la irrupción del Partido de los Ciudadanos en las últimas elecciones.

Desde antes de su fundación oficial, Ágora Socialista ha estado presente en todas las batallas que se han librado en defensa de los derechos constitucionales y democráticos de los miembros de la comunidad de lengua española de Cataluña. Y en esa lucha sigue. Ahora, como prueba de su vitalidad y capacidad de convocatoria, organiza un ciclo de conferencias que, como los organizados con anterioridad, contará con la colaboración de todos los partidos y todas las entidades cívicas que vienen luchando durante décadas contra catalanismo separatista y opresor, desde el Partido de los Ciudadanos y UPyD hasta Asociación por la Tolerancia.

Ágora Socialista aspira a ser el interlocutor natural, legítimo y leal del PSOE en Cataluña, un PSOE que está obligado a escuchar y conocer la verdad de lo que aquí ocurre, frente a las vilezas de Montilla y sus secuaces.

Zapatero repite, Montoro avisa, Moratinos jama (del verbo jamar)

Si en infausto y ya olvidado momento Zapatero dijo estar dispuesto a apoyar el Estatuto que saliera del Parlamento de Cataluña, ahora el su(b)sodicho afirma que garantiza la colaboración del PSOE para que salgan adelante los presupuestos de las corporaciones autonómicas y municipales correspondientes al año 2009, «sean del color que sean». Como ya sabemos qué ha sido del mencionado Estatuto y dónde se encuentra en estos momentos, también podemos —y debemos—  imaginar qué va a pasar con su nueva y última promesa.

En rigor, se trata de una práctica abiertamente inmoral y desleal, como ha denunciado Cristóbal Montoro, valor a tener en cuenta en el ámbito de la política española más seria y responsable. Montoro ha afirmado que apoyar los presupuestos de las Comunidades Autónomas y los ayuntamientos, «sin verlos», socava «los fundamentos de la democracia». Eso, como mínimo.

Y, como mínimo, debemos decir que Moratinos, nuestro titular de Exteriores vive en la inopia. Según este ujier de la política, en España no hay problemas de separatismo. Por lo visto, el angelito no ha oído hablar ni de las embajadas de Cataluña en medio mundo, ni de las selecciones deportivas catalanas, ni de la dictadura encubierta instaurada en Cataluña, ni del terror que viven en Vascongadas quienes se sienten y se declaran españoles, ni de la persecución del idioma español al menos en tres Comunidades Autónomas con una lengua llamada impropiamente propia.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Constituyen las promesas con kindersorpresa trampa de Zapatero una nueva y extraña forma de fidelización?
¿A qué se deben las palabras del tragasopas Moratinos, a ignorancia o a maldad?

Operación Sarkozy: sanear el capitalismo

Probablemente, la crisis que en estos momentos sacude el universo económico-financiero va a tener a la postre su lado positivo: provocar una acción/reacción colectiva de las principales economías mundiales en pos de una vía  más racional y, curiosamente, también más realista. Sarkozy, fiel a su estrella, parece dispuesto a liderar esa acción colectiva  con una meta y tres objetivos.

Aunque se ha empezado a hablar de proyectos como refundar el capitalismo, Pájaro bobo entiende que una meta loable y realista puede ser sanear este sistema que, después de casi un siglo de servicio desde su último gran quebranto, ha sufrido, o está a punto de sufrir, un colapso que paralizaría toda su actividad. Para conseguir esa meta, el hábil y audaz político francés ha fijado sus ojos en tres objetivos: el Fondo Monetario Internacional, los paraísos fiscales y los fondos de alto riesgo (hedge funds).

El Fondo Monetario Internacional (FMI) cumple entre otras funciones la de supervisar las políticas cambiarias de los Estados miembro de acuerdo con la situación general. Además colabora en proyectos nacionales de ajuste y reforma y presta asistencia técnica, en el ámbito de la economía y las finanzas, a los países miembro que se la solicitan.

Como es sabido, los paraísos fiscales son países o territorios en los que se pagan impuestos muy bajos o nulos por los capitales depositados en sus bancos. El Gobierno español tiene «fichados» 46 paraísos fiscales. Para nosotros, los más conocidos son probablemente Andorra y Gibraltar.

La razón de ser de los fondos de alto riesgo o hedge funds es obtener beneficios a muy corto plazo. Por ese motivo y por escapar al control de los gobiernos en cuanto que no están regulados, pertenecen con todo derecho a la economía más especulativa.

No sabemos si Sarlozy va a conseguir su ambicioso objetivo de refundar el capitalismo, pero ya el solo hecho de querer sanear el modus operandi de la economía especulativa mediante un control más riguroso de sus prácticas y su campo de acción merece el apoyo decidido de todos los gobiernos.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿se puede pensar hoy en una alternativa al capitalismo que no sea otra forma de capitalismo?

