Artículos de febrero de 2019

Valentía y coraje

Quim Torra, traidor catalán, pide un gesto de valentía y coraje a Pedro Sánchez, traidor español, mientras Albert Rivera, acaso el único político del momento con sentido de Estado, avisa: Si hay trampa (léase indulto) en el proceso a los separatistas sublevados, el PSOE puede desaparecer, y yo, que no soy ni político ni traidor, grito: ¡Quien está en peligro gravísimo e inminente de desaparecer es España!

El Estado de las autonomías, rumbo al abismo

Se acostumbra a decir que el Estado de las autonomías se creó básicamente para contentar a los separatistas vascos y, en especial, catalanes. En pocas palabras, para frenarlos y controlarlos con una estrategia preventiva.

En mi opinión, esa es la excusa.

Estoy convencido de que en realidad el Estado de las autonomías se creó deliberadamente como hoja de ruta de un plan (¡conjura!) que debía llevar a la destrucción y desintegración de España por una vía más o menos pacífica pero inexorable.

Así, una vez puesto en marcha el plan, los separatistas catalanes tomaron en sus manos las riendas de la Nación y con sus malas artes empezaron a dirigir la política de España en su conjunto, además de la de Cataluña en régimen de exclusividad, mientras que, a partir de ahora, el llamado Gobierno central se limitará a cumplir sumisamente las instrucciones que le vaya dictando la Generalidad.

En esas estamos. Nos dirigimos fatalmente al abismo. España está a punto de desaparecer, víctima de nuestra cobardía y nuestra traición.

¿Alguien me puede decir qué pinto yo en esta farsa monstruosa e indecente?

El ser de España

Pienso que en este momento a España le va el ser en el ser como en ningún otro momento de su historia.

Objetivo de los separatistas catalanes en los medios de comunicación

Entiendo que el objetivo prioritario de los separatistas catalanes en los medios de comunicación es estigmatizar todo lo español como antidemocrático y fascista.

En ese punto se concentra gran parte de su actividad propagandística en la actual fase de su guerra contra España.

Por lo tanto, para ellos no existe ni ha existido nunca un Estado de derecho llamado Reino de España con una Constitución cuyas leyes todo ciudadano español, independientemente de su adscripción ideológica, está obligado a cumplir.

Para los separatistas catalanes ellos son los únicos demócratas auténticos que hay en este país llamado antiguamente España.

En ese sentido considero que el planteamiento dialéctico de la guerra contra España concebido y puesto en práctica por los separatistas catalanes es infinitamente más perverso de lo que un español de la Meseta puede llegar a pensar.

En cualquier caso parece evidente que, hasta ahora, los políticos españoles lo han comprendido tarde, mal y nunca.

¿Y si ya fuera demasiado tarde?

Ante la enajenación de la soberanía nacional

Yo, Ramón Ibero, acuso a Pedro Sánchez, jefe del Gobierno de España, de negociar con Quim Torra, presidente de la Generalidad de Cataluña, la enajenación de la Soberanía Nacional por parcelas y en etapas.

Esa enajenación comprende no sólo la independencia de Cataluña con el nombre de República de Cataluña sino también y sobre todo la desnaturalización y desintegración de España como realidad política, social e histórica y, en definitiva, como Patria de todos los españoles.

Yo, Ramón Ibero, exijo a Pedro Sánchez que cumpla y haga cumplir la Constitución del Estado de derecho llamado Reino de España y, en caso contrario, que sea procesado por el delito de traición a la Patria.

Yo, Ramón Ibero, declaro que, si la soberanía nacional reside en el pueblo español, en la situación actual el pueblo español debe asumirla y defenderla.

Obispos catalanes: pederastia y procés

Si la pederastia en el seno de la Iglesia -clero y congregaciones religiosas- es hoy un mal sistémico como afirma el jesuita Hans Zollner, parece lícito sostener que ese mal no surgió ayer ex nihilo.

En realidad hay testimonios y pruebas de que el mal existe desde hace siglos, aunque su presencia -con todas sus prácticas- probablemente aumentó con la implantación del celibato obligatorio.

Por lo tanto entiendo que estamos ante un mal endémico y sistémico.

En cualquier caso, los obispos de la Provincia Eclesiástica Tarraconense están ahora muy preocupados por las consecuencias sociales que el mal está teniendo en el ámbito de su jurisdicción; concretamente, por el escándalo provocado.

Una de sus consecuencias más visibles ha sido, al menos en mi opinión, que los obispos de la Tarraconense decidieran distanciarse del proceso independentista catalán y se limitaran a tenerlo presente en sus oraciones. De acuerdo con mis cálculos, de eso hace entre uno y dos años.

Y no es que todos los miembros del clero de la Provincia Tarraconense sean independentistas, sino que los cargos jerárquicos son cubiertos siempre y obligatoriamente por separatistas.

Órdenes superiores que tienen que ver con eso que llaman ingeniería social.

Curiosamente, con el inicio del proceso judicial a los protagonistas del <procés>, los prelados de la Provincia Tarraconense han vuelto a hacer uso de la palabra para pedir <magnanimidad ante el juicio>.

Los hombres de Dios no piden que se haga justicia con los encausados y tampoco que, si estos han cometido algún delito grave o muy grave (y, por lo tanto, también algún pecado grave o muy grave), están obligados en conciencia a arrepentirse y cumplir las penas que les sean impuestas.

Por lo visto, para los obispos de la Provincia Eclesiástica Tarraconense los ciudadanos de Cataluña no son ciudadanos de un Estado democrático y de derecho llamado Reino de España.

En otras palabras: aquí no hay ni Ley ni Estado de derecho.

