UPyD: ¿entre la paradoja y el enigma?
El hecho, difícilmente refutable, de que UPyD haya nacido en la sociedad y de la sociedad, prácticamente por generación espontánea, y no haya contado en ningún momento con una superestructura económica, política e ideológica constituye un fenómeno decididamente único en el panorama socio-político del actual Estado de las Autonomías.
Unos cuantos ciudadanos, cansados del timo/fraude/estafa de la parcelación de España, su enajenación y adjudicación a grupos oligárquicos, deciden organizarse y empiezan a gritar: «Esto no es democracia».
Ha nacido UPyD.
En ese sentido, la jovencísima formación es en estos momentos el único partido auténticamente democrático y por eso mismo también el único partido auténticamente español. Nacido en el seno de la sociedad, UPyD defiende la sociedad entendida como un todo orgánico: pueblo, nación y Estado.
A partir de ahí, que es donde estamos ahora, habrá que ver qué futuro espera a Rosa Díez y los suyos en la ciénaga de las Autonomías con sus infinitas trampas, zanjas y barreras, todas ellas levantadas en nombre de la democracia y contra la democracia, en nombre de la sociedad y contra la sociedad, en nombre de la racionalidad y contra la racionalidad.
En opinión de Pájaro bobo, la gran paradoja de esta situación es que responde a una maquinación contra el pueblo español y, en cambio, se quiere vender como un servicio a él y a todas las familias que lo integran.
¡Miserables! ¡Miserables!
El enigma está en ver si UPyD consigue despertar la conciencia de los ciudadanos y convencerlos de que, en realidad, ese pretendido servicio responde a una conjura centrada en la destrucción de España a manos de los propios españoles.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirán las mujeres y los hombres de UPyD su propósito de devolver la soberanía nacional al pueblo español?
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