El desmadre de los brokers

El título de esta entradilla tal vez suene a juerga pitorrona o a happening de la alta suciedad marbellí o ibicenca, pero en realidad alude a un desfalco, un desfalco monstruoso, tan monstruoso que en realidad es una suma de desfalcos billonarios (no sólo billones estadounidenses sino también billones españoles, que son más grandes). ¿Y qué es un desfalco?

Según nuestro diccionario, el desfalco, en cuanto acción de desfalcar, consiste en «tomar para sí un caudal que se tenía bajo obligación de custodia». De acuerdo con las entendederas de Pájaro bobo y su lenguaje,  los brokers de los parqués de todo el mundo han desfalcado los caudales que tenían bajo obligación de custodia. Esos caudales constituyen o al menos constituían la materia prima de la economía especulativa, esa economía que opera exclusivamente con dinero erigido al mismo tiempo en valor de uso y valor de cambio, sin escoria. Situación grave, gravísima, apocalíptica.

En esas estábamos, con  miles de brokers millonarios y multimillonarios pero sin caudales, cuando, conscientes del peligro, los gobiernos que están detrás de los gobiernos de las naciones más poderosas del mundo, ordenaron  a sus respectivos pupilos que lanzaran la preceptiva llamada de alerta. Y los pupilos lo hicieron: desde Bush el expeditivo hasta Zapatero el remiso, pasando por Sarkozy el listillo.

En el caso de España, la situación del parqué, terreno de juego de esas figuras simbólicas de la economía especulativa llamadas brokers,  es acaso más grave que en otros países, pues  tenemos como jefe de Gobierno a un irresponsable e ignorante  y como contador y tesorero del erario público a un personaje al que, en razón de sus últimas actuaciones, Pájaro bobo no duda en definir como Fachidiot, término alemán que se puede traducir perfectamente  por «especialista idiotizado».

En cualquier caso, Pájaro bobo considera que,  una vez reparada la avería por vía urgente y restablecido el funcionamiento de la red, habría que proceder al saneamiento integral  del sistema operativo para evitar en lo posible  que se repitan situaciones como la actual y exigir responsabilidades.

Para ello, a su juicio, la sociedad civil debería tomar la iniciativa y llevar a cabo las siguientes acciones:

1) Pedir explicaciones a los partidos políticos, al Gobierno y al Banco de España.
2) Exigir que los partidos políticos y el Gobierno pidan explicaciones a los responsables del Ministerio de Economía y afines, así como al Banco de España.
3) Exigir a los responsables del Ministerio de Economía y afines, así como al Banco de España, que pidan explicaciones a los responsables de las entidades económicas y financieras que operan en nuestro espacio económico.
4) Exigir que los responsables de las entidades económicas y financieras pidan explicaciones a los responsables de los departamentos implicados directamente  en el desfalco.
5) Exigir al Gobierno y al Banco de España que presenten las conclusiones de sus investigaciones y las medidas  adoptadas y previstas en relación con el desfalco.

Resumen. Se trata de delimitar el ámbito del desfalco y simultáneamente de identificar con nombres y apellidos a sus autores y coautores. De entrada podemos decir, sin peligro de error, que el Gobierno es culpable de un delito cometido en el ámbito de sus competencias y responsabilidades.

Pájaro bobo entiende que aquí la sociedad civil tiene la primera y la última palabra. Ella es la que debe iniciar las acciones legales y exigir responsabilidades para clarificar el fraude y procesar a los  culpables. Ninguna instancia política lo va a hacer, pues todas son corresponsables y, por lo tanto, culpables en mayor o menor medida. En definitiva, aquí tenemos un delito de inmensas  dimensiones en su cuantía que ha sido posible merced a múltiples formas de dejación en el control de las actividades económicas y financieras que tienen lugar en el ámbito español.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿nos encontramos acaso ante un delito que por sus dimensiones queda a cubierto de toda acción legal?

Aclaración
El billón español tiene un millón de millones; el billón estadounidense tiene mil millones.

SOS: S.O.M. = Save Our Money = Salvad Nuestro Dinero

Todos, explotadores y explotados, coinciden ahora en que hay que salvar el capitalismo, ese sistema  económico en el que unos venden y otros compran, sin contar los que sólo miran, utilizando el dinero como elemento o valor de cambio. Unos y otros, vendedores y compradores, mirones aparte, han llegado a la sabia y triste conclusión  de que el capitalismo es el sistema de explotación que permite vivir y sobrevivir a más explotados en  condiciones menos humillantes, sin olvidar la perspectiva, siempre presente en el alma del ser humano, de pasar de explotado a explotador, algo que ni los socialistas utópicos ni los bolcheviques revolucionarios tuvieron debidamente en cuenta. Y el hecho es que somos hijos del capitalismo de nuestros padres y padres del capitalismo de nuestros hijos. Por lo tanto, hay hombre viejo para rato. Struggle for life. Lucha por la vida.