Para ellos, empezando por el obispo de Solsona, sólo existen la democracia en sentido abstracto y el derecho a decidir cuando ellos (los catalanes separatistas) decidan.

¿Dónde queda el mensaje cristiano y, sobre todo, católico de esos hombres de Dios?

La conjura catalana a juicio

Entiendo que los hechos programados y ejecutados por los dirigentes políticos de Cataluña en cuanto Comunidad autónoma española desde septiembre-octubre de 2017 hasta febrero de 2019 constituyen en su conjunto una conjura, ya que responden a un plan elaborado durante décadas y tienen por objeto último y capital subvertir por medios ilícitos el orden constitucional vigente en el Reino de España en cuanto Estado social y democrático de derecho.

Hitos determinantes de esa conjura son el referéndum de autodeterminación convocado por la Generalidad de Cataluña para el 1 de octubre de 2017 y la subsiguiente proclamación por esta instancia autonómica de la República de Cataluña.

En esa misma línea de subversión del orden establecido e infracción gravísima y deliberada de la Constitución española se inscriben las negociaciones llevadas a cabo en diciembre de 2018 entre Pedro Sánchez, jefe del Gobierno de España, y Quim Torra, presidente de la Generalidad, sobre el derecho de autodeterminación, negociaciones que por su contenido provocaron la caída del Gobierno de Pedro Sánchez y obligaron a éste a disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones.

Después de más de cuatro décadas de continuas intrigas, maniobras indignas y guerra sucia, España, abducida e inducida por los separatistas catalanes, se encuentra ante un panorama infernal.

Aun así, espero que al final se imponga el instinto de supervivencia, cuando no el sentimiento patriótico, y los españoles abandonen su pulsión suicida y opten por una convivencia basada en la lealtad y la defensa del Estado de derecho.

Predicar la paz y hacer la guerra no es el camino.

Mandato de Quim Torra al Jefe del Gobierno de España

Pedro, sé valiente y continúa con la destrucción de España hasta que no quede piedra sobre piedra.

Pederastia: a mi también me tocó

Que recuerde ahora, sufrí abusos de diversa índole y gravedad, primero en un internado regentado por Hermanos Maristas y, después, en un seminario diocesano a cargo de clérigos.

En el internado sufrí abusos de considerable gravedad por parte de un hermano cuando yo tenía entre diez y doce años. Además pude observar en varias ocasiones que algunos hermanos realizaban tocamientos ilícitos a los niños. Solían ser hermanos que habían vivido mucho tiempo en Hispanoamérica y parecían actuar de acuerdo con un ritual que todos respetaban. Siempre los hacían cuando los niños dormían en sus camas y siempre a primera hora de la mañana, cuando algunos de ellos se destapaban y un hermano acudía a taparlos y tocarlos. Después supe que un hermano había iniciado a grupos de niños en la actividad sexual, lo que hizo que varias madres presentaran una queja a la dirección del centro, con el consiguiente escándalo en la pequeña y provinciana ciudad. Algún tiempo después, el internado cerró sus puertas y los Hermanos Maristas tuvieron que abandonar el colegio y la ciudad.

En el seminario sufrí abusos menores bajo la apariencia de muestras de afecto por parte de un sacerdote, y entre los niños se comentaba que este mismo sacerdote sentía una especial predilección o afecto por determinados niños y adolescentes. Años después un compañero de estudios me informó que dos clérigos habían sido expedientados y apartados de la actividad docente por prácticas ilícitas graves.

La experiencia, en forma de trauma, marcó mi infancia, mi adolescencia y buena parte de mi vida de adulto.

Tricksters, Embaucadores

En su teoría de los arquetipos, Gustav Jung presenta al Trickster(s)  como el embaucador por antonomasia, al que distingue, por un lado, del Narr (Loco) y, por otro, del Schelm  (Pícaro), y cabe pensar que lo hace para aislarlo y despojar su figura de posibles rasgos favorecedores e interpretaciones indulgentes.

En mi opinión, esa figura arquetípica cuadra perfectamente, sin indulgencia alguna, a dirigentes políticos del proceso independentista catalán como Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y, de manera especial, Quim Torra.

Embaucadores puros y duros, sin atisbo alguno de esa locura que yo reservo siempre a los que están dispuestos a morir a pecho descubierto por una idea.

Embaucadores con alma de esclavos, porque, como si quisieran dar la razón al mismísimo George Wilhelm Friedrich Hegel, se muestran irreductiblemente dispuestos a sacrificarlo todo en aras de la supervivencia.

Alma de esclavo, existencia de esclavo.

El irredentismo catalán

Me inclino a pensar que, cualesquiera que sean las penas que se impongan  a los líderes de la fallida intentona golpista escenificada  en el otoño de 2017, el movimiento separatista catalán seguirá vivo y, a su manera, activo.

Podemos imaginar que, perdida -¿para siempre?- su oportunidad histórica, ese movimiento ya no podrá aspirar a tener una república independiente, a la vez dentro y fuera de España para seguir intrigando y trajinando  a dos manos y en dos campos, pero me malicio  que conservará poder y perfidia más que suficientes, además de ganas, para sumergir a España y los españoles en el caos político, social y económico a la mínima oportunidad que se le presente.

Así, pues, probablemente vamos a ver cómo, extinguido el fuego fatuo  de la posverdad, el movimiento separatista catalán queda preso definitivamente en su atávico irredentismo, hecho de frustración y masoquismo,  y la burguesía condal, una vez más fiel a sus intereses,  invoca el principio de realidad de acuerdo con la elemental y españolísima fórmula «lo que no deja se deja».