No para siempre. A Pájaro bobo, acaso  más fantasma que animal de carne y hueso, le entristece el panorama como le entristece y le duele el papel de la religión en este trance, pues trance es, no destino.  No ver el mal y condenarlo. No ver el bien y asumirlo. ¿Qué hacemos entonces los pobres creyentes con el Espíritu Santo?

Pájaro bobo ha soñado que una multitud se dirigía a sus gobernantes y les gritaba: «¡Salvad nuestro dinero! No olvidéis, ni por un momento, que nuestro dinero es vuestro dinero y que vuestro dinero es nuestro dinero». Y, a juzgar por la cara que han puesto todos ellos —desde el Sarkozy y el Brown hasta el Bush, pasando por el Zapatero—, no hay duda de que han capito el mensaje. Y escrito está: mensaje capito, mensaje finito.

Por lo visto, ahora se trata de apuntalar el sistema capitalista, sustentador de la llamada economía de mercado. Pájaro bobo se malicia que no va a ser una intervención quirúrgica (o sea,  a dos manos) con cuchillo y a fuego vivo, sino que todo se va a reducir a un tratamiento medicamentoso: unos cuantos parches  y poca cosa más. El capitalismo es, por definición, irracionalmente racional. O racionalmente irracional. Marx tenía razón pero se equivocó. El capitalismo es ese enfermo incurable que pospone una y otra vez su tránsito.  En cualquier caso, hasta ahora nadie ha prevalecido contra él. La Iglesia ni lo ha intentado.

Anyhow, Pájaro bobo considera que habría  que reducir tanto el ámbito operativo como la panoplia de armas ofensivas y defensivas de la economía especulativa, esa economía que vive a expensas  de la economía productiva, integrada por todos cuantos, obreros y empresarios, producen bienes para  la sociedad. Pero, una vez más, será un apaño para salir del paso y seguir tirando unos cuantos años.  Al menos, eso es lo que algunos temen y muchos desean. La historia se repite, y, si se repite, es que el ser humano no aprende.

A Pájaro bobo le quedan pocas ganas de volver a ser un animal de carne y hueso. Seguirá en su búnker de pladur.


El Idióticon de Pájaro bobo
Trabaluengas.
Variante de trabalenguas propia de Pájaro bobo. En ella, la palabra se identifica con el acto de habla al que da nombre.
Estupidecer. En postugués existe el verbo estupidecer; oficialmente en español, no, aunque algunos lo utilizan. Se trata, pues, de una insurpación. En cualquier caso cabe pensar, por ejemplo, que las estupideces estupidecen.

Trabaluengas

España está parasitada,

quién nos la desparasitará,

el desparasitador que nos la desparasite

y de bancos y banqueros la libere,

buen desparasitador será.

La incierta gloria de los irreductibles

En una dictadura encubierta como la que tenemos hoy en Cataluña, con una sociedad civil sometida, nolens volens, al dictado de la clase dominante, valedora y beneficiaria de la ideología dominante en cuanto estructura de poder político, social  y económico, no son precisamente muchos los  que se han mostrado y se muestran dispuestos a presentar batalla a un poder ilegítimo por abusivo e inmoral. De hecho, a lo largo de la historia no han abundado los suicidas. Las dictaduras, sí. Y, en contra de todo lo que se ha escrito y se escribe, para conseguir sus objetivos a las dictaduras  les basta y les sobra por lo común con un arma de dos filos: la promesa del premio y la amenaza del castigo.

Hoy, en Cataluña, la fórmula vale para algo así como el noventa o noventa y cinco por ciento de la población. El cinco o diez por ciento restante corresponde a los irreductibles, seres que han decidido mantener y defender a toda costa ese disparate absurdo, ajeno a la cordura y el seny, llamado dignidad, no  enajenarla.

Ahí están. Pero valedores y servidores de la ideología dominante han recibido órdenes de acabar con ellos. Algún separatista catalán ha dicho alguna vez, ¡en público!, que el límite del independentismo militante es el asesinato.  Es posible que así sea, al menos de momento. En cualquier caso, sabemos que quienes así piensan y actúan no dudan en someter a los elementos irreductibles a condiciones de muerte civil.

Cuando le llega la hora, el irreductible es despojado —¡sigilosamente!— de su puesto de trabajo y alejado del mercado laboral, reducido a la no existencia como intelectual y cabeza pensante, marginado socialmente y sometido a un acoso implacable en su entorno vecinal e incluso familiar. Para ello se recurre por norma general a medios y agentes alejados, al menos en apariencia, del separatismo catalán, pues lo que se pretende es que el irreductible quede desacreditado socialmente por su comportamiento, no por sus ideas políticas. Así, el irreductible pondrá de manifiesto su carácter asocial y agresivo en sus relaciones con amigos, conocidos, miembros de su propio partido más sumisos y en general con personas calificadas como dóciles por los valedores de la ideología dominante. Siempre fue así y así es  también aquí y ahora, entre nosotros. El disidente es por definición un perturbado mental. Y, en cierto modo, lo es realmente,  pues su comportamiento no responde al instinto de supervivencia. De hecho, el disidente podría constituir la contrafigura del esclavo, definido por Hegel como aquel que lo supedita todo a la supervivencia.

Consumada con éxito la operación de acoso, al irreductible le quedan pocas salidas, si es que sobrevive. De hecho, entonces unos abandonan el país, otros se rinden y cambian de bando, otros se ven obligados a separarse de la mujer y de los hijos y sobreviven como piltrafas humanas por su mala cabeza. Como arma político-policial, la muerte civil persigue la destrucción psicológica de la persona. Y en muchos casos lo consigue.

Esa es la incierta gloria que espera con toda probabilidad a aquel que, por irreductible, figura en los ficheros secretos de la Generalidad y su régimen político de carácter mafioso e inmoral con el sello/estigma: «EC» (Enemic de Catalunya).

En cualquier caso, al que quiera mantenerse fiel a sus ideales en estas tierras y estos tiempos tal vez le convenga pensar que  va a morir no como un héroe sino como un delincuente. Pájaro bobo lo piensa  y precisamente por eso se ha refugiado en la realidad virtual de su búnker de pladur en espera de su día y su hora.

Crisis económica mundial: tres ideas

Aprovechando su larga y fructífera experiencia como  administrador hogareño o economista y, por qué no,  su carencia de estudios académicos de economía, Pájaro bobo formula y expone aquí y ahora tres ideas que como mínimo tendrán siempre  el aval de eso que, gracias a Nicolás de Cusa, desde el siglo XV se ha venido llamando docta ignorancia.

Primera idea. La crisis económica actual es esencialmente fruto de los abusos persistentes y crecientes, todos ellos bajo el mismo signo,  de la economía especulativa, esa que, a ser posible, opera exclusivamente con dinero en su condición de valor de cambio, aunque tal vez  también puede afirmarse que, en su ámbito, el dinero tiene a la vez valor de cambio y valor de uso, pues se compra y se vende dinero con dinero. En cualquier caso, aquí, las diferentes formas que adopta el dinero hacen de él la mercancía, en el fondo siempre la misma,  frente al dinero en sí mismo como valor de cambio.

Por  múltiples razones, en el curso de los últimos años la economía especulativa entró  en un proceso de aceleración que, al quedar fuera de control, ha terminado por amenazar la supervivencia misma de todo el sistema económico capitalista oculto bajo la eufemística fórmula de economía de mercado. Ahora la cosa va en serio, pues el parásito y depredador amenaza con devorar al organismo anfitrión depredado.

Segunda idea. La falta de confianza de los sectores económicos e industriales afectados, así como de los gobiernos implicados en el proceso, es, en opinión de Pájaro bobo, una consecuencia, no una causa del proceso de aceleración y descontrol de la economía especulativa. Esa falta de confianza es en realidad una pérdida de confianza que se produce a la vista del panorama económico existente. A juicio de Pájaro bobo, dicha pérdida de confianza constituye una llamada de alerta y como tal debe ser interpretada por las instancias implicadas y los sectores económicos afectados. Ahora, para sobrevivir, el organismo anfitrión depredado se ve obligado a salvar a su parásito y depredador. ¿Será que un organismo mínimamente sano no puede vivir sin parásitos y depredadores?

Tercera idea. Parece que ha sido Sarkozy quien ha dicho recientemente  que en su momento habrá que repensar el sistema económico capitalista constituido por una economía de mercado en un mundo globalizado.  En este apartado cabe pensar en la adopción de medidas de control por parte de los gobiernos nacionales y, en el caso de Europa, por parte de un eventual gobierno comunitario, pero no parece razonable, sí racional, pensar en un sistema alternativo impulsado e impuesto por los organismos internacionales. De momento,  se diría que el ser humano está condenado/destinado a seguir siendo hijo y padre, padre e hijo de su egoísmo, la fuerza matriz y motriz elegida por la naturaleza para organizar la lucha por la supervivencia.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirá algún día la sociedad humana liberarse de sus parásitos y depredadores?